—HanGuang-jun, puedo explicarlo —Wei Ying sentía la muerte cerca de él y estúpidamente sus palabras fueron en automático al no prestar demasiada atención después del derribe de la puerta, estuvo lo bastante cómodo entre los brazos de Lan Zhan que casi olvida su propósito.

—¿Donde están? —El alfa pudo jurar por la memoria de su madre que dentro de esa habitación había más de una persona incumpliendo con un gran número de reglas y en cambio, su visión no captó a nadie dentro, estaba tan vacío que el silencio podría hacer eco entre ellos.

Salido de su momentáneo estado de shock WuXian afianzó mejor el agarre contra el cuello del alfa. Puede que él no lo haya visto hasta el momento pero sus compañeros habían dejado pequeñas migas como evidencia de su presencia, una mancha de la Sonrisa de Emperador mal oculta debajo de la alfombra, un par de tarros vacíos bajo la cama que eran bellamente acompañados por los omegas que no pudieron llevarse. Un soldado caído era mejor que todo el batallón capturado.

De estar en sus zapatos haría lo mismo y rezaría al cielo para que no se despertaran o hicieran algún ruido delator o peor, se asustaran al no recordar como llegaron a meterse debajo de la cama. —¿Quien? Aquí solo estamos tu y yo ¿No era lo qué querías, segundo hermano Lan? —Con toda intensión paladeó sus palabras, un tono más dulce incluso suspicaz que solo había sido perfeccionado en las semanas de reclusión en aquel pabellón. Después de todo, no solo se le enseñaba musica y etiqueta.

Si su táctica funcionaba molestaría tanto a Lan Zhan que se iría sin ni siquiera revisar la habitación.

—Mientes —De saber reconocer mejor las expresiones del menor de los jade Wei Wuxian se habría dado cuenta del problema del cual orillaba, en cambio solo pensó que era grandioso por haberlo ignorado olímpicamente, tan terco y aferrado a su idea que no importó tener a un omega pegado a él, siguió con la convicción de encontrar a los intrusos.

Unos que hacia pocos minutos atrás saltaron por la ventana, con el alcohol evaporándose por el miedo de ser encontrados por uno de los dos Jade y con la amenaza de ser expulsados, con esa idea a cualquiera le saldrían alas para volar lejos.

—¿Por qué iba a hacerlo? Deberías ser un poco mas honesto con lo que quieres, en primer lugar ¿Por qué estas aquí? —Su pregunta había sido al azar, en un intento más para frenarle al sentir que avanzaba apenas dos pasos. Esos tontos además de dejar restos de licor también escondieron mal los cuerpos, si Lan Zhan veía una fina mano asomada bajo la cama estaría más que muerto. Para su suerte por primera vez desde su estadía en Cloud Recesses pareció dar en el blanco, estar tan cerca del alfa le dio la oportunidad de sentir la tensión de sus músculos y una pequeña linea de sorpresa apareció en sus facciones.

¡Bingo!

—Querías verme, si no puedes decirlo lo haré por ti. Me sentí muy mal por haberme dejado plantado en nuestra cita pero eso no importa, lo olvidaré si me das un beso —No iba a dejar pasar la oportunidad para molestarlo, ahuyentarlo y salvarse en pellejo, todo en uno. Después pensaría en la verdadera razón del porqué estaba allí —. O mejor, estaré más que feliz si me llevas a la cama, Lan Zhan ~

Como si el cuerpo del omega se hubiese tornado caliente cual braza ardiente Lan Wangji finalmente lo soltó, con una cara de total disgusto y alejándose unos pasos de él, tal y como su compañero lo deseaba ¡Fue el plan perfecto!

—Desvergonzado —Lan Wangji no había experimentado tal vergüenza en toda su vida, sintió las orejas calientes y al no poder sostener su mirada hacia Wuxian la desvió a cualquier otro sitio menos impertinente. Solo en ese momento pudo contemplar con más detenimiento los detalles dentro de la habitación.

No era nada extraordinario que resaltar. Paredes blancas con pequeños retratos de paisajes colgados, un juego en particular de tres cuadros rectangulares que unidos creaban la imagen de un magnífico dragón celestial surcando las nubes, imponente y bello, abajo un pequeño tocador, sin ningún espejo y guardando algunas pertenecías, frente a este la cama y en medio una mesa mediana, ovalada y mal limpiada. Entre sus patas descansaba la mayor prueba del delito, uno de los abanicos de Nie HuaiSang y la cinta característica de la secta GusuLan pobremente doblada y sucia. Siguiendo la linea de su visión Wei Ying también lo vio.

—¡Lan Zhan!

Entrado en modo pánico lo único que se le ocurrió hacer a Wei Wuxian fue justamente lo que hacia minutos le incitaba al otro para ahuyentarlo.

Unos cuantos pasos entre tambaleos junto con la fuerza que solo en ese momento Lan Wangji supo que tenia el omega para tirarlo hacia la cama.