Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 15

ERIKA

Seo Won envía mensajes a diario, sus intenciones de volver se desvanecen, creo que fui determinante en cada respuesta. Ya pasaron dos semanas desde nuestra ruptura.

Jong Hyun se acercó para darme su apoyo, pensó que estaría triste, mas no fue así. Es algo que debía pasar. Ahora nuestra amistad es más sólida, como cuando éramos niños.

Después de años estamos trabajando juntos. Dae Ki me cambió por Kyu Bin y Min Wook. ¿Casualidad? Obvio que no, son pésimos para sus planes. Lo único que quieren es que pase tiempo con Jeong y analice si le doy una oportunidad. De hecho, lo estoy considerando, aunque es apresurado.

Jong Hyun siempre me ha gustado. Por momentos lo olvidé, y ahora que él confesó estar enamorado de mí, la confusión reaparece. Estoy en una crisis sentimental.

Espero que sea responsable como Dae. Caso contrario, buscaré otro compañero.

—¿Quieres que haga el informe mientras tú haces los gráficos? —pregunta en cuanto me ve traer los apuntes a la mesa.

—Ya avancé con el informe, espero que no te moleste.

—Por mí está bien—Me observa—. ¿Ese conjunto es nuevo?

—Sí, y me gusta mucho. No te voy a preguntar cómo me queda porque tu respuesta será "te queda horrible".

—¡No! Te queda bien. Últimamente cualquier cosa que te pones te hace ver linda.

El comentario me hace sonrojar, pero finjo no escucharlo y continúo con lo mío. El informe no se va a redactar solo.

Percibo que se queda viéndome y cada tanto finge buscar algo cuando nuestras miradas conectan. Es igual al Jonghyunie de años atrás, el que se quedaba embobado sin comprender mi explicación de Química, materia que nunca aprendió en su totalidad.

Estudiar con él jamás fue algo malo. Al contrario, me ayudaba muchísimo cuando debía repasar. A mí me gustaba decir las cosas en voz alta; él aprendía al escucharme. Hacíamos buen equipo, nos complementábamos.

Jeong es responsable y aplicado. Cuando trabaja con Min Wook también lo es, digamos que saben distribuir sus tiempos. Populares, pero nerds.

—Listo el informe —expreso cansada—. Falta hacer una copia en el pendrive.

—¿Tan rápido?

—Sí, la redacción es lo más fácil. Dae siempre me lo deja a mí.

—¿Ese Dae Ki estará siempre en nuestro trabajo? No puedo librarme de él.

—No empieces—Lo reto—. Toma el pendrive.

Me acerco a él para realizar la copia del archivo, nunca hay que fiarse de estas cosas. Apoyo mi mentón sobre su hombro derecho mientras observo cómo se transfieren las carpetas.

—Me voy a dormir, Jeong, programa la alarma.

—Erika, espera...

—¿Qué pasa?

—Voy contigo, yo también me voy a dormir.

—¿Vas a seguirme para que no me pierda en el pasillo? —río.

—No lo arruines, intento ser caballero.


2AM

Llueve. El agua entra a través de la ventana que ha permanecido abierta desde la tarde. Me levanto a cerrarla, cuando un fuerte trueno hace presencia y me espanta. Mi corazón galopa fuerte. Un escalofrío recorre mi espina dorsal en cuestión de segundos.

No lo pienso dos veces, abro la puerta y corro hasta a la habitación contraria. Sin permiso me acuesto y cubro con las sábanas, como si se tratara de una capa protectora.

—¿Qué pasa? —Se asusta Jong Hyun en cuanto me siente cerca.

—Está lloviendo.

Otro trueno se escucha, aunque a mayor intensidad.

—Está bien, D'angelo —ríe entre dormido—. Duérmete.

Por más que lo intento no logro conciliar el sueño cuando llueve así.

Jeong duerme frente a mí. Tiene facciones muy varoniles. El cabello negro cubre sus cejas por completo al tenerlo desarreglado. Su respiración se escucha pesada, se nota que está cansado. Hoy tuvo entrenamiento y luego hicimos el trabajo para la universidad.

Sus ojos son tan bonitos, incluso estando cerrados...Quisiera dejar besos sobre esos pequeños párpados tiernos y blanquecinos...Pero...

