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CAPÍTULO 5


JONG HYUN

El celular vibra sobre la mesa de noche. Entredormido lo tomo y observo la pantalla, apenas logro abrir un ojo a causa del destello.


Min WookJong Hyun, ¿dónde estás?

Dijimos 20 minutos antes

✔✔


¡Mierda, me quedé dormido!

Me visto lo más rápido que puedo y voy a despertar a Erika, ella tampoco programó su alarma. Nos apresurarnos, con suerte nos da tiempo de recoger lo que queda sobre la mesa antes de salir hacia el garaje en busca del coche.

Dentro del auto ella se peina mientras se mira en el espejo. De su mochila saca un pequeño estuche, se coloca algo de crema en el rostro y rocía perfume en su cuello. El vehículo queda impregnado. Por años ha usado el mismo perfume, es tan propio de ella que juraría que huele así, aunque no se lo hubiese colocado. 

Un brillo es distribuido en sus labios, el pequeño pincel se pasea de un lado a otro con delicadeza. Erika no acostumbra a usar maquillaje, no es de esas chicas que demoran en arreglarse o están pendientes de su aspecto.

—¿Desde cuándo usas labial? —pregunto en tono de burla.

—Tienes razón, nunca lo hago.

Con un pañuelo húmedo retira el producto como si hubiese cometido un grave error. No era mi intención al decirlo, fue una reacción tonta de mi parte.

—No tenías que quitártelo.

No responde, y tampoco creo que lo haga si vuelvo a mencionarlo.

El lugar habitual en el estacionamiento está vacío, esto debería interpretarse como una señal de buen augurio.

Al bajar del coche tomo la mano de D'angelo y corremos por el campus hasta llegar al salón. Me suelta a pocos metros de la entrada cuando nota que el profesor no se encuentra presente, entonces la dejo a solas.

Wook y Kyu Bin ya terminaron de armar la carpeta de presentación. He llegado tarde, pero al menos la mañana no está perdida.

—Pagas todo en la próxima salida—Advierte Wook.

—Lo haré—reímos—. Lo siento. 


ERIKA

 Quiero irme a casa, no importa si falta una próxima clase, estoy sintiéndome fatal. Recojo mis apuntes y camino hacia la puerta. Dae Ki justo ingresa en mi búsqueda.

—¿Te vas? —Me mira preocupado.

—Voy al departamento, no me siento bien. Después me cuentas si dicen algo importante, ¿sí? —Beso su mejilla—. Te quiero, cuídate.

—¿Quieres que vaya contigo?

—No, no es nada—Avanzo despacio con él a mi lado.

—¿Puedes enviarme un mensaje cuando llegues? Erika, dime que te sucede.

—No pasa nada, Dae. Te enviaré un mensaje apenas ponga un pie en el departamento.

El murmullo de los estudiantes me está hartando, siento un extraño zumbido en los oídos que va a dejarme sorda en cualquier momento. Mis parpados se vuelven pesados y la sensación de frío que recorre mis brazos parece incrementarse.

¡Necesito salir de aquí!

Salgo del edificio hacia el campus, una leve brisa roza mi cara y la siento como una caricia. Vuelvo a respirar. Camino lento, pero la senda que bordea el pasto se hace cada vez más larga. No lo entiendo.

A punto de llegar a la zona del estacionamiento diviso a Jeong y Min Wook junto a dos chicas. Típico de ellos. Sus escasos tiempos libres son utilizados de forma fugaz e intrascendente.

La escena logra captar mi atención. Me detengo en seco al llevarme una sorpresa por demás desalentadora. Él está con Mai. Una razón más que suficiente para retirarme sin dar aviso. 

Mai Kimura fue la primera novia de Jeong. Proveniente de Japón, y con una simpatía desbordante, atraía la mirada de mis compañeros. No obstante, ella tenía ojos para uno solo: Jeong Jong Hyun.

Era hermosa, de piel perfecta y cabello lacio. Cualquier persona diría que era un ángel, aunque he de admitir que para mí fue todo lo contrario.

El solo hecho de ser amiga de Jeong me trajo muchas complicaciones en el pasado. Varias chicas creían que nosotros teníamos algo más que amistad, y eso despertaba el odio sin sentido hacia mí; aunque se intensificó con la llegada de Mai. Y como si fuera poco, se pusieron de novios en el peor momento.

El día que mis padres murieron me encontraba en la casa de los Jeong, solía quedarme ahí cuando ellos viajaban para no perder clases. La señora Ji An se acercó a mí para contarme lo del accidente, me abrazó con fuerza quedándose a mi lado en tanto lloraba. Tuvimos que consolarnos mutuamente por la pérdida de mamá.

Jong Hyun no se encontraba en casa, se estaba tardando en regresar y yo quería que él fuera quien me consolara, ya que siempre estaba a mi lado en los peores momentos. Al no tener noticias, decidí salir a buscarlo sin dar aviso. Corrí por todo Buk-gu como si eso fuera de ayuda.

Llegué a una de las cafeterías más populares de aquel entonces, y pude ver a Jong Hyun con Mai Kimura riendo y compartiendo tiempo juntos, quizás como él lo hacía conmigo.

Se besaron. Por mucho que intenté llamarlo al celular él nunca contestó. Mis propios ojos vieron como apagó el móvil antes de guardarlo en el bolsillo de su pantalón. Sentí como si todas las personas que amaba me hubiesen dejado el mismo día. Mis padres estaban muertos, y mi mejor amigo me ignoraba en el peor momento de mi vida.

Corrí sin rumbo por horas, me mojé bajo la lluvia que era torrencial. El cielo se caía a pedazos, mas nada importó. Lo único que recordaba eran las últimas palabras de mis padres antes de irse al aeropuerto. "Pórtate bien, no hagas nada indebido mientras te quedas con los Jeong".

Cuando me di cuenta de la hora, entré en pánico. Jamás había estado hasta tan tarde en la calle, tampoco le había avisado a la señora Ji An que me iría. Decidí que la mejor opción era tomar un tren en la estación de Yeonsan, aunque estaba un poco alejada del lugar. Volví a correr, acompañada del dolor y la desesperación que me cegaba. 

Cuando menos lo esperé caí al suelo. Mi cuerpo impactó con un chico de mi edad. Él me ayudó a levantarme, después recogió mi celular. Se encontraba seco, traía un paraguas y el uniforme impecable; lo contrario a mí que estaba empapada en un aspecto luctuoso.

Dentro del vagón preguntó si necesitaba ayuda, se mostró preocupado sin despegarse de mí. Dejé de llorar para contarle que el chico más importante en mi vida me había demostrado lo insignificante que era para él. No me atreví a contarle que mis padres habían muerto, no se me hacía justo confesarle algo tan doloroso a alguien que acababa de conocer.

Pasé por alto su nombre, él tampoco inquirió en el mío. Sin embargo, siempre recuerdo a ese chico y el noble gesto que tuvo.

Temía que los Jeong se enojaran conmigo, mas no sucedió. Siempre me apoyaron, incluso en la peor noche de mi vida.

Jong Hyun no estaba, llegó después de que me dormí. Ni siquiera sé si él supo que tuve a toda su familia en vela por horas, nunca le pregunté.

En definitiva, Mai Kimura me trae los peores recuerdos de mi adolescencia, porque debido a su causa Jong Hyun me apartó por un largo tiempo. Nunca comprendí por qué terminaron, tampoco me interesó preguntar por un asunto que no me correspondía. Lo único que sé es que alcancé la paz que necesitaba cuando pasó.

Verla ahora resulta negativo


JONG HYUN

Min Wook me enseña la foto de Lily y su amiga Sarah, aquella chica insistente que quiere volver a verme. Bromea acerca de mi encuentro con la rubia, aunque aquí entre nos, no se me hizo algo tan fuera de lo común. La pasé bien, pero de una u otra manera me generó problemas posteriores.

—Hola, Jong Hyun—dice una chica a una corta distancia—. ¿Te acuerdas de mí?

—Mai...Hola...

Mai era mi novia en la adolescencia. Era la chica más popular de la secundaria y todos en mi salón querían salir con ella. Por alguna razón, que hasta el día de hoy no me cuadra, estaba enamorada de mí, y con el tiempo comenzamos a salir.

Fue la única chica que por un momento me hizo olvidar mis sentimientos por Erika. No obstante, eso produjo un alejamiento entre nosotros.

Nunca estuve enamorado de Mai, solo me gustaba. Era de esos amores esporádicos que quieres probar para no quedarte con las ganas. Tampoco hablo de usarla. Sí la quise, pero nunca tanto como a mi mejor amiga.

Las cosas se tornaron complicadas con el pasar de lo meses, eran tantas peleas que no podíamos conciliar en nada. Entre Mai y Erika me quedé con mi gran amiga, mi hermana, la que siempre estuvo a mi lado. 

—No te había visto antes por la universidad —dice de manera tierna—. ¿Qué estudias?

—Economía.

—Lo imaginé, eras muy bueno en matemáticas.

Gracias a D'angelo soy bueno en todo, pero no creo que quieras saberlo.

Me presenta a su amiga Mi Suk, una chica tímida que esconde su mirada detrás de unas gafas redondas. Wook se presenta solo, él no pierde oportunidad.

La conversación dura unos cortos minutos, ya que nuestro horario nos indica que debemos regresar a la última clase. Propone vernos y salir un día de estos, aunque es una mera formalidad, porque hay cosas que nunca cambian por más que pase el tiempo.

—Que tengas un buen día, Jong Hyun.

—Adiós, Mai.

—¿No anotarás mi número? —Pregunta divertida, con esa voz que lograba convencerme de hacer cualquier cosa.

—Es verdad—Le paso mi celular para que lo agende—. Yo te llamo en estos días para que salgamos.

—Estaré esperando tu mensaje.

Se retira con su amiga. Con Wook hacemos lo mismo.

Al volver al salón me percato de que Erika no está en su pupitre, sus cosas tampoco. Busco con rapidez la mirada de Dae Ki, él se pone de pie y camina en mi dirección al notar mi incertidumbre.

—Ella se fue, dijo que le dolía mucho la cabeza—dice antes de que le pregunte—. La vi muy pálida. Te busqué para decírtelo, pero no te encontré.

—¿La dejaste ir sola? —Cuestiono molesto.

—No quiso que la acompañara. Además, pensé que te avisaría.

—Me iré al departamento—Tomo mi mochila y encaro hacia la puerta.

—¿Quieres que vaya contigo? Le pedí que me avisara cuando llegara, pero aún no lo ha hecho.

—No te preocupes, yo acompaño a Jong Hyun—dice Kyu Bin al notar mi nerviosismo.

—Jeong, llámame cualquier cosa.

No entiendo por qué D'angelo no me avisó que se iría, ella siempre me manda mensajes o me busca antes de salir de la universidad. Miles de veces le he dicho que no puede irse sola, sabe que cuenta conmigo, pensé que había quedado claro en nuestras reglas de convivencia.

—¡Jong Hyun, no vayas tan rápido! —Alza la voz, alarmado por la velocidad en la que manejo.

—Lo siento, Kyu Bin, es que estoy muy nervioso. Erika nunca hace esto.

—Cálmate, amigo, quizás al salir solo se olvidó de avisar y nada más.

Es imposible. Aún enojada emitiría un mensaje, me lo haría saber de alguna manera. No contesta mis llamadas y eso es lo que logra alterarme.

Ojalá me equivoque. Ojalá mi imaginación me juegue en contra y quede en un malentendido o una tonta pelea entre nosotros.

Estaciono el auto en el garaje, subo por las escaleras para no perder tiempo en el elevador, y como puedo busco las llaves en la mochila. Mi compañero intenta calmarme en un arrebato por detenerme en el segundo piso; pero es en vano, necesito llegar al departamento.

Al abrir la puerta la imagen que tengo en frente me paraliza. D'angelo yace en el piso al costado del sofá.

—¡Erika! ¿Qué pasó? ¡Erika! —Trato de que vuelva en sí, pero no hay reacción de su parte.

—¿Qué le pasó? —exclama Kyu Bin—. ¿Tiene algún golpe?

—No sé qué hacer, Han, ¡no reacciona!

—Déjame a mí —Se acerca a ella para tomarle el pulso—. Hay que llevarla al hospital ahora, Jong Hyun.

La cargo en mis brazos casi con una fuerza sobrenatural debido a la adrenalina. Desciendo una vez más por las escaleras hasta llegar al auto; aunque esta vez prefiero que Kyu Bin sea quien maneje hasta el hospital. No quiero despegarme de ella.

Mi cabeza da vueltas. No sé a quién avisarle, menos al no saber con certeza qué ha sucedido. ¿Debo llamar a mis padres? ¿A mis hermanos? ¿Min Wook y Dae Ki tienen que saberlo?

—D'angelo, por favor, mírame—sollozo.

Coloco mi frente junto a la de ella. Derramo lágrimas como si fuese un pequeño niño asustado. Un sentimiento de culpa y un nudo en la garganta me oprimen por completo. La última vez, cuando pensé que ella se había ido sola a Busan, tuve miedo, pensé que algo podía sucederle; sin embargo, ahora estoy aterrado, siento pánico.

—¡Por favor, Erika, reacciona! —Repito sin obtener respuesta.

—¡Jong Hyun, tranquilízate! —Regaña Kyu Bin desde el volante—. No estás ayudando en nada.

—No quiero que se muera, Han...Ella está...está muy pálida.

—Revísala, ¿tiene algún golpe? Controla su pulso.

—¡No tiene nada! —contesto con desesperación.

—Tranquilo, ya llegamos. 


En la sala de espera debato en mi interior si llamar a mis padres o esperar a que el médico me diga qué tiene. Si algo le pasa no me lo voy a perdonar. Es mi culpa, por dejarla sola.

—¿No vas a avisarle a sus padres?—dice Kyu Bin. 

—¿Debería llamar a mis padres? —Dudo frente a él.

—Me refiero a los señores D'angelo —contesta con calma al percibir que mis nervios persisten. —. ¿No vas a decirles? Podrías llamar a sus hermanos en Busan.

Han Kyu Bin no sabe la historia. Y es que no es algo que revelo ante cualquiera.

—Erika no tiene a sus padres—digo en voz baja.

—Oh... Lo siento.

El doctor aparece después de una eterna espera. Todo está bien, el desmayo se debe a una deshidratación. Asegura que varios factores pudieron influir, como estrés, no ingerir alimentos, incluso puede ser anemia. Van a realizarle estudios, y en unas horas le darán el alta.

Si llamo a mis padres se asustarán tanto que los tendremos en el departamento por días. También evitaré mencionarlo ante mis hermanos, ellos harán exactamente lo mismo, incluso avisarían a mis padres al ser tan correctos.

—¡Jong Hyun! ¿Cómo está Erika?

—¿Wook?

—Tuve que avisarles—Palmea mi hombro—. Estabas muy nervioso.

Tengo los ojos hinchados de tanto llorar. Ni mi familia me ha visto así; ahora lo estoy haciendo frente a mis amigos, evidenciando lo frágil que puedo ser cuando se trata de Erika D'angelo.

Es la mejor amiga y compañera que puedo tener. No hay nadie en este mundo que pueda conocerme ni la mitad de lo que ella me conoce. Ha estado a mi lado por años, y hoy siento que la dejé sola.

—Jong Hyun, nunca te he visto así —dice Wook—. Tranquilo, amigo, tu hermana va a estar bien, es fuerte. —Coloca su mano en mi hombro—. Es una Jeong después de todo.

—¿Su hermana? —Inquiere Kyu Bin.

—¿Una Jeong? —prosigue Dae Ki.

Relato nuestra historia con detalles, los mismos que alguna vez le conté a Min Wook. Al principio se sorprenden, luego entienden el porqué de mi sobreprotección.

—¿Familiares de Erika D'angelo? —pregunta una de las enfermeras.

—¡Yo! —Me acerco—. Soy su hermano, Jeong Jong Hyun.

—Puedes pasar a verla si deseas, en unas horas le daremos el alta.

Se encuentra dormida, pero sus mejillas y labios ya tienen color. También le han colocado suero, su brazo sigue rojo por el piquete de la aguja. Me acerco con sigilo para sentarme a un lado de su camilla y esperar a que despierte. Entrelazo su mano a la mía con la finalidad de jugar con sus dedos como es habitual. La mano de Erika es tan pequeña que logro cubrirla por completo.

Ahora mismo me viene el recuerdo de ella en el auto mientras se colocaba crema y se peinaba su largo cabello. Todavía percibo su perfume. Huele a frutos rojos. 

Erika abre los ojos y el alma me regresa al cuerpo en cuestión de segundos.

—¿Dónde estoy? —pregunta con la voz entre cortada.

—¿Cómo te sientes? Estamos en el hospital.

—¿Por qué? ¿Qué pasó, Jong Hyun?

—Eso mismo quisiera saber. ¿Por qué no me dijiste que te sentías mal?

—Me fui a casa a dormir—menciona despacio.

—Te encontramos tirada en el suelo, me asusté mucho y te traje al hospital. No he llamado a mamá, aunque tengo que hacerlo.

—¡No! No los llames, por favor —suplica—. Estoy bien.

—No vuelvas a asustarme así—Dejo salir un suspiro pesado—. Si algo te pasa yo...

—Estoy bien. No exageres, Jeong.


Ahora que estamos solos en el departamento creo que es momento de tener una conversación seria. No tengo intenciones de pelear, pero sí de saber sobre su condición.

Erika está en su dormitorio, sentada en la cama y con el celular en la mano.

—¿Estás bien? ¿Quieres que hablemos?

—Perdón por todo, Jong Hyun.

—¿Perdón por qué? ¿Por desmayarte? Erika, por favor, mírame —Me siento a su lado—. ¿Puedes decirme que está pasando?

—No pasa nada, Jeong.

—¿Quieres comer algo? —propongo para cambiar el tema de conversación sin que se sienta presionada.

—Sí, vamos a la cocina.

Buscamos en la alacena algunos de esos snack que siempre tenemos para casos de emergencia, y nos sentamos frente a la televisión. Ella trae esa mirada triste desde hace horas. Está usando su pijama junto a una de mis sudaderas. Otra vez.

—¿Por qué estas usando mi ropa?

—Me siento cómoda usándola —Se encoge de hombros—. No sabía que te molestaba.

—No me molesta, pero la estás usando seguido.

—¡Aish, toma! —Se lo quita, arrojándolo al sillón.

—¿Por qué te enojas? ¡Fue un comentario! Ven aquí —La abrazo—. Por favor, quiero que me cuentes, que me digas qué está pasando por tu cabeza. Estás rara hace días. Si no puedes confiar en mí, ¿en quién lo harás?

—No tengo nada para contarte.

—¿Por qué no estás comiendo? —Pregunto lo más directo que puedo—. No quiero que me mientas esta vez.

—¡Mierda, Jong Hyun, déjame en paz! —Se pone de pie—. ¿Alguna vez te has puesto a pensar en lo miserable que me haces sentir? Gorda, fea, ¡ni siquiera he tenido un novio en mi maldita existencia por tu culpa! No me dejas tener amigos, siempre estás presionándome. No le gusto a nadie, aun así, tratas de humillarme. Y no conforme con eso, vas a lastimarme igual que hace siete años.

Sus lágrimas brotan como si se tratara de un surgente. No entiendo cuál es la causa de todo esto, pero indudablemente es mi culpa.

—¿Por qué insistes con que estás gorda? Mírate —Acuno su rostro con mis manos—, eres tan hermosa, ¿cómo es que no puedes verlo?

—Siempre que quiero cambiar algo de mí me molestas, me haces sentir mal. Cuando otras lo hacen está bien, pero cuando se trata de mí...Olvídalo.

—¿Lo dices por lo de esta mañana? ¡Perdón! Siempre estoy molestándote, nunca pensé que te afectaría así. Todo lo que hagas me importa, me gusta. ¿Quieres maquillarte de ahora en más? ¡Hazlo! Seguirás viéndote linda porque lo eres.

—Me iré al dormitorio

—Voy contigo. Seguiré hablándote, porque aún no he terminado.

—¡Ya déjame en paz! Por favor.

—¿Esto es por Dae Ki? ¿Te afecta que él salga con alguien más? Estaba equivocado acerca de él, es un buen chico. Dejaré que salgas con Kim sí es lo que quieres.

—¿Dejarme? ¡No eres mi padre! Y no, no es por Dae Ki. Quiero salir con quien yo quiera. Tú haces lo mismo y jamás me entrometo. ¡Quiero que me dejes en paz!

—De acuerdo...Tienes razón.

—Mañana no iré a la universidad, no me despiertes.

Quedo ofuscado en medio del pasillo cuando intento seguirla.

Tampoco iré a la universidad. Me quedaré en casa para no dejarla sola, menos después de nuestra discusión y lo acontecido horas atrás.

Analizo cada una de las palabras que me ha dicho. Trato de hacer conexión, aunque resulta imposible.

"vas a lastimarme igual que hace siete años".

No comprendo por qué es tan testaruda. Sería más fácil si fuera directa conmigo y me dijera las cosas de frente. Mientras más lo pienso, más me pierdo en los recuerdos. 


ERIKA

No debí decirle esas cosas a Jeong. Me alteré de repente al sentirme acorralada entre preguntas y respuestas que no pienso dar.

Soy consciente de que necesito ayuda, hace días que no estoy comiendo como corresponde. Juntarme tanto con varones me está afectando en demasía. Estas semanas los he escuchado hablar de mujeres y sus gustos estéticos por estas, y es claro que estoy por debajo de su clasificación. Eso explicaría el por qué ningún chico se ha fijado en mí en años.

No me veo reflejada en la chica linda y tierna que se arregla en las mañanas, tampoco soy de comprar ropa que ayude a mejorar mi imagen. Tal vez debo cambiar para dejar de ser aburrida, aunque las pocas veces que lo intenté Jong Hyun hizo comentarios que me hirieron. A veces siento que si él me lo dice es porque realmente me veo patética.

Estoy usando ropa holgada para ir a la universidad; en casa sudaderas o abrigos de Jong Hyun. No lo pienso mucho, ni siquiera me miro al espejo. No me gusta lo que veo. En consecuencia, no puedo pretender que otros se sientan atraídos por mí.

No quise decirle que lo había visto con Mai, pensará que todo esto es por ella. Y en cierto punto lo es, mi baja autoestima también se la debo.

"No te creas especial, D'angelo, Jong Hyun solo te tiene lástima".


...

Primero que nada, perdón por la hora en subir el capítulo 🙏Tengo horarios complicados, no me maten jaja

Espero que les este gustando la historia. Gracias por sus votos y comentarios. Creánme que los leo todos, y estoy tratando de responder  a cada uno de ellos.

Les mando un besote enorme 💜 Las leo. 

JK

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