–Se que me comporte como un idiota –le digo a Zoey, quien me mira fijamente a los ojos mientras esperamos el autobús para volver a casa– Que te diga que estaba triste, no es excusa para la forma en que te traté, lo sé. Sólo... no supe cómo llevar todo, y te culpé. Te culpé y te traté de una manera que no mereces, lo lamento.

Zoey suspira y asiente llevando las manos a su cintura, su típica pose mientras piensa qué respuesta dar. Me mira una vez más a los ojos, y me sonríe, con esa sonrisa se que todo está bien, con esa sonrisa mi cuerpo reacciona de una manera diferente.

–Sabes que no puedo estar enojada contigo por mucho tiempo –dice al fin y me abraza– ¡Claro que te perdono, Peter Pan!

Se separa de mí, y me regala otra de sus sonrisas. Mis brazos extrañan su cuerpo, y la sensacion que senti cuando me abrazo. No quiero preguntarme por qué me siento así, no se si quiera saber la respuesta. O tal vez la respuesta solo sea que al sentirme solo, cualquier compañía me haría sentir así. Si, es eso, nada de que siento algo por Zoey.

–Entonces... ¿cómo lo llevas? –me pregunta y me encojo de hombros.

–Sobrevivo –le sonrío– Lo llevo relativamente bien.

–¿Supiste algo de ella?

–Solo se que llego bien, es todo lo que me dijo.

Zoey asiente y la llegada del autobús interrumpe unos minutos de nuestra conversación. Viajamos parados, ya que es un horario en el cual la mayoría de las personas salen de sus trabajos, universidad o escuela.

–Es raro que no se hayan arreglado las cosas –me dice– Digo... no es cierta su hipótesis.

La miro a los ojos, y me encuentro negando con la cabeza antes de que mis labios den la respuesta.

–Quizás solo fue el miedo de la distancia.

–Creí que su amor lo iba a poder todo.

–No me comporte bien con Maddie.

–Eso es estúpido, Nolan. Te comportaste más que bien.

Le niego con la cabeza, y Zoey suspira molesta.

–Mejor hablemos de otra cosa.

–No es para nada cómodo hablar de la ex con la causante del problema ¿cierto?

–Zoey...

Se ríe y me empuja jugando.

–Solo estoy bromeando, quita esa cara de culo.

Siempre, aunque no quiera reirme, Zoey consigue que lo haga. Vuelve a hacer una de sus caras locas, como cuando éramos niños y consigue hacerme reír.

No puedes enojarte con Zoey, porque enseguida hace esto. No puedes mantenerte serio, porque te hace cosquillas, o hace una broma. Si lloras delante de ella, te abrazara, pero luego te hara reir entre las lágrimas. Así es Zoey, alegre, y divertida. Aunque tenga un mal dia, si puede hacerte reír, lo hará.

–Asi me gusta verte –sonríe y saca el celular del bolsillo de su chaqueta, sonríe aun más ante un mensaje y lo contesta.

–¿Jude?

Le pregunto, y cuando guarda su celular, me regala la sonrisa más feliz de todas. Solo que no me está sonriendo a mi, le está sonriendo a Jude.

–Si –suspira enamorada, y trago saliva.

–¿Como va todo con él?

–Perfecto –sus mejillas se sonrojan– Sabe como tratarme.

–Eso... eso es bueno.

Asiente y sonríe.

–¡Soy tan feliz! Se que es jodido que te lo diga en tu momento, pero...

–Nada de eso –la interrumpo– Me hace bien que estés feliz.

Incluso aunque no sea conmigo.

Bien ¿qué fue eso?

Bajamos del autobús en la esquina que nos deja a pocas cuadras de casa. Cuando estamos por llegar a la casa de Zoey, se detiene un auto negro y cuando el vidrio polarizado se baja, veo a Jude, sonriente, usando esa mirada mojabragas, según Paul.

–¡Jude! –dice sorpresiva Zoey.

–Hola, preciosa –dice él y ruedo los ojos– Nolan... –me mira y riego que no me haya visto.

–Hola, Jude.

Sueno molesto, y ni siquiera sé por qué.

Jude se baja del auto y abraza a Zoey, ambos se besan delante de mí, y nuevamente me encuentro rodando los ojos.

Tipico, tu estas tristes y todos a tu alrededor parecen jodidamente felices.

–¿Cenaras conmigo hoy? –le pregunta a Zoey cuando se separan– Esta vez si te cocinaré algo.

–Guau... ¿con que me sorprenderas?

–Bueno, eso es sorpresa.

Jude le hace un gesto raro, que me hace fruncir el ceño, pero Zoey sonríe mientras se sonroja.

