La espera se le hizo eterna, ya eran las seis de la mañana y Magnus Bane había hecho un hueco en la entrada de la habitación del ojiazul de tanto dar vueltas en el mismo lugar. Él tenía prohibida la entrada por órdenes del doctor y de su adorada Catarina

— Debemos de esperar a que despierte y ver que tanto recuerda, tienes que tener paciencia, si se altera puede ser perjudicial para su salud

Magnus lo entendía, pero la urgencia de ir al lado de su esposo y pedir perdón por aquel día lo estaba matando, estaba a punto de girar la perilla de la puerta cuando esta fue abierta y Catarina salió con una mirada desaprobatoria — Te dije que esperaras

— No puedo más... tengo que explicarle

— Él ha despertado, lo recuerda

— ¿Qué tanto?

— Todo, lo recuerda todo, desde su pelea hasta el accidente, lo siento Magnus... él no quiere verte.

— Tengo que hablar con él...— Magnus intentó entrar a la habitación, pero una vez más Catarina se lo impidió

— El aún está en rehabilitación, se que es difícil pero tienes que ser paciente

Y lo había sido, la paciencia no era una de sus virtudes pero por su angel había aguantado siete largos días, días en los que Alec platicó con sus hijos y les preguntó si su padre los había cuidado bien, si los había maltratado en algún momento, si les había dicho algo hiriente como que no los ama, Magnus solo pudo apretar los puños cuando su Max y Rafe se lo contaron, no podía reclamar, él se lo había buscado aquella vez

Después de ello Alec aprovechó la visita de Jace y le pidió que iniciara la demanda de divorcio, el rubio al inicio no quería decírselo a Magnus pero al final no pudo callar, solo le dio un fuerte apretón en el hombro diciéndole — Lo siento brillitos... tenle algo de paciencia y sobre el divorcio, le dije que no, que primero esperara a recuperarse antes de empezar con cualquier trámite pero que yo no lo ayudaría esta vez. Magnus tienes que encontrar la manera de explicarle, yo lo intenté, pero él no quiere escuchar

Estaba agradecido con Jace pero a las horas llegó otro abogado, Raphael Santiago, y él si le dijo claramente las pretensiones de Alec, su esposo no solo quería el divorcio sino también la custodia de sus hijos — Lo siento Bane, pero si Alec quiere mi ayuda no se la negaré

— Tú sabes lo que ocurrió, por favor...

Raphael solo lo observó un segundo antes de girarse para irse — Tú no me agradas y menos desde que amenazaste a Gideon y lo metiste en aquel reformatorio, pero aún así intente hacer entrar en razón a Alec, le dije que no era tú culpa, que eras un imbécil que fue manipulado, pero él dijo que eras demasiado inteligente como para permitir que algo así ocurriera... Creo que aún tienes una oportunidad, él claramente te ama si piensa que eres una persona inteligente, bueno la demanda de divorcio tomará su tiempo ya que estoy terriblemente ocupado, espero y sepas aprovechar los días que te daré

Y Magnus lo había intentado, al quinto día entró en la habitación y no salió hasta relatarle los hechos con lágrimas en los ojos pero aún así Alec no le creyó — Deberías vender la idea a algún productor de Hollywood, te harías rico, no quiero verte, déjame solo — Día tras día intentaba que Alec lo escuchara, sus te amo parecian no tener ningún efecto en su angel y una que otra vez había derramado una lágrima mientras el ojiazul dormía.

Ya no sabía que hacer ni a quien recurrir, en ese momento se encontraba con sus amigos tomando una taza de café mientras platicaban.

