CAPITULO 14
JONG HYUN
Despierto temprano y decido levantarme. Una vez que abro los ojos me cuesta conciliar el sueño de nuevo, es un hábito que incorporé tras el servicio militar. No hay cinco minutos que perder. Sin embargo, en casa de mis padres me quedo un rato extra hasta que mi coronel, la señora Ji An, aparece.
Erika duerme. La puerta de su habitación ha quedado abierta, lo que me permite observarla desde el pasillo.
Se ve tranquila, linda, tapada con sus frazadas y su pelo hecho un desastre. Apenas entra la luz desde la ventana, todo está oscuro. Asumo que por eso no se ha dado cuenta de que ya es hora de levantarse; aunque lo más seguro es que no le importe dormir de más un fin de semana.
Me siento en la obligación de ser un gran amigo y empezar el día de la mejor manera.
Abro la ventana de par en par y huyo hacia la cocina. Río para mis adentros. Mamá estaría diciendo que ya estoy grande para estas cosas, pero a mí me da igual.
Preparo mi café y, en menos de lo pensado, mi roomie aparece con cara de pocos amigos. Se ha enojado, y temo que me aplique la ley del hielo.
—¡Buen día! ¿cómo estás? —La molesto.
—Mal, porque mi tonto compañero de piso abrió la ventana y me despertó temprano un sábado por la mañana cuando no tengo nada que hacer.
—¿Cómo que no hay nada que hacer? Tenemos que ir de compras, no hay comida. Tu cereal se ha terminado —Muevo la caja y apenas hace ruido por lo poco que queda—. Yo me quedé sin cerveza, sin papas fritas, la casa es un caos, D'angelo—Ironizo.
—¿De verdad se acabó mi cereal? ¡No! —Hace un leve puchero.
Me hace reír. Todas las mañanas se levanta de buen humor, incluso cuando no lo hace trata de aparentarlo.
Hace años ella era quien insistía para que yo cambiara mi cara y la poca tolerancia a los sonidos; ahora los roles se invierten.
—Ve a vestirte y vamos al supermercado.
—¿Lo dices en serio? Hace mucho tiempo que no me acompañas.
—Lo sé —asiento— quiero revertirlo, ayudarte con las bolsas y comprar cosas que necesito.
—Me parece bien. Iré a vestirme, pero prepárame un café mientras tanto, ¿sí? Luego vamos a buscar lo que necesites.
No tengo nada que comprar; sin embargo, la idea de compartir más tiempo a su lado me gusta.
Por lo general ella es quien se encarga de las compras semanales, pero al inicio las hacíamos juntos. Convivir alejados de Busan nos emocionaba, sentíamos la libertad en las narices. Cualquier cosa se volvía un reto, ir de compras era divertido, elegir espacios, imponer normas básicas de convivencia, entre otras cosas.
Quiero volver a esa época, esa en la que tomábamos decisiones a la par y éramos inseparables.
Cargamos lo necesario en el carrito del supermercado. D'angelo es responsable de los comestibles vitales; yo de los superfluos.
Ha adoptado manías de mi madre. Tiene una lista separada en espacios de la casa. Lo mío es más improvisado.
—¿No olvidas nada, Jeong?
—No, ya tenemos todo.
—¿Condones? —pregunta irónica.
—Que graciosa. Ya no los compro.
—¿Por qué? —refuta sorprendida—. ¿Acaso no te cuidas?
—No —Niego con la cabeza—. Porque no estoy haciendo nada. No quiero hablar de esto contigo. ¿Tú necesitas? Puedo comprarlos por ti.
—¿Yo?... ¡No!
Sus mejillas sonrojadas indican que es mejor cambiar de tema. Y sí, creo que lo es. Estábamos bien, ahora es una situación incómoda.
Llega nuestro turno de pagar en la caja. La señora le pregunta a D'angelo si está de paseo en el país y escucho su "No, vivo aquí desde niña".
Ella detesta que la traten como extranjera, aunque es algo con lo que va a lidiar el resto de su vida. A mí me divierte escuchar sus explicaciones y la curiosidad que despierta en los demás.
La primera vez que la vi, a los cinco años, llamó mi atención. No por su físico, nunca le encontré facciones raras, sino por su confianza. Me invitó a jugar de inmediato, y yo no entendía por qué quería ser mi amiga si apenas sabía pronunciar mi nombre. Ahora es más busanense que la Danza de las Grullas. Hasta llega a corregirme.
Sí, es extranjera, pero se siente parte de este país y de mi familia. Así que, en definitiva, es una chica de Busan. De ahí no la bajan.
Hoy estaremos solos todo el día, o al menos eso parece. Erika luce desanimada por la ausencia de Lim, y yo no quiero dejarla sola.
Dentro del ascensor programamos maratón de series en Netflix tirados en el sillón. Es un buen plan. Con D'angelo todo es un buen plan.
Apenas ingresamos al departamento mi madre llama por teléfono. Erika tiene para rato con ella, ninguna mide el tiempo cuando se ponen a conversar.
Escucho que hablan de mi hermano. La novia de Jin tiene embobada a mamá, se llevan muy bien. No sé qué clase de pacto con el cielo hizo Jong Jin, pero me alegro por él. Haneul es bonita y atenta. Espero que él sea igual de atento con ella.
Después llega mi turno, D'angelo admite estar sorprendida con mi presencia en la casa. Es una exagerada, se ha ganado una mirada amenazante de mi parte y posiblemente cosquillas si no termina de hablar con mi madre en menos de diez minutos.
Todavía no ha mencionado nada respecto a su relación con Lim Seo Won. Dijo que lo llevaría a Busan, pero no ha sucedido. ¿Duda en hacerlo oficial? Es extraño, han pasado varios meses desde que están juntos, tal vez 6 o 7... ya ni lo recuerdo.
—Mamá, tengo que colgar —menciona a lo lejos, al fin dejará ese teléfono—. Sí, yo le digo, adiós.
—¿No te arde la oreja, D'angelo? Hablaron de todos nosotros —Ironizo.
—Dice tu mamá que te extraña mucho, y que le llames pronto —Comenta por lo bajo.
Ahora me siento una mierda.
—Hey —La persigo—. Prometo hablarle más seguido, ¿sí? Es más, nos saquemos una foto juntos y se la envío.
—Hace mucho que no nos tomamos una foto.
—¡Por eso! Ven aquí, le diré a mamá que estoy limpiando contigo.
—¡Pero no estás haciendo nada! —Se queja.
—¡Cállate, D'angelo, rompes la ilusión!
La foto aparece en pantalla, a los dos nos ha gustado. Debo enviársela a mamá para que la agregue a uno de los tantos álbumes familiares.
La última selfie juntos fue cuando vino Hyo Ri de visita. No obstante, hace años que no tenemos recuerdos así.
Min Wook—Amigo, tengo algo que contarte.
Hoy fui a la casa de Sook y el tal Seo Won estaba con una chica discutiendo.
Al parecer es su ex, ella está aquí.
✔✔
—Erika, ¿Seo Won viajaba hoy o mañana?
—Hoy se fue temprano a Ulsan, ¿por qué?
—Es que esta noche quiero salir con los chicos, Min Wook me está hablando para eso —Miento—. ¿A ti te molesta quedarte sola? ¿Quieres que me quede?
—Puedes ir con ellos. ¿Desde cuándo pides permiso? —Se burla.
—Desde que te enojas por todo.
—¡Yo no hago eso!
Jong Hyun—Él le dijo a Erika que viajaría esta mañana.
¿Cómo es que sigue aquí?
✔✔
Min Wook— No lo sé, te mantendré al tanto de cualquier novedad.
¡Esta noche hablamos!
✔✔
Ese idiota está mintiéndole a Erika. Es raro, tienen una relación tan perfecta que nadie podría sospechar de él. Tal vez Min Wook se equivoca de persona.
Tengo que calmarme y no sacar conclusiones apresuradas, no puedo cometer un error por actuar precipitado.
—¿En verdad sientes que me enojo por todo? —pregunta mi amiga.
—A veces...
—Tú también te pones en ese rol.
—¿Yo? —Finjo indignación —. Nunca te digo nada.
—Ponte a barrer, así hacemos una foto más creíble para mamá—Reímos.
—Erika, ¿de verdad no quieres ir? No quiero que te quedes sola.
—No tengo ganas de salir —Repite por cuarta vez—. Vayan y diviértanse. Por favor, no te embriagues, ¿está bien?
—Ya te dije que no volverá a pasar. Cuídate mucho, llámame si necesitas algo y yo regresaré a casa de inmediato —Beso su mejilla—. Cierra con llave, ten cuidado con las ventanas, no le abras a nadie.
—¡Ya sé, Jeong!
—¿Lo ves? ¡Te enojas por todo! ¿Quieres que me quede?
—¡No! —Carcajea—. Ya vete.
Min Wook quiere ir a un nuevo club, uno recomendado por Sook, su nueva amiga. Se están acercando demasiado, tal vez hasta se enamore de ella, y eso sí que sería un récord para Choi Min Wook. Salir más de tres veces con la misma chica es impensado.
Tengo que buscar a Kyu Bin; mi amigo se encarga de ir por Dae Ki. Menos mal, porque no se cansa de hablar. Él podría tener una conversación telefónica eterna con mi madre sin problema. Le hablaría mal de mí y le contaría cada una de mis acciones. Qué bueno que nunca sucederá.
No entiendo en qué momento pasó a formar parte del grupo. A decir verdad, no entiendo por qué somos un grupo. Solíamos ser un buen dúo con Wook. Eso quedó en el pasado.
—¡Hola, Jong Hyun! —dice Kyu Bin al subir al coche.
—¿Listo para conquistar mujeres? —Bromeo.
—¿Tú lo estás?
—No.
—Es bueno saberlo —Satiriza—. ¿Y Erika?
—No quiso venir. Ella está un poco triste porque Seo Won se fue a Ulsan.
—Escuché lo que dijo anoche. No le gustan las despedidas.
—La muerte de los D'angelo fue sorpresiva para todos. También me siento mal al recordar aquella despedida.
Éramos unos niños, nunca nos imaginamos que sería la última vez que los veríamos. Les pedimos regalos y cosas innecesarias. Los dos. A ella le duele; a mí me avergüenza.
—Pensé que aprovecharías el viaje del vampiro para pasar tiempo con Erika.
—¡Oye! —reímos —. En verdad sí que parece un vampiro. ¿No lo notas más pálido de lo normal?
—Cuando viste de negro se nota más.
—Te contienes de hacer chistes por Dae Ki—Me burlo—. Ese chismoso irá con D'angelo.
—No hablen así de Lim Seo Won-ssi —Imita su voz—. Eres un envidioso, Jeong.
No es la primera vez que Han Kyu Bin imita la voz de Dae Ki, pero cada vez lo hace mejor. El castaño lo sabe y también se ríe, eso es bueno.
Quizás la existencia de este grupo fue impensada, pero no me arrepiento de acercarme a ellos. Sin duda alguna son los mejores amigos y colegas que puedo tener.
Dentro del club vamos directo a la barra por unos tragos antes de acercarnos a un grupo de chicas. Las cuatro son amigas, vienen de Bucheon y estarán hasta el fin de semana próximo.
Mi acompañante es muy tímida, su nombre es Mi Suk. Se limita a sonreír de vez en cuando para contestar a alguna de mis básicas y tontas preguntas. Tiene 19 años, se encuentra en clases de oficio y no sabe muy bien qué carrera continuar. Sus amigas la trajeron a Seúl para que se decida.
Me recuerda a D'angelo y sus años extras de estudio.
—¿Tienes novio?—digo.
—Sí —asiente con vergüenza —. ¿Oppa tiene novia?
¡Qué tierna!
—No tengo novia, soy medio idiota.
Ella ríe, he podido romper el hielo.
—Vivo con mi mejor amiga —comento.
—Y ella te gusta —Deduce al instante.
—Ella tiene novio. Así que estoy triste.
—Las parejas terminan, pero la amistad continúa. Si están destinados a estar juntos, va a suceder.
Sí, es una pequeña D'angelo enamoradiza. Su consejo debió salir de una película o libro cursi. Aun así, tiene razón. Erika merece ser feliz, y nuestra amistad va a continuar independientemente de su noviazgo.
Las chicas deciden irse, entonces los cuatro regresamos a la barra un momento. Hablamos un poco, lo que la música nos permite, y observamos la pista en busca de diversión.
—Jong Hyun, ¿ese no es el novio de Erika? —pregunta Kyu Bin.
Es Lim Seo Won con su grupo de amigos. A su lado hay una chica, ¿podría ser su ex?
Dae Ki le saca una foto, dice que necesitaremos pruebas para hundirlo. Ahora resulta que es su enemigo, pero bien que lo defendió hace meses. Luego exigiré unas disculpas por sus dichos.
Es imposible ignorar lo que hace Lim al saber que le mintió a Erika. ¡Es que no puedo creerlo! Ella está angustiada, pensando en que algo va a sucederle, y él aquí como si nada.
De pronto, la chica lo besa. Miro al castaño a mi lado con asombro y este ya ha sacado su móvil para filmarlo. Es más rápido que un paparazzi. Naver se está perdiendo un gran colaborador en su equipo.
Min Wook parece incrédulo ante la situación. Aprieta mi brazo para evitar que cometa una locura y nos veten de por vida en este club.
Insisto en esperar a que Seo Won rechace a la pelinegro que lo acompaña, mas no sucede. Sigue el beso, no parece importarle que su novia se preocupe por él y se quede intranquila.
A mí sí me molesta. Me molesta muchísimo.
¡A la mierda mis meses de paciencia! ¡Por fin le daré un puñetazo a Lim Seo Won sin arrepentirme!
—¡Jong Hyun, espera! —Se entromete Kyu Bin en cuanto intento avanzar— ¡No seas idiota! Piensa mejor las cosas.
—¿Qué quieres que piense? Erika cree que está de viaje.
—No vayas a los golpes. Tengo una idea mejor, ¡escúchame!
Su plan no es mejor que el mío, pero al menos evitará que le destroce la cara.
Nos aproximamos al grupo contrario. Sin querer mi hombro choca con el de Seo Won y finjo pedirle disculpas. Sus ojos se abren en cuanto vislumbra mi rostro.
—¿Jong Hyun? ¿Qué haces aquí? ¿Con quién viniste? —pregunta nervioso mirando hacia los costados.
—¡Hola, Seo Won-ssi! Vine con unos amigos. Pensé que estabas en Ulsan —contesto tranquilo y miro a la chica que lo acompaña.
—Sí, es que mi viaje se canceló.
—¿Erika sabe que estás aquí besándote con otra chica?
—No es lo que estás pensando, Jong Hyun, no hagas un problema por esto.
—Escucha... Podría golpearte la cara ahora mismo y enviarte al hospital con fracturas múltiples. Sin embargo, voy a darte la posibilidad de que mañana vayas al departamento y termines con Erika. Eso es todo.
Lo dejo con la palabra en la boca. Poco me importa la estúpida excusa que iba a darme. Me estoy controlando al no darle una tunda por lo que acabo de ver. ¿Cómo se atreve a serle infiel a D'angelo?
Algo que me sorprende es saber que la exnovia de Lim también es extranjera. Pelo negro lacio, ojos grandes y claros, una chica muy bonita. ¿Es una casualidad o tiene gustos pretenciosos?
Como sea, es algo en lo que no pretendo indagar.
Estoy pensando en Erika, en que ella está en el departamento durmiendo y contando las horas para que su novio regrese de un viaje ficticio. No es justo. Me lastima pensar en su reacción al enterarse.
—Chicos, me tengo que ir.
Salgo del elevador y lo primero que veo es al imbécil de Seo Won frente en la puerta del departamento. D'angelo abre sin entender qué sucede.
—¿No aguantaste hasta mañana y decidiste venir ahora? —Lo miro amenazante, dejando el honorífico de lado.
—¿Qué haces aquí? —pregunta serio.
—¡Vivo aquí, imbécil!
—¡Jong Hyun, no le hables así! ¿Qué pasa? Seo Won, ¿no estabas en Ulsan?
—¿Podemos hablar, Erika?
—¡Díselo rápido y vete!
—¡Tu cállate! —Me empuja.
—¡No! ¡No! Por favor, Jong Hyun no lo golpees —Suplica—. Seo Won, dime qué está pasando
—Erika —Su mirada está fija en el suelo, no se atreve a levantarla—. Te mentí... No fui a Ulsan... Yo...
—Estuviste con ella, ¿verdad? —Su voz suena entre cortada. Contiene las ganas de llorar, pero a su vez parece que ya lo sabe—. ¿Por qué, Seo Won? Te dije que...
—¡Lo sé, cariño, lo sé! Perdóname.
—¡Vete! —Le exijo, ignorando lo que ella tenga que decir—. No te le acerques a Erika.
Las ganas de golpearlo me las cargo hace meses y sin motivos, pero ahora tengo uno, el único, y voy a aprovecharlo. ¡Ya no serán novios, no me importa!
Golpeo a Lim Seo Won sin rodeos, se lo merece. Y quiero seguir haciéndolo en cuanto encara hacia mí con las mismas intenciones; aunque Erika se interpone entre los dos.
—No, Seo Won, ¡por favor!
Ella está llorando. Me siento una mierda.
—Erika... perdón, no soporto verte llorar —Le dice—. Tú has sido tan linda conmigo en todo este tiempo.
—Vete, Seo Won, no vuelvas a buscarme —murmura—. No perdono las mentiras, te lo advertí.
—No, mi vida...Escúchame.
—¡Te está diciendo que te vayas! —Insisto.
—Erika, estos meses fueron los mejores de mi vida. Tú eres la mujer más hermosa con la que he salido en años, eres especial para mí —La toma del rostro—. Deseo que seas feliz. Por favor, no llores, no por mí.
Hace una pausa, seca las lágrimas de D'angelo y chasquea la lengua. No tiene más opción que resignarse.
—Pero hay algo que quiero hacer, aunque te enojes conmigo.
—¿Qué cosa? —Indaga ella bajo un gesto confuso.
El golpe de su puño impacta contra mi cara y ni siquiera me lo esperaba. Trastabillo y casi caigo de no ser por la pared que se encarga de recibirme con rigidez.
—Lo siento, Erika, sé que es tu hermano; pero es un completo idiota y ya le traía ganas hace rato.
Se queja cuando nunca le hice nada. ¡Maldito Edward y su fuerza sobrenatural!
Quién diría que golpearía tan fuerte. Me está doliendo la mandíbula como la mierda, pero no le voy a dar el gusto de verme débil.
—¡Ya vete, Seo Won! —Le exige ella—. Con Jong Hyun no te metas. Él nunca te ha hecho nada.
Toma mi mano y juntos entramos a la sala. Me hizo ver como un tonto delante de su ex; yo iba a romperle la cara.
—Siéntate, iré por alcohol y un poco de hielo, ¿está bien?
Se encuentra tranquila, no cae en la realidad de que su novio la engañó con otra. Aunque no me sorprende, siempre ha sido una persona pacífica que acumula dolor en silencio; mas esta vez no puedo dejar que sea así.
Coloca alcohol sobre mi labio con mucho cuidado. Me arde muchísimo, pero no quiero demostrarlo y que se preocupe en vano. Cierro mis ojos con fuerza cuando siento la punzada, y me pone una bolsa con hielo para evitar que se me hinche el rostro.
Luce preocupada.
Lo único bueno que dejó esto es que ese imbécil también se fue con un lindo recuerdo sobre su pálido rostro. ¿Podrá regenerar su piel pronto? Lo dudo. Pasará de Kun Fu Panda a un zombie en una semana.
—¿De qué te ríes? —Se queja—. No veo lo gracioso.
—De nada...
Si le digo lo que pienso me dejará de tratar con cuidado.
—¿Estás bien?—digo—. ¿Quieres que hablemos?
—¿Te sientes feliz ahora? Ya no tendrás que verlo.
—¡No! ¿Por qué dices eso? Lo encontramos en el club. Yo pensé que estaba de viaje.
—¿Y por qué me preguntaste si él viajaba hoy o mañana? ¿Ya sabías que estaba con ella?
¿Por qué recuerda cada cosa que digo y hago? Ni yo me acordaba que le había hecho esa pregunta cuando Min Wook me envió el mensaje. Tiene récord en descubrirme las mentiras.
—¿Cómo podía saberlo? Estuve todo el día contigo, ¿o no?
—Es verdad, perdón. ¿Te duele?
—No, estoy bien. ¿Estás triste? Por favor, cuéntame que está pasando por tu cabeza. No te guardes nada, puedes contar conmigo.
—Supongo que es justo, porque yo lo engañé primero.
No hace falta preguntar al respecto, ella me explica tan solo verme desorientado.
—Tú me besaste cuando era su novia. ¿Cuenta como una infidelidad? Me sentí mal por eso, pero no se lo conté. ¿Me hace una mentirosa?
—Erika, eso no es una infidelidad; yo te besé a ti. No eres una mentirosa por ocultarle ese error que no te corresponde.
—¿Y quién dice que solo tú me besaste? —Se ríe—. Me voy a dormir, Jeong, haz lo mismo.
Se aleja por el pasillo, en tanto trato de descifrar qué pasa por su cabeza en este momento. A pesar de los golpes de hace un rato, y de enterarse que su novio, su primer novio con el que duró meses, la engañó, ella persiste serena y sonriente. No la entiendo.
ERIKA
Son las 5 AM. El sueño ha desaparecido desde la pelea entre Jeong y Seo Won. Estoy mal.
El celular suena con insistencia, él está llamándome, mas no quiero escucharlo. Con solo ver su nombre en la pantalla debato si es correcto leer el mensaje que acaba de enviar o ignorarlo. Opto por la primera opción.
Seoltang—Sé que dije que no volverías a verme
pero me siento muy mal por lo que pasó.
Por favor, hablemos ¿sí?
✔✔
Nunca discutí con Seo Won, se siente raro ignorarlo. Me molesta que me haya engañado, pero me molesta aún más el haberme dado cuenta de pequeñas señales sin hacer nada al respecto.
Hace un par de años Seo Won tenía una novia cuyo nombre es Sandy. Él estaba muy enamorado de ella, tanto que se fueron a vivir juntos al edificio donde el aún reside.
Sandy era adicta al trabajo, descuidaba su relación, carecían de tiempo a solas. Al principio él lo aceptó; no obstante, se volvió insostenible. Ella viajaba mucho, tenía proyectos grandes en su carrera como modelo. Luego, de un día para otro, rompió con Seo Won sin darle explicaciones.
Desde allí que él cambió su personalidad, aunque no su estilo de vida. Conserva el departamento en el cual vivieron juntos.
Nuestras conversaciones se habían vuelto profundas, a tal punto que podíamos contarnos todo sin juzgarnos. Fue ahí cuando me mostró unos mails que ella le había enviado. Le pedía perdón, dijo que nunca lo había olvidado. Él guardó silencio, no supo decirme qué le pasaba, ni siquiera consideraba que estar confundido fuese una opción.
Le pedí que, si él estaba indeciso, o muy decidido en el fondo, simplemente me lo dijera. Hay sentimientos contra los que no se pueden batallar.
Por mi parte, nunca le conté a Seo Won sobre el beso con Jong Hyun, tampoco le he mencionado que en algún momento de mi vida sentí algo por mi mejor amigo. Era confuso, no quise que se malinterpretara.
En definitiva, no estoy enojada porque hirió mis sentimientos, lo estoy por incumplir a nuestro pedido de decir siempre la verdad. A su vez, soy culpable. Seo Won debe estar sintiéndose fatal, es un chico increíble; pero no es bueno seguir viéndonos después de que él se besara con su exnovia.
Seo Won—Erika, te quiero muchísimo, no dejes de hablarme.
Dime qué quieres que haga para que me perdones.
✔✔
Seo Won —Hablemos, solo una vez. Terminemos bien esto, ¿sí? Por favor.
✔✔
Seo Won—¿Es por qué golpee a Jong Hyun?
Lo siento, pero ese niño estaba molestándome y no me dejaba explicarte las cosas.
¡Respóndeme o iré ahora mismo a tu departamento!
✔✔
Es insistente cuando quiere. No puedo permitir que venga al departamento a enfrentarse con Jong Hyun o éste lo matará.
Reunirme con él y terminar por las buenas como gente civilizada será lo ideal. Al fin y al cabo, Seo Won ha sido uno de los pilares más importantes para mí en este último tiempo.
Erika—Mañana en el centro comercial a la hora y lugar de siempre.
Última vez.
✔✔
Seo Won— ¡Ahí estaré! ¡¡Gracias!!
✔✔
AL DIA SIGUIENTE
No sé si debo estar enojada o relajada, lo único que sé con seguridad es que quiero terminar con todo esto.
Jong Hyun no preguntó a dónde saldría ni con quién. Se me hizo extraño, considerando que no tengo a nadie más aquí en Seúl. Algo se trae entre manos.
—Gracias por venir —escucho decir a quien durante meses me hizo feliz—. Tomemos un helado y hablemos.
—No, gracias. Tiene que ser rápido porque estoy ocupada.
—Mi vida, por favor—Suplica—. Te puedo explicar.
Se disculpa una vez más por lo de anoche, luego prosigue detalle a detalle en cómo sucedieron los hechos.
Asume sorprenderse con la presencia de Jong Hyun en aquel club donde se encontraba. Jeong lo descubrió de casualidad, no me mintió en eso.
Sandy quiere volver. Él se rehúsa, dice que sería desperdiciar el tiempo y que nunca se sentiría cómodo. Es una lástima, porque yo solo puedo ofrecerle amistad. Ya no es lo mismo.
Seo Won me gusta, realmente me parece un chico lindo por dentro y por fuera, pero no voy a arriesgarme. Es obvio que el sentimiento por su exnovia no cicatriza del todo. Caso contrario, no la hubiese besado.
Ella apareció cuando se enteró que estaba en una relación conmigo. Tal vez si él no hubiese subido fotos a sus redes sociales ella no lo buscaría. No tengo por qué soportar a una nueva Mai en mi vida. Nunca más.
Su única opción es aceptar mi amistad o lo que queda de ella. No va a insistir, y lo noto triste por eso. En el fondo también lo estoy, creí que era diferente, que no jugaría con mis sentimientos ni perderíamos el tiempo.
—¿No me aceptarás un último helado?—dice.
—El helado es para los buenos momentos, tú puedes beber un café amargo.
—Aún enojada eres considerada conmigo—sonríe.
—No me conoces enojada, pero puedes estar seguro de que no me soportarías. Cuídate, Seo Won.
Cada uno se va por donde vino, todo terminó.
Confié durante mucho tiempo en alguien que consideré incapaz de lastimarme, pero al menos la experiencia no fue tan mala.
Por primera vez alguien se fijó en mí y llamó mi atención de una forma diferente. Seo Won me hizo quererme, valorarme, y eso no lo voy a olvidar tan fácil. Espero que más adelante conozca a una buena chica y sea feliz, porque se lo merece, aunque yo no sea la indicada.
Jong Hyun se encuentra en el sofá, su pecho sube y baja como si hubiese corrido una maratón. El control remoto se encuentra en sus manos y hace zapping a gran velocidad sin encontrar el canal que acostumbra a ver.
—Hola —Sonríe—. ¿Dónde estabas?
—Jeong, eres tan idiota —Me siento a su lado—. ¿Crees que no te he visto espiándome en el centro comercial?
—Yo... Lo siento.
Trata de excusarse, aunque esta vez me parece tierno.
—¡Eres tan lindo, Jonghyunie! —pellizco sus mejillas—. Qué bueno que estudias Economía y no eres agente del FBI.
—Perdón por seguirte, no estuvo bien.
—¿Pensaste que él me haría daño?
—No, eso lo guarda para mí —Hace puchero para molestarme, tiene su boca lastimada.
—Tranquilo, ya todo terminó. Estoy bien, y tú igual. No exageres.
JONG HYUN
La seguí apenas salió del departamento. Tenía que asegurarme de que no vería a su ex de nuevo, pero me llevé una gran sorpresa cuando eso sucedió. Si ellos regresaban, yo tenía que mudarme a la luna, porque no podría mirarlo a la cara después de lo que dije.
No obstante, su relación se vio lejana. Él parecía pedirle perdón, mas ella no accedió en ningún momento. Estuvieron de pie cerca de las escaleras de la entrada, no hubo intenciones de sentarse a platicar.
Luego, cuando vi que se despedían, corrí hacia el auto y vine al departamento. Tenía que llegar antes que Erika; pero al parecer tomó un taxi, porque no llevaba ni dos minutos aquí cuando entró.
—¿Qué piensas? Comparte tus pensamientos —Me imita.
—Cuando lo digo es porque realmente me gustaría saber qué piensas. No me burlo de ti.
—¿Quieres saber algo? ¡Pregúntamelo!
—No hay nada que quiera saber...
—Terminé con Seo Won, no volverás a verlo por aquí. ¡Así que ya no juegues al detective! Me voy a bañar, después hablamos.
—Vi a Mai hace unos días —digo y detiene su andar—. No te lo dije, pero la mandé a la mierda en cuanto supe todo lo que te había hecho. Volví a elegirte por encima de ella.
Nunca le conté mis razones para terminar con Mai. En realidad, nunca me preguntó.
Mi noviazgo estaba bien, compartíamos tiempo juntos, era tierna conmigo y me cuidaba mucho; pero a causa de sus celos logró que me alejara de Erika.
Al principio no me importó, supuse que era normal tener que dejar algunas cosas de lado por estar en una relación. Luego fue insoportable.
Recuerdo que era el primer cumpleaños que Erika pasaba sin su familia. Hyo Ri ya no se encontraba en Busan, por lo cual tenía que sorprenderla de algún modo.
Hacia días que no hablábamos, siempre estaba encerrada, no quería salir conmigo a casa de mis amigos o esperarme después de gimnasia para volver juntos. Estaba rara y no entendía el por qué. Cuando intentaba hablarle me respondía cortante, incluso en el colegio, como asustada.
Fui a una tienda y compré unos collares de amistad. Pensé que además de ser un regalo de cumpleaños, podía dejarle en claro que nuestra amistad existía. Tenía pensado dárselo esa misma noche durante la cena.
Mai quería ir al cine, a sabiendas de que era el cumpleaños de Erika. Le dije que no y comenzó una discusión sin sentido. Rato después, saliendo de los vestidores en el colegio, escuché a dos chicas hablar sobre D'angelo. Rumores que mi novia había inventado con temas tan delicados como la muerte de sus padres o la custodia que los míos tenían sobre ella. Había confiado en alguien que no valía la pena, porque estaba lastimando a quien más quería.
Me encontré a Mai en los pasillos y empezó a gritarme, llamando la atención de varios de mis compañeros y otros estudiantes. Hasta que cometió el peor error de su vida.
¿Erika o yo? Lanzó sin temor a la respuesta. ¡No hizo falta pensarlo! ¡Mil veces Erika!
Mai se sorprendió tanto que las personas que estaban allí se rieron de ella, quedó en vergüenza. Salí con una sonrisa de oreja a oreja, no sin antes decirle que Erika D'angelo era mi mejor amiga y que jamás la cambiaría. Si volvía a escuchar habladurías sobre ella en los pasillos, lo lamentaría.
Creí que esos rumores los había dicho ese mismo día y solo por estar enojada conmigo. Jamás me imaginé que llevaba tiempo haciéndolo y que por esa razón Erika no me hablaba. Esto último pude asimilarlo hace unos días cuando leí su diario íntimo.
—¿Peleaste con ella el día de mi cumpleaños? Woah, ese sí que fue un gran regalo y no lo sabía —reímos.
—Sí, lo hice en aquel entonces y lo seguiré haciendo las veces que sea necesario. Tú me importas mucho.
—A dónde quiera que vaya llevo este collar. Me encanta. Creo que es el único regalo que me has hecho —dice burlona.
—También traigo el mío —Alardeo—. No es el único regalo que te hice, aunque es el más significativo. ¿Qué quieres que te regale ahora?
—Un helado de chocolate, ¿vamos? Por favor.
—¡Siempre encuentras una excusa para tu helado! Vamos, niña caprichosa.
—Tú me quieres caprichosa—Corre hacia la puerta.
A pesar de su ruptura con Seo Won, la veo bien. Sonríe con ese brillo en sus ojos como una niña pequeña que está por ir en busca de un nuevo juguete.
Ha pasado tiempo sin salir a solas. Ya había olvidado lo que era caminar con ella a mi lado agarrándome el brazo.
A Erika le encanta caminar. La heladería queda como a 20 calles, pero ella insistió en que no sacara el auto.
—¿Por qué me haces esto? Caminar 20 calles por un helado que te terminarás en menos de 3 a la vuelta.
—¿No eres un deportista? ¡Camina! Además, tú pagarás el helado porque yo no traigo dinero.
—Este será el segundo regalo que te haré en mi vida. Tendrás que esperar otros 10 años para el próximo —Bromeo.
—En tu interior sabes que me comprarás más heladitos—ríe.
Te compraré todos los helados que quieras si a cambio obtengo esa hermosa sonrisa, D'angelo.
...
La relación de Erika y Seo Won terminó, ¿qué piensan al respecto?
¿Ahora qué pasara con este dúo?
Les mando un fuerte abrazo ♥
GRACIAS POR TANTO AMOR.
JK 💜
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