Al otro día decidí ir a correr como siempre lo hacía, estaba estresada y molesta. ¿ Acaso la boda de Dereck me afectaba mas que el posible fracaso de nuestro plan? No lo toleraba, había tenido sexo y ni eso siquiera me aliviaba, en este lugar siempre hacía la pausa para desayunar y fui al único café del lugar a comer, mientras la mesera se quedo mirándome extrañada al ver mi orden.

—Siempre pides chocolate en alguna forma y siempre luces tan delgada te envidio— dijo ella sonriendome.

- Soy bulímica— respondí sin verla y ella me miro sorprendida y me reí por la cara que habia puesto— Es broma, Con lo que corro ddebería de estarlo— dije sonriendo Mientras probaba el chocolate.

—Ayer el joven Richard pidió algo muy parecido a lo que comes para comer en su casa, y tu no estuviste corriendo el día de ayer ¿será que ustedes.. amanecieron juntos? — pregunto la otra mesera curiosa y yo le sonreí con la mayor hipocresía que había acumulado en mi cuerpo inhalando y exhalando - .. "malditas viejas chismosas" pensé arrugando la nariz.

- Deberían trabajar en la policía en la ciudad pueden acabar con los delitos como no tienen idea— dije mientras vertía sirope en mis waffles- me giré y vi que Dereck estaba detrás de mi y mire de nuevo para rectificar.. en lo absoluto Dereck Croix, el futuro " primera dama" estaba en el restaurante y me miro con frialdad antes de sentarse en la barra.

-Buenos días — decían las meseras a dúo y Él las ignoró y les ordenó .

- lo de siempre para llevar.. pero mejor que sea para comer aquí —dijo mirándome. Se sentó a mi lado dejando un puesto de separación, estaba bien peinado y usando una camisa blanca con una corbata azul, yo me levante y tome mi plato para sentarme en una mesa apartada, ya todos sabían que él había estado a punto de ttitubear en el altar por mi culpa en el altar y por lo que todos me miraban esperando alguna situación comprometedora

-¿ como te fue con Richard?— me Pregunto secamente y yo me sonrei truinfante. Acaso ¿era posible que dereck estaba celoso? Él estaba casado con la perfecta Cristina de Sousa que tenía muchos mas secretos que contar y estaba aquí en su luna de miel siguiendome a mi mesa.

-¿Y a que viene la pregunta?— pregunté mirándolo de reojo y él brumeo .

— Él dice estar acostumbrado a algo "legal" pero aun sigue comportándose como adolescente, solo no te ilusiones – respondio de mala gana y yo sonreí por esto.

—¿Y por que si están de luna de miel estas comiendo en un restaurante de mala muerte? —Pregunte sarcástica.

— me gusta la sazón de Ruth.— Contestó rápidamente —¿Te estás ilusionando con Richard? —Pregunto curioso.

— Ey, mírame — y siguió mi orden y sonrió — ¿ luzco como alguien que necesita protección? Yo sé defenderme,¿ será acaso que estas celoso de la soltería de tu amigo?— respondí irónica, él puso los ojos en blanco y nos quedamos en silencio cuando llegaron las meseras a traerle un café negro y unas tostadas francesas.

—Yo, solo quiero ser amable con una "dama"— dijo de forma despectiva y yo suspiré y le sonreí tratando de ocultar la ira que contenía, no termino con una tostada en la cabeza por que no quería arruinar mis planes.

—¿Aprendiste eso en la facultad?— Le pregunté y él sonrio a mala gana.

— Tal vez si. Solo quiero hacer las cosas mejores que antes —respondió él.

"No lo pareciera" dije en mi mente. Ambos comimos en silencio sin mirarnos luego se fue y yo me quedé allí sentada pensando, no quería lastimarlo de cierta forma- . Mire mi teléfono y vi varios mensajes y los abrí ¿ Cristina? Me reí por lo que habría escrito, seguro vio mi regalo.

" Maldita bruja, no fueron 5 minutos, y no me hace falta tus malditos regalos, loca..¡piérdete! No te dejare a mi hombre y no soy una maldita lesbiana ¡déjame en paz!- escribió todo en mayúscula y con subrayado. Seguro el libro de "como salir del closet para tontos" Y varias cintas de pornografía de tríos y de lesbianas la habían molestado como yo quería.

¿ Acaso yo había sido tan inmadura en mi vida? Jamás había sido tan sarcástica con alguien, de tan solo pensar que la rubia estaba destruyendo su habitación furiosa me alegraba el día.

—-¿noticias de su novio?— Pregunto la mesera curiosa y yo sonreí.

-—algo así— dije riéndome descontrolada por el mensaje que habia recibido–

La elección en el pueblo se hacia mas cerca a medida que los días pasaban siempre me encontraba con Richard cuando era mi rutina de trote, no quería verlo pero siempre lo veía todas las mañanas sin falta, aún no me había dicho el motivo por el cual habia salido tan apresurado ese día, tal vez tenia una novia oculta y yo simplemente fui una aventura de boda.. como él también lo había sido, pero sentía que algo me ocultaba y la teoría de la novia oculta era mas fuerte de lo que pensaba debido a que pasaba mucho tiempo en su teléfono- aunque yo también le ocultaba información, así que estábamos a mano.

(...)

El día de las elecciones llego donde Cristina de Sousa ganó por un 51% ante los 3 otros contrincantes, al segundo día se juramentó luciendo un hermoso traje de verde esmeralda y a su lado su perfecto esposo... todos adoraban la pareja perfecta " patéticos..." incluso habían  organizado una fiesta en el ayuntamiento.

Todos habían  asistido  y yo mirando su foto en el periódico  virtual, felices... y él  mirandola  con tanto amor que me retorcía  por dentro 

Yo estaba en la sala revisando el papeleo de la empresa, cuando entró mi hermano agitado emocionado.

—¿Paso algo? —Pregunte curiosa mientras colocaba un sobre amarillo.

—Paso de todo además hay una pequeña sorpresa alli que me dejo completamente desconcertado— dijo él y yo saqué los papeles y eran fotografías.

—¿Estas son actuales verdad? —Pregunte pasándolas una a otra, —ya veo...— me respondí sonriéndo.

- Esta... es privada—dije tomando la fotografía que miraba detenidamente aquella situación.

- No hace falta que me lo expliques— carraspeó incomodo.

—Si es necesario, la público... tengo mejores cosas que añadir a eso, pero estas si son perfectas —dije guardándolas de regreso al sobre.

Pronto todo reventaría y esperaba que mi querida amiga no se acostumbre tanto al poder, dándole el sobre a Oliver, por un momento sentí un cargo de conciencia por alguien no merecía nada de esa estúpida venganza.

—¿No crees que lastimara a Juliette? Es la única que no se lo merece —

— No hay vuelta atrás.— Intervino Oliver mirando las fotografías descontento por aquél talón de aquiles.