Este primer capítulo es muy corto, lo sé. Iba a hacerlo más largo, pero he decidido hacerlo así de corto por esta vez. Gracias por la paciencia y vuestra fidelidad.

Melinda y Sarah son dos mujeres alcanzando ya los cincuenta años. Son hermosas, con una hermosa familia y dos maridos que las aman. Gracias al trabajo y al talento de sus respectivos cónyuges, tienen una vida de ensueño y no les falta de nada.

Sus esposos, que las adoran, las miman todo lo que pueden y la agasajan. Se sienten amadas como nunca antes por ningún hombre.

A pesar de las tentaciones de mujeres más jóvenes con el cuerpo más tonificado y prieto, ambos han permanecido fieles a sus sentimientos y su amor por ellas. Las mujeres les asediaban y asedian y las personas se les acercan debido a su triunfo.
Sin embargo, nunca han dudado ni por un instante de su amor por ellas, ni las han engañado a pesar de los tentaciones más jóvenes que siempre les rodean. Ellos no son así, ya no.

Los años les hicieron comprender lo que de verdad les hacía felices y no necesitan nada del exterior, no desde que las conocieron y se enamoraron.

No son los mismos desde que las conocieron y se alegran de ello.

Las dos mujeres conversan sobre sus vidas y sus maridos, que a pesar de ser muy conocidos en el mundo en el que han hecho fama y fortuna no se conocen.

Ambas, que han coincidido ese día allí porque tienen una cita importante, no imaginan lo que sus vidas están a punto de cambiar para siempre y como esto afectará a los hombres que aman.

A pesar de todo esto que podría ser la plena felicidad para cualquier mujer hay algo que ha oscurecido de manera irremediable esa dicha de la que hasta hace bien poco ambas disfrutaban junto a sus respectivas parejas.

Cuando una de ellas llega a la casa que comparte con Michael Jackson, un famoso cantante afroamericano estadounidense. El artista ha vivido casi desde su adolescencia los continuos ataques de la prensa mentirosa y racista de su país que no aceptan su éxito por encima de los artistas blancos más famosos y siendo un hombre de raza negra. Después de superar tantas mentiras y acusaciones falsa de abusos, después de demostrar su inocencia, el artista parece haber encontrado la paz que tanto anhelaba. Ahora se dedica a vivir la vida con su esposa Melinda con la que s a casó hace más de veinte años y con la que tiene cuatro hijos. Ella ha estado con él en todo momento, en especial en los instantes en que tuvo que afrontar el peor momento de su vida.

Tras demostrar su inocencia pensaron que ya podrían vivir en paz, pero se equivocaron, las mentiras y las acusaciones siguen.

Ahora es ella quien se va. Le va a necesitar mucho más de lo que se imagina. La vida no se está portando demasiado bien con ellos. Esto va a terminar de hundir a su marido y a sus hijos, pues aunque le gustaría guardar silencio, pero al final todo saldrá a la luz y el tiempo se agota. Hay que dejarlo todo preparado para cuando llegue el momento llegar a él con dignidad y la seguridad de haber hecho todo lo posible por llegar hasta ese momento como quiere hacerlo.

En otro punto de la ciudad de California, pero no demasiado lejos de donde Melinda vive con Michael, Sarah llega al hogar que comparte con su marido, el cantante sueco más conocido como Joey Tempest y lo hace con el ánimo por los suelos aunque no quiere que nadie se percate de lo que está sintiendo en ese momento. No podrá ocultarlo por mucho tiempo.