¡Tengo que dejar de verlo!

Giro mi cuerpo para darle la espalda. Tal vez si dejo de mirarlo logre cerrar los ojos e ignore el ruido.

De repente, sus brazos rodean mi cintura. Parece estar dormido; no obstante, por alguna razón, sabe que yo no. Entonces acaricia mi cabello, porque no hay nada más relajante para mí que eso.

Poco a poco caigo rendida, me siento aliviada, sé que él va a protegerme.


Su alarma suena y la detiene al instante. La mía va a sonar en cinco minutos. A diferencia de Jeong, me gusta quedarme en la cama hasta el último segundo, aunque me encuentre despierta debido a su ajetreo al levantarse.

Sigue acostado, sabe que no vamos a quedarnos dormidos si tenemos mi programación horaria. Hoy se volvió un perezoso.

—¿Quieres ir a apagar mi alarma? —Pido con la mejor sonrisa al oírla desde mi habitación.

—Es tu dormitorio, ve tú y te quedas ahí.

—¡Me estás echando! —Me reincorporo para ver como lo niega—. ¡Adiós! No vendré más.

—Te tomo la palabra. Dicen que va a llover toda la semana.

—No me importa.

—Truenos muy ruidosos, mucha agua, ¡inundación! —exagera.


El trabajo fue entregado en perfectas condiciones. Dae Ki dijo que me extraña, asegura que su grupo es muy aplicado, pero se distraen con facilidad. Aun así, seguirá con ellos en caso de que el profesor Cho lo requiera.

Mi siesta no se vio afectada. He de decir que se extendió más de lo debido. Eso explica por qué no tengo sueño durante la noche. Tengo que dejar de hacerlo.

Voy a la cocina a fin de preparar algo para merendar. No tengo idea de la hora, solo me avergüenza porque sé que es tarde.

—¡Al fin! —Reclama mi compañero desde el sofá—. ¿No te cansas de dormir?

—Las personas inteligentes debemos recargar energía—Ironizo.

Mi tazón se llena de cereal. El yogurt de frutilla remoja de a poco y sin prisa los pequeños anillos de colores, hasta quedar en el punto exacto, más cereal que yogurt.

Jeong está viendo una serie. Desconozco de qué trata, pero, aun así, me siento a su lado. Se oye el crujido del cereal en mi boca. Él me mira a modo de reprimenda, pero no puedo evitarlo, es mucho cereal. 

Desde el otro sofá se escuchan las notificaciones de mensajes de Kakaotalk. El móvil ha quedado dentro de mi cartera. Hay días en los que el sueño me vence y nada más importa, el celular queda en segundo plano. 


Hwan—¿Qué haces pequeña?

Hoy me acordé de ti y te compré un regalo

✔✔

Erika—Nada, estoy viendo una serie con Jong Hyun.

¿Un regalo? ¡Dime qué es!

✔✔

Hwan—Envíale mis saludos a ese tonto.

Es una sorpresa, te lo llevaré cuando vaya a casa de mamá en unos días.

✔✔

ErikaDe acuerdo, estaré esperando tu mensaje.

Ya tengo ganas de verte,

y no por el regalo, sino porque en verdad te extraño.

✔✔

Hwan—Jaja ¡no seas mentirosa! Tú solo quieres regalos.

Nos vemos en unos días

✔✔


—¿Quién es? ¿Dae Ki? Dile que deje de llorar. No eres la única con la que puede hacer un trabajo.

—No es él, es Hwan. ¿Y con quién más haría un trabajo? —Indago curiosa—. Ilumíname.

—Hay una chica muy bonita que tiene gafas redondas y el cabello sobre la frente. Puedo hablar con ella.

—No entiendo, ¿quieres que Dae Ki trabaje con la chica o tú quieres irte con ella?

—¡No, él! Puedo hablar con la chica y se la presentamos a Kim. Luego ellos estudian juntos, pasan tiempo en biblioteca, salen los fines de semana, ¡y se enamoran! Nos deshacemos de Dae Ki para siempre.

—Eres un idiota—reímos.

—Sí, es verdad. Pobre chica, no tiene la culpa.

