CAPITULO 12
ERIKA
El beso con Jong Hyun es un secreto que no puedo revelar. No es apropiado decirlo, su estado de ebriedad impidió que él pensara con claridad antes de actuar. Además, no debo sentirme culpable frente a Seo Won por esto; aunque es en lo único que pienso.
Llevo un buen rato frente a los apuntes sin poder concentrarme. Mi habitación está silenciosa; pero mi cabeza insiste en recordar lo sucedido en la habitación que queda al frente y las palabras de quien se encuentra dentro.
Una parte de mí quiere salir de aquí y enfrentarlo, saber si algo de todo lo que dijo es cierto. Otra, una más razonable, me dice que es mejor no remover el pasado. No somos compatibles. No nos parecemos. No funcionaría.
Hace más de una hora que cerró la puerta de su cuarto para estudiar. Me gustaría consultarle algo respecto a la materia y tener una excusa, mas no hay nada complicado en ella.
Nunca estudiamos juntos, no aplicamos el mismo método. Cuando Jong Hyun está a mi lado comienza a hacer chistes idiotas y logra desconcentrarme. A pesar de eso, es muy inteligente.
Años atrás lo ayudaba en algunas materias, pero después se las ingenió solo. Dejó de necesitarme una vez que ingresamos a la universidad.
Seoltang—Perdón por no verte en estos días,
mis horarios son complicados.
Pero no olvides que te quiero.
✔✔
Erika— No te preocupes, lo entiendo.
También te quiero
✔✔
Seoltang—Mañana te veré, lo prometo.
Me haces mucha falta, Erika.
✔✔
Erika—Me haces falta.
Quiero que me abraces.
✔✔
Seoltang— ¿Por qué eres tan linda y tierna?
Ahora quiero abrazarte.
Te llamaré en cuanto salga de la oficina.
✔✔
No nos hemos visto en los últimos cuatro días. Los horarios de la universidad y su trabajo juegan en contra. Aun así, permanece atento a mis cuidados. Me llama, envía mensajes, piensa en mí. Seo Won es tierno, preocupado, y me trata como a una reina.
Han pasado algunos meses desde nuestro noviazgo, las cosas marchan bien. Estuve pensando en presentarlo en casa de mis padres en Busan, aunque no quiero apresurar nada.
Estaba muy segura de hacerlo, pero...El beso con Jong Hyun aquella noche cambió todo. Ahora debo analizarlo con mayor profundidad.
Decido ir hacia la cocina y comer algo, seguir aquí me hace pensar en cosas que no debo. Abro la puerta de la habitación a la vez que Jong Hyun lo hace. Nos miramos de frente y sonreímos por la casualidad. Nuestros dormitorios se encuentran enfrentados.
—¿Tienes hambre? —Me pregunta.
—Sí, ¿y tú?
—Voy a devorarme todo lo que encuentre—reímos.
Horas de estudio culminan en un desgaste mental. El estómago pide a gritos comida, la cabeza un descanso.
Preparo mi tazón con yogurt y cereales; él se prepara un café y busca algo más en la alacena. Entre nosotros habita el silencio, pero no uno incómodo, uno normal. El crujido de los cereales rompiéndose en mi boca es perceptible. Siempre es más cereal que yogurt.
Jong Hyun enciende el televisor para ver un programa de variedades que le gusta mucho. Por mi parte, tomo lugar en el sofá con el fin de hacerle compañía.
Necesito hablar con él, pero temo que reaccione mal o que diga algo hiriente para justificarse. Hablar primero de Seo Won será lo mejor.
—Voy a presentar a Seo Won en casa de tus padres—digo sin quitar mi vista del televisor.
—¿Tan pronto? ¿Por qué?
—Bueno... Han pasado algunos meses. No quiero ocultarlo, no hay nada malo en él.
—Sí, está bien —sonríe sin ganas—. Lo invitaremos a casa cuando tú quieras.
—No te agrada, ¿verdad?
—Tiene que gustarte a ti, no a mí. Quizás no es el mejor partido, pero cada uno consigue lo que puede.
—¿Me estás diciendo fea otra vez?
—¡No, no! —Se sienta a mi lado.
Su acción precipitada me hace reír, entonces él se relaja. Hace mucho que no peleamos, eso es bueno. Lo lamentable es saber que nunca aceptará a Seo Won. He hecho lo posible para que se lleven bien; y doy fe de que Seoltang trató de acercarse; no obstante, Jeong es un cabezadura.
Cuando mi novio llega al departamento, Jong Hyun se encierra en su habitación. Es un decir, porque cada 30 minutos aparece en la cocina y busca un vaso con agua, al rato lo deja, luego ocupa el baño unas dos o tres veces, y así hasta que Seo Won se retira.
No lo culpo. Sus padres lo obligaban a cuidarme, pero a esta altura de la vida exagera.
—¿Pasa algo, D'angelo?
—Quiero hablar contigo.
Si todo lo que me dijo aquella noche es cierto, lo sabré y, de paso, podré ser determinante. Seo Won es mi novio, quiero estar con él.
—No me asustes, ¿qué tienes?
—Jong Hyun, a lo mejor esto no signifique nada para ti, pero... —suspiro—. La noche que llegaste ebrio al departamento tú...Me besaste.
—¿Qué? —Pregunta sorprendido—. Perdón, nunca más beberé de esa manera, lo juro. Yo...
—Dijiste que me amabas —Lo interrumpo—, que siempre lo habías hecho, y que te habías dado cuenta ahora que estoy con Seo Won —Como mi yogurt restándole importancia.
Él busca algún tipo de excusa que no sea la cantidad de alcohol excesiva, mas no la encuentra. Conozco a Jeong, lo que me ha dicho es verdad. Es demasiado sincero, por eso a veces me lastima cuando dice algo sin pensar.
Me levanto de mi lugar a fin de regresar al dormitorio. Necesitaba que lo supiera, aunque no esperaba otra cosa. En verdad no.
—¡Espera, D'angelo —Toma mi mano impidiendo el avance—. Es cierto. Todo eso es cierto.
—Pero sabes que esto no puede ser, ¿verdad? ¡Dime que lo sabes! Estoy con Seo Won.
—¡Lo sé! Yo... —Agacha la cabeza, no puede mirarme a los ojos para continuar con sus palabra—. No haré nada al respecto.
—De acuerdo, porque ya sufrí mucho por ti, no quiero volver a hacerlo.
—¿Podemos hablar de esto? ¿Puedes contarme qué es lo que te hice que te lastimó tanto? —pregunta casi en una súplica—. Por favor, dímelo.
—No creo que sea buen momento.
Sus manos tibias por el contacto con la taza de café sostienen las mías. Mi corazón se acelera por el solo hecho de tenerlo cerca y haber escuchado de su boca un "Es cierto. Todo es cierto". No sé cómo sigo de pie fingiendo que no me afecta. De hecho, lo estoy colocando en una situación vulnerable, porque Jong Hyun no es así.
El golpe desde la puerta me salva de seguir con la conversación; sin embargo, él no quiere soltarme.
—Primero dime.
—Jeong, podría ser...—Guardo silencio.
—Seo Won—menciona molesto—. Abre, no lo hagas esperar.
Quiero evitar una discusión, a sabiendas de que no será mi novio cuando abra la puerta.
—¡Erika, lo siento, pero necesito hablar contigo urgente! —exclama en cuanto me ve.
—Kyu Bin...¿De qué hablas? Pasa...
—Desde que te conocí que quiero decirte algo y nunca me animo—Inicia, mientras se quita los zapatos—. Pero hoy lo diré...
—¿Te le vas a declarar en frente de mí? Te partiré la cara, Kyu Bin.
—¡No, Jong Hyun, es otra cosa! Erika... ¿reconoces esto?
Sobre su mano extiende una pulsera de plata con un pequeño trébol. Es como si viajara en el tiempo.
—Es la pulsera que me regaló mi mamá —contesto nerviosa—. La perdí hace años, justo el día en que ella murió.
No puedo dejar de mirarla. Las lágrimas brotan rápidamente, empapando mi rostro en cuestión de segundos.
Antes de irse de viaje mamá me hizo un regalo por mis excelentes calificaciones. Dijo que estaba orgullosa de mí y que esto era un adelanto. Al volver, ellos me darían un regalo mucho mejor; pero los tiempos no se dieron.
Recuerdo que además de llorar a mis padres, lloré por ser tan torpe y no cuidar el último recuerdo de ellos.
—¿Estás bien? —Indaga Jeong.
—No puede ser...—murmuro en cuanto hago una rápida conexión—. ¿Eres el chico del tren?
—Y tú la chica del tren —asiente—. Perdón por tardar en decírtelo, pero lo pensé mucho y necesitaba estar seguro de que eras tú.
Abrazo a Kyu Bin con fuerza, él me corresponde. Me ha hecho feliz de repente, ha devuelto la pulsera que me dio mi madre. Es lo más bonito que me ha pasado.
Llorar y reír al mismo tiempo es inevitable. Mi cara es un desastre, se me ha corrido el maquillaje y parezco un panda.
—El chico que mencionaste aquella vez —espeta nervioso—, ¿Era Jong Hyun?
—Si, era él. Mis padres habían muerto ese día, por eso estaba así.
—Lo siento, no lo sabía. Cuando te bajaste del tren tu pulsera cayó y la guardé. Nunca supe tu nombre para buscarte.
—La conservaste durante todos estos años. ¿Por qué?
—Porque nunca pude olvidarme de ti. Estabas mojada por la lluvia, no tenías abrigo; llevabas el uniforme del colegio.
—Tampoco pude olvidarme de ti, fuiste muy tierno en acompañarme. Te ves diferente, no te reconocí.
—En aquella época mi cabello era oscuro y había ganado peso—ironiza.
—No entiendo de qué están hablando. Erika, ¿por qué estabas sola?
—No importa, Jong Hyun, ya pasó.
Es una conversación que evito hace años.
—¡Sí importa, porque estás diciendo que yo era el chico por el que llorabas! —Levanta la voz—. ¡Ya dímelo! ¡Dime todo de una vez, D'angelo!
Con su rostro ceñudo y mirada oscura me amenaza sin darse cuenta. Es el Jeong Jong Hyun malo, la parte que odio. El que cree tener la razón y nunca se pone de mi lado para intentar comprenderme.
—Mírame—Pide con insistencia—. ¡Por favor, dime lo que tengas que decir!
—Tu madre fue la encargada de avisarme que mis padres habían muerto. Yo tenía 15 años. ¡Mi mundo se derrumbó, me quedé sola, Jong Hyun! Tú, que decías ser mi mejor amigo, no estabas ahí —Enfatizo—. Salí a buscarte, necesitaba que me abrazaras, que me dijeras que todo estaría bien... Y tú... estabas con ella...
—¿Con quién?
Actúa confundido, pero en su interior sabe muy bien a quién me refiero.
—Te llamaba y me ignorabas ¡Te estaba viendo! —Empujo su pecho en cuanto quiere acercarse—. Creí que contestarías mi llamada, pero fue todo lo contrario. Apagaste el celular y lo guardaste en el bolsillo de tu pantalón para continuar con tu beso.
—Erika...
—Salí corriendo de allí en cuanto comenzó a llover. No tenía paraguas, no tenía mochila, lo único que traía conmigo era el celular. —Seco mis lágrimas y me siento en el sofá—. Deambulé sin rumbo por horas. A pesar de mi miedo a las tormentas, nada me importó.
Cuando me di cuenta de que estaba oscureciendo, fui a la estación de Yeonsan. Ahí conocí a Kyu Bin.
Escapé de tu casa, tu familia estaba desesperada buscándome por todos lados, hasta que llegué. Jin y Hwan me abrazaron, tus padres mucho más fuerte. ¿Y sabes qué? Tú aún no estabas ahí. ¡No llegaste, no te importó mi dolor, mi insistencia!
Fue la primera vez, de muchas, en que me hiciste sentir insignificante, tu segunda opción siempre. Y yo... Te amaba más que a nadie en este mundo, Jeong.
JONG HYUN
Mientras escucho su relato con tanto dolor, no puedo dejar de culparme por lo que hice aquella tarde.
Mai era la chica que, según yo, me haría olvidar a Erika. Salimos del colegio y le dije a mis dos amigas que regresaran solas a casa. Mi acercamiento con Mai era notable, decidí que estar con ella sería lo mejor.
Mis amigos insistían en que tenía que declararme. Nadie sabía que me gustaba D'angelo, o al menos eso intenté ocultar. Había experimentado el rechazo y no soportaba el hecho de que alguien lo supiera, ni siquiera ella misma. Decidí que tanto Erika como Hyo Ri serían mis amigas y nada más. Pese a que había besado a una y me gustara la otra.
