Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🔸Encuentro

—Entonces me dices que por dormirte en clases ¿Te mandaron a limpiar el sótano? —preguntaba Jungkook a su amigo.

TaeHyung lo miraba con desdén mientras se ponía una remera vieja, listo para ensuciarse.   

—Fue en la clase de mi padre —murmuraba—. Quiere mostrar que tiene autoridad

—Pero amigo es la universidad, todos estamos dormidos o...pasados de adrenalina —exclamaba levantando sus cejas.

—Ay, dios. Ya deja de ser tan idiota —tomaba su teléfono y salía de su habitación echando a Jungkook para cerrarla.

— ¿Por qué te dormiste esta vez?

—Estaba terminando mi nueva canción —respondía.

— ¿La vas a presentar o morirá en el anonimato?

—Púdrete —exclamaba TaeHyung. Haciéndole señas a Jungkook para salir de una vez.

Una vez fuera comenzaban a caminar por el campus en dirección al sótano que le habían encargado a TaeHyung. Cuando de repente en el campo de visión de ambos aparecía él.

—Ya estás babeando, TaeHyung. Que asco —soltaba Jungkook.

—Cierra la boca, Kim es un jodido dios. Lo amo —susurraba TaeHyung.

—¡Pues hablale, imbécil! —Jungkook lo empujaba—. Si quieres puedo presentartelo

— Claro, porque tú conoces a Kim Namjoon ¿Cierto? —se burlaba TaeHyung sobando su brazo.

—Amigo, todos lo conocen y el tipo es simpático —afirmaba el pelinegro—. He hablado con él, ebrio...alguna vez

— ¿Para luego acosar a su amigo Park Jimin, no? —desconfiaba TaeHyung.

—¡Aish! No te burles, Park Jimin me coquetea con sus falsos ojitos celestes. Estoy jodidamente seguro —afirmaba.

Ambos amigos veían como Kim Namjoon iba con un grupo de amigos y luego encontraba al chico rubio de nombre Jimin.

—Míralo como ondea sus diminutas caderas y su trasero respingón sobresalta en ese pantalón negro de vestir —murmuraba Jungkook.

—Ya estas babeando, Jungkook. Que asco —imitaba TaeHyung sus anteriores palabras, para luego salir corriendo y evitar otro golpe del pelinegro.

Finalmente luego de tanto correr había perdido a su amigo, así que iba en dirección al sótano y tomaba las llaves que le habían dado, debía enviar de inmediato una foto a su padre, el profesor y al director. Así que lo hacía, encendía la luz y notaba que el lugar no estaba tan asqueroso como esperaba. Aunque la pila de cajas que le habían ordenado etiquetar y reacomodar si eran varias.

—Menos mal que tendré crédito extra por esto, sino... —exclamaba—. No volveré a dormirme en ninguna jodida clase.

TaeHyung comenzaba a revisar caja por caja viendo cómo debía de separar las cosas y luego etiquetando. La tierra del lugar lo hacía estornudar cada dos por tres logrando irritar su nariz y haciéndole picar constantemente. Mientras tanto, iba tarareando su nueva canción, pensando que quizás debía de juntar coraje y anotarse en el concurso de talentos que el departamento de música estaba preparando. Eso daba oportunidad aquellos que querían mostrar su talento y también era como una audición para aquellos que estaban desempeñándose como productores.

Uno de ellos era Namjoon. Su eterno amor imposible desde que había comenzado el año, no había tenido el coraje de hablarle ni una vez, pero se moría de amor cada que lo veía. Suspiraba pensando en el tipo y se golpeaba interiormente por no saber cómo comenzar un conversación con él. El golpe también había sido exterior, se daba un chirlo en la cabeza y dejaba caer su mano con toda, la cual golpeaba una caja y de ella caían diferentes objetos. Entre ellos, una cámara muy antigua que llamaba la atención de TaeHyung.

— ¿Oh, pero qué...? —se agachaba y tomaba la misma—. Ay, será grandiosa para fotos del tipo vintage. Solo debo ver cómo... —sus dedos quitaban el polvo y miraba a través del lente.

Se veía a la perfección, no tenía ni un mísero rasguño. TaeHyung se preguntaba si alguien sabía de su existencia o podría llevarsela sin levantar sospechas.

—Seguro y nadie sabe al respecto apuntaba hacia un lugar en particular y presionaba el botón —un fuertísimo flash era el que se vislumbraba en aquel sotano, dejándolo casi ciego—. ¡Aish!.

Había dejado caer la cámara, mientras se tambaleaba con cierta ceguera, intentado manotear la pared para sostenerse y lo lograba. Fregaba sus ojos y al abrirlos, un tipo de vestimenta antigua y peinado prolijo estaba frente a él.

—¡Ah! —gritaba, apoyándose contra la pared—. Tú, tu, tu, tu-...¿de dónde...? —señalaba el resto de la habitación.

—Soy el genio de la cámara y estoy aquí para concederte siete deseos.

— ¡¿Pero que miércoles eres?!

— ¿Que parte de "Soy el genio de la cámara y estoy aquí para concederte siete deseos" no entendiste?

—¡...!

—Ay, rayos. Ya se desmayó.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro