"La valentía es ser el único que sabe que tienes miedo"

Franklin P. Jones

Neferet creció con la sangre militar en sus venas, sin duda alguna, con sus estrategias aunado a la experiencia de Liam Simpson quien proporcionaría el armamento necesario podían hacer posible el rescate de Saúl. Pero ella misma sabía que un simple barco no sería suficiente para vencer a Alfonso, quien tenía experiencia y apoyo de la dictadura para obtener las armas que necesitara, los únicos que podían brindarle apoyo ante tal situación eran las Islas Caimán y Jamaica; gracias a los contactos de su papá Brandon Michaels quien sirvió gran parte de su vida a la armada, logró conseguir una reunión con los ministros de defensa de ambos países antes de zarpar, estarían en un congreso en la ciudad de La Habana en esos días, así que arreglaron sus agendas para que el Lunes 23 de Julio de 2012 se pudieran encontrar, fecha en la que llegarían a Cuba sin problemas según sus planes.

Había cosas más importantes en que pensar en ese momento, el barco se hundía a la deriva, y Alfonso se escapaba con Saúl. De repente cae de la nada un fotógrafo cuyo nombre era Ryan Márquez, entre 5 hombres lo tomaron y Liam bastante furioso con el asunto dijo:

— Liam: ¡Amárrenlo rápido tenemos que evacuar este barco de inmediato!

— Liam: No piensen demasiado y sólo salten, pónganse los chalecos salvavidas, saldremos de esta.

Acto seguido, toda la tripulación empezó a brincar, hacia al mar. Por suerte habían suficientes chalecos salvavidas para todos. Una vez en el mar, se alejaron lo suficiente y el barco se hundió. Desesperado un tipo dijo:

— Marino: ¿Y ahora qué haremos? Soy muy joven para morir, mi familia, mis hijos, mis amigos me necesitan, todo lo acabo de dejar por apoyarlos a ustedes, y mira como terminamos. ¿En qué carajo estaba pensando?

— Marino: ¡Neferet di algo ya!

— Liam: ¡Cuida tus palabras muchacho!

— Marino: ¡No lo haré, me engañaron!

Neferet, quién tenía la mirada perdida hacia el cielo, cerró los ojos, respiró profundo, y sus antepasados comenzaron a hablarle. En ese momento, no estaba en el plano que le correspondía, podía ver que era un mundo muy azul, y que varias almas se le acercaban. Si algo aprendió, era no hacer movimientos bruscos, y aún así en el subconsciente lo estaba aplicando. Mientras escuchaba muy por el fondo los gritos del marino, era algo muy extraño.

— Neferet: ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Es real?

— Alma: ¡Pero claro que somos reales, vivimos en tu subconsciente, y es momento que lo recuerdes, porque cada uno de nosotros fuimos una parte muy valiosa de tu vida! ¿acaso no ves Neferet?

Neferet se queda mirando fijamente a esa cosa que flotaba deambulante, entrecerró los ojos y se le vino a la mente una fotografía que aún llevaba consigo a todos sus viajes. Sorprendida exclamó:

— Neferet: ¡Bisabuelo Román!

— Alma: ¡Exactamente mija!

— Neferet: ¿Pero como puedo verte?, estás muerto, ¿en donde estoy? ¿por qué estoy aquí, si pertenezco a otro plano?

— Alma de Román: ¡Sé que tienes muchas preguntas, y las responderé una por una, siéntate por favor! toma mi mano, y escúchame.

— Alma de Román: ¡A ver mijita, primero que nada tu puedes vernos, porque siempre vivimos en tu corazón, no importa el tiempo que ha pasado, tampoco el que no estemos presentes, siempre nos has llevado de la mano, en la cadena que traes puesta, en tus zarcillos, en tus sueños, y en todo lo qué haces, si puede ser verdad que no estoy físicamente en la tierra, pero verás, cuando una persona parte del planeta Tierra, pasa a otro plano, en el que va recorriendo todo lo que hiciste en vida, sea bueno o malo, serás juzgada, y tendrás dos opciones. 1) vivir en el cielo, con los maestros ascendidos al lado del padre, o 2) pagar tus pecados deambulando por allí, que es mi caso y el de muchas almas. Cuando vivamos libres de pecado, no regresaremos!