De pronto, una videollamada de Hyo Ri irrumpe nuestra conversación. Pretendo hablar a solas, pero mi roomie ya ha visto su foto en la pantalla y quiere saludarla.

—Hola—Hace muecas para molestar.

—Erika, ¿qué hace este tonto contigo?

—Vive conmigo, ¿qué puedo hacer?

—Ir a tu habitación para que hablemos a solas.

—Sí, como sea—Se entromete él—. Pero tú y yo vamos a hablar, Hyo Ri. Estoy molesto.

—Ya déjame hablar con tu hermana. Vete a jugar por ahí.

Hyo siempre lo ha tratado como a un niño pequeño e inmaduro. Logra sacar de quicio a Jong Hyun, quien sostiene que es ella la malcriada irrespetuosa. En mi caso soy el punto medio. Sus peleas no tienen fin ni sentido, no vale la pena apoyar a ninguno de los dos.

Ella me habla sobre unas fotografías que ha hecho en Jeju y sobre sus excelentes calificaciones en los últimos exámenes de la universidad. Se escucha feliz. Me pregunta cómo estoy después de mi ruptura con Seo Won, aunque lo sabe a la perfección, nos hemos enviado mensajes.

Lo que resulta sorpresivo es escuchar que Jong Hyun la llamó muy angustiado para preguntarle qué hizo mal en estos años.

¡No puedo creer que se haya animado a llamarla! Pedirle ayuda a Han Hyo Ri sería la última opción para él.

—Erika, ¿ahora que vas a hacer? Ya sabes que el idiota de Jong Hyun se dio cuenta de sus sentimientos cuando tú estabas con alguien más. No hagas lo mismo.

—Lo sé, lo estoy pensando. No quiero apresurar las cosas y que después todo se arruine.

—¿Apresurar las cosas? ¡Vamos! Hace como 10 años que no se apresuran—Ironiza.

—Tengo que pensarlo. Después de Seo Won no sé si estoy preparada para otra relación. ¿No lo crees?

—Tienes razón. Tómate un tiempo, pero no demasiado. No hay tantas dudas en tu interior, y lo sabes.

—Me conoces más que yo misma—Bromeo.

—Los conozco a los dos, soy fan de la pareja, pero no se lo digas a él. Iré pronto a Seúl, te estaré avisando. Tengo que irme.

—Cuídate, Hyo. Adiós

Miro por la ventana hacia la calle, ha comenzado a llover de nuevo. Ya puedo visualizar la sonrisa ladina de mi compañero al burlarse de mí. Como sea, no perderé mi postura. Hoy no voy a tener miedo.


La música suena en mis auriculares una vez que me acuesto. Pienso que así podré dormir mejor al ignorar los truenos. Las canciones lentas me ayudan a despejarme, las letras dulces producen que mi imaginación vuele cuando cierro los ojos.  

Jeong—¿No tienes miedo?

✔✔

Erika—No, y si lo tuviera tampoco te diría.

✔✔

Jeong—¡Eres muy terca, ven!

✔✔

Erika—No, gracias. Estoy escuchando música

✔✔

Kiss me de Ed Sheeran empieza, me encanta esta canción. Cierro los ojos, me acomodo de costado en la cama e intento concebir el sueño de una vez. 

Al fin Parece funcionar, pero Jong Hyun no desiste de los mensajes.

Jeong—¿De verdad no tienes miedo? Deja de ser tan testaruda y ven a mi habitación

✔✔

Erika —Estoy escuchando música con el celular, estoy bien. 

Quédate solo con tu cama y tu alarma

✔✔

Jeong—Eres una tonta. Tú te lo pierdes.

Junto al mensaje envía una foto de él desde su cama. Aparece guiñando un ojo y hace el gesto de corazón con los dedos, el mismo que utilizamos cuando mete un gol. 


Erika—Tú te lo pierdes.

No te mando una foto mía porque te enamoras.

✔✔

¡Ah, pero qué mierda acabo de escribir! ¡Soy una idiota! Va a pensar que me estoy burlando de él y sus sentimientos por mí. Lo arruiné todo.

Me quito los auriculares antes de quedarme sentada en la cama. La lluvia se percibe cada vez más fuerte, supongo que por eso Jong Hyun me envía los mensajes.

No entraré a la aplicación hasta mañana, me ha dejado en visto en Kakaotalk. ¡Soy tan tonta, ahora muero de vergüenza! ¿Cómo voy a verlo a los ojos después de esto?


Jeong—No puedo dormir.

✔✔

Erika ¿Por qué? ¿Le tienes miedo a la lluvia? Jaja

✔✔

Jeong—No,

¡no dejo de pensar en que estás asustada y no puedes dormir!

y como eres tan terca, no vas a venir conmigo.

✔✔

ErikaNo te necesito, Jeong. ¡Duérmete!

✔✔

Bueno, al menos no se ha enojado conmigo. Estábamos bromeando, siempre es así. Todo está bien.

Mi segundo intento por quedarme dormida se lleva a cabo. Repito cada uno de los pasos y regreso a la posición cómoda en la que me encontraba antes de enviarle ese tonto mensaje a Jeong. Al principio cuesta, mas es una técnica que tuve que usar en la época en que Jong Hyun no estaba en casa.

El peso de un cuerpo a mi lado me espanta de repente y casi que salgo de la cama debido al susto.

—¿Qué haces? —Sobresalto—. Me estaba quedando dormida.

—Tú no ibas conmigo, y yo vine a ti.

En mis auriculares se reproduce When I Was your man de Bruno Mars. Él sonríe, la música está tan fuerte que logra escucharla.

Me quita los audífonos concentrado en mis ojos. Tiene algo para decir.

—¿Te has puesto a pensar en lo mucho que me describe esta canción? Pero... yo no voy a dejar que mi chica baile con otro... No otra vez.

Deja un beso en la comisura de mis labios. Es algo atrevido de su parte, aunque no me importaría que se aventurara un poco más. Se ha quedado a centímetros de mi boca. Una sensación de calor recorre mi cuerpo como la primera vez, puedo sentir su respiración y estoy segura de que él percibe la mía.

Jeong decide romper esta tensión. Entonces me dejo llevar, porque de alguna manera también lo anhelaba. Mis dedos se escabullen en su oscuro cabello para acariciarlo. Se siente algo húmedo por el baño que ha tomado antes de acostarse. Huele a jabón y crema humectante.

—¿Por qué haces esto? —Interrogo al separarme un poco.

—Porque te amo, siempre lo hice —contesta sin pensar—. He esperado meses para volver a besarte.

—Jeong, tengo miedo de que no sea correcto.

—¿Por qué no sería correcto? ¿Tú sientes lo mismo que yo? No quiero presionarte.

Mis mejillas sienten sus dígitos. Él aguarda impaciente por mi respuesta, pero no se priva de acariciarme durante la espera.

—Estoy confundida—Confieso—. Me gustabas, luego fuiste un completo idiota, y ahora no sé... Estás aquí y me pones nerviosa; pero me gusta besarte.

—A mí también me gusta —asiente—. La primera vez que te besé quise hacerlo de nuevo, pero no me pareció prudente. Y este beso que acabamos de darnos me estremeció todo el cuerpo, D'angelo.

Mira mis labios con deseo. Esta vez es mutuo; sin embargo, no me animo a continuar, menos en la cama.

—No le pongamos un título a esto, dejemos que las cosas fluyan—digo. 

—D'angelo, haremos las cosas como tú quieras —Susurra con calma—. No quiero obligarte a nada, solo piénsalo.

—Deberíamos dormir—Me distancio de él—. Mañana hay clases y...

—Sí—sonríe—. Vamos a dormir, es tarde.

JONG HYUN

Me acosté a su lado tras pensar varios minutos en si era correcto. Ella escuchaba música con sus auriculares a un volumen elevado que me permitió identificar la canción.

D'angelo ama los lentos y, aunque no lo reconozca, yo también lo hago. Toda mi vida tuve que hacerlo con tal de permanecer a su lado y acompañarla. Sus gustos musicales son buenos, de cierta forma me atraparon.

Al tenerla frente a mí traté de contenerme, pero tuve el presentimiento certero de que ella no quería lo mismo. La besé y fui correspondido.

Deseaba más que nunca poder leer la mente, conocer en profundidad los pensamientos que rondaban por su cabeza en ese preciso momento, y compararlos con los míos. Estaba tan nervioso que temía arruinarlo.

Había olvidado lo que era tocar su piel suave y delicada. Había olvidado lo bien que se sentía pensar en ella al tenerla tan cerca. Aun así, mi mayor temor era que me rechazara por ser inoportuno.

"¿Por qué haces esto?" Preguntó.

Erika tiene miedo por lo que pueda suceder más adelante, el mismo miedo que tengo en mi interior. Pero preferiría morir antes que herirla otra vez.

Me pidió que las cosas fluyeran y lo acepté. Hoy me siento seguro de mis sentimientos; no obstante, lo primordial es que ella se sienta igual. Si debo esperar, lo haré. Tengo una luz de esperanza.

Afuera llueve, parece que nunca va a terminar, pero dentro ha salido el sol. 


No programé la alarma de mi celular, decidí despertar al horario de ella. Ya no importa si me quedo en la cama unos minutos más, porque no todos los días despierto al lado de Erika D'angelo.

—Buen día, Jonghyunie—dice con una sonrisa de por medio.

—Buen día, D'angelo.

Jonghyunie... ese apodo que odio, pero no cuando sale de su boca.

Erika me llama de distintas maneras. Cuando no dice mi nombre menciona mi apellido. Pocas veces me dice Jong y, finalmente, para pedirme favores o ser más tierna, utiliza Jonghyunie.

De niños solía llamarme por otro apodo que me molestaba en demasía. Bastó con pedírselo una sola vez para que dejara de hacerlo. Con Erika se llevaba la fiesta en paz, no peleábamos. Ni siquiera intentó convencerme para seguir utilizándolo, desistió porque me afligía oírlo.

Luego tuve que hacer lo mismo con ella tras burlarme en varias oportunidades con un ridículo apodo que inventé. Jamás se lo dije en público, era algo nuestro, una especie de código malicioso. Pero Jonghyunie persiste, y lo acepto solo de ella.

—Me voy a vestir para ir a la universidad—Beso su frente antes de salir de la cama.

No me molestaría quedarme a su lado el resto del día, pero hay responsabilidades que no podemos evitar.

Me coloco un jean negro y luego busco una camisa. Comienzo a prender los botones mientras avanzo hacia la sala. D'angelo ya se encuentra allí, hoy se vistió más rápido de lo habitual.

—¿Quieres café? —pregunta animada.

—Sí, por favor.

Los celulares vibran a la vez, un mensaje anuncia la suspensión de clases a causa de la fuerte lluvia de anoche. Al mirarnos creo que pensamos lo mismo, debimos quedarnos en la cama.

—¿Salimos a caminar? —Indago con ironía.

—Sí, después de desayunar.

—No lo decía en serio... Yo...

—Yo tampoco —ríe—. Te dejo el café, Jeong. Iré a dormir un rato más.

A diferencia de Erika, no puedo dormir con facilidad una vez que he salido de la cama. Necesito hacer algo productivo. Estudiar es la primera opción.

Una foto de mi hermano mayor se interpone en la pantalla al momento en que pretendo ver las redes sociales. 

No puede ser, el día se pondrá peor.

—Hola, hyung, ¿qué pasó?

—Nada, ¿qué va a pasar? ¿Dónde estás?

—En el departamento, nos suspendieron las clases de hoy.

—Estoy llegando a Seúl, así que espero que tengas café preparado para mí.

Sí, el día acaba de empeorar.

Jong Jin llega recargado, mi madre le ha enviado comida como para un mes. Deja las cosas sobre la mesa de la sala y se acerca sin más preámbulo a tomar un café.

Erika se ha dormido inmediatamente después de saber que no tendríamos clases. No sé cómo hace para apoyar la cabeza en la almohada y olvidarse de todo.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunto en buen plan.

—Papá me envió por unos contratos de la empresa. Estaré por unos días.

—¿Y dónde te quedarás?

—¿Me piensas correr? Hablaré con Erika, ya veremos quién sonríe después.

Es obvio que ella se alegrará de tenerlo aquí, incluso si eso me obliga a dormir en el suelo otra vez. D'angelo tiene a mis hermanos sobre un pedestal, cualquier cosa que ellos digan es ley. A mí que me parta un rayo.

—¿Dónde está Erika?

—Adivina—sonrío.

—¿Durmiendo?

—Así es —asiento—. Pero si quieres podemos ir a despertarla.

Hyung no se lo piensa dos veces. Termina rápido el café para salir al dormitorio de su hermanita.

Antes de ingresar al cuarto hacemos un juego de miradas donde acordamos lo que cada uno tiene que hacer. Será algo tranquilo, porque D'angelo a veces se enoja rápido, y lo que menos queremos es que nos odie.

Me acuesto a su lado y ella abre los ojos con dificultad.

—¿Puedo quedarme a dormir aquí?

—Sí, Jeong, sí puedes—Vuelve a cerrar los ojos.

—¿Y yo puedo quedarme a dormir aquí? —habla el mayor acostándose del otro lado.

Deja salir un leve grito a causa del susto. Pobre, no se esperaba eso.

—¿Qué haces aquí? ¡Casi me muero!

—Vine a cuidarlos, tengo el presentimiento de que se están portando mal.

Tiene un sexto sentido. Viene a matarme.

No entramos los tres en la cama, esto no es la sala de Busan donde nos quedábamos a ver películas y preparábamos un campamento. Es la cama de D'angelo, y no quiero que él esté aquí.

Erika se entusiasma al saber que Jong Jin se quedará un par de días, y lo abraza en demostración. A mí no me hace gracia, estábamos por empezar algo...Que tenemos que ocultar...

Jong Jin es un privilegiado. Terminó sus estudios y aplicó para un doctorado dentro de la universidad, lo que llevó a hacer su servicio militar en esas condiciones. Son pocos los hombres que lo logran, quizás unos 100 en todo el país.

Si bien el servicio duró 36 meses en su caso, su nivel académico se mantuvo en alto. Después de eso comenzó a trabajar en la empresa de mi padre. Se encarga junto a Hwan de las organizaciones extranjeras, ya que su nivel de inglés es muy bueno.

Es independiente, vive solo en Busan, pero se la pasa metido en casa de mis padres. No puede despegarse de las faldas de mamá. De los cuatro es el que más la visita, y su ausencia en casa se sintió como una catástrofe.

Es atractivo, siempre tuvo suerte con las mujeres. Haneul es la primera novia oficial; sin embargo, él ha tenido muchas, está en los genes.

Tiene una risa contagiosa que más de una vez nos ha puesto en vergüenza delante de las personas. No es para nada discreto. Es alto, pelo negro, tiene buen cuerpo, aunque su fuerte es el cerebro. Mi madre argumenta que es un hombre apuesto, una lotería para cualquiera. Él se lo cree.

Además de su supuesta belleza, cuenta con excelentes dotes culinarios, se queda en la cocina por imposición propia. Ahora mismo nos está diciendo que se encargará del almuerzo y cena durante su estadía. 

No pienso oponerme.

—¿Cuánto tiempo te vas a quedar aquí?—digo. 

—¡Jong Hyun! —Ella llama mi atención—. Se puede quedar todo el tiempo que quiera.

—Gracias, este niño quería correrme apenas llegué al departamento.

Oppa puede quedarse para siempre.

¿Para siempre? ¡Ni en broma!

Me ofrezco a dormir en la sala para que mi hermano se quede en el cuarto. Al fin y al cabo, es el invitado y al día siguiente tiene que trabajar.

Espero que Erika no tema a la lluvia por la noche. El día parece mejorar, al menos en el clima, porque con la visita inesperada ya se nubló otra vez aquí dentro.

El beso que nos dimos anoche aborda mi pensamiento al permanecer cerca de ella en la cama. Es que nadie en su sano juicio podría resistirse a esos labios y a esa mirada tan inocente que conserva.

Aun cuando intenté convencerme a mí mismo de que no era verdad, me terminé enamorando tal y como lo aseguraba el resto.

Esto se convierte en un secreto hasta que Erika se encuentre segura de lo que siente. Añoro que me dé la oportunidad de demostrarle que puedo cambiar, porque estoy dispuesto a todo.



...

Estaban esperando esto, ¿verdad? jaja

GRACIAS POR TANTO AMOR 💜


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro