CAPITULO 9
JONG HYUN
SEMANAS DESPUÉS
Tras la discusión con Erika los días trascurrieron lentos y amargos. Al principio me ignoraba, después pudo perdonarme. Pasamos gran parte en el departamento estudiando para los exámenes finales, algo que atrasó nuestra reunión con mi hermano mayor. Pese a ello, los tiempos se fueron dando.
Jin nos presentó a Bang Haneul, una chica muy bonita y agradable. Mi madre estaba feliz, su hijo mayor presentaba por primera vez una novia con características encantadoras. D'angelo ya la conocía, durante el trayecto a casa no dejaba de mencionar lo bien que le caía, aludiendo a que un hombre decente atrae a una mujer decente. Claro que fue una indirecta para mí; pero la ignoré, porque en gran parte tiene razón, y porque pelear no nos lleva a nada.
Erika y Lim Seo Won se estuvieron frecuentando. Él va a nuestro departamento al salir de su trabajo. Si bien al principio no me gustó la idea, con el pasar de los días me acostumbré. Es un buen tipo, respeta a D'angelo, y ella se ve cada día más radiante. Su problema de autoestima disminuyó, come a los horarios correspondientes, y toma sus siestas habituales.
La presencia de Lim Seo Won en cierto punto es buena, sé que puedo confiar en él para que se quede con D'angelo cuando yo no estoy, aunque no deja de incomodarme. Por esto último es que opto por quedarme aquí.
En este momento estamos ordenando el departamento. Nos tocaba después de pequeñas vacaciones. Mientras limpio las ventanas, Erika reorganiza la poca vajilla que tenemos. La paz habita en el ambiente, hemos vuelto a nuestros días de convivencia.
Toma su celular y no hace falta preguntar con quién se envía mensajes, con verle la sonrisa en el rostro es más que evidente.
—Es Seo Won —dice, por si no ha quedado claro—. Vendrá por mí para ir al cine.
—Qué bueno.
—¿Pasa algo, Jeong?
—No, nada. Los chicos también van a venir.
Tengo que llamarlos. No quiero interactuar con Lim.
Mis amigos llegan antes que el pretendiente de Erika y es un alivio. Falta Min Wook, pero él siempre llega tarde.
—¡Jeong! —Grita desde su habitación—. ¡Ahí viene Seo Won, dile que me espere!
A Seo Won no le importa que Erika se demore, tiene mucha paciencia. Siempre se encuentra ceñudo, pero en cuanto ella aparece, su cara cambia por completo. Una cantidad impresionante de halagos salen de su boca, se convierte en un poeta contemporáneo, guionista de K-dramas y diálogo surrealistas.
—Ya estoy lista. Perdón por hacerte esperar —Se disculpa frente a él que no deja de sonreír.
D'angelo está preciosa. Lleva un vestido negro encima de una camiseta blanca. Es un atuendo muy casual; no obstante, su cabello castaño cae hacia los costados en forma delicada y le otorga un plus tierno.
—Estás encantadora —dice de repente—. Cautivante.
Kyu Bin y Dae Ki disimulan la risa. Es obvio que también quiero burlarme, mas no puedo ni debo.
—Nos vamos, Jonghyunie. Adiós, chicos.
—Adiós, Erika. Cuídate, y llámame si necesitas algo.
El bombardeo de preguntas comienza a partir de que la puerta se cierra. Difícilmente me acostumbraré a esto.
—¿Ya pensaste que vas a hacer con ella o aún te sigues negando? —cuestiona Dae Ki.
—¡Otra vez! Les he dicho que no me importa Erika de la manera en que ustedes creen.
—Como digas —ríe el rubio.
—Llámame si necesitas algo —ironiza Kim en un intento de cambiar la voz—. Que idiota. Que idiota, Jeong Jong Hyun.
—¿Por qué? Acostumbro a decírselo, cualquier cosa que le pase quiero saberlo.
El golpe desde la puerta me salva de nuevos interrogatorios y posibles discusiones. Con estos dos mi agonía va en aumento.
—¡Amigo, tanto tiempo! —Da una palmada en mi hombro—. ¿Cómo te fue en Busan?
—Muy bien, aunque se pasaron rápido las minivacaciones.
—¡Erika-yah ya llegué! —grita.
—No está, salió con el chico pálido.
—¡Kyu Bin! ¿Por qué lo llamas así?
No todo es color de rosa con Lim Seo Won. Cuando viene al departamento lo tratamos bien, incluso cuando D'angelo está cerca. Sin embargo, hacemos chistes sobre su palidez o su cara ceñuda. Tiene un rostro particular, nadie creería que es un potencial trovador.
—¿Cómo puede ser que aún no lo conozca? —Se queja Wook.
—Acaban de salir, ¿no los viste?
—Subí por las escaleras, porque el elevador estaba ocupado.
—Pero sí lo conoces, ¿no te acuerdas cuando salimos con Hyo Ri?
—Me refiero a que no he platicado con él. ¿Cómo vas con eso, Jeong? ¿Tiene tu aprobación?
—No la tiene —resoplo y me acomodo en el sofá—. De todas formas, no voy a discutir con Erika por eso. Si ella lo quiere, adelante, yo solo observaré. Es buena persona, de verdad, pero... no quiero que esté con ella.
—Tus explicaciones son ambiguas, Jong Hyun.
Min Wook cuenta sus últimas aventuras en tanto el resto escucha expectante. Él es muy minucioso para hacer trabajo de hormiga cuando se trata de chicas. Es común que se las ingenie para averiguar algún número de teléfono o conseguir información.
Kyu Bin hace chistes al respecto, asociándolo a un agente del FBI, algo que podría concretarse si se lo propone, porque tiene talento para ello. Por mi parte, nunca he sido tan extremo. Las chicas con las que he salido últimamente involucran la ayuda de mi amigo. Pocas veces he conseguido algo por mi cuenta, por lo general en alguna fiesta; pero tengo límites, algo que Wook desconoce.
El tiempo se pasa volando entre juegos, cervezas, y comida chatarra para no perder la costumbre. Las historias de Choi se roban el centro de atención. Él es lo opuesto a Dae Ki, que nunca hizo algo inadecuado; su padre es Policía, su casa debió ser peor que el cuartel Ji An.
—¡Hola, Min Wook! —expresa Erika de forma repentina.
—¡Señorita Erika! —Se pone de pie para saludarla—. ¿Cómo estás? Te ves alegre.
—Gracias. ¡Estoy muy feliz!
Sus ojos color miel tienen el destello risueño de nuevo. Erika sonríe, nosotros la imitamos. Es el momento donde todos fingimos que Lim Seo Won nos cae genial y preparamos un halago por si pregunta al respecto.
—Les quiero contar algo, serán los primeros en saberlo.
—¿Qué quieres decirnos?—digo—. ¿Por qué no me cuentas primero a mí?
—¡No! Yo también quiero saber —Interrumpe Dae Ki.
—¡Seoltang me pidió ser su novia! —Grita de felicidad.
Eso fue inesperado. Un baldazo de agua fría me hubiese hecho reaccionar más rápido.
—¡Qué bueno, Erika-yah! —Festeja el castaño—. ¡Felicidades!
Sonríen como idiotas; solo falto yo, pero sigo sin creerlo. La noticia me desagrada. No obstante, evadir un comentario en este momento sería inapropiado.
—Qué bueno, D'angelo—Sonrío—. Si estás feliz, yo también.
—Gracias, Jonghyunie —Besa mi mejilla—. Iré a contarle a Hyo.
El ambiente queda silencioso cuando ella desaparece por el pasillo hasta su dormitorio.
Retomo mi lugar en el sofá. Los mandos los tienen Dae Ki y Min Wook. Tengo que esperar mi turno para descargar la rabia que cargo.
—¿Por qué le dice Seoltang? —Inquiere el castaño con su voz gruesa.
—Porque es blanco como un algodón de azúcar, o alguna mierda así sin sentido—respondo cortante.
—A partir de ahora no quiero decir "te lo dije" —marca con sus dedos unas comillas al aire—, pero... te lo dije.
—No hay vuelta atrás, Jong Hyun, perdiste tu oportunidad, ya no puedes entrometerte.
—¡Ya cállense y terminen de jugar!
No me molesta... Claro que no me molesta.
ERIKA
Seo Won me pidió ser su novia. Dijo palabras muy lindas antes de hacerme la propuesta. Él me gusta mucho, a su lado puedo ser yo misma, me acepta tal cual soy.
De cierto modo podía imaginar que esto sucedería. En las últimas semanas no ha hecho otra cosa más que enviarme mensajes y visitarme al salir de su trabajo.
La perseverancia es una gran capacidad, y este chico dulce me ha demostrado tenerla. Me gusta. Me gusta muchísimo. Con él puedo hablar de libros, de cine, de historia. Es curioso, intuitivo, detallista; es más de lo que puedo merecer.
La diferencia de edad no es un problema para mí, al contrario, creo que es un punto a favor. A sus 25 años y, a punto de culminar la carrera de Arquitectura, es un excelente partido. Además de tener otros objetivos y metas en mente. Aquí en Corea esto último marca la diferencia.
Él ha averiguado cosas de mi país de origen, a pesar de que llevo 17 años viviendo en Corea del Sur. Me pareció un lindo gesto. Y en parte esta pedida de noviazgo tiene mucho que ver, ya que aquí no se acostumbra. Las salidas diarias suelen interpretarse como una relación emergente. Algo sin etiquetas oficiales, pero casi de hecho.
Otra cosa que determinamos fue el tema de los honoríficos. Los detesto cuando se refieren a mí, mas siempre los utilizo para relacionarme con otros. Decirle Oppa me parece lindo; pero no hay nada más lindo que un apodo entre novios. Tuve que ponerle uno. Mi mente lo había bautizado de una manera característica, incluso cuando lo mencionaba frente a Hyo o Jeong se me escapaba. Era un apodo cute y dulce: Seoltang.
Se emocionó al oírlo, resulta que su madre lo llamaba así. Eso nos dejó pensando en que las casualidades no existen, debíamos conocernos por alguna razón.
Preguntó si podía besarme. No dudé en aceptar. Me tomó con mucho cuidado, dibujando una caricia sobre mi mejilla con su dedo pulgar. Se acercó tan suave que pareció que mi rostro fuese de porcelana. Sus labios se juntaron con los míos encajando perfectamente. Fue un beso corto pero tierno. Al separarnos, sus ojitos sonrientes me deleitaron de nuevo.
—Prometo cuidarte mucho, te has vuelto importante para mí—confesó de repente.
—Lo sé, no tengo duda de eso. También voy a cuidar de ti, oppa.
—Sé que es poco tiempo desde que nos conocemos, pero... no quiero perderte. Quiero aprovechar la oportunidad de tener una novia linda y súper rara —reímos—. ¡Vamos a festejar, vamos a comer mucho como nos gusta!
Después de cenar caminamos de la mano como siempre lo había querido. Se sintió bien. Nunca dejó de decirme lo hermosa que me veía, sin contar que percibía hasta el mínimo cambio en mí.
Si usaba aretes diferentes, si optaba por un nuevo color de uñas, no lo sé...Él se daba cuenta. Le gusto. Y me gusta Seoltang, mi terroncito de azúcar.
—Quiero hacerte una invitación.
—¿A dónde?
—Tengo un partido de Baloncesto en dos días, me gustaría que fueras a verme. Si es que quieres. Puedes decirle a Jong Hyun que te acompañe para que no te sientas sola en las gradas.
—Ahí estaré. De ahora en más me tendrás siempre apoyándote.
—Lo sé—Me abrazó antes de retirarse.
Los chicos juegan en la sala. Este lugar se ha vuelto residencia permanente de estos cuatro. Es tan grande mi felicidad que es imposible que no lo noten, el primero que hace lugar a la pregunta es Min Wook.
Me felicitan, incluso Jeong. Eso deja al descubierto que mi novio es una gran persona y todos están de acuerdo con eso. Por ahora debe mantenerse en secreto, no quiero presentarlo en casa a la primera. De ser así, los comentarios sobre una boda no tardarían en aparecer. Tiempo al tiempo. Estoy feliz.
Ahora tengo que llamar a Hyo para ponerla al corriente, luego iré a dormir. Fue un excelente día, y la primavera aún no acaba.
...
Las cosas se pusieron interesantes, ¿no?
¿Quién está feliz por Erika? 💖
¿Qué pasa con Jong Hyun? 🤔
Nos leemos prontito. Las amo.
JK 💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro