Epílogo
Epílogo
Un tiempo después
—¡Feliz cumpleaños, bichito! —exclamé destapándola al mismo tiempo. La cría aún seguía medio adormilada, pero me dedicó una gran sonrisa mientras se frotaba los ojos.
—Mami. —Bostezó. Se estiró en la cama—. Un ratito más, por fi.
Le di un beso en la mejilla.
—¿No quieres disfrutar de este día tan especial? Hoy hace seis años me pasó una de las mejores cosas que podrían haberme ocurrido: tú. ¿No quieres celebrarlo? Voy a preparar un desayuno especial —canturreé.
Escuché unos pasos en la puerta.
—¿Acaso la princesa de la casa no quiere levantarse en su día? —indagó Carter desde el marco.
Llevábamos viviendo juntos un mes. Nos habíamos mudado a Chicago después de que aceptara la oferta generosa de Nathaly Sounds y gracias a eso ahora jugaba con mi equipo favorito y vivía una fantasía de sueño. Me encantaba mi trabajo.
—Tengo sueño —se quejó con esa vocecita infantil.
Le hice cosquillas.
—No, señorita, va usted a levantarse y recargar energías. Mamá y papá se han tomado el día libre —le dije.
La cría se volvió entre mis brazos y me clavó esos ojazos que tenía.
—¿Día libre? Pero si nunca te tomas uno.
Le pellizqué la nariz.
—Solo lo hago por ti, cielo.
La cría escaló por mi cuerpo y me enterró la cara en el cuello. Sonreí. Algunas cosas nunca cambiaban.
—Te quiero, mami.
—¿A mí no me quieres? —Carter hizo un puchero.
Soltamos una carcajada. Me puse en pie con ella en brazos y, cuando estuve lo suficientemente cerca de mi chico favorito, compartí una mirada cómplice con ella.
—¡A por papi! —gritamos ambas.
En un visto y no visto, estábamos los tres tirados en la cama, riendo. Mia estaba en medio y ambos nos la comíamos a besos o nos comíamos a besos a nosotros mismos. Éramos incapaces de mantenernos mucho tiempo alejados. Cuando jugaba en casa, él venía a todos mis partidos; cuando no era el caso, intentaba buscar cualquier hueco para verme y siempre llevaba a Mia con él. Me encantaba que mi club de fans particular me animara en cada partido.
Ya una vez hubimos desayunado y guardado los cacharros en el lavavajillas, Carter y yo nos lanzamos una miradita cómplice. Cuando asentí con la cabeza, él me dio un beso en la mejilla. Nos acercamos a Mia.
—Bichito, tenemos algo muy importante que decirte.
—¿Voy a tener un hermanito? Por favor, di que sí. —Batió las pestañas y juntó ambas manos a modo de súplica.
Solté una risita. Nos sentamos a su lado.
—No, cariño. Aún es demasiado pronto.
—¿Te acuerdas de la conversación que mantuvimos hace un tiempo? —Carter no se perdía ni un solo detalle de ella y la pequeña tampoco.
—¿Esa en la que dijiste que siempre serías mi papi del corazón? —Se le llenaron los ojos de lágrimas—. Dime que no te vas a echar para atrás.
Carter le revolvió el pelo y le dio un beso en la frente.
—No te vas a librar tan fácil de mí, diablillo. Lo que mami quiere decirte está muy relacionado con eso. Lo hemos estado hablando y estos últimos meses me he estado moviendo para darte una sorpresa por tu cumpleaños. ¿Tú quieres ser una Evans? ¿Quieres llevar mi apellido y ser mi hija de verdad?
Pese a que lo habíamos hablado muchas veces e incluso ensayado las posibles reacciones que pudiera tener la niña, no pude evitar que varias lágrimas de emoción descendieran por mis mejillas. Me enternecía tanto la escena, más ver cómo la pequeña sonreía de oreja a oreja.
—¿Quieres que sea tu hija?
—Ya lo eres del corazón, ¿por qué no serlo de verdad? Puede que no lleves mi sangre, pero te quiero como si fueras mía. Me has conquistado.
Se tiró sobre sus brazos. Carter la pegó a él y la cría enterró la cara en su pecho.
—¡Es el mejor regalo del mundo! —gritó a pleno pulmón.
Verla tan feliz me derritió. Hacía que todo valiera la pena, incluso esos primeros años en los que no sabía por dónde me daba el aire ni si estaba haciendo bien las cosas.
Aún entre los brazos de Carter, Mia desenterró la cara para mirarme, su carita bañada en lágrimas.
—Mami, tengo un papi —susurró bajito, casi con temor.
Me uní a ellos.
—El mejor, encima. Menuda suerte tienes.
—Os quiero mucho, mucho.
—Nosotros también te queremos, bichito.
