"Ante el inminente peligro, la fortaleza es la que cuenta. El temor al mal futuro ha puesto en peligro a muchos"

Marco Anneo Lucano

Valerio se quedó con Michell tomados de la mano, fue una imagen muy fuerte para mi, mientras que yo me fui con Daniela quien me llevaba apuntado, para que no intentara hacer  nada, me montó en su 4x4, tapó mi boca y amenazó diciéndome:

— Daniela: ¡Si dices una sola palabra te mato oíste!.

Tan sólo asentí con la cabeza...

De la selva, continuamos por un sendero por unas 2 horas, como les había contado ya había perdido toda esperanza. El final del camino, daba hacía una cabaña que parecía abandonada. Algo tenebrosa pudiera decir, nos estacionamos, Daniela me sacó y entramos. Si algo había aprendido de papá Síragon era intuir las cosas, así que lo primero que hice fue evaluar el terreno.

Así que pensé: Veamos, la cabaña es de madera, por su deterioro debe tener al menos entre 50-80 años, al entrar pude notar que este era el lugar de torturas de sus víctimas. En la pared se podían observar una especie de cadenas habían 4 exactamente. A unos pocos metros de allí podía escuchar una caída de agua, cuando Daniela me quitó la toalla de la boca enseguida le pregunté.

— Saúl: ¿Mira mami, que es esa agua que se escucha por aquí?.

— Daniela: "Es una cascada, que conecta con el Río Chucunaque".

— Daniela: "Mira Pelado aquí te tengo que dejar encadenado! No es lo que quisiera, por que hasta simpático eres, pero tengo que cumplir mis órdenes".

— Saúl: "¿Si te parezco tan guapo por que antes de irte no tenemos una aventura?".

— Daniela: ¿A qué te refieres?.

— Saúl: "No te hagas la inocente, te he visto mirándome muy provocativa, dime algo Daniela, ¿no quisieras tener una aventura conmigo en este momento?.

Sin pensarlo Daniela se sentó encima de Saúl, lo tomó del cuello, y empezaron a besarse como si tuvieran una sola oportunidad, también lo desató y Saúl pudo abrazarla y presionarla para poder someterse en su pecho.

— Daniela: "La verdad no sé qué me está pasando, pero no puedo parar esto que estoy sintiendo. Ahora te necesito aquí, curándome la ansiedad y besándome todos los rincones de mi cuerpo que aún no han sido explorados, que te metas en mi pecho, hacerme sentir tuya, estoy tan desesperada por tenerte encima de mi, ver cómo tu miembro puede hacerme sentir cosas inexplicables. No es el momento de pensar en nada más que esto, sé que trabajo para Valerio, pero no puedo dejar de pensar que te quiero para mí".

— Saúl: "Ya no pienses más y ven Daniela, hagamos todo lo que has dicho y más, pero primero debes soltarme, para poder hacerlo mejor"

Daniela estaba tan excitada que tomó un cuchillo, y cortó la cuerda, seguidamente levantó la camisa de Saúl para apreciar su cuerpo totalmente definido. Pasó su lengua detrás de la oreja, acto seguido sintió algo que se había encendido. Saúl tomó su trasero lo apretó con todas sus fuerzas, desabrochó su pantalón negro de cuero y lo bajó lentamente, acto seguido sus pantys de color blanco. En un rincón de esa pocilga en la que estaban empezaron a tener sexo salvajemente, ese momento fue tan mágico que Saúl lo disfrutó como nunca, pero en un momento cerró los ojos y cuando los abrió estaba viendo a Michell, parecía algo tan extraño que cuando tuvo el orgasmo se le salió su nombre. Daniela se alteró y con una cachetada le gritó:

— Daniela: ¡Que te pasa imbécil! Ya veo que sigues pensando en ella, y yo como una idiota dejándome sonsacar. Púdrete si?🖕🏻🖕🏻🖕🏻

De repente entra Chaco borracho con unos tipos a tirotear la zona, Saúl como pudo apartó a Daniela.

Checo (con una botella Suntory Hibiki 21 años): ¿Ustedes estaban creyendo que no los estaba vigilando? Daniela te encargué una sola cosa, y veo que este tipo jugó contigo; se ve que no sirves para este trabajo. Así que bye ✌️ (disparándole un tiro en la cabeza)

De la nada apareció Valerio con Michell atada, la besó y le dijo:

— Valerio: ¿Viste chamaca? no importa si estás en un secuestro, o en la playa o en tu casa, cualquier hombre no puede resistirse a la tentación y el pecado de estar con una mujer tan sexy como lo era Daniela. Pobrecita, ¿Saúl tienes un muerto encima ahora, que se siente?

— Saúl: ¡Tú la mataste cerdo! (llorando)

— Valerio: "No, si no hubieses estado con ella, así que considérate culpable, y que te atormente en tus pesadillas de ahora en adelante"

— Valerio: "Es la hora de que conozcas al comandante en jefe de la Revolución, la fuerza nueva, ya él verá que hace contigo chamaco, haz causado demasiados problemas, mañana muy temprano zarpa nuestro barco"

Así fue cómo terminó ese día de pesadillas, suponiendo que Michell no me querría ver por lo sucedido, esposado, sin esperanza alguna, y todavía quedaba lo peor.

Muy temprano en la mañana me despertaron echándome agua fría, me esposaron, y mientras iba caminando pasaron por mi cabeza las escenas del día de ayer, y grité.

— Alfonso Ramos: "Cállate esa Jeta, chamaco. Mejor deja esos gritos para después"

La gente de Alfonso me dió otra golpiza, antes de subirme al barco que nos llevaría a Cuba.

Alfonso me llevó a una celda que había dentro del barco, y desde la ventana podía ver cómo se salían cada vez más de la jurisdicción de Panamá, cuando de repente una patrulla marítima se estaba gritó desde un altavoz:

— Patrulla: Atención! debe detener el barco ahora mismo, está en zona fronteriza deténganse ya!

Alfonso hizo caso omiso y ordenó máxima velocidad para salir rápido de esa zona. Pero la policía empezó a disparar partiendo vidrios y dándole al barco, aunque si mucho daño. En ese momento, ya habíamos salido de Panamá. Y toda la tripulación celebraba a lo grande, gritaron a coro:

¡Ellos no podrán, nunca volverán! Patria o Muerte Venceremos!

Mamá Nora y Papá Síragon estaban extrañados de que Saúl tuviera mucho tiempo sin comunicarse con ellos. Decidieron llamarlo, y en ese momento se desesperaron, cuando la llamada no conectó. Ya que la única manera que mi celular no conectara es que me encontrara en un lugar sumamente remoto. Síragon decidió comunicarse con un amigo suyo, quien era un oficial de inteligencia de Cuba. Casualmente aún poseía información valiosa, que hackeaba mediante un servidor especial, el tipo de llamaba Miguel, y era un profesional de la informática. Cuando Síragon lo llamó inmediatamente indagó hasta que encontró el registro de la entrada de prisioneros en el mar. En el que de número 17 estaba mi nombre. El Capitán Síragon a pesar de tener 68 años no dudó y estaba dispuesto nuevamente a luchar para recuperar a su hijo Saúl J. Méndez. Su más grande orgullo, su sangre, el que había conocido por una curiosa causalidad, y ahora llegaba el momento de volver al ruedo. Como siempre sentado en la mesa, estudiando las rutas marítimas, actualizándose esta vez para salvar a Michell y a Saúl. Para esta oportunidad lo acompañaría una estudiante de la policía llamada Neferet Michaels, seamos realistas Síragon no podía solo, necesitaba ayuda. Y Neferet a quién conocía perfectamente era la persona indicada para asumir esta responsabilidad.

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Marcianeke - Calle y Pistola (2022)