"No hay camino hacia la paz, La paz es el camino"

Mahatma Ghandi

Alfonso se tiró al mar con los botes salvavidas, pero no se preocuparía por que un nuevo barco lo esperaba a las orillas del Darién fue algo que no me esperé y juré que me dejaría quemar vivo, pero tenía que terminar con lo que había comenzado y era destruir a todos los enemigos, así que con sus hombres se acercaron a la orilla y nuevamente zarparon esta vez con la ayuda de los indios del Darién que serían sus nuevos acompañantes. Aunque Alfonso estaba debilitado siempre se podía esperar algo de esta rata asquerosa.

Saúl

No podía despedir a Síragon como se lo merecía, tampoco pude hacerlo con Michell la impotencia me estaba cubriendo todos los rincones de mi alma, sólo sentía sed de venganza, ira y muchos sentimientos encontrados. Mientras Alfonso celebrara como si de una victoria se tratara tenía que preocuparse por algo más importante y era su "amado barco" como el mismo lo bautizaba, lo que no sabía Alfonso era la mente detrás de esta causa y si claro por supuesto que una voz firme lo llenó de ira en ese momento, se trataba de Neferet quien de manera sobrada tan solo dijo:

— Neferet: Gusto en verlo de nuevo señor Ramos ...

— Alfonso temblando e hirviendo estalló: A ti te dieron el berro hoy! A pesar de que estado pinchando y pinchando (trabajando) para destruirte y tú simplemente no te mueres, ni disparos, ni secuestros, pero de esta no saldrás viva.

Suena de fondo Wellerman (Sea Shanty) de Nathan Evans

— Alfonso: ¡Tengo que escapar de esta mierda carajo esto se quema!

Toda la tripulación abandonó el Barco y se alejaron de las llamas, en los botes salvavidas, traicionando Alfonso, sentían que les había fallado, mientras que furioso éste les decía:

— Alfonso Ramos: ¡Huyan cobardes, nunca estarán listos para defender a una patria!

En ese momento, un helicóptero apareció justo arriba del barco en llamas bajando una escalera, se trataba de unos tipos que pertenecían a la organización en la que estaban los Hombres de los Matamoros, por supuesto que todo estaba planeado, ya que también se encontraban así que rápidamente se acercaron hasta donde pudieran subirse.

— Neferet: ¡Sube Saúl!

— Saúl: ¡No me iré sin ti! tú primero

— Neferet: ¡Lo haremos juntos, vamos!

Ambos comenzaron a subir y los tripulantes comenzaron su trabajo, cuando de repente Alfonso le sujeta el pie a Saúl amenazante le dice:

— Alfonso Ramos: ¡Esto no se acaba por que se acaba chamaco! No podrán deshacerse de mi tan fácilmente!

— Saúl: Tu único error en esta vida fue apoyar a la causa de la dictadura!

En ese momento Liam Simpson y Gabriel aparecieron para de un brinco tomar Alfonso y caer al abismo junto con él, había una tormenta muy fuerte, lo que provocó que se formara un gran remolino, por lo que lamentablemente quedaron a la deriva y siendo succionados por éste. Saúl destrozado miró hacia abajo y dijo:

— Saúl: Nos volveremos a ver compañeros (con llanto acelerado)

Fue así como una parte horrible de la vida de todos llegaba a su fin, finalmente Alfonso Ramos, ese hombre que tanto nos había jodido la vida a mi familia y amigos, esta vez si había sido vencido. Desde arriba pudimos ver cómo éste se ahogaba en las profundidades del mar sólo, herido acabado, supongo que era lo que merecía después de todo el daño que había causado en su vida.

De esta manera salimos victoriosos de la selva del Darién. Decidimos emprender el viaje por unos cuantos días hasta llegar a las costas del archipiélago de las Perlas la Isla más grande de la ciudad de Panamá, esa travesía dejó una bonita anécdota, por supuesto que nos sirvió para al fin respirar tranquilidad, esa que no teníamos desde hace tantos años, con la llegada de Síragon a nuestras vidas, al llegar lo primero que hice fue tomar un teléfono, llamar a Mamá para asegurarme que estuviera a salvo, también para contarle la fuerte noticia de la pérdida de Síragon cosa que provocó que sucumbiera en un llanto desconsolado, con su avanzada edad no quería verla así, de ahora en adelante era todo lo que tenía y yo mismo me encargaría de dejar en alto el nombre de Papá Síragon, estábamos sanos y salvos, y eso era lo que importaba.

Una anécdota muy interesante de todo esto fue que en el camino Neferet y Carlos Albarracín decidieron terminar su relación, era lo mejor, pues después de tanto tiempo, aventuras y muchas travesías, necesitaban vivir nuevas experiencias; simplemente había llegado el momento, de continuar con sus vidas por separado. Seguirían siendo buenos amigos, claro. Pero hasta ahí.

Los siguientes meses, Neferet y yo formamos una amistad muy hermosa, todo lo hacíamos juntos, y cada día que pasaba me enseñaba muchas cosas, pero sobre todo me entregaba amor, también hacía lo mismo con ella, y era curioso por que nuestras personalidades eran completamente diferentes, ella era fuerte, autoritaria pero a la vez sensible y eso me fascinaba de ella. Con el tiempo nos fuimos enamorando, por que sentíamos algo demasiado fuerte, siempre nos buscábamos, salíamos a divertirnos con amigos, bailábamos, cenábamos en restaurantes, también decidimos trabajar juntos, formamos un gran equipo, y me sentía feliz de estar con ella. Neferet me ayudó a superar el dolor que sentía por la pérdida de Michell, eso si, ella también sabía que nunca la olvidaría por que fue una persona que había pasado por mi vida y tampoco la dejaría de amar. Pero en el fondo sabía que Michell querría que fuese feliz, así lo intenté. Por supuesto que no todo fue color de rosas, discusiones y diferencias no faltaron pero pudimos superar todas las barreras.

Darién, la selva más peligrosa del mundo me había quitado muchas cosas, también me dejó una historia más que contar, y que siempre hay algo más por el que luchar, de eso se trata la vida: insistir, persistir y nunca desistir, por eso es dura, pero a la vez te vuelve fuerte, y a mis 25 años estaba listo para continuar. Tomé la decisión de retomar la universidad, Neferet viviría conmigo, y me apoyaría para lograr mi objetivo, solo faltaba una cosa por resolver, y lo haríamos juntos.

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Sin principio ni final - Abel Pintos (2015)