CAPÍTULO 28
-Buenos días, señorita – una joven se acercó con el maletín de maquillaje en mano – me permite unos segundos.
-Adelante. – cerré los ojos y deje que la joven retocará un poco el maquillaje para las luces del set.
-Bienvenida, Scarlet – Andrea, una de las presentadoras, se acercó a mí con un beso en la mejilla – feliz cumpleaños, te deseo un día espectacular.
-Gracias, Andrea – le di un abrazo y se sentó a mi lado – tenía tiempo sin verte.
-Aunque estemos en el mismo canal ya sabes que nuestros horarios son imposibles – sonrío – pero estás bellísima, déjame decirte – miro a Sergio - ¿cómo va todo con Carolina?
-Gracias a la cumpleañera ayer salí con ella y nos fue bien – unió sus manos – espero que este sea mi año en el amor.
-De seguro que sí, dile que se decida porque por ahí sé que tú club de fans crece cada día más.
-Se lo diré, quizás así se decida a ser mi novia.
-Scarlet – Raúl entro al set con los brazos abiertos - ¿cómo está la cumpleañera del medio?
-¡Más que bien! – me levante del mueble y lo abrace – gracias.
-Mi actriz consentida – nos quedamos abrazados por unos segundos – tenemos que celebrar, no te escaparás, ya le dije a Adolfo que te deje un rato para nosotros.
-Espero acepte tu solicitud. – sonreí y volvimos a tomar asiento.
-A sus posiciones – el director y productor del programa matinal se paró delante de nosotros y rápidamente todos los asistentes que estaban a nuestro alrededor empezaron a alejarse, las luces se volvieron más estables y todas las cámaras emitieron su luz roja.
-¿Dónde está Fernando?
-No lo sé.
-Fernando no está aquí. – le susurré a Andrea que miraba el contenido en su tablet.
-Lo presentamos en el siguiente segmento. – me sonrió y antes de que pudiera decir algo el productor dio la señal de que ya estábamos al aire.
-Buenos días, amigos de todo el mundo – Andrea le sonrió ampliamente a la cámara cinco y movía sus manos a medida que hablaba – espero esta mañana estén llenos de energía y listo para dejarnos entrar a sus hogares porque tenemos unos invitados muy especiales en nuestro set – la cámara seis nos enfocó – tengo aquí a los dos protagonistas de Locura de Amor, la novela que está rompiendo audiencia en su horario estelar y cuya protagonista está de cumpleaños – los aplausos empezaron - ¡Feliz día, Scarlet! – me abrazo de nuevo - ¿cómo te sientes?
-Muy feliz – la cámara cinco me enfoco directamente en primer plano – este es un día más de vida y estoy feliz de todo lo que he logrado, tanto bueno como malo, todo me ha ayudado a seguir creciendo.
-Tienes razón en lo que dices – Raúl tomo la palabra – pero esta mañana no sólo queremos desearte feliz cumpleaños, sino que tenemos una sorpresa para ti de parte de las personas que te quieren y tienen el placer de trabajar contigo, disfruta de este día ¡felicidades! – y con esa frase la cortina pesada que había visto al entrar se hizo a un lado con ayuda de los asistentes y me quedé sorprendida con todo lo que vi.
El set se llenó de globos que caían del techo, la música cambio por una pista de felicidades, la pared de atrás estaba llena de más globos y fotos de toda mi trayectoria de Nueva York y México, fotos grupales, fotos individuales y con Fernando, todo está decorado para una fiesta de celebración, y ahí entre todo ese decorado estaban mis amigos y en el medio Fernando, en una silla y con guitarra en mano, mis ojos se llenaron de lágrimas y Sergio pasó su mano por mi hombro – No había ninguna entrevista, todo esto es para ti y lo organizó Fernando, feliz cumpleaños, señorita. – me susurró dándome una mirada amistosa.
-Feliz cumpleaños, mi amor – la voz de Fernando se escucho muy claramente gracias al micrófono – este día, hace 21 años, nació la mujer que era destinada para mí, la cual me hace sonreír con su simple presencia, la cual deseo que cumpla cada uno de sus sueños y si me permite cristalizarlos con ella yo seré el hombre más feliz, mereces todo lo mejor, seguirás triunfando en todo lo que te plantees, hemos superado muchas adversidades y también celebrado múltiples logros, te amo con mi vida entera y quiero que siempre seas feliz, ¡Feliz Cumpleaños! Y que Dios siempre nos bendiga. – los aplausos no se hicieron esperar y de parte mía tampoco, entonces las cuerdas de la guitarra empezaron a emitir su sonido lentamente y nuestras miradas se encontraron con complicidad.
