A Maddie le llevó tiempo olvidar lo que pasó en la fiesta, dejar de lado el pensamiento de que algo me pasa con Zoey. Por suerte hoy estamos mejor, sonriendo y riendo como si nada hubiera pasado, amándonos como siempre y organizando nuestro aniversario, el cual sería mañana en la noche. Ya teníamos planeado cenar en el restaurante italiano que tanto le gusta, ya me encargue de la reserva y ahora solo bastaba esperar a que llegue el momento.
Me encuentro en mi habitación, terminando de envolver la pequeña caja que contiene un brazalete que le había comprado. Me detengo cuando escucho que se estaciona un auto en el garage, y como la ventana de mi habitación da a la calle, no se me hace difícil ver de quién se trata, así que el asomarme por la ventana, veo como Hope recibe a Dylan. La familia Orwell estaba de visita, y mi plan de mantenerme un poco alejado de Zoey comenzaba a fallar. Claro que no puedo mantenerme del todo alejado de ella, la veo en el instituto y es parte de la familia, pero aun asi me había propuesto cambiar mi trato con ella, me iba a comportar bien, pero con respeto hacia Maddie. Además, mantenerme un poco lejos, va a calmar mis pensamientos absurdos de estos días.
Será un tanto complicado, pero debo hacerlo.
Dejo la pequeña caja sobre el escritorio, y bajo a saludar a nuestra visita. Hope me saluda con un enorme abrazo, como siempre. Luego saludo a Chloe, Hunter y finalmente a Zoey, quien me saluda de forma alegre.
–Hoy no solo ustedes serán nuestros invitados –dice Paul, con una sonrisa en su rostro.
Todos lo miramos intrigados por esa sonrisa, por la felicidad de sus ojos, luce como un niño a punto de llegar a Disney.
–¿Quién más vendrá? –pregunta Nathalie.
–¿Los abuelos? –pregunta Hope con las manos en su cintura y Paul le niega con la cabeza.
El timbre suena, y él salta de alegría, todos lo miramos con el ceño fruncido por no entender su estado de ánimo. Paul se acerca a la puerta principal y todos miramos hacia allí impacientes. Cuando la misma se abre, sonreímos, del otro lado está Chris, miembro de la pandilla de Paul. El único que puede contarnos todas las travesuras, bromas, y anécdotas que tiene junto a él, por mala suerte de la vida, los demás ya no están. Paul los recuerda todos los días y por eso hay una foto de ellos aquí en la sala, y en su despacho en el hospital.
A Chris le costó salir de su enfermedad, pero pudo. Hoy es un joven adulto, con metas, sueños, y a punto de formar su propia familia, y por primera vez estamos viendo a la chica que va a darle su primer hijo, de pie a su lado, tomándole la mano y sonriendo.
Paul le da un fuerte abrazo a Chris, y todos nos quedamos en silencio, respetando su momento. Hace mucho tiempo no se veían, y su abrazo lo demuestra, más aún los ojos lagrimosos de Paul.
–Así que tu eres la famosa Sky –le dice Paul a la chica, y la misma le sonríe.
–Y tu el famoso Paul –dice ella.
–Es un placer conocerte al fin.
–Lo mismo digo –Sky nos mira– A todos, he oido mucho de ustedes y finalmente los conozco.
–Eres más que bienvenida aqui, Sky –Paul le sonríe y ella asiente. Chris la mira sonriendo, maravillado por lo que hay frente a sus ojos– Te presento a mi familia.
Paul se encarga de presentarnos a todos, de bromear, de hacer reír a todos como de costumbre, y luego pasamos a la sala. Hoy será una reunión bastante agradable.
–¿Qué te hice? –me pregunta Zoey al sentarse a mi lado.
–¿Hm? –la miro.
–¿Estás enojado conmigo?
–No.
–Estás raro.
–Solo cansado.
–Es la peor excusa que puedes darle a alguien.
–No me pasa nada, Zoey.
–¿Y por qué siento como si me esquivaras?
La miro y me eleva ambas cejas, esperando por mi respuesta.
–Zoey, cariño ¿nos puedes ayudar? –pregunta Nathalie desde la cocina, interrumpiendo nuestro momento.
–Puedo ayudar yo –dice Sky poniéndose de pie.
–Nada de eso, tu eres la visita –le contesta Zoey sonriendo y la obliga a sentarse. Zoey me mira y yo le aparto la mirada– Si no te pasa nada, avisale a tu infantil actitud.
Dicho esto se pone de pie y se encamina hacia la cocina, yo suspiro y miro con atención mi plato. Tiene razón, es una actitud infantil, inmadura y estupida. Y ni siquiera sé por qué me comporto así.
Aparto mis ojos del plato, y noto como Paul me observa con ojos interrogantes.
–¿Qué?
Le pregunto de mala manera, y el solo levanta ambas manos, como si me tratara de un policía.
El almuerzo de domingo comienza, y Zoey está molesta conmigo. No es difícil notar su enojo cuando está sentada a mi lado
Más allá de las risas, anécdotas y bromas, sentí tensión en la mesa. Se que mi comportamiento puede ser realmente estúpido, e inmaduro, y que tengo que ser claro con Zoey, solo que esta vez no se como explicar lo que sucede.
Mientras los demás disfrutan del postre, yo subo a mi habitación para terminar lo que estaba haciendo. Pongo música para relajarme, y continuo envolviendo el regalo de Maddie con papel azul, su color favorito.
–Tu comportamiento es estúpido –Zoey entra a mi habitación sin golpear antes.
–Puedes pasar, Zoey.
–No es momento para que corrijas mis modales –suspiro y le bajo el volumen a la música– ¿Por qué te comportas raro conmigo? Hasta cuando me contestas los mensajes eres raro, Nolan.
Dejo el regalo envuelto a un lado y la miro. Zoey pone sus ojos en el pequeño paquete, y luego vuelve a mi.
–Es por Maddie –dice– ¿Verdad?
Asiento.
–Estuve poniendote demasiada atención, y... la deje de lado.
–Pero somos amigos, y los amigos hacen lo que tu haces.
–Cuando tienes novia esa atención puede generar problemas.
–Maddie piensa que te pasa algo conmigo –asiento– ¿No es obvio que no es así?
No le contesto.
¿Por qué no le contesto?
Me quedo callado, mirando al suelo, pensando en por qué mi boca no está dando una respuesta. Algo me dice que la respuesta que tengo es una mentira.
–¿Nolan? –la miro– No es así ¿cierto?
Sus ojos me están estudiando, y me siento nervioso. No por la tensión del momento, sino por lo que siento cuando esos ojos me miran.
–Cierto –respondo al fin, y me duele el estomago.
No estoy mintiendo.
–¿Dejarás de ser mi amigo?
–Jamás.
–Entonces... ¿no tendremos el mismo trato?
–Es estupido, lo sé.
–Es entendible –se encoge de hombros– Tenemos que entender que ya no somos niños, y que otras personas están en nuestras vidas. Hay que respetarlas.
Asiento. Tiene razón. Crecimos, y tenemos que adaptarnos a nuestras vidas de hoy.
–¿Como va todo con Jude?
¿Por qué le estoy preguntando esto si no quiero saber? ¿Y por qué no quiero saber? ¿Por qué me estoy preguntando todas estas cosas cuando no se la respuesta?
Como diría Paul... parezco una chica.
Zoey sonríe y se sienta en mi cama.
–Todo va perfecto –sonríe más, si es eso posible– No deja de sorprenderme –me mira a los ojos– Esta noche cenaremos juntos, y nada de comida rápida, quiere sorprenderme.
–¿Cocinará él?
Se ríe.
–Bueno, no me sorprenderá de esa forma, pero iremos a un restaurante.
–Guau...
–Sí, exacto. Jude no parece ser ese chico –sonríe y asiento– ¿Es tu aniversario con Maddie? –vuelvo a asentir y sonríe– Los felicito, chicos. Van a lograr superar los obstáculos.
–Eso espero.
Maddie está usando el brazalete que le regale, realmente le gusto y eso me tranquiliza. Rara vez suelo ser bueno con los regalos. Ya nos encontramos en el restaurante, y el mozo ya tiene nuestros pedidos.
La observo mientras me está hablando de lo que hizo hoy con su madre, sonríe cada dos palabras y me mira a los ojos, con esa mirada recuerdo que estoy loco por ella.
–Luces hermosa –la interrumpo y se sonroja, aun provoco eso en ella– En serio.
–Gracias –me sonríe.
Cuando el mozo viene con nuestros platos elegidos, iniciamos la cena a base de risas, y sonrisas por algunos recuerdos.
Voy a echarla de menos, y falta tan poco para que se vaya. No se que sera de mi cuando no esté. No quiero que llegue ese dia, pero se está acercando y me aterra. Lo único que voy a querer cuando se vaya, es que termine el año, para que volvamos a estar juntos yendo a la universidad.
–Echaré de menos todo esto –dice con aire de nostalgia, y la miro– Sera dificil despedirme de ti.
Me mira a los ojos y la noto triste.
–Será un hasta luego, no un adiós.
–Lo se, pero aun asi sera dificil.
–Disfrutemos de esta noche, y no pensemos en ese dia.
Maddie sonríe.
–Estoy de acuerdo.
El destino quiere bromear conmigo ¿cierto?
Zoey se acaba de sentar junto a Jude a tres mesas mas atras. Luce hermosa en ese vestido azul, y me odio por creerlo así. Sus ojos se conectan con los míos, y me sonríe con sorpresa, pero feliz, me saluda con la mano y se sienta. Jude no nota de su saludo, pero Maddie si nota que mis ojos no están en ella. Maldición.
Se gira a ver en la dirección a la que estoy mirando, y suspira al volver a mi.
–Que hermosa esta Zoey –dice.
–No sabia que vendria aqui, lo juro.
–Te creo, Nolan –me sonríe, pero no es la misma sonrisa de hace cinco minutos. Es una sonrisa triste.
Intentamos continuar con nuestra cena, pero todo se torno raro. Cada vez que escucho a Zoey reir, pongo mis ojos en ella y siento algo en el estómago. Maddie nota que la miro y solo suspira e intenta sacar tema de conversación.
No somos los mismos chicos que entramos al restaurante, ahora en nosotros hay tensión, más que felicidad.
Odio que mis ojos se desvíen a Zoey cada tanto, es algo que no puedo controlar.
–¿Me has escuchado? –pregunta Maddie con tristeza y la miro.
–Lo siento, yo...
–Estabas mirando a Zoey.
–Maddie...
–Te estaba contando que voy a estudiar psicología no periodismo.
Esta triste, y enojada.
–Seremos colegas entonces –sonrío para calmar el momento, pero es imposible.
–Estás aquí conmigo, pero en realidad estás aquí con Zoey.
Sus ojos se llenan de lágrimas, y me odio mas.
–Mad, lo siento. En verdad lo siento, no arruinemos esta noche, por favor.
Maddie se queda en silencio mirando su plato semi vacío, lo mira con atención por varios segundos y luego me mira a los ojos. No me gusta que me esté mirando así, desconozco esa mirada.
–Ya está arruinada, Nolan.
–Mad...
–Tu no te das cuenta de cómo la miras.
–No la miro de ninguna forma.
–Yo... quiero irme a casa.
–Maddie...
Saca dinero de su cartera y lo pone en la mesa, para luego levantarse y encaminarse hacia la salida. Zoey nota esto, y me mira preguntándose qué sucede. Le aviso al mozo que le dejo el dinero de ambos platos, cojo el dinero de Maddie, y me apresuro por salir.
–Nolan...
Me llama Zoey pero la ignoro, ella fue el problema de esta noche.
–¡Maddie! –grito cuando salgo del restaurante, ella está a pocos pasos de mi, cruzada de brazos y esperando a que un taxi pasara. Corro hacia ella, pero cuando quiero tocarla, se aleja bruscamente– Mad...
–¡Basta, Nolan! –su rostro está empapado por las lágrimas. La hice llorar, acabo de arruinar un gran momento juntos. Soy un asco– Estoy cansada de esto. Estoy cansada que mires a Zoey como si fuera la última persona en el mundo, cada vez que ella está presente, tu eres otro –su voz se quiebra mientras me habla– Estoy cansada de sentir que hay algo más que una simple amistad, ella podrá tener a Jude, y tu.... tu.... a mi –niega con la cabeza– Pero cada vez que están juntos, el tiempo parece solo de ustedes –me siento enfermo cuando me mira a los ojos– Alguna vez me senti asi contigo, pero últimamente las dudas que tuve desde un principio... han vuelto. Estas enamorado de Zoey.
Le duele decir esto, su voz me lo hace notar.
–Estás loca, Maddie. No siento nada por, Zoey –la agarro de los brazos– ¡No siento nada por ella!
Maddie se aparta de mí y seca sus lágrimas, algunas personas a nuestro alrededor nos quedan mirando por un breve tiempo.
–Cuanto más lo niegues, peor es. Tu dices esto, pero tus acciones, tus ojos, y tu corazón dicen algo más.
–Maddie...
Me acerco a ella, pero da un paso hacia atrás.
–Es ella... siempre fue ella, solo ella.
–Eso no es cierto, Mad. Por favor... eres tú, solo...
–¡Ya no sigas! –sacude sus brazos como si intentara sacarse algo de encima. A mi– Siento que esas palabras hoy son mentiras, no me mientas, ni te mientas.
Sus ojos tristes se posan en los míos, y me siento triste también, triste y enojado.
–Por favor, Mad... –mi voz se quiebra.
–Por favor, tu... no me hagas esto. No me mires asi, porque yo no soy ella –llora y quiero abrazarla, solo que no me deja tocarla– Te amo, Nolan, pero no puedo soportar esto, ya no... crei que eramos una cosa, me convencí de eso, y parecía ser cierto, pero... la realidad es esta –niega con la cabeza y seca sus lagrimas– Tu estas enamorado de Zoey.
–¡Eso es ridículo!
–Ridículo es que lo niegues.
–Mad.... por favor, no.... no me dejes.
–De todos modos me voy –se encoge de hombros– Y deja de ser un hasta luego.
Dicho esto Maddie se aleja de mí, la persigo, pero solo me grita, me empuja, y llora para que la deje en paz. Algunas personas intentan meterse porque creen que la golpee, no lo hice, pero la lastime y me estoy odiando por eso.
Maddie logra subirse a un taxi, y se aleja por completo de mi. Observo como se aleja, como deja su corazón roto aquí y me siento un estúpido, me siento enfermo.
Lastime a la persona que mas me dio hermosos momentos últimamente, y siempre tenía una sonrisa para mi.
Quiero desaparecer....
<>
¡Hola! Siento haber tardado en actualizar, pero estaba con otros temas.
Con este momento, inician muchas otras cosas... el adios de Maddie puede significar mas que solo eso. No la odien, la van a terminar queriendo.
¡Hasta pronto!
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