–Tengo que avisar en casa... –Jude asiente y le roba un beso, así que me veo obligado a aclarar la garganta.

–Oh... lo siento, olvidé que estabas ahí –dice Jude, y Zoey lo empuja riendo.

–Yo los dejo –digo.

–Te veo mañana –Zoey se despide de mí abrazándome y le devuelvo el abrazo, para luego despedirme de Jude de una manera un tanto cortante, y seca.

Camino hasta casa con las manos en mis bolsillos, pensando en algo que ni siquiera se que es.

–¿Y esa cara de celoso? –me pregunta Paul cuando entro a la sala.

–¿Qué? –parpadeo muchas veces.

–Pregunte por qué llevas esa cara de culo –oh, era eso– ¿Mala nota?

Niego con la cabeza.

–Es por Maddie, papá.

Me siento a su lado y miro lo que está viendo en la television, otra vez su serie de medicos. Creo que no se cansa de ella.

–No, hay una diferencia entre la cara de culo, y cara de tristeza. Y tu cara es de culo, como si te molestara algo.

–Tu me molestas.

–Oye, mas respeto –me da un golpe en la nuca y me rio– ¿Has notado que me has dicho papá?

–¿Has notado que tienes canas?

Paul se lleva una de sus manos a su cabello, y me rio. No es cierto, no las tiene, pero es gracioso molestarlo.

–No eres gracioso.

–Gracioso sera cuando tengas que consumir viagra.

–¡Nolan jodido West! –largo una fuerte carcajada– Ahí se fue tu cara de culo –me sonríe– ¿Por qué la tenias?

Me encojo de hombros.

–Cosas.

–¿Zoey?

Lo miro con ojos como platos.

–¿Qu... qué?

–¿Estás sordo o qué? Pregunte si esas cosas tienen que ver con el estudio.

¿Qué carajos conmigo?

–Ah... si si.... ¿y mamá? –pregunto para cambiar de tema.

–En la casa de tus abuelos con Hope.

–¿Y por qué no estamos allí?

–Porque hoy haremos algo de padre e hijo.

–¿Me llevaras a un club de mujeres?

–Si, y luego tu madre me cuelga por eso –me río– ¿Salimos a comer pizza?

–Oh, Paul... me has comprado con eso.

Me sonríe, y agarramos nuestras cosas para salir. Fue una noche de bolos, pizza y cerveza. El lema de Paul es "pizza sin cerveza, no es pizza" así que me vi obligado a beber.

Entre risas, bromas, y mas bromas, la noche fue llegando a su fin. Llegamos a casa y en la sala estaban Nathalie y Hope viendo una película.

–¿Como les fue? –pregunta Nathalie.

–Papá le gritó cosas a unas chicas –le digo y Paul me mira de mala manera, me va a matar. Nathalie lo mira, y él niega con la cabeza.

–Solo quería hacerlo reír... –se defiende.

–¿Y te parece correcto hacerme reir utilizando esas palabras hacia esas pobres chicas?

Nathalie intenta no reir, y Paul solo quiere matarme.

–¿Qué haremos contigo, Paul?

–Oye, tu no puedes decirme nada –le dice a Nathalie– ¡Estas rodeada de malditos modelos veinteañeros en tu estudio!

Largo una fuerte carcajada, y Hope me sigue en la risa.

–¿Cuando nos deshacemos del viejo Paul, mamá? –pregunto.

–¿Podemos traer un modelo de mamá? –agrega Hope– Scott me gusta.

–Son los peores hijos del mundo –dice Paul y todos nos reímos.

–Pero nos quieres –lo abrazo– Y nosotros a ti, viejo.

Luego de las bromas hacia Paul, y de reírnos en familia, todos nos vamos a dormir.

En el silencio de mi habitación, millones de preguntas invaden mi mente. Preguntas donde la respuesta es siempre la misma: Zoey.

Llego el fin de semana. Hope se encontraba en la casa de Dylan, Paul y Nathalie salieron y no volverán hasta mañana –no quise preguntar por qué– así que con Ronny arreglamos para hacer algo en casa. Cualquier adolescente haría una fiesta alocada, pero no somos como ellos, somos unos anormales.

Ronny invito a Bianca, por supuesto, a Ruth y si viene ella, viene Zoey.

Todos llegaron a casa, y mientras Ronny cocinaba, con las chicas buscamos que película ver. Entre discusión, opinión, y discusión, terminamos por escoger una de terror.

Mientras la película se cargaba, Ronny nos sorprendió con su plato de la noche: pastas. La salsa estaba realmente deliciosa, y se llevó el aplauso de todos.

Definitivamente no somos como todos los adolescentes, tenemos la casa sola y estamos comiendo pastas, tomando jugo de naranja, mientras la película de terror se carga. Damas y caballeros, somos la imagen de la fiesta.

Luego de haber lavado los platos, para que Nathalie no se enojara después, jugamos al twister. Ronny al actuar como un maldito celoso, me obligo a jugar la ronda contra Zoey.

Ruth era la encargada de decirnos cuales serian nuestros movimientos.

–Nolan –me dice– Mano derecha en círculo rojo.

–¿Cómo demonios quieres que lo haga? –digo al verme dificultado, y Zoey se ríe.

–Es la gracia del juego –me dice Ruth riendo.

Trato de mover mi mano derecha, pero pierdo en el intento y caigo encima de Zoey. Nos reímos sobre mi caída, y dejo de reír cuando noto que me encuentro demasiado cerca de Zoey. Su rostro está a pocos centímetros del mío. Ella se sigue riendo por las bromas que hay alrededor, no nota lo cerca que estamos y mi corazón se acelera.

El timbre suena y me aparto enseguida, Ronny me está mirando con ojos interrogantes y una sonrisa divertida en su rostro, se que luego me dirá algo al respecto.

–¿Invitamos a alguien más? –pregunta Ruth.

–Si, yo le he dicho a Jude... –dice Zoey– ¿Está bien?

Todos le responden que sí, incluso Ruth, yo solo asiento y comienzo a guardar la alfombra del juego.

–Ustedes si que son chicos malos –bromea Jude al entrar, y se ríen. Todos menos yo.

Guardo el juego en la habitación de Hope, y para cuando vuelvo a la sala, todos se encuentran ya ubicados para ver la película.

Me siento en el suelo, y Bianca es quien le da play. La película comienza, asi que nos encontramos en silencio, observando la pantalla, prestando atención a la historia. Solo que yo estoy mirando la pantalla, y no se que demonios esta pasando, o cual fue la historia de la familia que vivió en esa casa que ahora está maldita.

Mi mente me recuerda la escena que pasó hace diez minutos, mi cuerpo responde al recordar lo cerca que estuve de Zoey.

La miro y esta abrazada a Jude, él la abraza como protegiéndola del miedo y ella lo disfruta. Ronny hace lo mismo con Bianca, y en cuanto a Ruth, esta abrazada a un cojin del sofa y eso me hace reir.

La película termina, y todos opinan sobre la misma. Yo digo que estuvo bien, cuando en realidad no se si fue así.

Soy el encargado de hacer el cafe, asi que me dirijo a la cocina, y los dejo a los chicos en la sala, hablando sobre cosas tenebrosas. Jude tiene razón, somos unos chicos malos.

–¿Necesitas ayuda? –me pregunta Ruth al entrar a la cocina– Por favor no me hagas volver allí.

Me río.

–¿Hay algo malo?

–Si, el amor –se rie y me ayuda con la preparación del café– ¿Cómo vas?

–Podríamos decir que bien.

–Es un tema complicado y difícil.

–Si, pero no es imposible, asi que solo queda seguir.

Le sonrío y asiento.

–Te vi con Zoey en el juego –dejo de batir el café y la miro– Si, no solo tu notaste lo cerca que estaban y cómo la mirabas. Bueno... Zoey no lo noto.

–No fue nada.

Sigo batiendo el café, como si así olvidará lo que pasó, o lo que siento ahora que Ruth me esta hablando del tema.

–Fue mucho –la miro y me sonríe– ¿Quieres mi opinión?

–No.

–De todas formas te la daré.

–¿Entonces por qué preguntas?

–Educación –se ríe– Me gustas mas tu para Zoey que Jude.

Cuando la miro, me sonríe y asiente.

–Eso no tiene sentido.

–Ustedes tienen demasiado sentido ¿por qué no lo ven?

–No hay nada que ver.

–¡Argh, que terco!

Me río y vierto el agua caliente en cada una de las tazas.

–No es terquedad.

–No lo se, pero quiero que estes con Zoey.

–Estas loca.

–Algun dia te dire te lo dije.

–Nunca.

–Ya veremos, West...

Me sonríe segura de sí misma.

–¡¿Qué pasa con el café?! –pregunta Ronny, así que con Ruth lo llevamos y compartimos ese momento juntos, hablando de distintos temas.

Mis ojos se detienen más en Zoey que en otra cosa, y Ruth lo nota, ya que me eleva ambas cejas sonriendo, y le niego con la cabeza.

¿No hay nadie que piense diferente? Si, lo hay y soy yo.