Invité a Mai Kimura a una cafetería muy popular a los alrededores del colegio. Le pediría noviazgo.
No voy a mentir, lo hice solo para tapar otro sentimiento. Mencionó que estaba enamorada de mí, y no era una novedad, toda la escuela lo sabía. Quizás por eso también me animé a preguntarle, porque no me rechazaría.
Estaba a punto de decirle a la chica frente a mis ojos que me gustaba. De pronto, el celular comenzó a sonar. La pantalla mostró el nombre de Erika D'angelo junto a un emoji de anillo de compromiso. Así nos teníamos agendados.
Pensé que era una especie de señal, que no debía hacerlo, pero rechacé la llamada y proseguí con la pregunta. El teléfono sonaba con insistencia y, entre los nervios y la culpa en el centro de mi pecho, lo apagué para quedarme con Mai. De ahí en más fue mi novia durante meses, quizás un año, no lo recuerdo.
Llovía demasiado. Acompañé a Mai a su casa, luego fui a casa de Bo Gum y me quedé ahí como todos los viernes. El hermano de Him Chan, otro de mis amigos, me acercó a la mía en la noche. Erika estaba dormida, no me enteré sino hasta la mañana siguiente que sus padres habían muerto en un grave accidente.
Ella parecía estar en permanente estado de shock. No hablaba, no lloraba, no tenía expresión en el rostro. Mi madre tenía que convencerla para comer, y un médico visitó la casa en dos ocasiones.
Fue un largo proceso para que regresara a la normalidad, el mismo que me acercó a Mai Kimura. Sin embargo, seguía pendiente a la distancia, porque Erika contaba con Hyo Ri, pero no me dirigían la palabra.
—No sabía nada de esto... Yo...
—No importa, Jong Hyun—sonríe sincera—. Ya pasó.
¿Cómo es que puede aguantar tanto dolor? Hyo Ri lo sabía y nunca me lo dijo. A veces pienso que esperan mucho de mí, pero soy tan idiota que no me doy cuenta de lo que sucede a mi alrededor.
Por años la he sobreprotegido del resto, cuando debía protegerla de mí mismo. He negado mis sentimientos hacia ella como si fuese un crimen. ¿Por qué salí con tantas personas cuando ella no podía hacerlo por mi causa?
—¿Mai es la chica con la que vas a salir mañana por la noche, Jong Hyun? —pregunta Kyu Bin.
—¿Qué? ¿Vas a salir con ella?
—Sí, pero... yo no sabía que...
—Hay cosas que nunca van a cambiar —Recrimina y puedo entenderla—. Es lo que me faltaba.
—¡Espera, Erika, no te vayas! No sabía que ella estaba aquí en Seúl. Me la encontré ayer y quedamos en salir.
—¿Ayer?
—Sí, ayer en la tarde hablamos. Yo estaba con Min Wook y ella con una amiga.
—Ayer —ríe irónica—. ¡Te vi con ella el día que estuve en el hospital, Jong Hyun! Te iba a decir que me sentía mal, pero no quería estorbarte otra vez. No quise interrumpir tu hermoso reencuentro con la chica de la cual estuviste tan enamorado.
Confirmo mi escasa capacidad para coordinar media idea sin ser descubierto.
—Sí... pero ayer quedamos en salir —resoplo por ser siempre un mentiroso con ella —. No te enojes conmigo, por favor.
—¡Vete a la mierda! —Me aparta—. Hace un momento decías amarme y no sé cuántas cosas, y ya tienes una cita programada —Aplaude, y su comportamiento no me gusta para nada; porque yo también la estoy pasando mal —. ¡Bravo! ¡Excelente!
—Pudiste decirme que te sentías mal, no eres un estorbo para mí. Todo lo que te he dicho es cierto.
—Mejor sigue enviándote mensajitos con ella, corre preocupado cuando te llame.
—¿De qué estás hablando?
—¡Déjame en paz!
—¡Esto también me duele! ¿Qué quieres que haga? ¿Que me quede en casa viendo cómo te besas con el idiota de Lim Seo Won? ¿Crees que no me afecta verte con él?
