Habían pasado dos semanas luego de la mágica experiencia. Había creído que todo había sido parte de su hiperactiva imaginación. Pero luego de investigar la cámara y revelar la única foto que aquel rollo tenía, encontraba la única prueba que le confirmaba que Jin no había sido ilusión alguna o parte de su imaginación. Pero no podía compartirlo con nadie, excepto él mismo. No había información alguna sobre Jin, ni fotos o recortes en viejos periódicos. Simplemente un simple ser humano del que no había registro alguno.
Se encontraba desanimado y Jungkook lo había notado, por lo que aquel fin de semana lo había convencido de ir a una de las tantas fiestas que se daban de fin de año en las cercanías de la universidad.

—Hoy es el día amigo, vamos a pasarla bien y tú bonita sonrisa volverá. No importa que ahora Namjoon este saliendo con ese chico Yoongi. Encontrarás tu media naranja

—Amigo, me importa una mierda la relación de esos dos. Tengo otros problemas

—Pero hoy estamos aqui para que los olvides y debes prometerme —se paraba frente a Tae—. Que vas a levantar algo esta noche.

TaeHyung chasqueaba su lengua—. Deja de parlotear incoherencias o volveré a mi habitación.

Jungkook lo abrazaba mientras balbuceaba otras bromas, ya en la casa donde se estaba dando la fiesta. TaeHyung y Jungkook tomaban una cerveza para cada uno e iban camino al patio.

—Estoy seguro que esta noche es mi noche —afirmaba Jungkook.

— ¿Te refieres a que follaras con Park Jimin?

—Oh no puedes negarme que el pequeño hombrecito me coquetea cada vez que me ve —afirmaba—. Oh, hablando de Roma ¿Te molesta si-...?

—Vete —afirmaba el azabache.  

Se encontraba cerca de la piscina, viendo a los presentes sin mirar cuando notaba a Namjoon caminando en su dirección.

—TaeHyung, he intentado dar contigo estas semanas —saludaba al chico estrechando su mano.

—Estuve ocupado, poniéndome al día

—Nunca me dejaste agradecerte y disculparme en persona por haber sido tan idiota aquella noche

—Olvidalo, hombre —exclamaba el azabache—. ¿Y tú chico?

— ¿Cuál chico?

—Min Yoongi

—Nosotros no estamos saliendo, no sé quién empezó ese rumor —afirmaba el peliceniza—. Él es mi tipo artísticamente, pero no física

—Oh, que curioso. Lo miras muy embelesado —afirmaba TaeHyung.

—No confundas admiración con atracción —aclaraba el chico. TaeHyung asentía, muy poco interesado en la charla—. Oye...

— ¿Mmm?

— ¿Es muy tarde para aceptar la cita que me pediste semanas atrás?.

TaeHyung se ahogaba con la cerveza y miraba a Namjoon—. Lo siento, yo...

— ¿Estás bien? —Namjoon golpeaba su espalda.

—Si, gracias.

El peliceniza suspiraba—. Supongo que se te fue el interés

—Mi cabeza está en otras cosas. Lo siento —respondía.

—No pasa nada —TaeHyung sonreía incomodamente a Namjoon, que ahora atendía el llamado que le entraba en su teléfono—. Lo siento, aguarda —pedía al azabache—. Hyung ¿Llegaste? Oh, estás afuera. Si, si está conmigo aquí —TaeHyung fruncía el ceño—. De acuerdo quédate cerca de la puerta, iremos a tí.

— ¿Iremos? —cuestionaba TaeHyung luego de que Namjoon cortará el llamado.

— ¿Mi amigo productor? ¿Lo recuerdas?

—Oh ¿Eso sigue en pie? —preguntaba ahora, realmente entusiasmado.

—Totalmente. Le envié tu demo, le pedí a Jungkook que pudiera traerte hoy para que lo conozcas

—Con razón estaba jodidamente insistente

—Es un buen amigo —soltaba Namjoon—. Aunque también le prometí a Jimin y recibí unos golpes por eso. Pero la verdad es que a Mochi le gusta Jungkook hace rato, solo le gusta hacerse rogar

—Oh —TaeHyung estaba realmente sorprendido.

— ¿Vienes? No lo tomes como presión alguna, él quiere conocerte luego tú decidirás

—Ok, de acuerdo eso es genial —Namjoon sonreía y lo invitaba a seguirlo.

Al llegar a la puerta un chico de cabello negro estaba de espalda, llevaba una chaqueta muy bonita colo gris oscuro. Su cabello era negro y corto. La respiración de TaeHyung se había atorado.

—Hyung —Namjoon tocaba el hombro del susodicho y éste giraba.

Una bonita sonrisa, los recibía a ambos.

—Tú debes ser TaeHyung. Namjoon me envió tu demo. Eres increíble —TaeHyung estrechaba su mano—. Soy Jung Hoseok, un gusto.

—El gusto es mío... —soltaba con un nudo en el estómago.

Tenía que dejar de confundir a Jin. Miles de chicos tenían el mismo corte en Corea, iba a volverse loco si seguía así. La noche había sido buena solo por este chico y Namjoon. Aunque ya no tenía un enamoramiento. Y no era tan engreído como pensaba. Había acordado una reunión con la productora de Jung Hoseok. TaeHyung no se imaginaba siendo cantante aún. Le gustaba estar en el anonimato, pero eso no le impidió recibir una buena oferta para trabajar con el chico.
Al día siguiente tenía una reunión y le sudaban las manos de los nervios, al llegar se presentaba en recepción y ciertamente lo estaban esperando.

—Piso siete. El señor Jung lo recibirá.

TaeHyung agradecía y marchaba camino al ascensor, dónde aprovechaba a echar un vistazo a su apariencia. Estaba jodidamente nervioso, pero al abrirse las puertas Hoseok esperaba por él.

—¡TaeHyung! —lo abrazaba amablemente y comenzaban a caminar.

—Estoy muy nervioso —confesaba.

—Tranquilo, has elegido bien. Luego si quieres expandir tus horizontes será más fácil. En la reunión de ahora detallaremos el trato que quiero hacer contigo

—Este lugar es increíble —murmuraba, viendo a su alrededor.

Luego de unas vueltas que lo habían mareado un poco, llegaban a la oficina de Hoseok.

—Debes saber que nadie es tan intimidante como lo parece —mencionaba el chico bonito de sonrisa risueña.

Abría la puerta y TaeHyung entraba aún mirando a Hoseok—. ¿Hay mas gente?

—Dos productores más que llevan a cabo conmigo este lugar —giraban para rodear una pared—. La señorita Kim Chan Mi, mi prometida y su hermano mayor, cuñado mío y mejor amigo, Kim SeokJin.

TaeHyung veía a la chica rubia bonita que estrechaba su mano, y luego de espalda sirviendo café estaba su hermano mayor. TaeHyung sonreía a la chica y luego sus ojos viajaban al chico alto de pantalón negro y camisa al cuerpo del mismo color. Piernas largas, cintura estrecha y hombros anchos. Cuando éste se giraba dejaba a TaeHyung sin aire.

—El chico del vozarron —exclamaba el castaño al verlo—. ¿Bebes café o té? Lo siento, soy SeokJin —el castaño estiraba su brazo desde el otro lado de la mesa.

—Kim... Seokjin —murmuraba atontado.

Chan Mi y Hoseok no podían evitar reír adorablemente.

—Ese soy yo. Tu eres Kim, pero TaeHyung —afirmaba Seokjin divertido—. ¿Estrecharás mi mano o no?.

TaeHyung reaccionaba de inmediato y hacía lo pedido pero rápidamente una descarga eléctrica les daba a ambos en la punta de sus dedos. Haciéndolos gritar apenas y alejar la mano del otro.

—A eso llamo yo tensión de la buena —se burlaba la chica.

—Amor —soltaba Hoseok.

TaeHyung se sonrojaba—. Lo siento, yo...no sé porque pasó eso

—Tranquilo, solo pasa a veces —decía SeokJin—. Toma asiento.

Señalaba la silla justo frente a él, mientras que Hoseok tomaba asiento al lado de SeokJin—. Él es el jefe superior de los tres, por eso le gusta sentarse en el medio —bromeaba Hoseok.

Seokjin chasqueaba su lengua. Estaba igual de apuesto o más de lo que TaeHyung recordaba, sus ojos eran los mismos. Esos ojos color miel y sus labios, dios. Era precioso y era él. Bueno, quizás no Él pero lo era. Y TaeHyung se moría por abrazarlo.

—Bien, Tae —exclamaba Seokjin con unos papeles sobre la mesa—. ¿Puedo llamarte Tae?

—Si, como tú desees —soltaba embobado.

Chan Mi volvía a reírse adorablemente, Seokjin la miraba de reojo.

—Hoseok dijo que te gusta esto del anonimato, a pesar de que tienes una hermosa voz

— ¿Eso crees? —preguntaba. Su atención solo estaba en el castaño de negro frente a él.

Agradecía que fuera el jefe y el único que le estaba hablando porque estaba seguro que no podría apartar sus ojos de él.

—Oh, si definitivamente lo creo —añadía SeokJin sonríente.

—Oye, no coquetees con tu nuevo empleado —soltaba Chan Mi.

—Lo siento, tienes razón —los tres reían cálidamente y TaeHyung sonreía al ver a SeokJin—. Lo siento Tae.

—No pasa nada —afirmaba con timidez.

— ¿Cómo te ves escribiendo para nosotros e interpretando las canciones que hacemos para otros artistas y dramas? —preguntaba SeokJin sin vueltas.

—¿Es en serio?.

—No tenemos muchos chicos a los que les guste estar en el anonimato. Y ciertamente no siempre estarás activo, pero cada que te necesitemos para un proyecto se te pagará muy bien. Y siempre puedes venir con tus propias composiciones para nuestros proyectos y ver si tienes suerte de ser elegido

—Tienes que estar listo para un no o para que tú trabajo sea pulido —señalaba Hoseok.

—Exacto —afirmaba Seokjin tomando la palabra. Luego se inclinaba hacia adelante y añadía—. Y si quieres más, solo tienes que pedírmelo y haré tu deseo realidad.

TaeHyung quedaba boquiabierto.

—Se refiere a si no quieres estar en el anonimato y te animas a ser solista porque de igual forma será una puerta abierta que siempre tendrás —aclaraba Chan Mi—. Lo siento, sentí la necesidad de aclararlo porque pareciera que estuvieras ofreciéndole una aventura.

Los tres volvían a reírse y TaeHyung se reía junto con ellos, intentando captar los chistes internos. Notaba a SeokJin taparse su rostro y eso lo hacía sonreír aún más.

—Mi hermana y cuñado tienden a burlarse de mí soltería, no lo tomes personal. No queremos incomodarte

—Oh, no hay problema. Está bien

— Entonces ¿Estás dentro? —preguntaba Hoseok—. En el contrato está todo detallado. Nos iremos para que los leas sin timidez y luego uno de nosotros volverá para que nos digas tu decisión.

Los tres se ponían de pie y Seokjin le entregaba dos tazas—. Esta es café y esta es té. Aquí tienes azúcar, tomate tu tiempo. En veinte uno de nosotros volverá.

TaeHyung alzaba su rostro y cruzaba miradas con Seokjin no queriendo perderlo de vista.

— ¿Volverás tú? —preguntaba bajito para que solo Seokjin lo pudiera oír.

— ¿Eso es lo que deseas? —preguntaba el castaño a cambio.

—Deseo que vuelvas tú —exclamaba TaeHyung.

SeokJin se inclinaba ante el chico bonito—. ¿Te conozco de algún lado? —preguntaba.

TaeHyung tragaba saliva—. Definitivamente te recordaría si así fuera —susurraba otra vez, solo para Seokjin.

—De acuerdo, definitivamente volveré en veinte minutos.

Se erguia y sonreía al azabache para salir finalmente. TaeHyung sentía que sufriría un colapso nervioso, pero no quería hacer nada indebido, seguramente y la oficina tenía cámaras. Era Jin, era él. Era igual, era jodidamente el calco del genio y comenzaba a reír como demente mientras leía su contrato.
Definitivamente firmaría, solo para seguir viendo aquel bonito rostro y esos ojos color miel con los que había soñado algún que otra noche. Los veinte minutos pasaban y la puerta abriéndose sonaba detrás de él, quería girar pero no lo hacía.

Rápidamente sentía que alguien se inclinaba tras él, TaeHyung finalmente miraba sin alejarse tanto y veía esas pestañas arqueadas, nariz bonita y labios carnosos a centímetros de él. Seokjin estaba mirando el contrato desde la altura de su hombro.

— ¿Por qué me miras como si no pudieras creer que soy real? —volteaba su rostro mirando a TaeHyung—. Tienes esa mirada como si hubieras visto un fantasma y estuvieras feliz al respecto —soltaba Seokjin.

—Lo-lo siento, señor Kim —susurraba—. Solo me recuerda a alguien que perdí hace poco.

Seokjin se enderezaba—. Oh, niño. Lo siento —se apresuraba a decir.

TaeHyung se ponía de pie y hacía una reverencia—. Perdón si mi mirada lo incomodo.

Seokjin chasqueaba su lengua—. Está bien. Veo que firmaste ¿Tienes alguna pregunta o quedó todo claro?

—Más que claro. Yo quiero...deseo trabajar con usted —exclamaba viendo fijo a Jin.

Este sonreía con sus ojos entrecerrados y estiraba la mano en dirección a TaeHyung.

El chico miraba la mano y a Seokjin. Luego con lentitud procedía a estrecharla. Se sentía la piel suave, con fuerte agarre y cálida. Sin corriente de por medio, por lo que él azabache suspiraba sin dejar de verlo.

—Deseo concedido, niño bonito.

Bueno, se me ocurrió y la quise hacer.

¿Que les pareció este Jintae? Esto pasa cuando tenés una imaginación hiperactiva y la mezclas con Disney 🙃
Quería algo cortito y cliché ✊😔

Con amor Niñita Nany 💜