VI
—Vi, ¿Está tu Padre?—dijo al celular.
—Si.
Esperó un poco antes de que logrará hablar.
—¿La Magia puede hacer reencarnar a las personas?—tan pronto como lo dijo hubo conmoción.
Entonces en el Chat grupal, hubo un mensaje donde había una fecha y un lugar.
Namimori, Japón. 23-03-12
Todos vieron el mensaje y dieron por enterados.
Harry por otra parte, ya estaba al tanto de esto por la lluvia de VARIA, quien es un contacto. Así que reservó una casa suficientemente espaciosa y protegida mientras hablaba con el Emperador Japonés, ya que el mundo mágico japonés no tenía ministro, tenía emperador al igual que China y Corea (mientras su contraparte está dividida, la mágica está unida), sobre la vivienda y obteniendo un pase para visitar el palacio como turistas.
Fueron llegando uno por uno a la casa, todos los Malfoy tenían una cara seria y miraban a Reborn, quien miró a Harry.
—Puede que Zio Renato haya encontrado a Mamma o su reencarnación.
—¿Que te hace pensar eso?—expectó Ron.
—Los ojos del chico—murmuró pasando la carpeta copiada mágicamente.
Esperó a que la leyeran y vieran bien al niño, Tsunayoshi.
—...Son los mismos ojos de Mamma—aspiró Bill con cansancio.
Reborn miró a la familia, todos parecían tener no más de veinte años, y eso que todos eran mayores de treinta años, bufó un poco, los magos envejecían demasiado lento para su gusto.
—La Semana pasada comencé a entrenarlo, tuve mis sospechas cuando lo ví, es como si su cuerpo recordará pero su memoria no. Y eso fue después de la primera bala que le disparé.
Ginny negó antes mirar a Bill confirmando sus sospechas.
—Estoy segura de que lo sellaron, Luna puede ver si está sellada, la llamaré para ver si puede retirar el sello.
—Si, ella es la mejor Indescriptible que conozco—añade Charlie.
—Del Mundo—se jacta Ginny.
—Solo porque es tu esposa—Katie Malfoy se burla a un lado de George.
—Está orgullosa, Katie—dice Angelina a un lado de Fred.
Y un día, cuando Yamamoto y Gokudera acompañaban a Tsunayoshi a casa, se topó con una mujer rubia descalza con aretes de rábanos que lo miraba intensamente.
—Estas sellado, bello cielo.
—¡Gek Fíjate por Donde vas mujer! ¿Juudaime está usted bien?
—Ella...me parece conocida—murmuró.
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By: Lizisi
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