CAPÍTULO 11
*** FERNANDO MONTERO ***
Llegamos a Televisa y efectivamente todo los medios de comunicación estaban en la puerta, era una cosa impresionante ver el mar de gente que se había dado cita con sus cámaras y micrófonos, Espinel dio la vuelta para entrar sin tener que cruzar con la prensa, alrededor de 10 minutos ya estábamos entrando al canal.
-¿Entraste por la puerta de atrás, Scarlet?
-Si – ella le dio un beso a Adolfo – la entrada está llena de periodista, no puedo creer que esta noticia haya causado tanto alboroto.
-Más te vale que sea mentira – me miro – ¿no te has dado cuenta de la mujer que tienes al lado? Estarías loco si la traicionaras, puedes dañar tu carrera y la de ella por no saber controlar tus instintos.
-Nada de eso es verdad – lo mire a los ojos – estoy aquí para aclararlo.
-Vamos al salón de reuniones, las cámaras ya están encendidas para trasmitir en vivo.
Tome de nuevo a mi novia de la mano y caminamos dirigidos por Adolfo, había hecho esto en múltiples ocasiones en el pasado, la prensa siempre me descubría con un nuevo romance y tenía que desmentirlo en presencia de Mariam, debería estar acostumbrado, pero ahora era distinto, yo amaba a Scarlet y Adolfo tenía razón, a mi lado tenía a la mejor mujer del mundo, con ella había logrado el cielo y no quería perderlo, sabía que era egoísta de mi parte porque tendría que confesarle la verdad y dejarla ir, pero es que antes de ella yo no era nadie, con ella en mi vida pude conocer lo que verdaderamente era la felicidad y es que esa había sido la primera vez que la había engañado de esa manera, durante los tres años que habíamos estado juntos jamás le había faltado, hasta que llegó Amelia y las jornadas de Scarlet se hicieron más pesadas.
-Amor – sentí su mirada penetrante – amor.
-Dime, cielo.
-Ya vamos a salir al aire.
-De acuerdo. – el productor me miro con aires de impaciencia y después de una señal de Adolfo el botón rojo de la cámara se encendió indicando que ahora estábamos siendo visto por toda la audiencia.
-Buenas tardes, amigos – empecé a hablar con la mirada fija en la lente – esta mañana hemos despertado con una noticia que ha causado impacto en el medio de la farándula rosa, han circulado fotos mías que – hice comillas con mis dedos – demuestran mi relación clandestina con Amelia Gallardo, quiero decirles que es completamente falso y por medio de este canal expresó la verdadera versión de los hechos, ella estaba delicada de salud y por la buena relación que nos une yo la acompañe hasta que se sintió mejor, lamentablemente alguien filtro fotos que me hacen ver cómo culpable, pero ustedes saben que esos escándalos son parte de mi pasado.
-Así es – sentí la mano de Scarlet sobre la mía – nosotros estamos en una etapa sólida de nuestra relación, ambos tenemos que trabajar con terceras personas y demostrar amor ante la cámara, pero eso no influye en nuestros verdaderos sentimientos, quiero aclarar que Amelia es una buena amiga de la familia y no existe ningún interés amoroso por parte de ninguno, así que rogaría a la prensa que dejara de emitir esa noticia falsa que ha causado malestar en nuestros seguidores.
-Pido disculpas – tome la palabra de nuevo – a todos mis seguidores y los de mi novia si se vieron afectados por esta información falsa, yo amo a mi novia y jamás la engañaría ni mucho menos le faltaría el respeto, espero que una vez dicho esto los rumores de que tengo una relación con Amelia acaben.
-Los han escuchado, amigos televidentes – Adolfo se puso en medio de nosotros con sus manos en nuestros hombros – tanto Scarlet como Fernando están bien y con estas declaraciones han demostrado que se tienen confianza mutua, relaciones así quedan pocas en este medio, ha sido un placer que nos dejen entrar en sus hogares. Buenas tardes.
Veinte segundos después las cámaras se apagaron al igual que las iluminaciones del centro – Gracias – Adolfo nos miró – si hago todo esto es porque sé que Scarlet llegara muy lejos y no quiero que la gente la recuerde por escándalos, yo no estoy de acuerdo con ese tipo de fama.