— Bueno, dale el divorcio y después lo reconquistas otra vez

— ¿Tú estás demente? De ninguna manera le voy a dar su libertad, él es mío entendiste, no me voy a arriesgar a que aparezca un idiota que quiera intentar conquistarlo

— Yo solo decía

— Mejor no digas nada, tanta verdura se te subió a la cabeza

Ragnor iba a replicar cuando escucharon un grito provenir de la habitación de Alec, solo un nombre, un nombre dicho con necesidad— Magnus, Mags

El moreno se levantó de inmediato derramando su café en el regazo de Ragnor y corrió rumbo a la habitación de Alec mientras su amigo soltaba una maldición, fue tanto el apuro que a solo metros sus pies se enredaron y cayó pesadamente al suelo, Catarina que venía detrás solo saltó esquivando el gran obstáculo y entró

Alec estaba aún en la cama, mirando hacia la puerta anhelando que su Mags entrara y cuando vio a Catarina su rostro claramente cambio a uno decepcionado, pero no se rindió, una vez más volvio a llamarlo y esta vez el moreno entró a toda prisa.

Como pudo Alec extendió sus brazos, claramente pidiéndole que se acercará y él no se hizo de rogar, se refugió en los brazos de su esposo dando gracias a quien sea que haya logrado ese milagro. Duraron varios segundos hasta que un __miau__ se escuchó.

Debajo de las mantas una peluda cabecita se asomó, claramente molesta con quien sea que lo haya aplastado y perturbado su sueño.

— Presidente ¿qué haces aquí? Como rayos...

Magnus miraba asombrado a su mascota, la cual se supone debía de estar en casa cuidando a sus hijos. Presidente solo lanzó otro maullido como diciéndoles __dejen dormir__ y se acomodó entre ellos, enroscandose. De inmediato Catarina la tomó en sus brazos, aún ante la protesta de Presi que con sus garritas se asió a la pijama de Alec haciendo más duro el trabajo de Cat, pero al final ella ganó, lo abrazo fuerte contra ella y salió dejando a la pareja sola, tenía curiosidad por saber que había pasado, pero esperaría hasta que Magnus le contara.

— Alec, mi ángel, me has perdonado...

— Duerme conmigo...

Magnus solo lo observó unos segundos antes de bajar de la cama y Alec temiendo que quisiera irse se sujetó de su camisa y se aferró a ese pedazo de tela — Tranquilo amor, no hay nada en el mundo que haga me aleje de ti, solo voy a ponerme más cómodo

Magnus se quitó el saco, los zapatos y luego la correa, desabrochó unos botones y se metió en la cama, Alec de inmediato intentó acomodarse sobre él, pero su cuerpo no respondía correctamente, así que Magnus lo acomodó sobre su pecho, Alec reposo su cabeza justo donde el corazón del moreno latía desenfrenadamente, por esa noche no se dijeron nada, solo durmieron juntos después de mucho tiempo

Los brazos de Magnus jamás dejaron de rodear el frágil cuerpo de su aún esposo y a la mañana siguiente fue Magnus quien despertó primero solo para sentir cosquillas por la respiración de Alec en su cuello, se rió quedamente pero fue suficiente para despertar al ojiazul y que este le diera un leve mordisco y luego lamiera esa zona lentamente.

— Hazme tuyo... — Fueron las palabras de Alec antes de los buenos días y él hubiese complacido a su esposo olvidándose que aún estaba convaleciente de no ser por

— ¿Es enserio? Soy muy chiquito para estar escuchando estas cosas papá — Max estaba haciendo dos bolitas de algodón para taparse las orejas

— Traten de controlarse, estamos felices porque ustedes están juntos otra vez, pero no creo poder soportar ver lo que pretenden hacer.

Max y Rafa estaban al pie de la cama tratando de no reírse por la cara de su papi Magnus ya que papá Alec se había escondido bajo las mantas apenas se dio cuenta de la presencia de sus hijos.

Desayunaron entre risas y abrazos, presidente ronroneaba en el regazo de Alec felíz mientras él lo acariciaba tras sus orejitas hasta que toda la familia se reunió y entonces el ojiazul decidió contarles el porque ya no estaba molesto con Magnus.

— Anoche mientras dormía presidente vino a visitarme — todos estaban expectantes ante lo que Alec diría — se me hizo extraño que lo hayan dejado entrar pero igual fui feliz, habían pasado años desde la última vez que lo tuve conmigo, pero conforme pasaban los minutos y al escuchar sus ronroneos, sonidos y voces venían a mi mente.
Cuando yo estaba en coma había ocasiones en las que estaba consciente, podía escuchar, la mayor parte de las veces recuerdo la voz de Camille diciéndome __ no te rindas, no me dejes, magnus te necesita, tus hijos te necesitan y Gideon y yo tambien, por favor, por favor lucha por nosotros.
Muchas veces me contaba cosas que le habían pasado a Gideon en la escuela, ella lloraba por el mal trato que algunos estudiantes le daban a su hijo — Isabel y Simón se tensaron cuando Alec pronunció el nombre de su hijo e ira surgió cuando escucharon que su hijo la pasaba mal en la escuela — también me contaba sobre cada uno de ustedes, mis hijos, Magnus, papá y mamá, Izzy, Jace, Simón y Clary, de todos, sus logros, sus tristezas, también me empezó a traer videos, yo solo podía escuchar sus voces y anhelar tenerlos conmigo.

Después de un tiempo cuando yo recordé aquella noche aunque no había despertado, yo..., me alteré tanto que estuve a punto de morir, escuchaba a Camille y su esposo gritarle a Malcolm que se apresure con las medicinas, escuchaba a las enfermeras decir que me estaban perdiendo hasta que escuché un pequeño ronroneo que me calmó, creo que era presidente, sentí su húmeda nariz frotarse contra la mía y me desconecte del mundo

No se cuanto tiempo pasó pero cuando fui consciente escuché a Camille pelear con el gato — no puedes quedarte aqui, las mascotas están prohibidas — Miau, miau — Presi parecía estar diciéndole — No me jodas, yo no me muevo de aqui — cada vez que despertaba lo escuchaba, parecía que Presi sabía que yo estaba consciente, lo escuchaba correr y al instante aparecía Camille para contarme algo. En una de esas ocasiones ella me lo dijo, me contó lo que había sucedido realmente, me contó de Marce y su hermano, me lo contó todo y estaba preocupado por Magnus pensando que algo malo le había pasado, pero una vez más Camille me dijo que estabas bien, pero triste y eso me tranquilizó un poco.

Magnus se asombró por ello, que Alec lo hubiese vuelto a aceptar en su vida era gracias a ella, tal vez ahora la odiaba un poquito menos.

Luego de ello Presi desapareció varios días, lo extrañaba, pero asumí que había regresado a casa, a veces Camille lo traía de visita y en una oportunidad me dijo que fue un milagro, ella jamás lo había traído al laboratorio antes de aquel día que estuve a punto de morir, al parecer presidente me había buscado hasta encontrarme, según ella el debió percibir mi olor en su ropa y por eso había recorrido más de 10 kilómetros hasta llegar a mi. Ayer en la noche lo hizo de nuevo, viajo en las peligrosas calles y llegó a mi una vez más, y mientras presi estaba conmigo empecé a recordar, lo siento Magnus debí creer en ti, yo...

Magnus no lo dejo continuar, si había alguien que debía de pedir disculpas era él, fue por sus celos e inseguridades que todo empezó, el moreno levantó suavemente el rostro de Alec y depositó un tierno beso y un te amo, para luego acariciar a su gato y pedirle disculpas silenciosamente, recordaba cuando presi desapareció por más de quince días y sus hijos y él repartieron volantes de se busca.

Cuando un día llegaron a casa después de recorrer la ciudad buscándolo lo encontraron enroscado en uno de los sillones, los niños corrieron a mimarlo pero cuando llegó el turno de Magnus le dio tremendo coscorron para luego empezar a pelearse, muchas palabras y Miau fueron dichas, presi no podía hablar pero se hacia entender muy bien, incluso había un vídeo con una de sus tantas discusiones.







Muchas horas después, mientras cenaban Alec se dirigió a su hermana y Simón.

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- .... Gideon es su hijo.