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CAPÍTULO 44

*** FERNANDO MONTERO ***

-No tengo ninguna declaración que dar al respecto de todo lo que se ha venido generando en las últimas dos semanas, a su debido momento ustedes sabrán todo, por ahora les pido que abandonen esta propiedad o la señorita Gallardo llamara a la policía. – me abrí paso entre los periodistas con Espinel tras de mí.

-¿Porque vino a visitarla a pesar de que ha hablado mal de su prometida?

-¿Alguna vez mantuvo una relación sentimental con ella?

-¿Seguirán juntos en la gira?

-¿Que dice la familia de Scarlet respecto a esta visita?

-Tenemos derecho a saber lo que está pasando, no oculten nada.

Esa fue la última pregunta que entendí antes de subir al coche, Espinel lo puso en marcha y en medio de la algarabía nos alejamos de la casa de Amelia.

-¿Vamos al canal, señor?

-Sí, la entrevista es en media hora, Donatto ya debe estar ahí.

-¿Le dijo todo a la señorita Gallardo?

-Apenas si me dejo hablar, ella está muy mal de la cabeza, su comportamiento no es normal, no vi a su hermana por ningún lado me hubiera gustado hablar con ella, Amelia es la única pariente que tiene y es claro que no puede hacerse cargo de ella.

-¿Cree que sea definitiva la decisión del señor Donatto?

-Sí, él ya no quiere contrato con Amelia, las entradas para el concierto no se han vendido en su totalidad, Donatto piensa que se debe a que las personas no quieren relacionarse con Amelia después de todos los escándalos, así que está pensando en suspender el concierto hasta segunda orden, esta tarde enviará un comunicado al encargado de la presentación.

-Siento mucho escuchar esa noticia.

-Esta próxima gira será sin Amelia, el futuro de ella con Donatto ya no es una realidad – suspire – me siento terriblemente culpable, maldita sea.

-Hemos hablado de eso, señor. – me miro por el retrovisor.

-Lo sé y también Scarlet me ha dicho lo mismo, pero eso no me quita la culpa, Amelia en esas condiciones es capaz de cualquier cosa, no quiero ni siquiera pensarlo, ayúdame con el número telefónico de Zoe, debo hablar con ella.

-Como ordene, señor.

Llegamos a las instalaciones de TV Azteca a los 20 minutos, en la entrada del canal me esperaban los asistentes de producción para llevarme hacia uno de los foros, la transmisión no iba a ser en vivo por la hora, pero sería presentada el lunes por la mañana, estaba aquí por la presentación de mi último sencillo.

Cuando salí del canal ya iban a ser la una de la tarde, en toda la mañana no había sabido nada de mi novia, así que una vez estuve de nuevo en el coche, la llame.

– Hola, Fernando – no era su voz habitual - ¿saliste de Azteca?

-Sí, amor – me mantuve animado – recién estamos dejando el canal ¿cómo va todo por allá?

-Muy bien, gracias por preguntar.

-Sabes que siempre me interesó por todo lo que te pase ¿estás bien?

-Sí, lo estoy, pero te agradecería que la próxima vez me llamaras antes de hacer algo que nos afecte a los dos. – ahora sí estaba molesta.

-¿Te refieres a Amelia?

-Exactamente, tengo que enterarme por los chismes de las redes que has estado allá ¿porque no me avisaste? No he sabido de ti en toda la mañana, te he llamado al celular y ni siquiera has respondido.

-Amor, lo siento, ni siquiera me había percatado, las cosas sucedieron muy rápido, te voy a buscar para que vayamos a almorzar.

-Hoy no tengo tiempo de ir a almorzar, las grabaciones se han retrasado por varios problemas técnicos, Paola está en casa, puedes almorzar con ella.

-¿Cuándo llegó?

-Esta mañana, también llegó Carlos.

-¿El médico de Puerto Rico? – me extrañe.

-El mismo – se hizo un silencio corto al otro lado de la línea – le ofrecí que se quedara en casa.

-Scarlet, ese tipo está enamorado de ti – mire por la ventanilla - ¿¡en serio le ofreciste eso!?

-No le digas así, pensé que te llevabas bien con él, es decir nunca se trataron lo suficiente, pero tú sabes que él es una persona muy importante para mí, te lo conté todo, es increíble que te sientas celoso ¿qué te está pasando últimamente?

-Tranquilízate ¿de acuerdo? – Mi voz sonó un poco más firme de lo que pretendía – solo que un amigo no hace las cosas que él hacía por ti, tal vez no fue directamente a conquistarte porque sabía por todo lo que estabas pasando para ese entonces aunque eso no quita que el guste de ti.

-Estás insoportable.

-Tú también lo estás. – deje el teléfono aún lado con un mal sabor de boca, odiaba discutir con ella y más cuando era por tonterías – a la casa, Espinel.

-Eres una preciosura andante – mi cuñada tenía la voz muy aguda mientras le hablaba a la pequeña bola de pelos café – tienes que crecer para que me acompañes a todos lados, hermoso.

-Te puede acompañar ahora – dije aparentando un mejor ánimo – le gusta correr – me detuve unos metros antes de llegar a ella – estoy pensando en inscribirlo en una carrera. – bromee.

-Creo que a ti te ganaría.

-Tengo buen físico, mi entrenador personal me exige mucho, tres veces a la semana durante cuatro horas diarias.

-Entonces seguiste el consejo de mi hermana, porque cuando ella te conoció en Ecuador tú te cansaste muy rápido en una pequeña persecución de paparazzi ¿te acuerdas que terminaron debajo de un puente?

-Lo recuerdo – reí – bienvenida, por cierto – la bola de pelos empezó a dar círculos a mi alrededor – ¿cómo está todo en Ecuador?

-La prensa ecuatoriana es más sutil que la de acá – sonrío – a todo eso, tú y yo debemos hablar, precisamente te estaba esperando.

-¿Sobre qué?

-Tu sabes, sobre que – miro hacia arriba – vamos a la terraza, aquí nos está dando el sol, allá no será tanto.

La seguí hasta dentro de la casa y le pedí a una de las jóvenes que llevará algo de picar y beber, cuando llegamos ella se sentó en la tumbona de la esquina y bajo sus lentes de sol hacia los ojos, el sol daba menos que en los jardines, pero seguía sintiéndose su presencia, la joven doméstica subió a los pocos minutos dejando todo en la mesa y retirándose con una gentil sonrisa.

-Te escucho – me recline en el sofá mirando la vista de la colina.

-¿Crees que Amelia sea peligrosa?

-No lo sé, la Amelia que yo conocí no lo era, pero la que vi hoy es una completamente diferente, pero puedes estar segura que tu hermana está bien protegida, yo me encargaré que no le pase nada malo.

-¿Qué piensas hacer? Llamar a la policía.

-Lastimosamente este no es un trabajo de la policía – uní mis manos – no puedo ir a una delegación y decirles que sospecho que mi compañera de escenario quiere asesinar a mi novia, esto tenemos que resolverlo nosotros mismos.

-No lo entiendo, no sé qué es lo que estás esperando – me miro con decisión – esa mujer hablo mal de mi hermana con el único objetivo que su carrera se acabara y ni siquiera por difamación puede ir a la cárcel.

-Las cosas no son así de fáciles, todo esto pasó ayer por la noche, Scarlet debe levantar una demanda en su contra y entonces empezara el juicio el cual no llevaría mucho tiempo porque todas las pruebas están ahí, pero antes de eso está su hermana, ella tiene casi tu edad y Amelia es su único pariente.

-Eso es problema de ella mas no de nosotros, si tanto quería a su hermana debió pensar antes de hacer las cosas – se quitó las gafas de sol - ¡no la compadezcas!

-No la estoy compadeciendo – tome el vaso de jugo antes de continuar – solo que las cosas no se hacen a la ligera, Amelia está mal mentalmente, si la hubieras visto te dieras cuenta de eso, ella necesita una clínica siquiatría.

-Es increíble lo que estoy escuchando – se levantó de la tumbona – mi hermana es tu novia, ella es la que debe preocuparte más no la salud mental de una mujer que se ha encargo de destruirles la vida.

-¡Entiendo tu posición, pero también debes tener una vista general de todo lo que está pasando! – me levante también dejando el vaso sobre la mesa – tu hermana es una figura pública al igual que ella, las cosas en este medio se manejan con cautela o de lo contrario tendrás a una fila de periodistas en la puerta de tu casa y ellos si pueden acabar con una carrera.

-Hablas igual que Scarlet, ella tampoco quiere hacer nada contra esa mujer – hizo un gesto de desesperación que marcó sus facciones – las cosas no pueden quedarse solo así ¡ella debe pagar!

-Y nadie está diciendo lo contrario, solo que debemos esperar que las cosas se calmen un poco, debemos aprovechar este fin de semana para pensar bien, Amelia se quedó sin trabajo y aún no lo sabe, eso será otro golpe para ella, la próxima gira ya no será de un dúo, más bien de un solista y eso va a generar muchas controversias, son muchas cosas que se vienen encima ¿entiendes?

-Trato – se sentó de nuevo – jamás pensé que las cosas se complicaran tanto, cuando mi hermana soñaba con este medio todo se veía color de rosas, firma de autógrafos, entrevistas y lucir vestidos preciosos, pero la realidad es otra – hundió la cara en sus manos – la realidad es que están en el lente de todas las cámaras y con el más mínimo error ya no eres nadie.

-Eso suena muy extremista – sonreí – es más sutil que eso, al ser un personaje público todas las personas quieren saber de ti, es normal, por ejemplo tú amas a Maluma y cualquier noticia que salga de él a ti te va interesar entonces la prensa toma ventaja de eso y buscará las noticias para tener tu fidelidad y tu dinero.

-Tienes razón – suspiro – a todo esto, Scarlet me contó lo de Río Roma, fue un detalle espectacular – sonrío – no hagas sufrir a mi hermana, ella te perdono tu error, pero no lo vuelvas a cometer.

-Te prometo que no lo haré, yo aprendí mi lección, ella es todo para mí y no estoy dispuesto a perderla.

-¿Si no hubiera pasado lo de Amelia le hubieras propuesto matrimonio? Es una pregunta que me ha vendió rondando en estas últimas semanas, tú y ella están viviendo juntos desde hace tres años y jamás habían hablado de matrimonio.

-Le hubiera propuesto matrimonio de cualquier manera, era algo que ya venía pensando solo que las cosas se complicaron – me apoye en el respaldar del sofá – no le pedí matrimonio a tu hermana por retenerla a mi lado, lo hice porque era lo que quería, si no lo habíamos hablado antes era porque ninguno creía en el matrimonio – reí – pero ahora es otra etapa, en pocos meses hemos pasado por muchas cosas que antes no y nos hemos dado cuenta de que la vida es ahora.

-Eso suena muy lindo, tú cambiaste la vida de ella y ella cambio la tuya, ambos se necesitaban y se siguen necesitando – sonrío – felicidades de nuevo, por cierto le dije a Scarlet que yo estaré a cargo del vestido así que no se te ocurra buscar a nadie más, viendo los últimos acontecimientos.

-¿A qué te refieres? – pregunté riendo.

-Es que ustedes no son como la gente normal, pediste su mano en Ecuador – alzo sus dedo índice – le diste el anillo en México y decidieron fecha en Montevideo ¡nadie hace eso! Y como si fuera poco, le llevas a Fausto Miño a su cumpleaños y a Río Roma a su compromiso.

-Ella lo merece todo.

-Sí, lo merece pero... Yo también – sonrío – anda, preséntame a los hermanos, yo también quiero conocerlos.

-Eso lo hablamos otro día – camine hacia la puerta con una risa – me voy a hacer unos pendientes.

Alejándome de mi cuñada con una mentira me encerré en el cuarto de juegos, había sido un día complicado y sumado a la pequeña discusión que había tenido con mi novia lo único que quería era despejarme, como le había dicho a ella, teníamos el fin de semana para pensar todas las cosas.

-Cuando Paola me dijo que estabas revisando unos pendientes me imaginé que era esto. – la puerta se cerró con fuerza y deje el control de juegos a un costado para ver a mi novia con los brazos cruzados.

-¿Qué hora es?