-Lo sé, Adolfo y te lo agradezco, solo quiero que sepas que siempre voy a hacer lo mejor para mí y para mi carrera así que no discutas mis decisiones y solo confía en ellas ¿de acuerdo?
-De acuerdo y tú – me miro – cuídala y dile a Amelia que deje de andar embriagándose que esa es la verdadera razón por la que tuviste que llevarla en brazos, eso tampoco le hace bien a tu carrera y Donatto lo sabe, nos vemos el lunes para empezar a hacer los promocionales contigo, hasta luego.
-Gracias por la confianza, amor. – tome sus manos.
-Te la ganaste. – solté sus manos y la tome por la cintura, inmediatamente me apoderé de sus labios rojos y nos envolvimos en un beso apasionado por parte de ambos, estuvimos así cerca de un minuto y después salimos de las instalaciones del canal, en la entrada ya no quedaban a muchos periodistas así que pudimos salir sin ningún problema.
*** SCARLET MEDINA ***
Llegamos a casa y Soraya me dijo que Paola había salido de compras con uno de los choferes, junto a Fernando subimos al cuarto y pedimos que no se pasara ninguna llamada sin importar de quien fuera.
-Ahora sí podemos disfrutar de tu regreso. – Acaricie su cuello con mis manos.
-Los días sin ti se me hicieron una eternidad.
-A mí también, aunque me mantuve entretenida en algunas cosas la casa no era lo mismo sin ti, hasta los cachorros te extrañaron.
-Sé que hiciste todo bien, esta noche saldrá como siempre ¿no?
-Sí, tenemos la cobertura de Televisa y de Azteca, ayer fueron adoptados cinco cachorros.
-Tu labor con esos perritos es admirable.
-Los amo y mientras yo pueda hacer algo por ellos lo haré – lo mire a los ojos – también te amo a ti y solo te pido que esto que hoy nos une sea lo mismo que nos una hasta el final.
-Así será. – busco mis labios y en un abrir y cerrar de ojos ya nos estábamos besando, empezamos a caminar hasta que él me dejo sobre la cama donde se encargó de llevarme al paraíso en medio de caricias y besos cargados de pasión.
Los días siguientes se pasaron muy rápido, el domingo lo dedicamos plenamente a pasarlo en familia, cuando inició la semana las grabaciones de la novela y con la firma Pantene también iniciaron para mí y para Fernando que se dedicó a grabar los promocionales para dar a conocer su participación estelar, los titulares en la prensa gracias a Dios habían cesado y ahora hablaban de otras polémicas de personajes públicos y de noticias del país, yo seguía con la idea de pedir un descanso porque los mareos empezaban a hacerse frecuente.
-Hermana – Paola entro a mi habitación y deje el mueble de la ventana para mirarla – todo está listo.
-¿Dejaste algo para la próxima vez que vengas?
-Por supuesto y créeme que será pronto, tu mundo es tan emocionante que no quiero perdérmelo, tengo tanto que contarle a mis amigas de Ecuador, gracias por seguirme en todas mis locuras.
-El carro ya nos está esperando – Fernando se recargó en la puerta – regresa pronto, cuñada.
-Lo haré y te digo que cuides a mi hermana, no quiere ver más titulares como los de este mes de marzo – sonrío – también llévala al doctor, es muy terca.
-No me lo digas, aparte de eso es rebelde.
-Estoy aún aquí – cruce mis brazos con una sonrisa – no hablen mal de mí.
Entre risas salimos de la habitación y bajamos las escaleras, las maletas de mi hermana ya estaban en la limusina y Espinel nos esperaba con la puerta abierta, entramos al carro y salimos de la casa con rumbo al aeropuerto, cuando su vuelo salió fuimos directamente al mirador que Fernando había comprado.
-Esta tarde solo quiero hablar de nosotros, olvidemos el mundo.
-¿Si? – lo mire – haber de que quieres que hablemos. – sonreí.