-Eres todo lo que anhelo, eres el regalo que cayó del cielo – empezó a cantar sin dejar su mirada de la mía - quiero estar siempre a tu lado hasta tus defectos me han enamorado y no puedo compararte yo no he conocido a nadie que te iguale – los presentes empezaron a mover las manos y las luces se hicieron menos intensas – eres la mejor de todas para describirte las palabras sobran.
-Ese hombre es un amor. – me susurró Andrea sin dejar de sonreír.
-La protagonista de mi nueva historia, la que es buena amante si estamos a solas la que es feliz y siempre está presente – cerro sus ojos un instante – y gasta su tiempo solo en complacerme – se levantó de la silla dejando la guitarra a un lado - pero es algo más que el amor de mi vida, eres el motivo de mis alegrías – llego frente a mí y Sergio se hizo más atrás - cuando estoy contigo no corren la horas, por qué tienes todo lo que me enamora – poso su mano en mi rostro - eres en pocas palabras la mejor de todas. – los aplausos no se hicieron esperar de nuevo y estallaron en todo el set, sentía la cámara en nosotros dos y nuestras manos se entrelazaron.
-Y no puedo compararte, yo no he conocido a nadie que te iguale, eres la mejor de todas para describirte las palabras sobran, la protagonista de mi nueva historia, la que es buena amante si estamos a solas, la que ella es feliz y siempre está presente y gasta su tiempo solo complacerme, eres en pocas palabras... – su dedo recorrió todo mi rostro - ... la mejor de todas... Feliz Cumpleaños – me envolvió en sus brazos con la melodía aún de fondo y yo lo abrace con fuerza mientras los murmullos de "aww" se escuchan por todos lados – te amo y sé que nuestro pequeño bebé desde el cielo te está deseando un feliz cumpleaños – me susurró al odio y yo solo pude abrazarlo más para dejarme llenar de su cariño.
-¡Comerciales! – escuche la voz ronca del productor a través de los micrófonos, pero no me separe de Fernando, era un momentos de ambos, un momento que todos respetaron.
Ese programa fue único, me hicieron sentir el amor que me tenían con cada uno de los detalles que preparan, los compañeros de otros proyectos se unieron a la celebración al igual que mis fanáticos que estaban esperando para hacer su aparición, enviaron vídeos a través de las redes sociales y yo estuve al lado de Fernando en todo momento.
Cuando el programa termino, Adolfo me dejó ir a la cafetería con los jóvenes que se habían dado cita en el canal y pase con ellos cerca de una hora, luego me fui con Carolina, Jorge, Antonio, Raysa y Sergio a un restaurante que quedaba cerca y llevaron un pastel que tenía forma de cámara, compartí la foto en mis redes sociales y agradecí a todos los que se habían hecho presente.
Antes del mediodía regresamos al canal y Freddy me estaba esperando para desearme feliz cumpleaños y entregarme un ramo de flores, el regalo de mis padres y de mi hermana llego minutos después, era un coche, y aunque no estaba pensando en cambiar de auto por ahora tampoco me molestaba, les llame para agradecerle y ellos estaban felices, me gustaba esa convivencia que tenían, hay personas que son más felices sin un papel que los una; después de todo podía decir que era un día increíble, tenía más de lo que había pedido.
-Señorita, con permiso – Susan entró a mi camerino – afuera la están esperando.
-¿Quién? – mire el reloj y eran las once del día.
-No puedo decirle – sonrío – pero ya es momento de que se vaya, qué pase un excelente día, el señor Molina ya dio la autorización para su día libre. – con su habitual eficacia salió de mi camerino y cerró la puerta.
Como la intriga no me dejaba tranquila, tome mi cartera rápidamente y salí de mi camerino dejando todo apagado, me despedí de algunos compañeros que estaban por el pasillo hasta que llegue a la entrada del canal.
-Buenos días, señorita – Espinel me sonrió y abrió la puerta del carro – tengo órdenes de llevarla a seguir celebrando su cumpleaños.
-Gracias – le regale una sonrisa y entre al auto, inmediatamente el cerro la puerta, en el asiento reposaba una nota, la tome y mi corazón empezó a palpitar al leerla "quiero ser el dueño de todas tus sonrisas así como tú eres la dueña de las mías", doble la nota y la guarde en mi cartera mientras Espinel conducía con una agradable melodía de fondo.
Cuando mire hacia la carretera me di cuenta que Espinel estaba tomando el camino hacia el aeropuerto, él se dio cuenta de mi gesto y solo se limitó a sonreír, recordé la mirada que me dio Susan y coincida con la de él, algo sabían y no eran los únicos, pues mis amigos habían mantenido la misma mirada cuando pregunte por Fernando, esta vez no hice ninguna pregunta, solo quería disfrutar ese día a plenitud, lleve mi mano sobre el collar que me había regalado Fernando y pensé en la noche anterior, sus labios me habían hecho tanta falta.