-Ocho de la noche, es increíble que hayas pasado toda la tarde aquí con tus "pendientes" – agudizo su voz y trate de no reír por sus gestos – esperaba que me fueras a ver.

-Creí que no querías verme – me levante del sofá.

-Eres un insoportable – rodó los ojos – a veces no sé ni porque discuto contigo.

-Si yo soy insoportable es porque aprendí de ti, créeme que tengo que hacer un gran esfuerzo para soportarte – reí – y si te soporto es porque te amo.

-Eres un idiota. – me lanzo una almohada que cayó por mis pies.

-Y tú una malcriada – camine hacia ella.

-Me tienes muriendo de celos, por Dios. – me lanzo otra almohada que esquive.

-Y tú crees que a mí no – la tome en mis brazos – tu malcriadez me molesta, pero me molesta más tener que compartir el techo con tu amiguito – ella sonrió – ¿no te das cuenta cómo te mira? – estábamos muy cerca de nuestros labios.

-Esa misma rabia sentí yo al saber que estabas en casa de Amelia – sus respiración se volvió irregular – no soporto que estés cerca de ella por las razones que sean y no soporto que me dejes a un margen durante todo el día.

Sonreí y me acerqué aún mucho más a sus labios – adoro tus rabietas de celos – junte mis labios con los de ella y aunque en un principio se resistió después sus manos me acariciaron mi cabello y se unió a la pasión que me embriagaba, su lengua se adentró en mi boca y le seguí el juego, me llevó hasta uno de los muebles próximos y caímos sobre él, nuestros cuerpos reclamaban al otro y sin desobedecerlos nos dejamos llevar por el amor en ese mueble con poca luz y con el leve sonido del videojuegos que se confundía con los sonidos del amor que emanábamos.

*** SCARLET MEDINA ***

-Mi nombre es Zoe Gallardo, soy la hermana menor de Amelia, es un gusto conocerte. – extendió su mano con educación.

-El gusto es mío, Fernando ya me habían hablado mucho de ti, por favor, toma asiento.

-Gracias, disculpa si he vendió a pesar de que sea sábado, pero ayer me fui de mi casa, no puedo seguir con mi hermana en el estado que está, por eso he venido para hablar sobre ella.

-¿Dónde pasaste la noche?

-En un hotel del centro de la ciudad, estoy bien, eso no es lo importante, lo importante es que debemos detener a mi hermana, quiero que sepas que ella es capaz de cualquier cosa por lograr lo que quiere.

-¿Te ha dicho algo?

-No, pero la conozco, ella siempre fue así, pero ahora ya no es normal, fue capaz de mentir en tu contra con tal de destruirte, ahora que se encuentra expuesta está como loca buscando la manera de acabar contigo, ella cree que eres la culpable de que Fernando no la ama.

-Por Dios – jugué con mi cabello – la verdad es que no sé qué decirte, Fernando me platicó que está pensando en enviar a Amelia a un centro psiquiátrico, ya que no tienen parientes, él se preocupa por ti.

-Cuando se descubrió la infidelidad de Fernando yo lo odie, no concebía la idea de que un hombre amando a una mujer fuera capaz de serle infiel, pero ahora me doy cuenta de todo, lo admiro mucho por la persona que es.

-Cometió errores como todos, pero lo importante ahora es pensar en tu bienestar, si tú estás de acuerdo para proceder con nosotros entonces puedes estar segura que no te pasará nada y a tu hermana tampoco.

-Sé que mi hermana necesita ayuda profesional, pero me duele ver que siendo tan joven haya terminado así, tenía una carrera brillante por delante y todo lo dejo escapar por su bendito capricho – bajo la mirada – por favor, discúlpala, sé que es fácil decirlo, pero ella no es así.

-No puedo decirte ahora que la voy a perdonar, pero estoy segura que el tiempo hará su obra.

-¡Scarlet! – La voz de mi hermana venía desde las escaleras - ¡prende la televisión!

-¿Qué pasa? – ambas nos giramos hacia ella.

-Tienes que ver lo que Amelia está diciendo en la televisión abierta. – nos miró con preocupación mientras sus manos temblaban.


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