-De lo increíble que eres – me apoyo en la baranda que daba el final de la escalera – eres la mujer más impredecible que conozco y eso fue lo que me enamoro de ti, quiero pedirte perdón si en algún momento he hecho algo que te ha lastimado.
-Me encanta que lo digas, pero ¿es por algo en especial?
-No, solo que esta semana ha sido extraña, es decir tuve miedo de que creyeras todo lo que decía la prensa y te fueras de mi lado, tuve tanto miedo de...
-No digas nada – tape su boca con mis dedos – te he demostrado que soy una mujer de hechos, siempre tengo la certeza de mi actos antes de ejecutarlos, jamás te dejaría por fotos así a menos de que realmente seas culpable.
-Eres más de lo que merezco – beso mi frente – te prometo que siempre me encargaré de que seas feliz.
-De que seamos felices. – me dio un beso suave y después nos abrazamos por algunos minutos, caminamos hasta llegar al pequeño asiento que daba toda la vista de la Ciudad de México y nos sentamos.
-Creo que me gusta esto de ser actor, ayer por la tarde Adolfo me envió el primer guion de la escena donde tu padre me conoce.
-¿Qué dice Donatto a todo esto?
-Para él es una buena oportunidad mientras no me afecte en las grabaciones de los vídeos o en las giras, sabes que siempre quiere ver mi imagen en todos lados.
-También yo – reí – sé que proyectaremos una gran química y los fans enloquecerán, nos aman, aman lo que hacemos y eso es una bendición.
Pasamos hablando de todo lo que había sucedido en la semana cerca de dos horas, el tiempo pasaba volando cuando estábamos juntos, comimos ahí mismo ya que Fernando mando a uno de los guardias a comprar, creo que no me hizo bien porque tuve nauseas enseguida, eso ya no me estaba gustando, tenía que ir al médico mañana a primera hora, cierto no podía, mañana tenía la segunda sesión de fotos con Pantene, la publicidad debía salir para el siguiente mes, bueno lo haría el martes, de seguro no sería nada fuera del lugar, esta semana también Fernando debía ir a Puerto Rico, aún no le había comentado nada a Adolfo pero de seguro no pondría peros, pasaríamos unos días increíbles.
-Buenas tardes – salude a la recepcionista principal y cruce los pasillos a su sonrisa.
-¿Viste las fotografías en la página oficial? – Adolfo apareció de sorpresa.
-Buenas tardes también para ti también ¿cómo has pasado el día?
-No estoy jugando – me entregó su teléfono – ayer por la tarde mi asistente subió los dos últimos promocionales de los tres y los comentarios no han parado, este será otro éxito de los dos.
-Estoy ansiosa porque todo empiece, estamos a dos semanas del estreno oficial.
-¿Terminaste las publicidades con Pantene?
-Sí, solo era las fotografías las que faltaban – saque mi teléfono y busque la galería – Susan, me mando estas fotos a mi teléfono, son de la sesión pasada.
-Eres la diosa como siempre, pero ahora debemos volver a grabar.
-Por supuesto, iré a mi camerino y en media hora me reúno contigo.
Dentro de 40 minutos estuve en el set, el maquillaje no había salido como quería así que nos habíamos demorado más de la cuenta – Siento la demora.
-No quiero más retrasos – Adolfo hablo por el megáfono – a sus posiciones nuevamente.
--- ESCENAS ---
-¿Que hago si me he enamorado de ti por primera vez en mi vida?
-Eres una niña, no puedes enamorarte tan pronto.
-De ti si, tienes todo lo que una mujer desea, lo que yo deseo – me acerqué desesperadamente a su cuerpo – sé que tú sientes lo mismo, olvida a mi papá.
-No lo puedo olvidar, él me ayudó cuando más lo necesite, fui su estudiante y no me he ganado su confianza para pagarle con esto.
-Hablas como si papá hubiera sido un profesor. – me aparté de él.
-Es que eso fue para mí, me enseñó a manejar su empresa y ahora me ha dado un puesto que cualquiera soñaría, somos mejores amigos.
-Pero tú no eres como él, no tienes su edad. – reclame.
