Años después.

-¡Jotaro! ¡Jotaro!

-¡Cállate! ¡Qué mujer más molesta!

-¡Está bien!

-Oye, tía... ya no dejes que te trate así, Dios.

Resoplé mientras me acercaba a la celda en donde habían metido a Jotaro, Seiko-San se volteó para convencer a los guardias de que él no hafia nada como habían mencionado anteriormente pero este se acuesta en la cama de la celda y nos da la espalda.

-¡Oye, Kujo! ¡Arriba! Ya puedes irte. Sal. Oye, ¡dije que ya puedes irte!

Él mira intimidante a los guardias quienes parecieran ponerse nerviosos, yo aguanté la respiración sin darme cuenta... Qué sexy...

-Mamá, ______, váyanse a casa. Estaré aquí por un tiempo.

Resoplé cruzándome de brazos y me acerqué a los barrotes para mirar a Jotaro, su atención fue hasta mi.

-¿Qué se supone que haces? Ya, sal de ahí.

-Cállate, ______

Una vena salta en mi frente y apreté la presión en mis dientes, mi sonrisa se hizo forzada pero entonces me di vuelta.

-Está bien, quédate ahí.

Me comencé a alejar pero escuché la persistencia de su madre y entonces me detuve en seco al escuchar las palabras de Jotaro.

-Estoy poseído por un espíritu maligno. Quién sabe qué más me hará hacer. Hice un gran esfuerzo para mantenerlo a raya mientras peleaba. Por eso no deben dejarme salir de esta celda.

¿Qué... ?

-Por el amor de Dios. ¿Ve a qué me refiero, señora? Le decimos que se puede ir, pero se niega. Disculpe que le pregunte, pero ¿su hijo está bien de aquí?

-¡Esto no es un hotel!

Me giré y me regresé mientras los demás reclusos pedían cambiarse de celda porque lo que decía Jotaro era verdad y entonces vimos como se tomaba una lata de cerveza, de una manera peculiar.

-¿Qué demonios es eso?

-Pero estás encerrado. ¿De dónde sacaste eso?

-Se los dije. Es el espíritu maligno. - vimos como el manga se elevaba e iba a sus manos - Me trae cosas.

La radio se enciende y eso nos conmociona a todos, más a los guardias. Abrí los ojos de par en par por un momento antes quedarme pensando en lo que pasaba pero Jotaro se levanta.

- Si aún creen que liberarme es buena idea, les mostraré lo que podría pasar. Así no tendrán duda de que librarme es una mala idea.

Se quita el sombrero y se acerca a los barrotes, yo solo me quedé expectante a lo que hacía pero entonces... la pistola del guardia ¿vuela? Hasta la mano de Jotaro.

-¡Mi arma! ¿Cómo hizo?

-¡Estamos en problemas!

-No lo vieron, ¿verdad? A mi espíritu maligno. En ese caso...

-Jotaro, ya basta.

Me acerqué al ver que se apuntaba con la pistola en la cabeza ¿se volvió loco? ¿Qué mierda es lo que le está pasando?

-¡J..Jotaro!

Él dispara y yo me sobresalté pero entonces todos nos sorprendimos al ver que la bala estaba suspendida en el aire justo a lado de su cabeza.

-Hay algo detrás de mi. Esta conmigo desde hace poco.

Deja la pistola y la bala cae al suelo. Yo no comprendía... quiero decir, sí sé sobre muchas cosas que para la mayoría no tendrían sentido... pero ¿esto? ¿Qué es? No veo nada pero él dice que está tras él.

***

***

-Oigan, no deberían de estar tan aterrados.

Les dije a los guardias quienes estaban vigilando a Jotaro desde tras de la pared, ellos se sobresaltan al escucharme y comienzan a balbucear pero yo resoplé y volví a mirar a Jotaro quien jugaba con un auto de juguete que había conseguido recientemente al igual que varias cosas más.

-Jotaro...

-No vas a convencerme de salir de aquí. Ríndete, ______.

Torcí los labios al igual que chasqueaba la lengua, volví a resoplar pero me quedé en silencio mientras lo observaba desde mi posición.

Uno de los policías se va y el otro se queda a vigilar, murmuraba cosas que lo preocupaban a él pero entonces escuché pasos.

-No se preocupe. Llevaré a mi nieto a casa.

-¿Nieto?

Yo me levanté mientras miraba al señor que había llegado junto a la madre de Jotaro, lo conocía. Me habían hablado de él: el señor Joseph Joestar.

-No se acerque más. Háblele desde aquí.

-Yo me encargo, muévanse.

El señor se pelea con los guardias y los termina lanzando a un lado. La tía anuncia que se trataba del abuelo de Jotaro.

-De seguro él te puede ayudar. Sal y ve con el abuelo.

Ellos se miran estando frente a frente, la puerta de barrotes se abre y yo solo me quedé a un lado mirando la situación.

-Sal. Nos vamos a casa.

-Lárgate. No te pedí que vinieras. ¿Vas a ayudarme? ¿Qué puedes hacer por mí? Lamento que hayas venido desde Nueva York, pero no puedes ayudarme, abuelo.

Jotaro le muestra una parte de un dedo protésico, lo que impacta a su abuelo.

-¿Viste eso? ¿Lo notaste? Fue el espíritu maligno. Aléjate, o perderás lo poco que te queda de vida.

La puerta vuelve a cerrarse y yo me apoyé contra la pared mientras suspiraba. Sí creía que iba a hacer algo que lo sacara de aquí, que terco que es Jotaro.

-Avdol, es tu turno.

Abrí un ojo para ver quién se acercaba, el abuelo de Jotaro mencionaba que era un amigo suyo egipcio que conoció hace tres años y le pide que saque a Jotaro de la celda.

Este vuelve a resistirse y el tal Avdol menciona que tendría que usar la fuerza, cosa que el abuelo concede. Hace una pose para luego extender las manos.

-Es...

-¿Hm?

No entendía que sucedía, Jotaro y Seiko-San parecían sorprenderse mucho pero yo no veía nada sorprendente.

-Así es. Avdol también tiene un "espíritu maligno". Y avdol lo controla a su voluntad. Su nombre es: ¡Magician's Red!

Abrí los ojos de par en par en cuanto Jotaro termina siendo golpeado contra la pared con brusquedad, pero no veía qué era lo que lo sujetaba. ¡¿Qué carajos pasaba?! Y la temperatura... estaba haciendo más calor que antes...

Me concentré de nuevo cuando Jotaro se libra de lo que sea que lo sujetaba y eso emocionó a su abuelo.

-¡Se manifestó! Es claramente visible. ¡Que poder!

-Yo no veo nada... ¿Qué se supone que está pasando?

-No se preocupes de eso, jovencita... está bien si no entiende...

Miré al señor Joestar, pero apreté mi mano en un puño ya que me molestaba ser la que no comprendía, pero no había de otra. Me quedé mirando y me sorprendí cuando vi una marca de mano sujetando el cuello de Avdol pero Jotaro no estaba cerca de él.

-Así que tú también tienes un espíritu maligno. Abuelo, sabes qué es.

-Sí.

Avdol recibe la aprobación del señor Joestar para usar más fuerza contra Jotaro, entonces este termina contra los barrotes de la celda y el calor aumenta.

-Jotaro, crees que es un espíritu maligno, pero no lo es.

-¿Huh?. - murmuré confundida.

-Jotaro, lo que llamas espíritu maligno es una aparición poderosa creada por tu propia fuerza vital. Lo que tienes a tu lado es... ¡un stand!