— “Tu crees que Ben aún me siga amando?” – pregunta una peli-morada a su mejor amiga. -

— Si no te amará no estarías aquí, ¿No crees? – La peli-azul trata de animar a su mejor amiga-

– “Eso espero” – susurro para si misma. –

Evie puso sus manos en sus hombros en un intento de apoyarla.

[...]

— “Rey, Carlos quieres hablar con usted” - El Rey hace una seña para que lo deje pasar, Sin levantar la vista de los papeles de reojo ve como su amigo se sienta. –

— “Dime, ¿De que quieres hablar amigo?” –

En vez de responder se quedó callado por segundos sin contestar, haciendo que Ben levante la mirada.

— “¿Por qué has estado algo distante con Mal? – pregunta serio algo no característico de él tomando por sorpresa al Rey. -

— “He estado muy ocupado pero cuando tenga menos deberes estaré con ella”. –  Dice mirando sus ojos. –

– “Eso espero, No quiero enterarme que sufre”. –  Carlos se levanta sin decir nada, cerrando la puerta detrás suyo. –

— “Esta sospechando”. – piensa el rey. –

[...]

El silencio se estaba volviendo lentamente incómodo y Mal apenas estaba más que preocupada.

— “Evie, Te puedo preguntar algo?” - Su amiga asiente, sus manos entrelazada junto con las miradas. -

— “Te has vuelto muy unida a Ben, ¿Me podrías decir si has visto algo inusual? –  La peli azul no podría creer lo que había preguntado su amiga-

Tenía que admitir que si, Una persona inusual, Su amiga Mal la mira impaciente.

— “Mm... si, Ben a visto a otra persona últimamente pero es únicamente por trabajo”. –

Aclara su amiga para no preocuparla pero no funciono.

— “Esa persona es mujer u hombre?” -

Evie se queda con la boca abierta sin saber que responder.

Él silencio respondió por ella, Mal agacha su mirada rompiendo el contacto visual.

— “¿Tú crees que me este engañando? – 

Su amiga negó la cabeza, No sé atrevía a hablarle, Mal agacha su cabeza.

— “Evie, ¿Me permites un momento a solas?” – Pidió Mal evitando su mirada.

— “Claro pero no olvides que siempre estaré para ti, tu mejor amiga”. – Se levantó de la cama, Caminando a la puerta sin antes mirar de reojo a su mejor amiga que aún mantenía la mirada baja. –