JONG HYUN

Erika no está presenciando las últimas clases de la carrera, eso me preocupa demasiado. Quedan dos exámenes para culminar, uno es mañana, el otro en dos días. Quiero creer que está estudiando en el departamento sin necesidad de perder el tiempo.

Mi hermano llegó a Corea y pidió reunirnos, vino a Seúl por el día. Accedí a encontrarme con él, pero mi estado emocional no era el mejor para enfrentarlo. Lo noté arrepentido, y en cuanto le conté lo que sucedió con D'angelo, enfureció. No importa el tiempo que pase, sigo siendo un inmaduro.

Él no estaba al tanto de la herencia en Argentina, tampoco está de acuerdo con que ella se vaya del país. No obstante, es una decisión personal y no va a intervenir. Si papá lo acepta, nosotros acataremos la orden.

Extraño a Erika, vive en mi mente. Dormir en el sillón no es tan cómodo como dormir en mi cama o en la suya con olor a frutos rojos sobre la almohada. Su foto permanece como fondo de pantalla en mi celular y sonrío al recordar aquel día de playa. Nuestra primera cita, un día perfecto.

Creí que estar distanciados me haría bien, que me ayudaría a olvidarla; mas no está dando resultado. Soy un fracaso.

—¿Sigues despierto? —pregunta Wook cuando viene a la cocina a tomar un vaso con agua—. Duérmete, mañana tenemos examen.

—Es fácil para ti decirlo, tu cama es más cómoda.

—¿Quieres dormir conmigo? —ríe.

—No.

—Estás aquí porque no tienes opción—Ironiza—. Es el sofá o la banca del parque.

—Agradezco tu hospitalidad. Ya vete.

No me incomoda el sofá, me incomoda pensar en todas las cosas que dije e hice. Mi ansiedad se eleva al considerar que mañana voy a verla en la universidad. Tengo una mezcla de sensaciones dentro de mí. Necesito relajarme.

Wook maneja, no tiene sentido tener que usar mi coche si vamos y venimos juntos al mismo lugar. En el trayecto hacemos un repaso, pero decidimos dejar todo en manos del destino al notar que nada cambiará a partir de ahora.

—Lo que no aprendimos anoche no lo aprenderemos en el camino.

—Tienes razón. Lo siento por ser tan intenso.

—Jong Hyun, eres mi mejor amigo, en estos años he aprendido a soportarte —ríe—. Ahora relájate y haz tu mejor esfuerzo en el examen. No pienses en tu hermano, Erika, o cualquier cosa negativa.

—Lo haré—asiento—. Aprobaremos esto.

Chequear los apuntes en el auto era una costumbre. D'angelo tiene esa manía de repaso antes y después de rendir. Con el tiempo lo fui incorporando. No me molestaba oírla hablar en el camino, al contrario, a veces decía cosas que yo no sabía y me eran de ayuda. Juntos hicimos un buen equipo. Erika hablaba, yo escuchaba. Revisarlo de esa manera me servía; ahora hay silencio y tengo dudas.

Bajamos del auto y apresuramos el paso hacia el salón. Se nota el ambiente de examen en todo el edificio. Pese a la cantidad de personas que van y vienen no veo a D'angelo por ningún lado, por más que intente disimular es en lo único que pienso.

—Puedes dar un último repaso—dice Wook.

—Será rápido, lo juro—sonrío.

Me siento en mi pupitre a fin de enfocarme en los apuntes y esquemas con los que he estudiado estos días. Los tengo grabados en la retina, puedo recordar hasta el color de las flechas y el número de página. Hice un gran esfuerzo en este tiempo, me sirvió de excusa para no pensar durante el día y solo recordar mi estupidez por las noches antes de dormir.

—¿Ya estamos todos? ¿Podemos empezar? —Pregunta el profesor en menos de lo pensado.

Levanto la mirada y el banco de Erika se encuentra vacío. ¿Va a faltar al examen por nuestra pelea? ¿Echará a perder años de esfuerzo a fin de no tener que verme la cara?

—Disculpe, profesor, ¿puedo pasar? —Se escucha de repente.

—Señorita D'angelo, justo a tiempo.

Después de días la vuelvo a ver. Su pelo suelto llegándole hasta la cintura, sus mejillas rojas por tener que correr o por la vergüenza de llegar tarde, y su hermosa sonrisa al saludar. D'angelo se ve resplandeciente con la blusa blanca y la falda rosa, un atuendo encantador y dulce. Sin contar el brillo de sus labios que se vuelve una tentación desde mi lugar al no poder correr hacia ella y dejarme vencer por todo el amor que le tengo.

—Cierra la boca o se te caerá la baba —dice mi mejor amigo.

—¡Ahora sí podemos comenzar! —exclama el profesor—. Tienen una hora exacta para terminarlo.

Al darle una primera leída a mi hoja todos los temas están en mi cabeza, eso me tranquiliza. Mis nervios desaparecen por completo, sé que puedo realizarlo.

Respondo con calma cada punto del parcial y miro el reloj cuando creo estar demorado; pero voy bien, a tiempo. Escribo lo que sé y recuerdo, quizás continúo en el nivel 5 de aprendizaje.

Sonrío casi de forma inconsciente. La foto de nuestro primer día de escuela junto al recuerdo de las tardes de estudio y apuestas de golosinas viene a mí. Es imposible olvidar lo bien que se sentía estar a su lado para aprender cosas nuevas. Avanzar de a dos era mejor que hacerlo solo.

De repente, la voz del profesor resuena en la sala. Han pasado 30 minutos.

—¿Segura que no quiere revisarlo?

—No hace falta.

—Muy bien, D'angelo. Puede retirarse.

Y tan pronto como llegó se fue. Quería seguir viéndola discretamente a la distancia; sin embargo, salió del salón sin mirar en mi dirección. Supe que era definitivo, y que yo era el culpable.

—¿Qué se sintió verla unos segundos? —pregunta irónico.

—La tengo grabada en mis retinas al igual que el esquema de Sociedades.

No es broma, podría repetir la imagen una y otra vez cual GIF. Es que se veía tan bien, tan segura e inteligente que quise que el tiempo se detuviera. ¿Cuánto habrá repasado previo al examen? ¿Cuánto tardó en arreglarse? ¿Qué habrá escogido para desayunar?

La extraño.

—No me saludó —dice Dae Ki—. Se sentó y luego se fue.

—Ella llegó a rendir, no a hacer sociales. Después le preguntamos cómo le fue en el examen.

—Erika está enojada con todos—Doy por seguro.

—¿Por qué estaría enojada conmigo o Min Wook? No hicimos nada.

—Ustedes no le han hablado en estos días.

—Porque ella no viene a clases. ¿Cómo quieres que le hablemos?

—¿La han llamado para saber cómo está?

—No, pero...

—Wook, tú siempre le envías mensajes. ¿Lo has hecho desde que estoy en tu departamento?

—Una sola vez, pero no me respondió.

—¡Nos odia! A ustedes por ser mis amigos.

—¿Por qué me dices esto ahora? ¿Quieres dormir debajo de un puente, idiota?

—¿Y si vamos a verla en la tarde después de estudiar? —propone el castaño con desespero—. Podemos comprarle helado.

—¡Tú no irás, Dae Ki!

—Creo que ha bloqueado mi número—dice al mirar la pantalla de su celular.

—No exageres, ella no haría eso—Me quejo—. A mí no me ha bloqueado y soy su exnovio.

—Su exnovio estúpido. Seo Won-ssi es el exnovio cool.

—¡No vuelvas a mencionarlo!

—Iremos Min Wook y yo—Interfiere Kyu Bin—. Salvaremos nuestra reputación.

Están mal de la cabeza si creen que D'angelo perdonará ese abandono.

ERIKA

No medí el tiempo y el estudio se prolongó pasada la medianoche. Desperté muy tarde, casi una costumbre cuando tengo que rendir. Los ojos me ardían, las ojeras eran notorias y tuve que maquillarme para disimular el cansancio.

El desayuno no fue prioridad esta vez, no hubo tiempo, con suerte alcancé a vestirme y preparar mi mochila.

Al salir del edificio, casi por arte de magia, pude detener un taxi. Estaba nerviosa, después de días regresaba a la universidad y solo para rendir un examen. Era un hecho que vería a Jong Hyun.

Una parte en mi interior se alegraba, otra maldecía tener que hacerlo y contener las ganas de llorar. La discusión es un recuerdo constante.

Tras bajar del taxi tuve que correr por el enorme campus hasta llegar a la facultad de Economía. A pocos metros de la puerta traté de arreglar mi cabello y los libros que por poco dejo caer. No tenía que parecer una completa demente al ingresar al aula.

—Señorita D'angelo, justo a tiempo—espetó el profesor al verme.

Estaba agradecida, pensé que no me dejarían dar el examen por la tardanza y mi aspecto lunático.

Me prometo a mí misma poner la alarma una hora antes para el próximo y último de toda la carrera. No debe suceder otra vez.

El parcial fue muy simple, no demoré nada en hacerlo. Lo revisé antes de entregar, pero en lo único que pensaba era en irme y no tener que cruzarme a Jong Hyun o alguno de los chicos.

Sentí que el alma volvió a mi cuerpo al dejarlo sobre el escritorio. Ahora puedo caminar tranquila hasta el departamento.

Cerca del estacionamiento noto que el auto de Jong Hyun no se encuentra en el lugar de siempre, pero sí el de Min Wook. Se está quedando con él.

—¡Erika, unnie!

—Sooki-yah—Nos abrazamos—. ¿Qué haces aquí? ¿No cursas en la tarde?

—Tenía que entregar un trabajo. ¡Terminé por este año! —Celebra con leve palmaditas—. ¿Tú tenías examen?

—Así es, recién salgo.

—¿Te fue bien? Traes buena cara.

—Tengo mis dudas, pero no voy a pensar en eso. ¿Quieres ir a mi departamento? Almorcemos juntas.

—¡Claro! Tenemos mucho de qué hablar.

Sook está al tanto de mis problemas a través de los mensajes del grupo, por lo que tenerla conmigo me hará bien para descargar pensamientos.

Su relación con Min Wook sigue estable, son grandes amigos; sin embargo, no pasan de eso y a ella le disgusta.

Por otra parte, en el grupo "Mamacitas" programamos un viaje. Es definitivo, nos iremos a festejar nuestros egresos, aunque a Sook le toca el próximo año. Aun así, se sumó a la iniciativa.

Una vez en el departamento me ayuda a abrir las ventanas para que el aire ingrese y se lleve la energía temerosa e insegura preexamen.

La fragancia a vainilla que comparto con mamá se percibe en la sala y las dos suspiramos por lo bien que se siente.

Es temprano para preparar el almuerzo, una taza de té nos vendrá bien para calentar la garganta en tanto platicamos sobre nuestras pésimas experiencias amorosas.

Qué bien se siente hablar con alguien que me entienda, con quien pueda compartir sentimientos que posiblemente también haya percibido. Salvo Hyo Ri, no hay otra mujer con la que me relacione a diario, y eso a veces es frustrante, más que nada por la distancia.

Agradezco haber encontrado a Sook en la universidad.

—¿No viste a los chicos en el examen?

—No quise mirar hacia sus pupitres, tampoco a Dae Ki que se sienta a mi lado —suspiro—. No supe nada de ellos. Está bien que sean amigos de Jong Hyun, pero... pensé que también me consideraban su amiga.

—¿Kyu Bin tampoco te habla?

—Kyu Bin vino por las cosas de Jong Hyun, después no supe más nada. Me preguntó por qué falté al juego —Sonrío—. Sí fui, pero no dejé que me vieran. Seo Won me trajo al departamento después.

—¡También fui al partido! —ríe—. Pero Wook cree que no. Discutimos por la mañana, él no fue a clases, estaba en mi departamento.

—¿Le contaste sobre nuestro viaje?

—No sabe que tenemos un grupo. Nuestra relación se vuelve distante, Erika. Tenemos ideas diferentes sobre este vínculo, es como si yo no existiera en el futuro.

—Él no quiere nada serio.

—A veces me hace pensar que sí, pero luego me doy cuenta de que no estoy dentro de sus planes.

—Te entiendo, sabes que me pasa lo mismo—Doy un sorbo a mi té—. Viajar es un hecho, y será mejor que nadie lo sepa.

—Sí, es nuestro secreto.

La conversación se torna interesante, Sook es una chica agradable. Somos las únicas en Seúl, tenemos que aprovechar para vernos más seguido.

Jeong desconoce los detalles del grupo, al menos de la incorporación de Sook. No lo sé, él nunca preguntó por los mensajes con mis amigas, yo tampoco cuestionaba los suyos. Suficiente con que no se hablara con las chicas del pasado.

—¿Sabes qué podemos hacer de almuerzo? —Indago divertida, ella sabe de mi especialidad.

—¡Bulgogi! —respondemos a la vez.

Mi taza de café, mi botella de agua, y mis hojas sueltas esparcidas por toda la mesa, me esperan para dar inicio al repaso enérgico del último examen de la carrera.

No es hora de ponerse sentimental, mas lo hago, porque el tiempo se pasó volando. Pareciera que fue ayer cuando llegué a Seúl asustada ante tantos cambios. "El futuro es hoy", solía decir papá.

Escucho voces en el pasillo del edificio, luego dos golpes desde la puerta. Me estremezco al pensar que es Jong Hyun, pero me entristece saber que si es él ya no siente este su hogar.

Con miedo o sin él debo abrir.

—Señorita Erika —expresa Wook en español.

—Erika-yah, ¿podemos pasar? —pregunta Kyu Bin.

—Estoy estudiando y realmente estoy muy atrasada.

—Lo sentimos, estuvimos ocupados y te hemos dejado sola mucho tiempo, ¡perdón!

—No tengo intenciones de hablar con ustedes —digo seria—. Ya sé de qué lado están, aunque no les importe escuchar mi versión de las cosas.

—No estamos de ningún lado. ¡Por favor, escúchanos!

—¿Ustedes me escucharon a mí? ¿Se preguntaron alguna vez cómo me he sentido? No quiero hablar ahora.

—Las cosas no son así —Se justifica—. Nos conoces, ¡somos unos idiotas! No te he visto desde el último partido cuando vine a...

—A buscar ropa—Lo interrumpo. 

—Yo no te veo desde antes del partido.

—Más a mi favor, Min Wook, nunca te interesó llamarme o enviarme un mensaje.

—Lo hice.

—Porque él te lo pidió—Sostengo con total seguridad.

—No quiero que estemos enojados, tú eres mi única amiga aquí en Seúl—Prosigue el rubio.

—No quiero hablar ahora, de verdad estoy ocupada. Vayan con Jong Hyun, pregúntenle cómo está, cómo se siente, díganle que lo aprecian y todas estas cosas. Olvídense de mí, así como lo vienen haciendo.

—¡Por favor, Erika, no nos trates así por un problema con Jong Hyun!

—¡Exacto! ¡El problema es con el idiota de Jeong! Pero ustedes tomaron partido por él y me dejaron sola, nunca les interesó saber de mí.

—¡No es así!

—¡Váyanse ahora mismo! —Cierro la puerta sin importar lo que tengan que decir.

Quizás exagero, pero en todo este tiempo me he sentido muy sola. Jong Hyun se fue, los chicos dejaron de hablarme, estoy peleada con Jin, Hwan ni me ha llamado, no tengo a nadie más. Hablar con Hyo Ri por teléfono o mensajearnos en el grupo con las chicas no es lo mismo. También la he pasado mal y, sin embargo, nadie se ha preocupado. Al menos me alegra saber que Jong Hyun cuenta con sus amigos.

Me pondré a estudiar para el último examen, al fin y al cabo, será una satisfacción personal y un gran logro para mí misma.

JONG HYUN

Con Dae Ki esperamos dentro del auto a los dos restantes, han entrado al edificio para hablar con Erika. Les dije que esto sería una pésima idea, la conozco, es obvio que está ofendida por la indiferencia de nuestros amigos. A mí me debe estar odiando, pero ellos se encuentran incluidos por su actitud. No la culpo, sus amigas ni siquiera viven en Seúl.

—¿Por qué vienen tan rápido? —pregunta Kim en cuanto los dos suben al auto.

—Nos cerró la puerta en la cara, piensa que tomamos partido por Jong Hyun.

—¡Se los dije!

—Sí, idiota, pero pudiste advertirnos, ¿no? Te hemos ayudado en todo y no nos pusimos a pensar en Erika ¡Está sola! ¡Y es tu culpa!

—¡Ya sé que es mi culpa, Kyu Bin! Hace días que me siento mal por eso; pero no puedo volver a casa como si nada después de dejarla y decirle esas cosas.

—Dejemos de discutir entre nosotros, estoy cansado de pelear con las personas.

—¿Qué pasa Wook? ¿Con quién peleaste?

—Sook. Digamos que soy igual de estúpido que Jong Hyun y estoy arruinando la amistad que tengo con ella.

—¿Amistad? Eso es más que amistad y no quieres admitir que te gusta.

—¿Apostamos? —pregunto gracioso—. ¿O eso solo lo aplican conmigo?

—No molesten, ni siquiera sé qué voy a hacer. ¡Claro que me gusta Sook! ¿Cuándo me vieron salir con una chica por tanto tiempo? Es solo que no soy la clase de tipo que quiere una relación seria, no tengo intenciones de proyectar una vida en pareja.

—Pensaba lo mismo hace tiempo, pero después todo cambió. Cuando te des cuenta de que otro tipo puede estar con ella y hacerla más feliz que tú, créeme que vas a arrepentirte.

—Te lo dice el rey del arrepentimiento —bufa.

—¡Cállate, Dae Ki! Tú no estás muy alejado de la realidad.

—Le enviaré un mensaje pidiéndole perdón. La llamaré, vendré a verla, terminaré antes el examen para salir y esperarla —enumera en busca de una solución.

—Eres tan patético...

—Ah, ¿sí? Pues diré lo mismo cuando Erika conozca a un argentino y luego lo traiga a Corea del Sur para presentárselo a tu familia. Papá, te presento a mi novio Santiago—Imita voz de mujer—. Santiago, él es Jonghyunie, mi hermano bobo.

Kyu Bin deja salir una carcajada que termina por contagiar a Wook.

No había considerado la posibilidad de que ella conozca a alguien durante su viaje. ¿Qué haré si presenta a su novio extranjero a papá? Podría ser un chico más atlético que yo, más inteligente, más encantador... ¡No, no puedo aceptar eso!

Maldito Kim Dae Ki y sus estúpidas suposiciones que me hacen dudar de mí mismo.

—Vamos a estudiar.

—Sí, Einstein, como digas.

—¡Kyu Bin, haz que cierre la boca o lo estrangulo!

Debo concentrarme en el estudio. Luego del examen hablaré con ella y la convenceré de que se quede en Corea. Si no quiere hablarme, no importa, pero no puedo dejar de verla. Necesito que esté cerca de mí.

Estoy padeciendo la distancia, la vi por unos minutos y mi día cambió por completo. Es hermosa.

¿Pensará en mí? ¿Creerá que me acosté con alguien aquella vez que salí del departamento? ¿Está pensando en irse para siempre? Son tantos interrogantes sin respuesta, tantas preguntas que no me animo a hacerle para no demostrar lo patético que soy...

Quiero que esta pesadilla termine.

...

¿Ustedes qué piensan de esto? ¿Son más de un team que de otro? 🤔

¿Qué harían en su lugar?

Cumplieron con los comentarios y cumplí con la actualización. Vamos por más... mmm 40 comentarios o nada xD jaja

GRACIAS POR TANTO AMOR. 

JK  💜