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16

Camino a casa deprimida. ¿Hice algo mal? ¿En que me equivoqué o en qué los ofendí? ¿Será que me he metido demasiado con ellos? ¡¿Y si ahora me ven como una regalada por andar con Kaminari, luego besarme con Kirishima y de repente estar "saliendo" con Bakugō?! Si lo digo así si sueno zorra... Ah, aunque lo de Bakugō fue cosa de una tarde y ni siquiera era cierto. ¿Se lo habrán creído de verdad? No, no, no... En ese caso tendré que hablar con todos, no solo con Kirishima, ahg, maldición. Las explicaciones nunca fueron lo mío.

Siento el bolsillo de mi falda vibrar, oh, una llamada. Saco mi celular y veo la pantalla algo sorprendida, ¿que sucede?

-¿Hola?

-Shione, tenemos que hablar. ¿Puedes venir a mi casa en 30 minutos?

¿A su casa? Nunca he ido a casa de Mina, ¿que me querrá decir? No me digas que... ¡Me va a dejar en claro que es novia de Eijirō y va a querer que me aleje de ellos!

Mi plan era hablar primero con Kirishima, pero Mina ya me cito en media hora. Tendré que ir primero con ella, ahh... ¿Por que presiento que se hará tremendo lío? Ya no quiero más problemas.

-Solo quería tener amigos. Solo quería ser feliz.- habló para mí viendo al suelo, totalmente desanimada

Pero me detengo al ver un par de pies esperando en el muro de mi casa. Conozco esos zapatos; así que alzó mi mirada para comprobar que, efectivamente, Bakugō espera mi llegada mientras juega con su celular.

-¿Bakugō? ¿Que haces aquí?- pregunto acercándome a la reja para abrirla

-Tardaste demasiado rata. ¿Que estabas haciendo?

-¿En que momento me rebasaste? Wah, eres realmente raro.- comentó asombrada con los ojos bien abiertos

-Lo dice la friki. Cierra la boca, que te apesta.- cierra mi boca entre abierta

-¡Hey!- le doy un golpesito en su brazo molesta -No me apesta, siempre como una menta después de comer.- abro la reja y cuando estoy apunto de cerrarla estando ya en los terrenos de mi casa, él me da un leve empujón para que me haga a un lado y lo deje pasar. -¡Yah! Eso es invasión a propiedad privada.- le reclamo

-No si es casa de mi amiga, ¿están tus padres?

-No, hoy salieron a... Espera, ¿a-amiga?- lo veo con los ojos abiertos del asombró

¿Bakugō me considera su amiga? Amiga... Vaya, amiga... Me gusta como suena eso. Ya tengo un amigo más, jeje. Okey, ahora sí acabó de sonar como una retrasada social... ¡Pero Bakugō me dijo "amiga"!

-Si sigues poniendo esa cara de retrasada entonces no.- comentó con sus manos en sus bolsillos viendo a otro lado

-Bakugō.- le llamo conmovida y el por fin me ve de reojo -Gracias.- saltó a abrazarlo por la alegría -Muchas gracias.

Digo casi entre lágrimas.

-¡Oi oi oi! ¡Distancia rara!- queda tenso y sin cuidado, me intenta apartar de él

-Oh, si, perdón, me emocione jeje...- lo suelto algo apenada -Sigue.- le digo y camino a la puerta, pero no escucho pasos de su parte, volteó a ver, y veo que está viendo a la calle -Ahm, ¿Bakugō?- le llamo

-¿Ahora que quieres?- contesta con su mal humor de siempre enfocando su vista a mí

-Puedes pasar si gustas.- le invito nuevamente y se acerca y entra primero, pero espera justo en la entrada

-Solo que no tengo mucho tiempo, voy a salir, Ashido me cito en su casa en 30 minutos así que...- al recortar el pendiente, siento como se me decae el semblante casi de golpe, esto será difícil

-¿Le tienes miedo?- habla aún desde la puerta, y yo volteó a verlo -¿Le temes a Ashido?

-¿No?- respondo con duda, a lo que el alza una ceja sin entender -Ahg, mira, no es que le tenga miedo a Mina, es que tengo miedo a lo que me dirá, creo que ese par está saliendo, y yo ya no sé que creer.- veo al suelo -Antes me dijo que le gustaba.- aprieto mi mochila en mis manos -Lo hubieras visto Bakugō, me dijo que incluso estaba loco por mi.- siento que la voz me está temblando, y aunque siento miedo por lo que pasará, no puedo evitar formar una sonrisa al recordar el momento tan especial que viví y sentí apenas la noche anterior -Yo, yo lo sentí...- alzó mi mirada, y con mi vista empezando a verse borrosa por las lágrimas que llenan mis ojos, coloco mi mano en mi pecho -Lo sentí aquí Bakugō. Creí que era real, me sentí en un sueño, y creo que eso fue en realidad.- estrujó la ropa en mi mano, frustrada

-Si tan solo dejaras de ser tan cobarde , ahg!- se revuelve estresado su cabello -Entonces si crees que te encontrarás con tu rival pues...- veo que da un último vistazo a la calle, da un bufido divertido y cierra la puerta de un empujón con la mano -Lo mejor es que te arregles para sentirte segura.- se acerca hasta que quedamos frente a frente

-¿A-arreglarme?- limpió mis ojos y ahora lo veo claramente -No, solo me pondré algo más cómodo y...

-¡Que te voy a arreglar te dije!- me grita y me arrastra a mi habitación en el segundo piso

-¡¿Eh?! ¡Bakugō! ¿¡Que crees que haces!? ¡Sueltame!- digo intentándo safarme, pero no lo logro hasta que estamos en la puerta que dice mi nombre en una pizarrita

Puso su pesada mano en mi cabeza y la atrajo a él. Y la olió.

-¡Hey! ¿Que rayos Katsuki?- solté entre confundida y algo molesta por su extraño acto

-Vete a bañar lo más rápido que puedas, tienes cinco minutos, contando desde...- saco el celular de su bolsillo, vió la hora y vi como puso el cronómetro -Ya, corre, ¿¡que esperas!?- abrió la puerta de mi cuarto, me empujó y entró detrás de mi

-¡Oye! Solo iré a ver a Ashido.- me quejó lanzando mi mochila a una esquina del cuarto, donde siempre la dejo -Me pondré unos jeans y ya veré qué blusa ponerme, no hace falta tanto show.- digo mientras busco algo decente para ponerme en mis cajones

-¡¿Que no entiendes mocosa?!- me da la vuelta con brusquedad y pone sus manos en mis brazos -¡Si la consideras tu rival, entonces no la subestimes!

-¿Ah? ¿Quién dijo que lo hago?- sonrió de lado -Bakugō, no veo la importancia de ir bien arreglada si solo es para que me confirme que ya es novia de Kirishima... ¿No lo entiendes? Solo... Solo me humillaria si pensara que está competencia no se ha acabado.- deje caer mis hombros, que estaban tensos desde que el rubio puso su pie dentro de mi habitación, dentro de mi zona de confort -¿No lo entiendes? Yo, ya perdí.- le digo pausadamente, esperando que comprenda el mensaje que le estoy dando

¿Cómo lo tomaría Ashido si me apareciera en su casa bien arreglada, como si fuera una maldita cita? ¿No sería una declaración de guerra?

-¿Entonces me dices, que soltarás a Kirishima tan fácil?- me dice entre dientes con la cabeza baja, por lo que no puedo ver su expresión

-Aunque me duela, si sigo interfiriendo con ellos dos... ¿No sería peor?- colocó mi mano en su antebrazo, haciéndolo mirarme

-No. ¡¿Es que acaso Kirishima no te enseño a tener siquiera una pizca de orgullo?!

-No le veo valor al orgullo si este perjudica a los demás, y no quiero perjudicar a alguien tan especial como lo es Kirishima para mí.

-Tch...- me suelta despacio y da unos pasos atrás -Aunque sea bañate, que apestas.- mete la mano a sus bolsillos y sale dando un portaso fuerte

Espera, ¡¿apesto?! ¡¿Es por eso que nadie se me acercaba?! ¡Que vergüenza Dios mío!

Huelo mis axilas, mis brazos y mi cabello... ¡Oye! ¡Yo no apesto! Estúpido rubio. Aún así, no me vendría mal un baño.

Tomó veloz mi ropa interior y me meto a la ducha, y, en menos de diez minutos, ya estoy afuera batallando con cepillar mi cabello enmarañado.

-¡Ahg! ¿Por qué ahora? Vamos, vamos, baja, ¡baja!- le digo desesperada al cepillo que se reusa a deshacer los nudos, o al menos eso hacía, hasta que alguien tocó la puerta

-¿Acabaste mocosa?

¡Oh, cierto! Bakugō sigue aquí. Que descuidada.

-Si, ya casi, puedes pasar.- enseguida, oigo la puerta abrirse, y veo por el espejo, no solo a Bakugō, si no también a...

-Hola Shion.- me sonríe amigable

-¡¿Kyoka?!- me giro de golpe y camino a ella sorprendida por su presencia -¿Que haces aquí?

-Bakugō me llamo pidiendo que te hiciera apreciar el orgullo de mujer jaja, ¿puedes creerlo?

-¡Oye! ¡Te dije que no abrieras tu boca!

-¿Entonces para que me trajiste?- se hizo la ingenua y se cruzo de brazos, camino hacia mi con una sonrisa divertida -Vaya... ¿No me digas que enserio piensas ir así?- me da un vistazo rápido con una cara de disgusto

-Pues si, ¿que tiene de malo?

-Una bermuda desgastada, decolorada y vieja con una blusa con un cuello tan estirado como el que traes, junto con simples sandalias... ¿En serio no tienes ni una pizca de moda, estúpida?

La rápida y realista observación de Bakugō me hace ponerme roja de la vergüenza. ¿Tan mal me veo?

-De acuerdo, Bakugō, te encargo peinarla, yo veré qué puedo sacar de su ropero.

-¡Tu no me dices que hacer hippie!- le grita mientras se acerca a mí

-Rockera, ¡roc-ke-ra! Te lo he dicho cientos de veces.- le reclama mientras rebusca en mi clóset

Y así, entre pequeñas discusiones, algún que otro comentario sarcástico pero divertido, pasaron veinte minutos mientras me arreglaban.

Me veo al espejo... ¿Esa soy yo? ¿Esta ropa la tenía en el clóset? ¿Cómo rayos le hicieron para que me vea bien?

-Chicos, ¿que rayos me hicieron?- me sigo viendo al espejo casi atónita

-E-eh... ¿No te gusto?- pregunta Kyoka nerviosa -Lo sabía, la indicada para esto era Tooru, no yo...

-Mira, más te vale que te guste, ¡quieras o no!- grita algo molesto Bakugō

-No, yo nunca dije que no me gustará es solo que... No puedo creer que sea yo.- una sonrisa de oreja a oreja se forma en mi rostro, me giro y los veo a ambos, expectantes por mi reacción -¡En serio se lucieron!

-Ja...- se ríe con orgullo el rubio, y casi automáticamente, la azabache y él alzan la mano y las chocan, indicando que hicieron buen equipo

Me doy un último vistazo. Yo nunca soy de usar faldas porque las siento poco prácticas, por lo que, la única que tengo para salir me asegure de que tuviera bolsillos, pero al ser marrón, me era difícil de combinar, pero ellos lo lograron, así que ahora traigo puesta una blusa color hueso de manga escalorada levemente, con cuello en "V" y del cual se aprovecharon ellos para colocarme una soguilla plateada que hace siglos no me colocaba, era un regalo de mi abuela.

Mi cabello, al estar aún húmedo, Bakugō había optado por simplemente peinarlo bien, poner algo de fijador, abrirme una vereda en medio y ponerme pasadores a los lados, un par de pasadores muy lindos que él mismo trajo.

-No se porque siempre te cubres la cara, así te ves menos fea ¿no crees?- comentó mientras los colocaba lado a lado, estaba boquiabierta mientras veía esa faceta de aquél malhumorado chico, que resultaba no serlo tanto después de todo.