Habíamos tirado la casa por la ventana para festejar el sexto cumpleaños de Mia. Los tres vivíamos en un apartamento de la urbe, pero habíamos alquilado un local para celebrarlo. Como mi sueldo era mucho mejor que el que recibía con los Golden Scorpions y Carter también aportaba su parte económica, no estaba tan apurada y podía permitirme más cosas.
Como, por ejemplo, esa fiesta.
El exterior estaba adornado con hinchables llamativos y varios puestos con diferentes dulces. Hacía un día caluroso de agosto, perfecto para la ocasión. Los críos se lo estaban pasando bomba y Mia era la reina del lugar. Todos querían estar con ella. Dentro, habíamos preparado una pequeña sorpresa de cumpleaños que no se podía ni imaginar.
Carter miraba a los pequeños divertirse, sus brazos envolviéndome con cariño. A unos metros, mi padre hacía reír a Mia mientras fingía hacerla volar.
—¿En qué piensas? —me preguntó. Su aliento me hacía cosquillas en la nuca.
—En todo lo que ha pasado en tan poco tiempo.
Me apretó más contra sí mismo.
—¿No te parece una locura lo mal que nos llevábamos al principio de todo?
Sonreí.
—No entiendo cómo pudimos pasar de un extremos a otro?
Me dio un beso en la nuca.
—Ya sabes lo que dicen: del amor al odio hay un solo paso.
Para cuando llegó la hora de la sorpresa, los niños estaban muy ansiosos. Mia no había dejado de preguntar al respecto y solo sabe Dios lo mucho que me había costado quedarme callada y no decir nada.
Me subí al escenario improvisado.
—¡Bienvenidos a la fiesta de cumpleaños de Mia! —hablé fuerte—. Esta tarde tenemos una invitada muy especial que no ha querido perderse un acontecimiento como este. Mia, sé lo mucho que amas las canciones de la gran Destiny. Por ello, espero que te guste tu regalo de cumpleaños. ¡Felicidades, enana! No sabes lo feliz que me haces cada día.
Y, con ello, me uní al público y dejé que Destiny, la artista del momento, arrasara. Al instante, escuché el grito histérico de Mia junto a sus pequeños bracitos alrededor.
—¡Es Destiny! ¿Cómo has hecho que venga? ¡Si es súper famosa!
Se me escapó una risita.
—Tu mami tiene sus contactos.
Y es que jugaba en el mismo equipo que Venus Turner, la mejor amiga de Destiny y ex capitana de las Golden Scorpions. Cuando le hablé al respecto, no dudó en ayudarme a montar todo. Tuve mucha suerte de que la gira de la súper estrella hiciera una parada en Chicago.
Mientras la preciosa voz de Destiny inundaba todo el local, paseé la mirada por los presentes. Vi a mi padre y a Diana, a Venus, a su pareja y al novio de Destiny, a un chico que no conocía pero que, por lo que veía, era muy amigo de ese grupo, a Faith a unos metros de ellos sin poder apartar los ojos del mismo...
Mi mejor amiga no estaba pasando por su mejor momento. El chico del que creía estar enamorada le había pedido un tiempo justo en las vacaciones de verano y a ella no le había sentado nada bien. Ahora estaba en la etapa del duelo y el luto y no quería estar con más tíos.
Suspiré.
—Está canción está dedicada a todas las mujeres que creen que no pueden más. ¡No dejéis de pelear! Os presento mi nuevo single, Guerreras.
"Vivo en la sombra,
en un pozo negro y oscuro.
Vivo con miedo,
al acecho.
No quiero mostrarme tal cual soy,
temo que rechaces mi verdadero yo.
Pero estoy cansada de ocultarme,
de estar entre las sombras,
de no ser quien quiero ser.
Soy una guerrera,
una luchadora,
una gladiadora.
Soy fuerte,
soy valiente,
soy yo misma."
Las letras de Destiny tenían mucho significado, más esa para mí. Desde pequeña mi madre me había menospreciado, me había metido en la cabeza que jamás nadie me querría. Pero yo había sabido sobrevivir, pelear contra todas las barreras que me había impuesto y salir adelante.
Era una guerrera, una mujer con mucho potencial.
E iba a arrasar con todo.
FIN
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Notas de autora:
¡Feliz viernes, Moni Lovers!
¿Qué tal estáis? Yo ando emocionada por subir ya el epílogo. ¡No me lo creo! Gracias por seguirme en cada aventura. Sois grandes.
¿Qué os ha parecido la novela? Repasemos el final:
1. Es el cumpleaños de Mia.
2. Momento familiar.
3. ¡Carter adopta a Mia!
4. La fiesta de cumpleaños.
5. La sorpresa.
6. Destiny en acción.
7. ¡El nuevo single de Destiny!
8. No estoy llorando. Tú estás llorando.
Espero que la novela de Sidney os haya gustado. ¡Nos vemos en la próxima! Estad atentos a mis redes. Os quiero. Un beso enorme.
Mis redes:
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