—¿Te parece que no me afectó verte con ella aquella vez? ¿O que no me afectó verte con miles y miles de mujeres en toda la vida? ¡Sí, me viste con Seo Won! Pero yo te he visto haciendo cosas que preferiría no recordar. ¡Me das asco! —Otra vez esa palabra saliendo de su boca, el insulto perfecto—. Vete con ella, al final son tal para cual.
—Ni siquiera es por otra mujer. ¿Te molesta que salga exclusivamente con Mai? Te recuerdo que yo puedo hacer lo que quiera con mi vida.
—¡Jong Hyun; Erika! —Interviene Kyu Bin—. Por favor, no llegarán a nada.
—Haz lo que quieras —Me enfrenta furiosa—. La traes a este departamento y te juro que me voy y no me vuelves a ver en tu maldita existencia, Jeong.
—Y tú puedes traer a tu novio tranquila, ¿no?
—¡Sí, yo sí!
—¿Por qué?
—Porque mi novio jamás te ha humillado, golpeado, o molestado durante toda la secundaria —Sus lágrimas caen al compás de sus palabras cargadas con bronca—. Seo Won no se burlaría de la muerte de tus padres ni te llamaría huérfano. Jamás te amenazaría para que te alejes de mí. ¡¡Vete a la mierda, Jong Hyun!!
—¿De qué hablas? ¡Erika, no te vayas!
ERIKA
"¿Te molesta que salga exclusivamente con Mai? Te recuerdo que yo puedo hacer lo que quiera con mi vida."
Mi papá les otorgó un poder a los Jeong para que asumieran responsabilidad por mí en lo que ellos se encontraban fuera del país. Gracias a eso, y por intervención de mi abuela, obtuvieron mi custodia hasta alcanzar la mayoría de edad.
Jong Hyun y Mai eran la pareja más popular del colegio. No voy a negarlo, se veían bien juntos, ella era muy bonita, lo tenía embelesado. Su unión fue la causa de nuestra distancia. No lo sentí importante, Hyo Ri y yo nos teníamos la una a la otra. No contábamos con Jeong para regresar a casa a la salida del colegio, aunque era lo de menos.
Todo parecía estar bien, hasta que empecé a recibir amenazas en mi casillero. Papeles escritos a mano, insultándome, amenazándome. Al principio los ignoré, pero con el pasar de los días la cantidad de papeles fueron aumentando. Sabía perfectamente de dónde provenían, mas fingí que no me importaba.
Hyo Ri se fue a Jeju, me quedé sola. Y no conforme con los papeles, se hicieron presente las burlas. Mai y sus amigas se ensañaron conmigo, desde poner el pie cuando tenía que ir a mi pupitre hasta esconder mis pertenencias.
En clases de gimnasia criticaban mi cuerpo, mi nacionalidad. Ella sabía muchas cosas sobre mí, porque Jong Hyun le contaba.
Las agresiones verbales aumentaron en forma progresiva. Se burlaba de la muerte de mis padres llamándome huérfana, les dijo a todos que los Jeong tenían que mantenerme y que abusaba de su generosidad. Me odiaba, y nunca le hice daño.
Hyo Ri estaba al tanto del maltrato, quería decirle a Jeong, pero me opuse. ¿La razón? Kimura tenía un grupo de amigos varones. Uno de ellos, llamado Hong Ryul, me acosaba. Traté de ignorarlo, pero de las palabras pasó a tocarme en cuanto se presentaba la oportunidad. Me dijo que, si Jong Hyun o alguien de la familia se enteraba de eso, él haría cosas peores conmigo.
Eran calculadores, actuaban en momentos donde Jong Hyun no se encontraba cerca. Y yo... Yo era una completa idiota.
Al salir de clases iba a casa y me quedaba allí hasta el día siguiente para ir al colegio otra vez. Los fines de semana permanecía dentro. Nunca salí a fiestas por una simple razón: el miedo.
Me alejé de Jong Hyun. Lo ignoraba en el colegio, lo ignoraba dentro de la habitación que compartíamos. Mis respuestas para él eran monosílabas, mas lo hice para cuidarlo.
El acoso por parte de Hong Ryul comenzó a notarse, aunque nadie hizo nada. Pasé mis recesos en el baño de mujeres, el único lugar donde él no podía acceder. Fueron meses sin almorzar, porque el camino a la cafetería no era seguro para mí.
Desconozco lo que sucedió entre Mai y Jong Hyun, pero rompieron.
Él quiso acercarse a mí; sin embargo, yo tenía mucho miedo, no podía arriesgarme a que algo nos sucediera. Hong Ryul me advirtió que, si abría la boca, las consecuencias podían repercutir en Jeong.
Lo alejé, lo traté mal, lo ignoré, mas Jong Hyun permaneció a mi lado. No volvió a dejarme sola. Tuve un grupo a partir de ese momento y lo único que hacían era cuidarme.
Seoltang—¿Qué haces? Estoy pensando en ti. Te extraño
✔✔
Erika—Me siento muy mal.
Te necesito mucho
✔✔
Seoltang—No me digas eso ☹ iré a abrazarte ahora mismo.
¿Quieres que salgamos a caminar un rato?
✔✔
Erika—No, tienes que estudiar.
Estaré bien, después hablamos ¿sí?
Te quiero, Seo Won ♥
✔✔
Seoltang—Háblame si me necesitas, no importa la hora.
Sabes que estaré ahí para ti siempre.
Eres hermosa, no lo olvides.
Te quiero mucho ♥
✔✔
Me acuesto con la vista hacia el techo e intento no pensar en nada; no obstante, es imposible.
"¿Qué quieres que haga? ¿Que me quede en casa viendo cómo te besas con el idiota de Lim Seo Won? ¿Crees que no me afecta verte con él?"
¿Qué me está pasando con Jong Hyun? Creí que ya lo había superado. Y con mi verborragia desmedida le dije cosas que prometí callar para no herirlo.
Me niego a verlo con Mai Kimura. Me cuesta creer que alguien como él pueda fijarse en ella, en alguien tan cruel.
Al venir a Seúl traje muchas cosas que guardaba en mi antigua habitación. El miedo a que alguien las encontrara me obligó a esconderlas como si fuese un tesoro. Una caja con recuerdos, mis recuerdos más oscuros.
Jamás tiré las notas que me enviaron. Al contrario, las guardé una por una. En mis pensamientos rondaba la idea de vengarme de Mai y su séquito de idiotas. En la actualidad no me interesa.
Mi único objetivo ahora es impedir que Jong Hyun esté con ella. Y no lo hago por venganza, lo hago porque lo quiero. Puede estar con cualquier mujer en el mundo, pero no con ella. No con Mai Kimura.
Tengo en mi manos el diario íntimo que me regaló mi abuela cuando era pequeña. Muchos piensan que las niñas escribimos puras cursilerías; sin embargo, mi diario era distinto, relataba los peores momentos de mi vida. La única forma que encontré para desahogarme era escribir a detalle lo que me hacían.
Ha llegado la hora de deshacerme de esta carga emocional y material que de nada me sirve. Aunque me lastime.
Jeong sigue con Kyu Bin en la sala. El rubio parece calmarlo, le habla con tranquilidad y por lo bajo.
—Jong Hyun...
—¡Erika! —Se acerca a mí—. Explícame que fue todo eso que me dijiste hace rato, no entiendo —suena desesperado.
Tiro todos los papeles sobre la mesa de la sala en tanto los dos observan atónitos.
—Son amenazas que recibí en la escuela por parte de Mai y sus amigos —Trato de contener las lágrimas, no puedo flaquear ahora—. Y este es mi diario íntimo, puedes leerlo también.
Jong Hyun tiene los ojos cristalizados. Por otra parte, Kyu Bin ha quedado perplejo ante la cantidad de papeles que hay sobre la mesa.
Jeong me rodea con sus brazos, apretándome con fuerza, volviéndose sensible conmigo. Llora y pide perdón como si fuese su culpa. En varias oportunidades lo dije, mas no lo es. La culpa es mía, siempre fue mía.
—Me iré a la residencia—Interrumpe nuestros amigo—. Tienen mucho que hablar.
Le agradezco una vez más por cuidar de la pulsera de mi madre por tantos años, y le pido perdón por la discusión con mi roomie.
—Siempre presencias nuestros problemas—digo—. Perdón.
—Gracias por hacerme parte de sus reconciliaciones—reímos—. Son los primeros amigos que hice en Seúl, pueden contar conmigo para lo que necesiten.
—Adiós, Kyu Bin—dice Jeong—. Gracias por todo.
JONG HYUN
La mesa se encuentra repleta de papeles de todos los colores y tamaños. Insultos, burlas, amenazas. Erika me dejó hasta su diario íntimo. No quiero leerlo, pero si me lo dio es porque es un tema del que no quiere hablar.
Las primeras hojas contienen recuerdos muy lindos, habla de Hyo Ri y de mí. Ha pegado fotos de los tres. Menciona los libros que ha leído, las películas y series que su padre no le permite ver, sus viajes a casa de su abuela, y de un amigo en Argentina.
Escribió sobre sus buenas calificaciones y lo malo que soy en Química. Se queja porque tiene que enseñarme y no presto atención. Hasta mis peleas con Hyo Ri se encuentran relatadas en estas páginas.
Todavía recuerdo a la pequeña D'angelo, dulce y comprensiva. La que se interponía para evitar discusiones, la que me ayudaba a estudiar cuando se dio cuenta que mi coeficiente no era de los mejores. Tan bonita.
Luego de la muerte de sus papás los relatos cambiaron. Las páginas coloridas cargadas de fotos o recortes se redujeron a tinta negra y desalineada. No puedo creer lo que estoy leyendo. Es como si viviéramos en mundos diferentes.
Creí que Erika estaba celosa de Mai y por eso se había alejado de mí. No pensé que estuviese obligada a hacerlo.
Cada palabra que leo es un motivo más de dolor, jamás me perdonaré esto. El tiempo perdido, el sufrimiento de ella en soledad, el resentimiento de Hyo Ri.
El corazón se me estruja con cada relato. Percibo el dolor en sus palabras y sé que ha llorado mientras escribía; hay restos de lágrimas en las hojas.
La peor parte es ver el nombre de Jung Hong Ryul como el principal acosador. El mejor amigo de Mai. Un relato crudo y asqueroso.
Describe el miedo, sus excesivas ganas de morir cuando él se le acerca. Detalla el vocabulario agresor y la hostilidad de su trato. "Hong Ryul me tocó por debajo de la falda, juro que intenté gritar,pero no pude. Me doy asco".
Me horrorizo al imaginar la situación. D'angelo, sola, sintiéndose culpable y sucia por algo que no hizo.
"Me quiero morir, ya no quiero que se me acerque". "Tuve mucho miedo de que él me encontrara". "No sé cómo hacer para que me deje en paz". "Siento sus manos sobre mí todo el tiempo".
Es suficiente, no lo soporto.
Voy a su dormitorio. Sé que está durmiendo, pero quiero estar junto a ella.
Me recuesto a su lado y la abrazo. Abre sus ojos y se encuentra con los míos hinchados de tanto llorar. Estoy destruido.
—Nunca me voy a perdonar por dejarte sola—Sollozo—. D'angelo, perdón.
—Perdón por no decírtelo antes, no debías saberlo.
—Nada nos iba a pasar, tenías que decírmelo.
—No me ibas a creer, estabas feliz con ella.
—Tú estás por encima de cualquiera, Erika, lo sabes.
—Jeong, por favor, no quiero que estés con Mai—suplica—. Puedes estar con la mujer que quieras, pero no con ella, por favor.
—Quiero estar contigo —sonrío—. Me conformo con tu amistad. No me dejes nunca, por favor.
Me abraza. No quiero separarme de ella después de lo que he leído. Quisiera explicarme a mí mismo qué estaba haciendo mientras todo eso sucedía.
—Por favor, dime que Hong Ryul... —ni siquiera me atrevo a decirlo.
—No pasó a mayores, porque llegó un momento en el que tú estabas conmigo todo el tiempo. Gracias por no dejarme sola, a pesar de que te trataba mal. Tenía mucho miedo, Jong Hyun, yo no quería que te lastimaran.
—Me siento responsable —vuelvo a llorar—. Tú eras una de las chicas a las que golpearon en grupo. Y protegí a Mai pensando en que le harían daño a ella, cuando la verdadera víctima dormía a mi lado en el mismo cuarto. Me estoy odiando.
—No lo hagas—Seca mis lágrimas—. Cuando recuperamos nuestra amistad me sentí la chica más afortunada. Tenía a cuatro guardaespaldas conmigo —ríe.
—Te juro que nunca voy a dejarte sola, siempre estaré contigo. Te amo, de verdad te amo.
—Pero...
—Sé que estás con Seo Won, no voy a intervenir, lo prometo. —Beso sus manos y vuelvo a abrazarla—.Quiero que seas feliz.
Espero a Min Wook en el estacionamiento, tengo que hablar con él sobre la cita de esta noche. Saldríamos con Mai y su amiga, pero ya no quiero hacerlo. No quiero volver a verla.
El vehículo aparca a mi lado en el lugar de siempre. Mi amigo baja con lentes de sol y sus libros en la mano.
—Jeong, ¿qué haces aquí?
—Te estaba esperando. Necesito hablar contigo.
Le cuento lo que ocurrió anoche, incluso los detalles del diario íntimo de Erika. Él me mira impactado, no puede creerlo. Qué queda para mí que no pude pegar un ojo por la culpa que me cargo.
—Hola, Jong Hyun—Me sorprende tras pensarla tanto—. ¿Listo para esta noche?
—No vamos a salir hoy—respondo serio—. Ni mañana, ni nunca.
—¿Por qué? —Su voz es temblorosa, espero que mi rostro le indique que no estoy para juegos esta vez—. ¿Qué paso?
—Sé lo que le hiciste a Erika en el colegio.
—¿Erika? ¿De qué hablas...? Yo no...
—Escucha, ahora mismo me dirás dónde puedo encontrar a Jung Hong Ryul.
—¿Hong Ryul? ¡No lo sé!
—¡Entonces averígualo! —menciono furioso y a regañadientes—. No te creas la gran cosa, yo también puedo hacerte sufrir igual o peor que lo que padeció Erika. ¡Dime dónde mierda está ese idiota!
—Está aquí en Seúl, pero no he hablado con él. Jong Hyun, por favor, tranquilízate. Lo que pasó con Erika fue hace mucho tiempo, ya no soy así...
—¡No me interesa como eres ahora! Té diré una cosa, D'angelo vive conmigo, sigue siendo mi amiga y la amo. Hace años me diste a escoger y te sorprendió que la eligiera. Ya ves que no me equivoco en mis decisiones.
No soy así, jamás he tratado mal a una mujer y, a pesar de mis palabras, nunca lastimaría a Mai Kimura.
—¡Amigo, cálmate! —Palmea mi espalda—. Vamos a cursar.
—Busca a ese idiota, Mai —Apunto con el dedo—. Dile que tenemos mucho de qué hablar.
—Es que no sé nada de él —titubea.
—De ser así, tú vas a saber mucho de mí. Alguien tendrá que responder por esto.
Me han dicho que mi enojo es aterrador, que transmito lo peor; quizás es cierto después de todo. Ella se aleja despavorida antes de que mi ira aumente.
—Jong Hyun, eso no estuvo bien.
—¡Wook, no puedo evitarlo! ¿Cómo crees que me siento después de saber todo esto?
—Lo sé, es una mierda. Pero anímate, Erika logró decírtelo después de años. Ahora pueden volver a ser los de antes.
—Necesito encontrarlo.
—Deja el pasado atrás, enfócate en el presente. Erika‐ssi no está sola.
No es fácil perdonarme cuando ella no pudo confiar en mí para ayudarla.
De ahora en más seré cauteloso, voy a cuidarla y, sobre todo, voy a respetar su espacio. Dejaré que sea feliz con Lim Seo Won, aunque eso me rompa el corazón.
Amo a D'angelo. Lo seguiré haciendo.
...
¿Quién lloró?
¿Tenían sus pañuelitos a mano? 🤧🤧 Se los advertí.
Este capítulo me ha costado escribirlo, releerlo me destruyó por completo. La vida de D'angelo no ha sido fácil. Ya me dirán ustedes que piensan al respecto.
En Instagram les pedí que me enviaran fotos de cómo se imaginan a los personajes. A mí no me gusta imponer una imagen, aunque sí he logrado encontrar algunos que se acercan a mi imaginación (no a todos). No obstante, me encantaría saber cómo se los imaginan, si es que los asimilan a algun actor, cantante, deportista, etc. Pueden hablarme por MP en Instagram o facebook. (No importa cuando leas esto, siempre voy a querer saberlo 🤭🤭) Despues haré un post o video para que todas lo vean.
Nos leemos en el próximo capítulo.
GRACIAS POR TANTO AMOR
JK 💜
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