Un día yendo a clase
Joey se sentó en la cama mirando hacia la puerta por donde se marchara hacia ya un buen rato.
-Dios esto es un lío "Desde que llegué aquel día al despacho de mi ricachón engreído. Jamás hubiera pensado que algo como esto me haría llegar a él" – se acarició las orejitas de perro – "y cuando llegué a casa y vi lo que había sucedido con mi padre me quedé alucinando. Jamás pensé en mi padre como eso. Sabía que era alcohólico, jugador, estafador, y mucho más pero jamás pensé verlo siendo follado por alguien, pero lo peor había sido las miradas que ese cabrón que le follaba me miraba detenidamente examinando cada rincón de mi cuerpo mientras se lo haría más y más fuerte de tal manera que parecía que me lo hiciera a mi y no a mi padre. Me sentía violado. Y si eso no hubiera sido malísimo, me llevaron a esa maldita subasta y me expusieron como dios me trajo al mundo. Dios eso si fue una pesadilla, todavía tengo pesadillas con esos malditos pervertidos sobre todo ese gordo que me devoraba sin ni siquiera tenerme cerca. Si Seto no hubiera aparecido, ese hombre me tendría a su merced, me besaría, me tocaría, me.... Basta Joey, ¿acaso no puedes dejar eso ahora? Tienes a tu ricachón que te quiere mogollón, te mima y te cuida, voy al instituto... - miro el reloj – MIERDA, LLEGO TARDE.
Salió corriendo de la casa para llegar al instituto antes de que tocara la sirena, ya que la casa de Seto estaba más cerca de lo que pensaba. Se sentó en su sitio hasta que Yugi entró.
- JOEYYYYY - Se acercó corriendo.
- Hola Yugi, ¿qué tal?
- Bien, bien – respiraba agitado.
- ¿Qué te pasa? Pareces agitado.
- ¿Es verdad?
- ¿El qué?
- ¿Cómo que el qué?.. – viendo que no se daba cuenta de lo que hablaba se lo gritó - ¡¡¿QUÉ ERES EL NOVIO DE SETO KAIBA?!!
El fuerte sonrojo le confirmó el gran rumor que se había extendido por todo el instituto, pero concluyó sus sospechas con la respuesta del rubio.
- Pues... si... soy el novio de Seto.... Se me declaró hace unos días y bueno... pues... a mi también me gusta... pensé que nunca tendría una oportunidad pero en ese momento vi que si era posible y acepté – sabía que se lo preguntarían así que había hecho una pequeña historia para contarla y había decidido que diría que Seto "se le declarara" como una pequeña venganza por lo que le había hecho, y aunque no le gustaba mentir y muchos menos a su mejor amigo Yugi, le pareció que era lo mejor.
La cara del pequeño Yugi era la viva imagen del cuadro "El grito", tan asombrado se había quedado que Joey se empezó a preocupar por la falta de movimiento de el tricolor. Cuando recuperó la habilidad del movimiento empezó a caminar junto a Joey hacia el salón de clase recapacitando y asimilando la noticia de que su mejor amigo el cual se llevaba como "el perro y el gato" con Seto ahora esos dos eran una pareja.
- ¿Y por qué golpeaste a Tristán?
- Pues es que iba a golpear a Seto o a insultarlo – frunció el entrecejo – y solo yo me puedo meter con él.
El pequeño sintió como una enorme gota bajaba de su cabeza.
- -_-U Vaya sois pareja y os seguís peleando.
- Miro a Yugi con un leve sonrojo y sonriendo algo nervioso – es que no lo podemos evitar, supongo que es difícil quitar los hábitos que han durado tantos años.
- Si tienes razón, jajaja
- Jajaja
En eso un castaño se acercaba por detrás de los dos amigos que caminaban riendo y se acercó con el sigilo que le caracterizaba para abrazar a Joey por la cintura, el cual por la sorpresa dio un respingo y miró hacia atrás para ver quien le había abrazado con tanta posesividad pero recibió un muy muy profundo beso.
Yugi que aún no lo había asimilado perfectamente volvió a quedarse como el cuadro "El grito" observando ese acto de amor que empezaba a dejar a Joey más rojo que un tomate.
Cuando los dos se separaron fue cuando Seto se dignó a saludar al tricolor.
-Hola- La visión de Seto serio contrastaba demasiado con el apasionado que había acabado de haber besado a Joey que estaba escondido detrás de su rubio flequillo.
-Ho... ho... hola – sus ya de por si grandes ojos parecían aumentar hasta que pensaron que se les saldría de las órbitas.
- Bueno entremos – cogió a Joey de la mano y fueron hacia la clase bajo la atenta mirada de Yugi.
Al entrar en clase todos se quedaron mirando ya que tampoco habían conseguido asimilar la gran noticia del CEO más joven y rico.
Las chicas al ver a Joey donde ellas habían deseado siempre estar, empezaron a llorar.
- Nos las pagarás muy caras Wheller – dijo una chica.
- Puedes que seas fuerte contra un chico pero haré que la banda mas temida de todo Dominó te den una paliza y algo más.. jajaja – rió como una demente.
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