-Hemos llegado, señorita. – Espinel bajó del coche y abrió mi puerta.
-Gracias, pero ¿qué hacemos aquí? – sonreí.
-El helicóptero del señor Fernando la está esperando donde siempre – pasó sus manos por delante de su cuerpo para mirar su reloj – estará llegando a su destino a las 3:30, disfrute de su cumpleaños y no se preocupe en regresar pronto, todo está arreglado, que tenga un feliz cumpleaños.
-Gracias, Espinel. – me acerqué a él y le di un abrazo que tardó en responder quizás porque lo tome desprevenido, cuando nos separamos me dio una sonrisa más y yo me aleje con dirección a la entrada.
Cuando subí al helicóptero no sabía cuál sería mi destino, como dije me estaba dejando llevar, pero cuando el reloj marco las 2:30 sabía dónde me encontraba, en Ecuador, ese pedacito de tierra que me había visto nacer y al cual adoraba con todo mi corazón, inmediatamente los ojos se me llenaron de lágrimas al ver esos paisajes majestuosos y todos los recuerdos me inundaron, mi infancia y adolescencia habían sido aquí, Fernando me estaba entregando el mejor de los regalos.
-Pase bien, señorita Medina, el señor Montero la está esperando afuera del aeropuerto.
-Gracias. – camine fuera de la pista de aterrizaje arreglando un poco mi cabello, aún no podía creer que estaba aquí, sin previo aviso mi país me recibía con su singular frío de la ciudad de Quito, ese frío que te recorre la piel y te hace querer pasar más tiempo al aire libre, llegue a la entrada del aeropuerto y ahí estaba Fernando, parado en uno de los barandales con una chaqueta y una bufanda a su alrededor, él al igual que yo amaba este clima quiteño que se lograba gracias a la ubicación de la ciudad, al verme sonrío y empezó a caminar hacia mi.
-Bienvenida a Ecuador, cumpleañera.
-Gracias por este maravilloso regalo – me acerqué a él y nos abrazamos por algunos segundos – jamás me imaginé que tenías planeado algo así.
-Esa era la idea. – me tomo de la mano y minutos después estábamos en la entrada del aeropuerto, la conocida fila de taxis estaba ahí, pero Fernando me condujo unos metros más a la izquierda, el viento de la ciudad hacía que mi vestido se suspendiera un poco por lo que tuve que pasar mi mano libre por detrás de mi cuerpo.
-¿Ahora sí me vas a decir a dónde me llevas? – sonreí al ver que un coche color azul nos estaba esperando.
-No, quiero que tú solita veas todo – abrió la puerta del copiloto para mí – no sé si Espinel te comento, pero tienes libre hasta el viernes. – poso un dedo sobre mi nariz y después volvió a rodear el carro para entrar.
Me recline en el asiento mientras mi vista se dirigía a la majestuosa "Carita de Dios" como era conocida Quito, que gracias a estar ubicada sobre un valle, permite ver las faldas del Volcán Pichincha y parte de la Cordillera de los Andes así como el Volcán Atacazo, era un espectáculo para cualquiera, adoraba que el aire jugará con mi cabello, eso era lo que necesitaba, disfrutar de mi país con el hombre que amaba y con mi familia, como hace tanto tiempo no lo hacía.
Al ver que Fernando conducía por la Avenida Libertador Simón Bolívar con una sonrisa enorme supe a donde nos dirigíamos – ¿Vamos al parque Guapulo?
-Si – busco mi mano que reposaba en mi pierna – ese lugar es muy especial para ambos.
-¿Mi familia sabe que estoy aquí?
-Digamos que ellos me ayudaron a organizar todo esto al igual que los chicos del trabajo.
-Gracias de verdad – apreté su mano – no me esperaba todo esto, ni mucho menos que Adolfo permitiera dos días libres para nosotros.
-Me costó mucho convencerlo, pero finalmente lo conseguí, solo que tenemos que quedarnos horas extras la próxima semana – río – pero vale la pena.
Al cabo de 30 minutos llegábamos al parque, el aire del día hacían que los árboles se movieran de un lado para otro al igual que mi cabello, bajamos del coche y de la mano caminamos hacia la entrada, a lo lejos pude ver la estatuilla que me había sorprendido 3 años atrás, empecé a caminar más rápido hasta que llegamos al centro de este y pude tocar con mis manos mi regalo – Aún no puedo creer que hayas hecho esto en un día, estabas dispuesto a lo que sea por conquistarme.
-Una chica que tenga las agallas para infiltrarse en el hotel donde me hospedaba con identidad falsa merece lo mejor y desde ese entonces estaba dispuesto a dártelo.
-Disculpe, buenas tardes – un joven se acercó a mí con un globo en mano – esto es para usted.
Lo mire por unos segundos y luego a Fernando, él me hizo ademanes que tomará el globo y lo hice – gracias – sonreí y el joven se alejó con una sonrisa también, mi vista se fijó en el papel que traía el globo y lo desdoble con cuidado – cada año que pasas te haces más hermosa ¡felicidades! – lo leí en voz alta y al terminar lo mire, sabía que era de él.
-Aún no sé cómo has conseguido todo esto, no tengo palabras para decirte cómo me siento. – pase una mano por mi cabello.
-Señorita – una niña se acercó con otro globo en mano que también tenía un papel doblado, repetí la acción anterior y leí la frase "Creo que Dios te creo especialmente para que yo te amara" y así muchas personas empezaron a acercarse con más globos que traían un papel doblado con una frase diferente, al cabo de 20 minutos ya tenía más de una docena de globos en mi mano que ya ni me dejaban ver a Fernando, cada uno de colores y formas diferentes.
Cuando me cercioré que nadie más se acercaría, tome la mano de Fernando de nuevo y lo atraje hacia mí – te amo – le susurré a su oído y él me envolvió en un abrazo fuerte, como si no se hubiera esperado esa palabra de mi parte, yo también lo rodee con la otra mano y los globos encima de nosotros nos cubrían como en un pequeño círculo de amor en medio de ese parque que había sido el primer escenario de nuestra historia.
-También te amo, castaña – nos separamos y el tomo los globos de mis manos – se nos está haciendo tarde para la siguiente parada. – tomo mi mano y al saludo de algunas personas salimos del parque rodeados de los globos, una vez en el coche, Fernando puso todos los globos encima de él.
-¡Estás loco! – Reí al ver cómo se veía el carro y por un momento se me vino a la mente la película de Up con su característica casa, pues si quieren hacerse una idea el carro se veía más o menos así – se van a reventar. – me apoye en su cuerpo mientras él me sostenía por la cintura.
-No lo harán, me aseguré que sean resistentes, además quiero que todos vean que llevó a la cumpleañera más amada de la televisión ecuatoriana en este carro.
-Te amo, te amo, te amo, te amo.
-¿Recuerda que por ahora solo somos amigos, señorita? – su acento tenía un deje de burla.
-Me puedo enamorar de un amigo – con un beso en la mejilla me separe de él y entre al coche, él hizo lo mismo en unos segundos.
El carro de nuevo se puso en marcha y en el trayecto algunos conductores molestos por los globos pitaban sin cesar desde sus carros, Fernando no les hizo caso y por el contrario subió el volumen a la radio, yo empecé a bailar al ritmo de la música contagiosa y él se unió con el canto, por lo que empezamos con una guerra de voz y movimientos que a ambos nos hacían sonreír.
-Niño bonito – baje la ventana de mi puerta al ver la casa de mis padres a pocos metros de distancia – ¡te amo! – la euforia no podía estar más tiempo contenida, a penas el coche se estacionó baje a la velocidad de la luz y la puerta de la casa ya estaba abierta con un cartel de Feliz Cumpleaños en la entrada.
-¡Scarlet! – Paola salió de la casa a la misma velocidad que yo y bajo las escaleras, antes de que pudiera pisar el primer escalón me envolvió en un caluroso abrazo. -¡feliz cumpleaños, que los cumplas feliz!
-Gracias – nos volvimos a abrazar - ¿dónde están nuestros padres?
-Adentro, pero antes – me rodeo y se puso tras de mí – tienes que entrar a casa con los ojos cerrados – cubrió mis ojos con sus manos y empezamos a caminar muy despacio – confía en mí que no te haré caer, bueno al menos no al propósito.
-Te estoy escuchando – subimos los escalones y cuando estuve cerca de la puerta me sentía aliviada de no haber tropezado, mi hermana tenía cierta maldad dentro de ella que yo también tenía, empecé a reír al recordar eso y Paola adivinó mi pensamiento o eso me pareció porque también sonrío. - ¿A dónde vamos?
-Al jardín, hay está tu otra sorpresa de cumpleaños. – caminamos unos metros más y dimos una vuelta por lo que supuse era la cocina, hasta que sentí de nuevo el aire en mi cara supe que estamos en el jardín, entonces la melodía de una guitarra y un piano llego a mis oídos, quite las manos de mi hermana y sonreí con euforia al ver quien estaba frente a mí.
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