Neferet no pudo contener las ganas de llorar, a pesar de que era fuerte, esto significaba demasiado.

— Alma de Román: ¡Mija, no llores estoy aquí para ayudarte. He visto todo lo que estás haciendo por luchar para que se haga justicia, pero es hora de que pueda ayudarte ante la adversidad que estás viviendo. Tan sólo regresa al barco, ¡mírame! No importa que se esté hundiendo, confía en mi!

— Neferet: ¡Está bien abuelo! Un gusto poder haberme reencontrado contigo te amo!

— Alma de Román: ¡Yo más mijita! cuídate y sigue tu corazón el te dirá que hacer.

Neferet despierta nuevamente en el desastre, su reacción fue inmediata, miró hacia arriba una señal, era una flecha que indicaba algo, y ese algo era un navío que se acercaba a toda velocidad. Ella, miró al cielo y dijo:

— Neferet: ¡Gracias abuelito! te debo una. En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amén 🙏

— Neferet: ¡Silenciooo! miren a babor, se está acercando un barco, nos salvará! ¿Síragon, Liam están bien?

Ambos estaban juntos en el bote salvavidas dormidos, Neferet se acercó junto con 5 hombres y los ayudaron.

— Neferet: ¡No están respirando, hay que hacer algo ya!

— Marino: ¡Yo sé primeros auxilios!

— Marino 2: ¡Y yo también!

Los hombres estaban haciendo lo que podían, presionando su corazón, dándole respiración boca a boca, en ese momento pudieron reaccionar, y los colocaron de lado para que pudieran botar toda el agua salada que habían ingerido.

— Neferet emocionada: ¿Acaso creían que se iban a librar de nosotros tan fácilmente?

— Liam: ¡Eso quisieras! (con tono burlón débil)

— Capitán Síragon: ¡Gracias Neferet, mil gracias por salvar a un vegestorio como yo!

— Neferet: "Cuando empezamos este camino dijimos que el objetivo era recuperar a Saúl ¿cierto?"

— Capitán Síragon: ¡Claro que sí! Saúl mi hijo. Lo salvaremos! ¡ven y dame un abrazo!

— Neferet: ¡Barco a la vistaaa!

4 marinos empezaron a tocar los silbatos, mientras el resto de la tripulación gritaron para que los pudieran socorrer. El barco se acercó rápidamente, y los rescataron de las aguas. Les brindaron todo el apoyo que necesitaban. Era el barco del capitán Alberto Jaramillo, un mexicano muy introvertido quien en todo momento les ayudó a salir de todo esto. Al ver a Neferet se emocionó muchísimo.

— Capitán Alberto Jaramillo: ¿Pero mira nada más quien está aquí, la chava más introvertida que conozco, en qué problema estás metida ahora?

— Neferet: ¡Verás Alberto, un tipo llamado Alfonso Ramos ha querido destruir a esta familia, este señor El Capitán Síragon Méndez ha tenido unas cuentas pendientes con la dictadura de Miguel Díaz - Canel, secuestraron a su hijo. (Se acercó al oído susurrándole: También me enteré que asesinaron a la novia del muchacho, no digas nada en voz alta). Entonces necesitamos ayuda para detener a este tipo de una vez por todas y que pague por todo lo que ha hecho!

— Alberto Jaramillo: ¡Será un placer ayudarlos Neferet, sabes que te aprecio, es hora de acabar con este cerdo de Alfonso Ramos, con quien también tengo muchas cuentas pendientes!

— Neferet: ¿De verdad? ¿y qué cuentas son esas si se puede saber?

— Alberto Jaramillo: ¡Hace unos años, este tipo acabó con gran parte de mi campamento y muchos de mis hombres en Guadalajara, fue un ataque sorpresa que venía de parte de Raúl Castro, y juré que me vengaría! ¡Toda mi tripulación y armamento está a disposición!

— Neferet: ¡Ahora si, Alfonso sabrá con quién se metió!

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Hombres fuertes - Mulán