-Tampoco tengo tu edad, tú eres una niña que recién está saliendo del colegio, tienes mucho por vivir y yo solo soy un deseo que tienes ahora, pero que al cabo de unos días se te olvidara.
-Habla por ti, yo siento muchas cosas que no se comparan a lo que tú describes.
-No puedo, Bárbara, no voy a arriesgar todo solo por tus caprichos, aún te falta mucho por crecer y cuando lo hagas entenderás la diferencia entre amor y deseo.
-Te he demostrado que no eres solo un deseo – lo mire con los ojos llenos de lágrimas – yo no quiero a ningún hombre, solo te quiero a ti, pero si tú no estás dispuesto a luchar por este amor entonces no tiene caso que me siga humillando de esta manera. – tome mi mochila que estaba en la silla del comedor y salí de esa casa lanzando la puerta para que demostrara mi rabia.
--- FIN DE ESCENA ---
-Y corte, nos quedamos con esa escena, estuvo bien ejecutada.
-Casi lloro – Carolina se acercó a nosotros – necesito que me ayudes a llorar, yo no puedo hacerlo tan fácil como tú.
-Con gusto... – antes de terminar la frase, todo a mi alrededor empezó a dar vueltas, los sonidos se hicieron más intensos y ya no podía interpretarlos, sentí un cuerpo sosteniendo al mío y la respiración se me dificulto, estaba experimentando un nuevo mareo, pero esta vez más intenso.
-Scarlet – la voz de Sergio retumbaba en mi cabeza – Scarlet, háblame, por favor – mantuve los ojos cerrados hasta que sentí que era dueña de mi misma, los abrí y por suerte ya nada daba vueltas, el rostro de Sergio mostraba preocupación al igual que todos los que estaban a mi alrededor – tenemos que permitirle que respire – hablo Sergio – por favor. – empezamos a caminar y yo me deje conducir por él hasta que sentí que me dejaba sobre uno de los muebles de la decoración.
-¿Estás mejor?
-Sí, gracias.
-Scarlet, no puedes seguir así – me miro con molestias – desde hace varios días que te sientes mal y no es posible que no vayas al médico.
-Sabes cómo hemos estado de ocupados.
-Lo sé, pero tú eres más importante, iremos ahora mismo.
-No, ya mismo tenemos otra escena, te prometo que mañana lo haré, esta tarde sacare cita.
-¿Lo prometes? ¿Así venga el presidente de la Republica?
-Lo prometo – sonreí y me acerqué a su mejilla – gracias, Sergio. – me levante del mueble y le sonreí a mis compañeros, ellos me devolvieron la sonrisa y camine hacia mi camerino, tenía que cambiarme de ropa para la otra escena y de seguro allá estaba Antonio esperándome, ahora sí debía cumplir con mi promesa a Sergio o de lo contrario se molestaría, él era un excelente amigo y actor, tenía 25 años y esta era su cuarta novela en México aunque la primera de la mano de Adolfo.
-Belleza – Antonio me tomo de la mano una vez me vio en la puerta del camerino – tenemos menos de diez minutos para cambiarte totalmente – Susan, salió del otro lado del camerino – aquí está la ropa que necesita en esta escena – las asistentes de Antonio se pusieron tras de mí y me soltaron el cabello al mismo tiempo que él me sentaba en la silla – vamos, esto es rápido.
No dije nada y por el contrario deje que me hicieran los cambios correspondientes, me preocupaba este cambio de salud en mi, no era algo normal, solo esperaba que no fuera nada grave que complicará mi trabajo o mucho peor mi ida con Fernando, al cabo de ocho minutos salí casi corriendo del camerino porque Adolfo ya nos estaba llamando por el megáfono – Escena 25, primera toma, todos a sus posiciones.
HOLA QUERIDOS LECTORES, FELIZ JUEVES, UN NUEVO CAPÍTULO ESCRITO CON TODO EL CORAZÓN... RECUERDEN QUE SI QUIEREN CONOCER EL INICIÓ DE ESTA HISTORIA DE AMOR DEBEN LEER "JUEGOS DE SEDUCCIÓN" UN ABRAZO A TODOS Y GRACIAS POR SU APOYO.
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