Capítulo 2
Nik
Era de noche y la adrenalina cosquilleaba mis venas. Necesitaba salir y divertirme. Las carreras de motos eran las únicas que me subían el ánimo y me mantenían a flote. Amaba sentir la moto vibrar y ronronear en mis manos.
También había una pelea a la que tenía que asistir, pero eso no me preocupaba. Podía ganarla sin problemas.
Mientras bajaba las escaleras, intentaba encontrar una manera de salir sin cruzarme con mis padres.
Fue inevitable porque me los encontré al pie de la escalera, listos para salir de fiesta.
Se veían guapos los dos y había cierta complicidad entre ellos. Cuando murió mi hermana, cambiaron mucho y empezaron a presionarme para seguir con los negocios de la familia.
—Hola hijo. ¿Ya te vas? —preguntó mi madre, mirándome fijamente.
—Sí, nos vemos mañana. —Bajé el último escalón y pasé por delante de ellos.
—Deberías venir con nosotros a la fiesta. Creo que ya es hora de que encuentres pareja —dijo, usando el tono frío de siempre.
—Deja de meterte en mi vida. Ya sabes que no me gusta acudir a esas fiestas.
—Hijo, no le hables así a tu madre —intervino mi padre.
—Hago lo que quiero con mi vida. —Los miré atentamente, luchando por mantenerme firme.
—¡Nickolas, por favor! —Mi madre se acercó y me agarró por el brazo—. Deja de salir por las noches... Nos tienes muy preocupados.
—Mi nombre es Nik y deja de llamarme Nickolas. Sé cuidarme solo y salgo con mis amigos.
Observé algo indescriptible en su mirada fría, algo que me produjo un escalofrío.
Sin decir nada, di la vuelta y salí por la puerta sin mirar atrás.
No me gustaba hablarle así a mi madre porque sabía que ellos estaban sufriendo también. Pero me hicieron mucho daño cuando decidieron seguir con sus vidas como si yo no existiera.
Cuando murío mi hermana, tuve que ocuparme yo de los negocios familiares porque ellos parecían ausentes. Había dejado mi piso para mudarme con ellos, pero todo lo que hacía parecía molestarlos.
Yo también estaba sufriendo y la echaba mucho de menos. Me faltaba su sonrisa, sus consejos y sus palabras cariñosas.
Me sentía culpable por su muerte, tenía una vida larga por delante.
Para mis padres ella era la niña perfecta, en cambio yo, era el hijo malo. El hijo problemático que intentaban esconder.
Mi móvil empezó a vibrar, avisando la llegada de un mensaje.
Estás tardando demasiado hermano. Hay un montón de chicas guapas aquí que quieren conocerte.
Después de leer el mensaje de mi amigo Jude, me subí en la moto y me coloqué el casco.
Giré la llave y pisé el acelerador al fondo. Me esperaba una noche loca en compañía de mis amigos.
Me gustaba sentir la adrenalina y me gustaba ganar. Nadie se atrevía a desafiarme porque sabía que eso significaba quedarse sin moto.
Las chicas se acercabas solas, no hacía falta intentat ligar con ellas. Mi reputación llamaba la atención y se tiraban a mi cuello, solas.
Para mí era solo sexo, ni siquiera me las llevaba a mi piso. Cualquier lugar era perfecto para satisfacer mis necesidades.
Me estaba acercando al lugar y parecía una verdadera discoteca al aire libre. Últimamente los policías dejaron de patrullar, dejándonos tranquilos a divertirmos a nuestra manera.
Aparqué la moto al lado de las demás y me acerqué al grupo de mis amigos.
—Hola hermano, por fin —dijo Jude y dejó la botella de cerveza en el suelo.
—Hola tío. —Lo abracé, palmeando su espalda.
—Hola Nik.
—Hola Mike —contesté sonriente—. Hay mucho movimiento hoy.
—Sí, es por las carreras.
Miré hacia el lugar donde estaban los demás y el rostro de John, resaltó entre ellos. Estaba riendo y bebiendo como siempre.
Desde que me había ganado su moto y me tiré a su chica, intentó por todos los medios manchar mi reputación.
Dejé a mis amigos y me encaminé hacia la fila de motos que participan a las carreras.
Por detrás, se me acercó una chica rubia y se colgó de mi cuello sonriéndome sensual.
—Hola guapo —susurró—. Me gustas. —Intentó abrazarme, pero le aparteplasxmanos.
—¿Quien te dijo que puedes hablarme? —La miré de arriba abajo.
—Lo siento, pero me gustaría conocerte mejor... Ya sabes a que me refiero. —Me guiñó un ojo.
—Yo no tengo intencion de conocerte mejor. Negué con la cabeza molesto.
—Bueno tu pierdes.
Giró sobre sus talones y tiró de su falda hacia abajo. No estaba mal, pero no me apetecía tenerla colgada de mí toda la noche. Tenía una pelea importante y necesitaba estar concentrado.
Seguí caminando hacía la multitud y mirando a mi alrededor. La musica era muy alta y la mayoría estaban borrachos. Estaba acostumbrado a ver esa panorama, pero últimamente dejó de gustarme.
Pasé por delante de John y su grupo. Él giró la cabeza y levantó una mano en el aire.
—¿A quién tenemos aquí? —gritó—. El increible Nik...
—Mejor de callas John. —Me acerqué a él y giré la cabeza. Un fuerte olor a alcohol revolvió mis tripas.
—¿Quién erer tú para decirme esto? —Colocó un dedo en mi pecho—. Digo lo que me da la gana. ¿Cómo piensas callarme? ¿Con los puños? —Rió—. Porque es la único que sabes hacer aparte de follar a las chicas de los demás.
—No tengo yo la culpa de que tu chica es una puta —dije y sus ojos empezaron e echar chispas.
Se abalanzó sobre mí, intentando golpearme. Lo esquivé y se desequilibró. Cayó al suelo de lado y empezó a maldecir.
Se levantó hecha una furia intentando agarrarme por el cuello, pero llegó Jude y tiró de él, llevándolo lejos.
Tiré de mi camiseta hacia abajo y di la vuelta. Llegué delante de la fila de motos y Oscar se acercó enseguida.
—Hola Nik. —Sonrió abiertamente—. ¿Quieres una carrera?
—Claro, para esto estoy aquí.
—Aún hay chicos que piensan que pueden ganarte —dijo riendo.
—Que lo sigan intentando. —Le guiñé un ojo.
—Trae tu moto y ponte en la fila. —Señaló el lugar.
—Gracias tío.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro