CAPÍTULO 40
–Te hacía falta estar así –me dice Ronny, observandome detenidamente como si me tratara de un arte extraño.
–¿Es eso bueno o malo? –pregunto al no entender su mirada confusa.
–¿En serio lo preguntas? –se ríe negando con la cabeza– Es realmente bueno, mi amigo. Después de haberte visto llorar, maldecir, y con cara de culo prácticamente... todos los benditos días, es jodidamente bueno verte en tal estado.
–¿No vas a decirme entonces que no cree una ilusión?
–Por más que alguien te diga que no lo hagas, siempre terminas creando una ilusión. Todos somos asi, todos queremos que se cumpla eso que imaginamos. La ilusión es como el tratar de no pensar en ciertas cosas cuando tu mente no te ayuda –asiento dándole la razón– Y tu estas viviendo tu ilusión, eso que imaginaste. Lo único que puedes hacer es disfrutar, vivir este momento y... que pase lo que tenga que pasar. No pienses en eso, solo disfrutalo y entrega tu mejor parte.
Sonrío ante el apoyo de mi mejor amigo. Sonrío porque me siento seguro de lo que siento, realmente seguro. Sonrío porque estoy entregando lo mejor de mi, y Zoey lo está recibiendo con los brazos abiertos, con su corazón abierto. Sonrío porque lo que siento está siendo recíproco, de a poco, a su manera, paso a paso... Zoey me está amando.
El resto de la tarde en que estuve con Ronny, se basó en jugar videojuegos. Como en los viejos tiempos, como siempre. Es algo que no va a cambiar nunca en nosotros. Creo que en un futuro seremos dos señores jugando así en nuestro tiempo libre, si, y eso me parece perfecto.
Podremos crecer, pero hay cosas que nunca cambian.
Llega el fin de semana, y eso trae el cumpleaños de Paul y su fiesta sorpresa. El muy ingenuo se creyó en serio que su mejor amigo se iría por este fin de semana con su familia a la playa que van casi todos los años. Puedo asegurar que hasta estuvo triste y molesto por eso, es algo que no se puede disimular en su cara.
Para Paul solo compartiremos una cena familiar, sencilla, con lo justo y necesario. Durante toda la semana escuchábamos a Paul decir "como se nota que me estoy volviendo viejo" nosotros nos quejábamos con él por la parte que nos tocaba por su festejo, y él sonriendo nos decía que mientras estemos nosotros no necesita nada más.
Lo que este viejo no sabe, es que su mejor amigo y el amor de su vida, vienen planeando una gran fiesta sorpresa. Ni siquiera lo sospecha, están todos siendo cuidadosos con los detalles y con el no hablar de más.
Paul se fue con Hope a comprar las últimas cosas necesarias para la supuesta tranquila cena familiar. Con su ausencia llegan todos los invitados, todos trayendo las cosas que habían acordado traer. Entre los invitados se encuentra Chris, el niño que fue parte de su pandilla, el único que queda para revivir esos recuerdos que Paul tanto ama, recuerdos donde fue un tipo feliz. Se alegrará de verlo ya que Chris acaba de volver de un viaje que hizo hace unos meses.
Y no es el unico que volvio de un largo viaje, Sam también lo hizo. Hace demasiado tiempo que no lo veo, y cuando digo demasiado es realmente así. Tras su dura ruptura con France decidió irse un tiempo a México, allí tiene amigos que ayudaron un poco a su momento. Volvió porque Nathalie le insistió demasiado, lo echaba realmente de menos. Y aquí está, relativamente bien.
–¿Que tal tu viaje? –le pregunto y se encoge de hombros tras una sonrisa.
–Puedes viajar lejos de todo, y de todos, pero no de lo que sientes –asiento y hago una mueca triste– Pero me ayudo en partes –continua– Hace bastante no veía a esos amigos, fue agradable verlos. Fue un viaje con experiencias y buenos momentos –me observa– ¿La has visto?
–Solo un par de veces en la ciudad –asiente un poco triste, y decido omitir el hecho de que hace un mes la vi abrazada con un chico.
Sam me me mira, luego observa a Zoey y sonríe.
–Ya me entere de todo.
–¡Llegaste hace unas horas!
Se ríe.
–Chloe y Nathalie fueron a buscarme, creo que no hace falta decir más.
–Desde luego que no.
Nos reímos.
–Se que la cuidaras.
–Lo haré.
–Si no lo haces, corres peligro.
–Y yo dejaré que me dañes.
–¡Está por llegar Paul, todos a sus lugares! –grita Nathalie y todos se desesperan para ocultarse. Todos menos ella y yo. Nosotros nos quedamos fingiendo estar tranquilos, y relajados.
Paul entra riéndose de algo que Hope le está contando, y Nathalie sonríe ante la escena, de hecho yo también. Aunque creo que sonreímos porque sabemos lo que pasará en pocos minutos.
–Por favor dime que la cena no tardará mucho, muero de hambre –dice Paul, quejándose como un niño.
–No tardará mucho.
–¿Lo dices solo porque es lo que quiero escuchar?
Nathalie se ríe.
–Si, Paul. Sigues siendo joven y sexy.
Con Hope nos reímos a carcajadas porque es algo que él siempre le pide que le diga.
–Eres la peor.
–Me amas.
–Y mucho.
–Lo sé.
Ambos se besan y con Hope fingimos vomitar. Las personas ocultas cerca de nosotros se ríen por lo bajo.
Nathalie nos pide que nos acomodemos en la mesa, y lo hacemos, nos ubicamos cada uno en su lugar. Vuelve con la bandeja de comida, y le pide a Paul hacer un brindis antes de iniciar la cena. Esta era la señal... a la mitad de las palabras de Paul, todos saldrán de su respectivo lugar al grito de feliz cumpleaños.
–Realmente me hubiera gustado que en esta cena están todos –sonríe triste– Pero bueno, la vida de adultos nos lleva un poco a esto. Aun así, estoy feliz de compartir este momento con ustedes. Es otro año a su lado, otro año que soy feliz y espero que siga siendo así –nos sonríe con lágrimas en los ojos– Los amo y...
–¡FELIZ CUMPLEAÑOS! –gritan todos al casi unísono, y Paul se asusta ante la sorpresa. Los invitados comienzan a saltar, a festejar, y a cantar el feliz cumpleaños. Los chicos de la familia, rodeamos a Paul y saltamos a su alrededor. En ese abrazo grupal, surgen las típicas bromas de "me estas tocando" "creí que eras Paul"
Cuando nos separamos, Paul está sonriendo, con los ojos repletos de lágrimas de felicidad.
–No estoy llorando –dice hasta que ve a Chris y se le es imposible ignorar sus lágrimas. Llora y nadie se burla, Nathalie comparte sus lágrimas y todos aplaudimos.
Luego de los abrazos, los regalos, y las bromas a la vejez de Paul, compartimos la gran cena familiar que se venía planeando.
Me detengo a observar este gran momento, y lo conservo en los otros millones que tengo desde los cinco años. Agradezco al destino, a Dios, a la vida, a todo lo que hay que agradecer por haberme puesto en la vida de una familia tan unida y hermosa.
Me gusta saber que cuando estamos todos juntos, se dejan todos los problemas atrás y logramos disfrutar de este momento. Como Sam, que ahora se está riendo a carcajadas con Hunter. O como Marie y Blaine, que cada vez que nos reunimos parecen estar más cerca de volver que de separarse por completo. Me gusta que sea así, me gusta que seamos así. Tuvimos momentos difíciles, pero aquí estamos... riendo, sonriendo y conservando este buen recuerdo.
Le cantamos el feliz cumpleaños a Paul, nos sacamos fotos con él como si fuera una quinceañera, y hasta incluso bailamos un poco. Hasta que finalmente, cada uno se fue yendo a su respectivo hogar, dejando en Paul la sonrisa más feliz de todas.
Los últimos en irse son la familia Orwell. No quiero despedirme de Zoey, no quiero que se vaya, quiero que se quede conmigo y se lo hago notar a Hunter.
–Zoey puede quedarse a dormir –dice Nathalie y Hunter la asesina con la mirada– Ay, no me mires asi. No es la primera vez que Zoey se queda en casa, ni sera la ultima.
–Pero ahora las cosas cambiaron –dice él.
–Ahora no pueden dormir juntos conservando la inocencia –agrega Paul.
–No haremos nada, callense –Zoey se ríe.
–Bueno, ella no... –bromeo, Zoey me golpea y Hunter está a punto de lanzarse sobre mi y golpearme.
–Como se nota que eres hijo de Paul.
–Hey, eso lo recibo como un insulto –Paul se cruza de brazos haciendo reír a Hunter.
–¿Puedo quedarme? –insiste Zoey.
–Puedes quedarte –le contesta Chloe.
–¿Y mi opinión? –se queja Hunter.
–Vamos, cariño, es Nolan.
Hunter suspira, se queja por lo bajo y finalmente termina por acceder. Ahora que lo pienso, menos mal que me fui antes de que despertara la otra noche.
–Si Zoey se queda, entonces también se queda Dylan –dice Hope.
–No Dylan no –Paul niega con la cabeza.
–¡Papá!
–¿Ya ves a lo que me refiero? –le pregunta Hunter.
–Basta los dos –Nathalie se ríe– Ambos se quedan a dormir. Además piensen que tienen la noche solo para ustedes... –les sonríe pícara y Hunter le responde a la sonrisa.
–Gracias por la parte que me toca –se queja Paul con Hunter.
Hunter y Chloe se van. Hope y Dylan se sientan en el sofá a ver películas. Paul y Nathalie se encuentran en la cocina riendo como dos adolescentes ocultándose de sus padres, y con Zoey subimos a mi habitación. Nos recostamos en la cama y nos quedamos en silencio.
Hay silencios que te brindan paz, y no son para nada molestos. Mas si ese silencio es compartido. Ojala este momento fuera eterno.
–¿Piensas en algo? –le pregunto.
–En todo. Pienso en todo lo que tuve que pasar para llegar a este momento –suspira y cuando me observa sonríe– Siempre después de la tormenta viene la calma, y tu siempre has sido mi calma.
Le sonrío y dejo un beso en su frente.
–Es así con todo, Zo. La tormenta no es eterna. Puede dejar daños, pero el tiempo se encarga de sanar esos golpes.
–El tiempo o alguien.
–Ese alguien hasta puedes ser tú mismo –asiente dandome la razón.
–Cuando llega tu momento de paz... no quieres que se acabe.
–No pienses en eso, solo disfruta de este momento, se feliz. No sabes que pasara mañana, pero lo vas a pensar en ese momento. Ahora solo disfruta del hoy.
Me observa por largos segundos y el mundo se detiene. Basta con que me mire asi para que me sienta único.
–Y lo hago, de eso no tengas dudas. Soy feliz, me haces feliz.
–Es bueno para mi saberlo.
Le regalo una sonrisa feliz y sincera antes de devorar sus labios con intensidad. Zoey me responde el beso de la misma manera, y a medida que avanzan los segundos, avanza nuestro ritmo. Mi cuerpo responde ante tal cambio, y estoy seguro que el suyo también. La deseo. La amo y deseo.
Entre besos, caricias, y sonrisas, nos desvestimos. Su desnudez despierta más su belleza.
Zoey se sonroja cuando la observo detenidamente, pero me gusta hacerlo, y no me cansaría nunca. Es el mejor paisaje.
–Te amo, Zo –la miro a los ojos y le sonrío. Ella me devuelve la sonrisa y me besa, con su beso me dice que quiere amarme como yo lo hago, y sé que eso está a punto de suceder.
Otra noche donde la amo. Otra noche donde la hago mía. Otra noche donde soy el chico más feliz del mundo.
Congelemos este momento. Quiero congelar todos los momentos que tengo junto a la chica que amo.
<>
Quedan tan solo dos o tres capitulos (depende de como divida todo) y por supuesto, el epilogo. Lo digo para que se vayan preparando psicologicamente para despedir a estos dos, ya que yo tambien lo necesito. Gracias por acompañarme con esta historia, por apoyarme y vivir las emociones conmigo.
Espero que la despedida sea feliz, tal como lo imagino!
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