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ㅤㅤㅤ── catorce ──

Los ojos de Taehyung estaban enmarcados por unas ojeras oscuras cuando las doncellas que le habían asignado lo prepararon. A parte del atuendo, perfectamente encajado en su figura, el trabajo de maquillaje fue tan bueno que no parecía haber pasado toda una noche en vela.

Solamente cuando estuvo listo salió de su habitación con tal de buscar a Jungkook, pero no fue necesario porque el alfa esperaba apoyado en la pared más cercana.

──Buenos días ──saludó el príncipe.

Ni siquiera tenía fuerzas para sonreír, tenía tanto sueño que podría haberse dormido de pie, pero lo intentó.

Jungkook notó su cansancio pero no dijo nada.

──¿Descansó? ──preguntó, volviendo al protocolo formal con el que siempre lo trataba en público.

──No, pero está bien.

Taehyung le restó importancia con un gesto de la mano, pero eso sólo le hizo parecer más nervioso porque el alfa vio su temblor.

──¿Puedo...? ──Jungkook señaló la puerta por la que él acababa de salir.

No había pensado en otra cosa que Hyunjin durante toda la noche, pero cuando reparó en lo que habían planeado la noche anterior y estaban a punto de hacer, su corazón latió deprisa.

──¿En mis aposentos?, podrían pensar...

Pero Jungkook alzó una ceja y lo entendió. Precisamente de eso se trataba; de dar algo de que hablar al pueblo.

Taehyung no necesitó más para volver sobre sus pasos e indicarle con un gesto de su mentón que entrase con él.
Fue Jungkook quien cerró tras ellos.

──¿Has desayunado? ──musitó mientras recorría la habitación con sus ojos. Nunca había estado en la de invitados.

──No, pero no importa, acabemos cuanto antes.

──Taehyung ──susurró entonces el alfa, volviendo a mirarlo con sus manos cruzadas tras la espalda──. Es... podrías debilitarte. Aunque seas beta.

El príncipe pensó en el sexo, si sería igual, o al menos si requería el mismo gasto de energías. Él nunca había sido marcado de ninguna forma, pero sentía curiosidad por saber cómo se sentiría.

──Da igual, sólo hazlo ──comentó impaciente.

Jungkook soltó un suspiro seco, viéndose mucho más adulto que él, aunque probablemente no lo era. En lo que sí tenía ventaja era en su altura; Taehyung tuvo que alzar la cabeza cuando el alfa se acercó y le tomó por la cintura.

──Déjame espacio. ──Este último señaló su cuello con la mirada.

Taehyung tragó saliva y se apoyó en sus hombros por instinto cuando giró la cabeza y le dejó vía libre.

Jungkook agachó su cabeza un poco y acercó la nariz a lo que se suponía que debía ser la glándula de aroma de alguien con un lobo interior. Al oler no percibió nada, como era de esperar, pero aún así mantuvo la nariz allí por unos segundos prolongados, como si de esa forma pudiese crear un aroma para él.

──Me estás haciendo cosquillas ──murmuró Taehyung con cierta diversión en la voz.

El alfa sonrió por el comentario, pero no por ello se desconcentró. Sus dedos apretaron el agarre alrededor de la cintura de Taehyung y después tanteó su cuello con una pequeña mordida. Al beta se le escapó un jadeo y automáticamente cubrió su boca con la mano.

──Perdón ──susurró.

──Tranquilo, es normal. ──Lo calmó Jungkook.

Sin dejar un segundo de margen volvió a probar su piel, aunque esa vez con algo más de fuerza, y descubrió que era dulce. O quizá eran imaginaciones suyas. Una especie de delirio por imaginar que Taehyung, de haber tenido instintos, habría sido omega sin dudarlo.

Continuó con pequeñas lamidas, las justas para cubrir todo su cuerpo con una capa de aroma a alfa de la cual nadie podía dudar. Después volvió a morder. Parecía caramelo... No, azúcar. Algodón de azúcar.

Taehyung prensó los labios con tal de no dejarse en evidencia, pero su garganta tenía otro jadeo atravesado, luchando por salir.

Jungkook tanteó un par de veces más su cuello por gusto ya que hacía minutos que su aroma había cubierto al beta. Y era consciente de ello.
Cuando se aborreció fue su lobo quien se encargó de olisquear. Este quedó satisfecho al encontrar solamente su propio olor en Taehyung.

Después Jungkook volvió a tomar el control y lo soltó poco a poco, vigilando que estuviese lo suficientemente estable como para mantenerse de pie por sus propios medios.

──¿Bien? ──musitó mientras se alejaba de él para ver su rostro con perspectiva.

Taehyung estaba pálido, pero a parte de eso no había nada distinto en él.

──Bien ──respondió antes de llevarse la diestra al cuello.

Jungkook observó su gesto, era normal que quisiera cubrirse, pero apartó su mano con gentileza y negó.

──Si no lo tocas el olor permanecerá más tiempo ──explicó──. Intenta no pensar en ello y se te pasará la molestia.

──No es eso ──replicó el príncipe al instante──. Es... una sensación extraña, pero no llega a molestarme.

Jungkook se encogió de hombros. Recordaba la primera vez que le había marcado Hoseok: su cuello picó durante unas horas y después sintió la urgencia por volver a sentir su aroma sobre él.
Quizá era distinto en cada persona.

──¿Crees que será suficiente para que la gente hable? ──preguntó Taehyung en lo que ambos decidían tomar distancia.

──Cualquiera podría olerte a kilómetros de distancia, créeme que es muy obvio ──respondió Jungkook al instante, al parecer, divertido por su preocupación.

El beta, que claramente seguía sin oler nada, tardó unos segundos de más en entender su insinuación.

──Bien ──concluyó entonces, sonrojado.

Dado por finalizado el encuentro, Taehyung carraspeó mientras daba media vuelta para dirigirse a la puerta, pero Jungkook lo interceptó al tomar su mano.

──Taehyung, espera, quiero darte las gracias.

Él se giró y estrechó su mano con cierto cariño. Le veía con buenos ojos, sobretodo al ser el segundo de su hermano.

──No tienes por qué ──respondió con una sonrisa sincera──. ¿Sabes?, durante mucho tiempo me he preguntado cuál era mi propósito o mi utilidad como príncipe ──explicó manteniendo su mirada fija en Jungkook──. Namjoon va a ser rey en algún momento, Jimin se ha casado con uno y no podría estar más feliz por ellos. Pero tengo la sensación de que yo no seré como ellos y quizá nunca pueda contribuir tanto a mi reino. Así que me alegra poder contribuir al vuestro.

Jungkook sintió las lagrimas acudir a sus ojos. Sentía una especie de admiración por él, pero en ese momento fue más que eso. Quería abrazarlo, decirle que él había llegado a sentir lo mismo por años cuando era el menor de los consejeros y que en realidad ya estaba haciendo mucho por su reino y el de él aunque no lo viese. Pero todo lo que hizo fue asentir y estrechar su mano un segundo.

──Deberíamos irnos, los anuncios comenzarán pronto ──sugirió Taehyung ante su silencio.

Jungkook fijó la mirada en el suelo al pensar en todo lo que quería decirle, se evadió tanto en ello que no se percató del tiempo que había permanecido callado.

──¿Todo bien? ──preguntó entonces el príncipe, inclinando su cabeza hasta captar de nuevo su atención.

Jungkook sonrió con algo de timidez pero negó.

──No, no está bien ──confesó──. Deberías saber que eres el mejor príncipe que he conocido, y créeme que conozco a muchos de distintos reinos ──dijo en voz baja.

Taehyung rodó sus ojos, pero sus mejillas sonrojadas lo delataron.

──En realidad no, todo lo que he hecho ha sido centrarme en una relación imposible y en molestar a mis hermanos para conseguir lo que quiero. ──Lanzó un suspiro cansado──. Quizá debería empezar a madurar ──bromeó, aunque en sus ojos se vio algo de verdad.

──Si eso es lo que quieres está bien, pero no tienes por qué casarte con alguien distinto o seguir los pasos de tus hermanos para ser un buen miembro de la nobleza ──replicó Jungkook──. En mis años como consejero he visto muchos actos políticos y he tratado con muchas personas que dejan mucho que desear y me he dado cuenta de que, en realidad, lo más importante para gobernar es el respeto y que lo que la gente del pueblo necesita es el amor. Si haces actos que demuestren esas dos cosas, por pequeños que sean, serás un buen príncipe.

Los ojos de Taehyung se cristalizaron, pero él no pudo disimularlo tan bien como Jungkook.

──Es... el mejor consejo que me han dado nunca ──afirmó en un susurro.

El alfa no lo dudó esa vez y se abalanzó sobre él para abrazarlo con relativa fuerza.

──Eres buen consejero, mi hermano tiene suerte de tenerte ──añadió Taehyung.

──He aprendido mucho de mi alfa ──confesó Jungkook.

Este notó su propio aroma en el beta en aquel abrazo, cosa que le pareció casi tierna.

──Ahora sí está todo bien ──dijo.

──¿Entonces podemos irnos? ──preguntó Taehyung con una risita.

Jungkook apretó el abrazo un poco más justo antes de soltarlo.

──Después de tí.

Jimin se posicionó al lado de Yoongi, en el trono que le correspondía. Hacía tiempo que no se encontraban como monarcas frente a una gran multitud, la última vez no había salido muy bien y de sólo recordar la flecha clavada en el pecho de su alfa le entraron náuseas.

Además, el patio real era peligroso tras el último ataque rebelde.

Sin embargo habían reforzado la seguridad y nadie de fuera de las murallas podía entrar en aquellos días cercanos a los anuncios. Era el único consuelo que tenían.

Jimin atisbó por el rabillo del ojo a Taehyung, que se sentó en un trono provisional a su lado. Por supuesto, Jungkook le seguía de cerca. Hoseok se hallaba al otro lado, a la derecha de Yoongi como su segundo. Todo estaba en su sitio, tal y como debían lucir frente al pueblo.

──¡Silencio! ──ordenó de pronto uno de los ministros, a lo que todo el mundo calló.

Yoongi se aclaró la garganta y desenrolló el pergamino que había sostenido cual salvavidas desde que se había sentado.
Jimin notó el temblor de sus manos.

──Antes de proceder, quisiera agradecer el apoyo del pueblo ante los ataques rebeldes. Sobretodo el de aquellos voluntarios que se han prestado para ayudar a los heridos ──explicó con un tono más informal del habitual──. Y también agradecemos al reino de Busán por aportar materiales a la causa.

Jimin sonrió sin pudor, se sentía orgulloso de su país y del camino que estaba tomando gracias al pacto de paz y a Namjoon.

──Dicho esto, procederé a leer lo que nos incumbe el día de hoy ──siguió Yoongi──. Debido a los recientes sucesos y a las quejas de mis súbditos, las cuales siempre escucho, he decidido hacer unos cambios sobre las leyes que mi propio abuelo fundó en el reino. Así sean del agrado de todos o no.

Jimin se aferró a los reposabrazos del trono. Estaba tan emocionado y asustado al mismo tiempo que no sabía si sus lágrimas eran mala o buena señal.

──Por la presente declaro abolida la ley 34 que impedía las parejas compuestas por dos alfas, la ley 13 que permitía la formación de matrimonios de conveniencia y la ley 52 con respecto al impedimento de las mismas oportunidades laborales entre alfas, betas y omegas. ──Se hizo un gran silencio, pero Yoongi continuó totalmente ajeno a ello──. Estoy seguro de que estas leyes, entre otras, han atrasado a nuestro reino durante décadas. Espero que estas reformas nos ayuden a avanzar y, sobretodo, mejorar.

Jimin sintió su corazón latir deprisa y a su lobo erizado, como si en cualquier momento debieran salir corriendo. Era un gran paso para Daegu, quizá el mayor que ningún monarca había dado nunca y eso podía significar dos cosas: o el pueblo se contentaba, o los rebeldes crecían.

──Con tal de avanzar y llegar a ser un reino aún más fuerte y próspero, así mismo declaro abierta la frontera comercial con los reinos vecinos ──continuó Yoongi, sin levantar la vista del pergamino──. También inauguraré en cada ciudad, con tal de que estén permanentemente disponibles, los puntos de sugerencias reales. Así todas las quejas del pueblo serán escuchadas, por lo que esperaremos poder evitar más protestas violentas por parte de rebeldes.

Algunos presentes aplaudieron, otros seguían quietos y callados.

──Con respecto a estos, hay buenas noticias: tenemos en nuestro poder al que podría ser el cabecilla de los rebeldes. O uno de ellos. ──Varias personas se removieron inquietas, algunos cuchichearon y otros simplemente miraban a Yoongi expectantes──. El castigo por la traición y atentar contra la vida de su majestad es la propia muerte, pero esperaremos a obtener más información para sentenciarlo. Después el rebelde será ejecutado frente a todo el pueblo.

Sólo cuando hubo terminado de leer alzó la vista.

──Gracias. Pueden retirarse.

Taehyung observó también a la multitud. No vio a Hyunjin por ninguna parte, así que decidió retirarse para ver dónde estaba. Se suponía que debía estar frente a los monarcas en unos anuncios de tal magnitud.

Hoseok ayudó a Yoongi a bajar del trono y después prácticamente corrió hacia sus aposentos. Jimin le dio permiso a Jungkook para ir tras él.

La mayoría de súbditos seguían aplaudiendo pero todos, absolutamente todos, se habían inclinado. Eso era buena señal. Yoongi hinchó su pecho y extendió su mano para que Jimin la tomase.

──Estoy orgulloso de tí ──dijo este.

Sabía lo mucho que se había esforzado por escuchar, no sólo a él. También la valentía que requería abolir leyes que habían estado desde antes de su nacimiento, leyes en las que él mismo había creído hasta hacía unos meses.

──Gracias por estar a mi lado ──susurró Yoongi mientras caminaba en dirección a la alcoba real──. Realmente nada de lo que tengo ahora sería posible sin tí. Mi familia, mis amigos unidos y libres, un pueblo feliz... ──Lanzó un suspiro y se llevó la mano del omega a los labios──. Eres el mejor rey consorte que podría haber tenido nunca.

Y con un beso sellaron el momento que cambiaría al reino entero.

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ଓ ଘ ଙ

Hello~
Teniendo en cuenta lo mucho que tardo en actualizar normalmente, este capítulo llegó relativamente pronto 😅

No voy a negar que casi lloro, todo el mundo está creciendo y tomando buenas decisiones 😭 espero que podáis notar el cambio en los personajes así como yo les veo madurar 💜

También espero que os haya gustado el capítulo, ¡es crucial para el desarrollo de la historia!

Cualquier comentario lo leeré →

Hasta la próxima ~

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