Acababa de llegar a casa y me quedé pensando en lo que me habían dicho en el trabajo:

—Y tú ¿A quién le vas a regalar hoy? —preguntó una de las voces perteneciente a una de mis nuevas compañeras de trabajo.

—A nadie —dije cortésmente.

—Él aún no tiene esos gastos —agregó otra voz mayor.

—Se podría decir que eres selectivo. Al menos te debe gustar alguien —dijo la primera persona.

«Sí» pensé. Luego hablé:

—Tengo tiempo que no veo a esa persona. Tengo tiempo que no la veo —aclaré.

Y allí se formó un silencio dando final a la conversación. Pero en mi mente el pensamiento de las cosas vividas en recuerdos renació y ella vino con todo eso.

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Se titula así porque lo escribí un 14 de febrero.

(Día del amor y la amistad en muchos países latinos)