EN MIS BRAZOS

Del capítulo 36: Esperando el resultado de la mordida

Isaac

Cuando me informaron que Mia estaba con Deucalion en este mismo hospital, quise ir a buscarla, pero el señor Argent me detuvo. Él razonó conmigo, así que acepté hacer un plan para poder salvarla a ella y a todos los presentes. Aun así, sentía que debía ir por Mia cuanto antes.

―Mia es más fuerte que tu ―me dijo Allison―, ella va a estar bien.

Asentí. Mia es más fuerte que yo, siempre lo fue y siempre lo será. Desearía ser como ella. Podría ser digno y vería que soy mejor que Stilinski.

―Estate atento ―me llamó Allison―, estamos por dar inicio al plan.

Volví a asentir.

―Estoy listo.

»«

Luego de que el plan se concretara, el señor Argent, Allison y yo esperamos a todos en la entrada del hospital. Se supone que aquí era el punto de reunión. Pasaron varios minutos hasta que oí el motor del Camaro de Derek.

― ¿Dónde están Scott y Stiles? ―preguntó Allison cuando él se estacionó y bajó del auto.

Él rodeó su auto y sacó a Mia del asiento del copiloto. A pesar de ser brusco al caminar, tomó a Mia en brazos con total delicadeza.

― ¿Mia? ―la voz de sorpresa de Allison no pasó desapercibida. Para ser sincero, yo también estaba sorprendido, pero de ver a Derek cargando a Mia.

―Hola ―saludó ella―, ¿están bien?

¿Qué si nosotros estamos bien? ¡Ella está sangrando!

Derek se acercó a mí y colocó a Mia en mis brazos. Su mirada me hizo saber que algo había pasado con ella. Sus heridas parecían haber sanado, pero sabía qué algo muy grave sucedió.

Deucalion la mordió.

―Stiles sigue en el hospital, nos mantendrá alejados de la policía. Tenemos que irnos ya ―nos informó Derek mientras iba al carro del señor Argent y tomaba a Cora en sus brazos, su hermana seguía inconsciente.

― ¿Dónde están Scott y Melissa? ―preguntó el señor Argent, ahora Derek estaba dejando a Cora en el asiento de atrás de su auto.

―Jennifer se llevó a Melissa ―respondió él.

― ¿Y Scott? ―la voz de Allison sonaba firme―. Derek, ¿dónde está Scott?

―Se fue con Deucalion ―respondió Mia.

― ¿Cómo que se fue con Deucalion? ―Allison se veía molesta, estaba frunciendo el ceño a Mia. No iba a permitir que la viera mal.

―Piensa que con Deucalion va a poder encontrar y salvar a su mamá y al señor Stilinski ―explicó Mia―, pero no lo va a lograr, él no le va a ayudar.

No, claro que no le va a ayudar. Deucalion solo quiere utilizarlo para su propio beneficio. En esta ocasión, ambos bandos tenemos el mismo objetivo, derrotar a Jennifer, pero nosotros también queremos separar a los Alfas. Después de todo, ellos mataron a Boyd. Y, ahora, Deucalion había mordido a Mia, o al menos eso es lo que parece.

―Tengo que irme ―fue lo último que dijo Derek antes de subirse a su auto y desaparecer.

Sentí a Mia removerse en mis brazos cuando Allison se acercó a ella.

― ¿Qué te pasó? ―ya era hora de que ella se diera cuenta de la herida de Mia.

―Me golpeé ―respondió con tranquilidad, aunque los latidos de su corazón decían otra cosa.

Allison agarró su brazo y lo inspeccionó. ―Casi no se puede ver, ¿qué te pasó?

―Ya está curando ―Mia parecía aliviada de que su amiga no pudiera distinguir la herida que tenía―, me hice daño con el vidrio de una ventana, eso es todo.

Sí, claro, el vidrio de una ventana. Allison no va a creer eso.

―No sé si creerte ―como dije, la cazadora no es fácil de convencer. Así son los Argent.

Mia no quería contar lo que estaba pasando y yo no sería quien revelara que estaba mintiendo, luego hablaría con ella en privado. Pero, ahora, lo importante es llevarla a un lugar seguro. Ha sido atacada dos veces en una noche, primero por Jennifer y ahora por Deucalion.

―En realidad no me importa ―respondió Mia a Allison―, necesitamos encontrar al papá de Stiles y a la mamá de Scott, podemos ir a hacer un plan antes de que la policía llegue aquí.

―Tú necesitas descansar ―le dijo el señor Argent―, ni siquiera puedes ponerte en pie.

Bueno, a mí no me importa seguir cargando a Mia.

Allison asintió. ―Te llevaremos a casa.

Nos dirigimos al auto de los Argent, subí con Mia en brazos y la senté sobre mi regazo. No iba a separarme de ella hasta que supiera que estaba a salvo. El camino hacia su casa pasó en silencio, ni siquiera los Argent conversaban entre ellos. De alguna manera, sentía que habíamos perdido el día de hoy.

Primero, Jennifer se escapó y se llevó a la mamá de Scott.

Segundo, Scott se fue con Deucalion.

Tercero y, lo peor de todo, Deucalion mordió a Mia.

Hay muchas cosas que todavía no entiendo de los hombres lobo y de este mundo en general. Si Deucalion es, en verdad, el padre de Mia, entonces ella sobrevivirá, pero si no... Además, su herida ha sanado, eso debe significar que va a estar bien, pero... tengo miedo. De todas formas, aún existe la posibilidad de que su herida no sea una mordida, pero lo dudo bastante.

Cuando llegamos a su casa, bajé con Mia aún en brazos. Estoy seguro de que ella no esperaba que siguiera sosteniéndola, pero, como dije antes, no la iba a dejar.

―Me quedaré con ella ―les informé a los Argent.

―Isaac ―me llamó Mia―, no es necesario que te quedes. Estoy bien, no te preocupes.

Ni siquiera le hice caso.

―Nos vemos después ―dije y luego me dirigí la entrada de su casa.

Una vez adentro, Lobo nos recibió y nos siguió hasta el cuarto de Mia, donde la coloqué en su cama. Admito que cuando me he imaginado colocando a Mia en su cama, lo que sucedía después era muy diferente a lo que actualmente me encuentro haciendo: arroparla con sus sábanas.

―Ahora sí, dime ¿qué pasó? ―le pregunté.

Lobo subió a la cama con ella y se echó a su lado, por lo que fue difícil jalar las sábanas y colocarlas sobre Mia. En cuanto lo logré hacer, ella las apartó, lanzándome una mirada de reproche.

―Nada, no pasó nada ―respondió con los brazos cruzados.

―Deucalion te tenía, y estás sangrando, mentiste a Allison hace un rato. ¿Qué ha pasado?

Sabía qué había pasado, pero necesitaba que ella lo dijera. Esperé, pero nada salió de Mia.

― ¿Te mordió? ―dije al fin―. Te mordió, ¿verdad? Y ahora estás sanando.

Se apoyó en el respaldar de su cama, claramente cansada de esta situación y día. ―No sé si me convierta en mujer loba, Derek dice que sí, que Deucalion, como es mi... "padre" ―dijo haciendo comillas―, solo activó mis habilidades con esa mordida.

―Si eres hija de Deucalion... ¿por qué no siempre tuviste esas habilidades?

Tenía mucha curiosidad al respecto. Deucalion debió decirle algo antes de morderla, tenía que hacerlo. No podía ser tan egoísta.

―No sé, Isaac, aún no creo que él sea mi padre... todo es confuso. No sé qué hacer.

―Debes descansar.

Su mirada de indignación se posó en mí. ― ¿Qué? ¡No! Tenemos que buscar a los papás de Stiles y Scott, no me puedo quedar aquí.

―Mia, a penas y puedes mantener tus ojos abiertos ―le dije―, aún faltan varias horas para que amanezca, descansa un poco, luego volveré por ti, ¿sí?

Asintió, aunque no estaba feliz de hacerlo. Aún era de noche y ella debía descansar un poco. La dejaría en compañía de Lobo y la vendría a buscar temprano.

Se recostó en su almohada y volví a cubrirla son la sábana que había lanzado anteriormente. Quería besarla, maldita sea, me moría por besarla, pero no era el momento, aún no.

―Te llamaré por la mañana ―le dije antes de cerrar la puerta de su cuarto.