Kyoka había sugerido que me pusiera un poco de maquillaje, cosa que me sorprendió, ya que ella no es de usarlo, tiene una belleza natural que le hace no necesitarlo, pero yo soy alguien común, y aunque debería tener maquillaje en mi tocador, ¡no lo tengo! Si acaso tengo un par de labiales y un rímel para ocasiones sumamente especiales.

-N-no creo que sea necesario, esto ya es más que suficiente chicos, en-en serio.- retrocedía mientras los veía acercarse lentamente mientras sus ojos les brillaban como un animal apunto de saltar a su presa -¿Chi-chicos?- ahg, genial, estoy sudando

-Tu los labios y yo las pestañas.- le dijo Bakugō a Kyoka

-¡No se acerquen a mi cara!- les gritó intentando salir de mi cuarto pero sin éxito

Al final, a menos que quisiera quedarme sin un ojo, tuve que quedarme quieta cuando Bakugō empezó a poner rímel en mis pestañas, y Kyoka un poco de labial color chocolate en mis labios.

-¡Agh! En serio no era necesario el maquillaje... Pero gracias se todas maneras.- me rasco la nuca nerviosa mientras caminamos a casa de Ashido.

Ya habían pasado 40 minutos, temía que se molestará por eso.

Por fin, cuando estoy apunto de llegar, el par que me acompañaba decide que es buena idea dejarme sola.

-Bueno, nos vemos luego, papá no me dejara saltarme la cena familiar - habla Kyoka de la nada

-Yo también me largo, no quiero pelea de gatas ni nada.- Bakugō se rasca la nunca algo desesperado por irse

-¡¿Eh?! ¿Me van a abandonar?- pregunto desesperada tomándolos de sus muñecas cuando estaban por darse la vuelta

-Si.- responden ambos al unísono con cara neutral

Bakugō se arrebata y sigue su camino, así que, la única que queda es la azabache.

-No me dejes ir sola, siento que voy a terminar cometiendo estupidez y media.

-Es hora de que aprendas a enfrentar las cosas Shion, tú puedes ¿va?- colocó su mano en mi hombro y se dió la vuelta llendo por el mismo camino de Bakugō

Genial... Estoy frita.

Continúo mi camino y más pronto de lo que me hubiera gustado, estoy de pie fuera de la casa de Ashido.

Tomó aire, calmó mi inquieto corazón y me acercó a tocar el timbre. Pero una llamada entra a mi celular, es el número de Kirishima.

Doy unos pasos atrás, alejándome de la entrada y respondo.

-¿Si?- quiero oír tu voz, necesito oír tu voz...

-Shione, soy Ashido.- habla entusiasmada -Perdona, pero tuve que salir de casa, Kirishima me necesitaba.

¡Auch! Eso dolió... Y bastante.

-Oh, no te preocupes.- respondo tras unos segundos de silencio, estoy conteniendo mis ganas de preguntar si todo estaba bien con el pelirrojo, si le había pasado algo, y justo cuando estoy por preguntar, ella habla

-¿Podrías venir a su casa?

Mi corazón se detiene.

-¿Su-su casa? ¿La casa de Kirishima?- pregunto tartamudeando

-Si, es mejor si vienes, así podemos hablar los dos contigo de una vez.

No, no, no... Yo no quiero eso. ¿Qué me dirá? ¿Qué le dé su espacio? ¿Qué se siente apenado por confundirme ayer, que en realidad no siente nada por mi? ¡¿Qué ahora es novio oficial de Ashido Mina?! ¡¿Qué rayos quieres ahora Kirishima?!

-No-no...- empiezo a hablar casi en susurro, pero me interrumpe nuevamente

-Por favor, ven, te esperamos.

El pitido me anuncia que la llamada a finalizado. Que mi sentencia está firmada, y que ya no podré evitar está situación.

Bien, si así debe ser que así sea. Kirishima, quizá hoy te pierda para siempre...


Nos acercamos al capítulo final...

Dos opciones:

•Terminan juntos

•Se termina su relación con Kirishima

¿Cuál será el final? ¿O acaso habrá alguna tercera opción?

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