Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 5





En un pequeño y tranquilo bar, nuestros protagonistas se encontraban cómodos en un rincón, hablando entre ellos y tomando una cerveza.

Llevaban ya unas horas conversando, sabían lo necesario del otro, cuando estaban por irse, pero unos tipos dentro del bar comenzaron a pelear.

- ¿Es que no puede haber paz? -Carlos apretó los puños molesto-
¿Que dices, ayudamos o nos vamos?

- ¿Porque no...? -Jill fue detrás de un sujeto que parecía ahuyentar moscas, se notaba que no sabía pelear- Oye, deja de ponerte en ridículo, vete de aquí antes que te golpeen.

El chico al ver que Carlos empezaba a pelear con su "oponente", decidió salir corriendo.

Carlos intentó hablar con el otro pero, decidió irse por los golpes, así que impresionaría a su cita. Comenzaron a pelear, para él era fácil, un simple hombre.

Pero lo que no sabía, era que el otro tipo tenía una navaja, golpeó a Carlos haciéndolo caer y le hizo un gran corte en el pecho, llenando su camisa de sangre.

Unos hombres de seguridad arrastraron al otro hombre afuera del lugar, Jill lo golpeó en la entrepierna antes que se fuera.

- Eso es por ser un idiota. -fue con Carlos y lo ayudó a levantarse.

- Lo siento, quería impresionarte... -hizo presión- será mejor irnos.

Jill estaba preocupada por él, condujo rápido para llegar a casa y así poder curar su herida, cuando llegaron entraron en casa.

- Siéntate por favor, -habló la castaña al entrar a su habitación- voy por un botiquín.

Carlos se deshizo de su camisa, ya estaba rota y llena de sangre, era una herida superficial, pero sí que dolía. Jill salió del baño con el botiquín, le pidió al moreno que se acomodara en la cama, él se sentó a los pies de la cama apoyando en sus brazos, Jill buscaba una buena posición para curarlo pero solo había una.

- Me tengo que sentar en... -se sonrojó, y el sonrió viendo lo adorable que se veía- tus piernas.

- Claro, -el moreno palmeó sus piernas- ponte cómoda... -ella subió a él con cuidado, se colocó sobre su entrepierna- Hmm, creo que me puedo acostumbrar a esto.

- Cállate, -rió ella, comenzó a desinfectar la herida, le puso una venda y la aseguró- tendrás que dormir sin camiseta, podrías mancharla, también tendrás que dormir con cuidado de no moverte mucho, podrías abrir la herida.

- Tranquila, sobreviviré -acarició su rostro- ¿sabes? Te ves muy bien encima de mi... -la castaña se sonrojó e intentó bajar- oh no no no, necesito a mi linda enfermera, tengo un problema.

Tomó su cintura, recostándose sobre la cama con ella encima, la castaña no quería lastimarlo, puso sus codos a los lados de su cabeza. Quería seguirle el juego y saber a donde llegaría.

- ¿Qué necesita, señor Oliveira? -rozó su nariz con la suya- ¿desea algo?

- Un beso... -sus labios se acariciaron como la primera vez, pero ahora quería algo más, delineó su labio inferior, y ella le dio paso para permitirse saborear cada rincón.

Sus lenguas danzaban al compás de sus latidos, Jill acarició su pecho, cuidando no lastimarlo, él llevó una de sus manos que permanecían en su cintura a su trasero, lo apretaba de manera cariñosa, causándole varios jadeos.

Ella inconscientemente empezó a restregarse sobre su entrepierna, el calor comenzó a subir en ambos cuerpos, él coló sus manos debajo de su blusa, dedicándose a acariciar su suave piel.

- E-Espera Jill... -juntó su frente con la de ella- ¿Estas segura? No quiero presionarte.

La castaña se sonrojó y dejó un suave beso sobre su frente.

- Quiero esto, pero no quiero lastimarte -el moreno hizo una mueca, dándole a entender que no comprendía- me refiero a... bueno, estás lastimado, y no quisiera que la herida se infecte.

El moreno sonrió, ¡diablos! Era una gran chica, saco sus manos de la blusa de la castaña y beso con ternura a su... nueva razón de luchar.

- Gracias, pero, solo quiero una cosa más -Jill le dio un beso en la mejilla, causándole unas enormes ganas de abrazarla- duerme conmigo, por favor.

La castaña asintió, le dio un beso más y bajo de él con sumo cuidado, tomó la camiseta que él le había dado y fue al baño. Se desvistió y se la puso, solo tenía la ropa interior.

Inhaló profundo antes de abrir la puerta, entró y se encontró con Carlos sentado en la cama solo con bóxers, la veía con una sonrisa.

¡Señor, ten piedad!

- Vaya, se te ve mejor a ti... -ella fingió modelar para él, luego se recostó a su lado- Descansa Jill...

Alcanzó sus labios y los besó con delicadeza.

- Descansa...

Ella se quedó dormida, el acariciaba su cabello y su cintura, estaba seguro que no habría nada mejor en este mundo.











Ufff

¡Nos vemos mañana!



🖤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro