ERIKA

Me encuentro aprisionada en los brazos de mi mejor amiga, ella parece utilizarme de almohada para mayor comodidad. Con delicadeza me zafo de su agarre y estiro mi brazo hacia la mesa de luz. El departamento está en completo silencio, necesito ver la hora en mi celular.

El reloj marca las 2:00 pm. Hyo Ri se tiene que ir a las 6:00 pm y ni siquiera hemos desayunado.

—¡Hyo, despierta! Es tardísimo, son las dos de la tarde.

—¿Qué? —Se sienta de repente—. Se nos hará tarde, tengo que bañarme y hacer la valija — Se levanta apresuradamente de la cama y se dirige con urgencia al baño.

—Te ayudaré a guardar la ropa. Despertaré a Jong Hyun para que prepare algo de comer.

Jeong duerme, me da lástima interrumpirlo, aunque es necesario, tenemos que comer y llegar al aeropuerto antes de que salga el vuelo.

—Jong Hyun—Acaricio su cabello—. ¿Puedes despertar, por favor?

—Que se vaya sola —murmura sin abrir los ojos.

—De acuerdo —sonrío—. Me llevo el auto ¿está bien? Adiós, ya se nos hizo tarde —Miento.

Se sienta y mira hacia un costado de la habitación. Su cara es graciosa. Tiene el ceño fruncido y los labios dibujan un leve puchero. Parpadea un par de veces antes de buscar el celular.

—¡Son las 2:10 pm! —Queda sorprendido—. ¿Ya comieron?

—Pensé que tú podrías hacer algo de comer.

—No tengo ganas, hazlo tú.

—Tengo que ayudar a Hyo a hacer su valija, nos quedamos dormidas. Por favor, mi amor, hazlo —suplico.

Acabo de decirle mi amor. Él me mira con los ojos hinchados, pero no responde.

¿Escuchó?

—¿Qué dijiste?

—Que... por favor...No estés enojado —Prosigo—. Humor... hazlo de buen humor.

Él está dormido, no lo notará.

—¿Dijiste que se quedaron dormidas? No programé la alarma porque pensé que ustedes se ocuparían. Prepararé algo de comer, yo me encargo.

Ni siquiera escuchó lo último que dije, quedé como una estúpida.

Asiento a sus palabras con los nervios de punta, y decido salir rumbo al dormitorio para ayudar a mi amiga. No sé en qué estaba pensando.

Xia nos espera en el aeropuerto, ella viajará a Hong Kong. Pagó una estadía a la que no le dio utilidad. Si hubiese sabido, las esperaba a las dos en el departamento. Al menos Hyo Ri no perdió dinero.

—Pasé un fin de semana increíble, amiga. Te extrañaré —Admite desde el asiento trasero.

—Espero que nos veamos pronto —Giro para verla y estrechar mi mano.

—Qué exageradas —Se entromete Jeong—. Se hablan todos los días.

—Nadie te está hablando, es nuestro momento.

—Nunca es mi momento —dice con fastidio—. A mí me dejan apartado. No les importo.

—Cuando queríamos tenerte cerca, tú nos cambiaste —resopla la pelinegro.

—¿Y eso cuándo fue?

—Fue antes de que te volvieras un idiota.

No hay momento que se detengan, los pocos segundos que guardan silencio parece que los ocupan en improvisar un motivo para contrariar al otro.

—Ya basta, no discutamos—digo—. Jonghyunie, no digas que no nos importas. Sí te queremos.

—Un amor reducido.

—¡Nos cambiaste por ella! —exclama Hyo Ri.

—¡Lo lamento! ¿Cuántas veces más debo pedirte perdón?

—No quiero perdonarte.

—Peleé con Erika por tu culpa aquella vez—dice enojado—. Porque eres una caprichosa de mierda, Hyo Ri.

—Esta caprichosa es la única que ha estado a tu lado.

—¡Me dejaste! También me sentía mal, pero decidiste ignorarme.

—Lloré por tu culpa, pero a ti no te importó.

—¡Sí me importó!

—¿Por qué eligen este momento para discutir? —Me entrometo—. ¿No podían hablarlo en el departamento? Ustedes se merecen una conversación a solas.

Llegamos al aeropuerto, donde Xia aguarda en la entrada, sosteniendo su maleta. No sabemos cuándo nos volveremos a ver, solo espero que sea pronto. Tenerlas a las dos ha sido gratificante, fue revivir mis vacaciones en Jeju.

Hyo Ri y Jong Hyun discuten apartados. Insisto en que no es el momento adecuado, pero al menos va a aminorar el conflicto.

—¡Gracias por todo, Erika! —dice Xia, dándome un abrazo.

—Hay que planificar las vacaciones.

—El grupo explotará de destinos. Vamos a planificar con tiempo.

—Adiós, chicas —Se une la pelinegro —. Próximo reencuentro en nuestras vacaciones soñadas.

—Que tengan buen viaje—dice Jeong.

—Chau, tonto. Cuídala o te las verás conmigo.

—Lo haré, te lo prometo —Se abrazan.

Jong Hyun besa su frente y Hyo sonríe. En el fondo se quieren mucho, la pelea de hace años tiene que ser superada de una vez por todas.

—Fue un gusto conocerte—expresa Xia—. Hacen linda pareja.

—Él y yo...Todavía...no...

—Gracias—responde él.

Through the Night de IU suena en la radio. La letra es perfecta para la ocasión.

Pienso en lo que hemos vivido con Jeong en los últimos días. Lo que dijo anoche acerca de mi atuendo, sus palabras cuando regresábamos en el auto junto a Hyo Ri, la cantidad infinita de veces en las que me ha tomado de la mano.

Lo quiero. Siempre lo quise, pero tengo miedo de que se aburra de mí, que encuentre a alguien mejor o que me engañe como lo hizo Seo Won.

Me dolería mucho más perderlo. Necesito quitarme esta inseguridad que arrastro conmigo.

—D'angelo, ¿qué pasa? ¿Estás triste porque se fueron tus amigas?

—No, no es eso— sonrío con inseguridad—. Estoy pensando en cosas que todavía no pasan.

—¿A qué te refieres? Por favor, dímelo. Quedamos en que nos contaríamos todo. Nada de adivinanzas esta vez.

—Quiero ir a terapia. ¿Crees que sea buena idea?

—Sí, te ayudará —asiente.

—Pensé que me cuestionarías.

—¿Por qué lo haría? —Niega con la cabeza sin quitar su vista de la autopista—. Creo que te hará bien hablar con alguien más sobre tus miedos, tus inseguridades.

—¿Cómo lo sabes? ¿Te lo dijo Hyo Ri?

—¡No! Lo sé porque te conozco, te observo, te escucho. Me siento culpable por lo que te sucedió en todos estos años. Nunca voy a perdonármelo.

—No es tu culpa, Jeong.

—Quiero estar contigo, ayudarte en lo que pueda. Te amo, ya te lo he dicho, no tengo dudas de esto.

—Entonces sabes que mi miedo más grande es perderte, que te aburras de mí y te vayas con alguien mejor que yo.

—Eso no va a pasar nunca —insiste—. Quiero algo serio contigo, pero no puedo obligarte. Espero que tú decidas.

—Lo sé...

—Erika, quiero presentarte a mis padres —menciona irónico.

—Que tonto eres.

—¿Por qué? Quiero que le digamos a mamá que tú y yo nos besamos, que dormimos juntos cuando tienes miedo.

—¡Basta! —Cubro mi cara por la vergüenza que me produce.

—También le voy a decir que me viste casi desnudo cuando salí del baño, y... —finge pensar— que esta mañana me dijiste "mi amor". Fue muy tierno de tu parte.

Sí lo escuchó, se hizo el desentendido. Siempre duerme como una marmota y ahora escucha a la primera.

—Yo... No dije eso.

—Sí lo dijiste, y me hizo feliz escucharlo. Sé que, en el fondo, a pesar de estar algo confundida e insegura, me quieres, me aprecias. Y quiero que sepas que voy a esperarte el tiempo que sea necesario hasta que decidas tener algo serio conmigo.

JONG HYUN

D'angelo se mantiene en silencio al escuchar mis palabras; la vergüenza se le nota en sus sonrojadas mejillas. La conozco tanto que puedo reconocer mínimas expresiones ante su nerviosismo. En la adolescencia me dedicaba a observarla desde el final del salón, mas nunca se lo dije. Era una locura reconocer frente a mis amigos que me gustaba. No tuve las agallas.

En este momento solo quiero dejar atrás a ese torpe niño que no quiso hacerle frente a sus sentimientos, y demostrarle que en la actualidad soy un hombre que no está dispuesto a perderla.

—Ya deja de ignorarme, princesa minion —espeto burlesco y voltea a verme.

—¿Cómo te atreves? Odiaba que me llamaras así. No lo vuelvas a hacer —Utiliza un tono amenazante. Nunca le ha gustado el apodo.

—No se te puede decir nada porque siempre te enojas.

—Tú no dejas de molestarme, Jong Hyun.

Río a carcajadas sin poder evitarlo. Me invaden los recuerdos de repente, y su cara sigue siendo la misma. No importa el tiempo que pase ni la edad que tengamos, no podría hacerme la idea de vivir sin ella a mi lado. Es demasiado obvio que nunca pude olvidarme de Erika a un cien por ciento. Mi corazón galopa como la primera vez, en la que me di cuenta de que mi cuerpo no reaccionaba de igual forma a sus abrazos o besos en la mejilla.

Su presencia significa mucho más de lo que se imagina. Erika D'angelo es todo lo que siempre quise. 

...

Hoy cumplí con el horario. ¿y esta rosa? jaja

Gracias por la paciencia. Las quiero mucho.

JK 💜