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─Tan solo quiero estar a su lado... ¡¿Pero cómo rayos lo hago si el chaval no deja de llamarme amiga?!

Lanzo con fuerza mi botella de jugo al bote de basura que está a unos metros de dónde estamos sentadas. Encestó ¡Si!

─Con que amiga ¿eh?─ Kyoka da un último sorbo a su bebida y me entrega el envase para que lo lancé como lo hice con el mío

─¡Si! Sabes, no pensé que se lo tomara tan enserio desde aquella vez que lo hablamos. Desde que me comentaste que si él me besó era por alguna razón ¿Cierto? Entonces, por qué me sigue tratando como su hermana menor.

Estoy molesta, muy molesta con mi rojito amigo.

Me confunde cada que puede. De repente parece que quiere que seamos algo más, su cercanía, su mirada, los acercamientos que de repente tenemos incluso ciertos celos que hace evidente cuando Kaminari aún se me hacerca. Pero al otro momento me trata como su hermana. Me está haciendo perder la cabeza.

—Creo que... Que mejor será dejarlo todo cómo está ¿sabes?— veo al suelo algo decaída —¿Para que intentar algo que lo incomodará? No quiero pensar solo en mi misma y obligarlo a dar un paso que él no desea dar.

Doy un largo suspiró y empiezo a balancear mis pies en la banca. Pero el tacto de Kyoka me hace verla, ha apoyado su mano en mi hombro, y tiene una corta sonrisa ladina.

—¿Estás segura?

—Si te lo dije, es por qué sí.

—Bueno, dijiste "creo" pero si no lo crees realmente, eso solo complicará las cosas. Ahora el confundido será él y malentendidos pueden desatarse.

No lo había pensado así. Quizá debería meditar mejor en lo que Kyoka me acaba de decir.

—Ya entendí tu punto. Lo pensaré, gracias Kyo—. le sonrió y ella me regresa el gesto —¿Y que tal vas tú?

—¿A que te refieres?— ríe mientras alza una ceja

—Si, bueno, Kaminari está libre ahora.—  le sonrió con picardía y notó un leve sonrojó en sus mejillas

—Él idiota ni cuenta se da de mí. Pienso también dejarlo y concentrarme más en mis estudios.

—¡Wah! Eres buena para mentir.— digo "sorprendida"

—Cállate...— inclina su cabeza hacía abajo —Pero ahora no parece tener espacio en su corazón aún. Solo esperaré a que entienda que tú corazón ya tiene dueño.

—¿Y si alguien más se le cuelga?

—Pues ahora sí no pienso quedarme fuera de la pelea.— asegura decidida tronando sus nudillos

Reímos ambas. Me sorprende que mi querida amiga pueda decir eso divertida, si fuera yo, me estaría amargando con mis inseguridades, pero no, ella es realmente fuerte.

—¿Sabes? Aveces me gustaría ser como tú o incluso como Bakugō— me acomodo en su hombro

—¿A si?

—Si. Saben lo que quieren y nadie les hace dudar de nada. Envidio su carácter.— sonrió de lado

—Bueno, si te gusta que el rubio ande gritando a todos a su paso y que su orgullo le nuble la vista... No te comprendo. Pero, si a lo que te refieres es a su determinación y que nadie lo desvíe de sus metas, ahí si te doy el punto.

—Pues acertaste amiga mía. Acertaste... ¿Te imaginas si Bakugō tuviera una gemela?— pregunto divertida y viendo al cielo

—No, deja de eso. ¿Te imaginas cuando tenga novia?— me sigue la corriente

—No, hombre... Pobre chica.— reímos a carcajadas —Tan solo imagina el infierno de...——

—¿De estar a mi lado?

—¡Exacto!— contestó totalmente de acuerdo con Bakugō... Espera, ¡BAKUGŌ!

La voz masculina que conocíamos bastante bien estaba detrás de nosotras, esa voz que sabíamos bien que nos podía matar con un solo gritó por reventarnos los tímpanos.

Ambas giramos algo asustadas a ver al rubio que tiene una mirada sombría y un aura asesina. Trague saliva fuertemente. Es nuestro fin, o bueno, creo que el mío.

—Ba-bakugō, ¡hola amigo! ¿Co-como te trata la vida?— intento desviar el tema del cual estábamos hablando, pero son éxito

—¿Te sorprendería si te dijera que no te dejaré viva?— alzó su barbilla con una sonrisa sádica en su rostro mientras se tronaban los nudillos y cuello

—No. No me sorprende.— y con eso, me levanté de un saltó de la banca y salí corriendo lo más rápido posible de ahí

—¡Muere estúpida!— escuché que gritaba detrás mío

—Estoy muerta, estoy muerta.— repetía en voz alta preparándome para mi destino

Y cuando pensé que lo perdería, choco contra algo. Callendo de senton.

—Lo que faltaba...— me levanté con dificultad algo adolorida

—¡Shione! ¿Estás bien?— escuché la voz que tanto revoloteo de mariposas causaba en mí, me terminó de ayudar a pararme

—Si. Creo...

—¡¿Dónde estás, estúpida?!— escuché la voz de Bakugō por el pasillo venir furioso

Me escondí detrás de Kirishima, posando mis manos en su espalda.

—¿Q-que haces?

—Shhh... Que Bakugō me pillara, y no quiero morir aún.

—¡No creas que no te veo!

Ya fue, hoy es mi último día.

Asomó mi cabeza levemente y veo a un rubio cenizo con furia destilando por sus ojos carmín, acercándose directamente a mi escondite, es decir, mi querido amigo y Crush.

—Bro, cálmate, dime ¿Que paso?— Kirishima puso sus manos en el pecho de mi verdugo y lo detuvo

—Solo quiero hablar con ella.— respondé con una sádica sonrisa

¡Ja! Ni yo me la creo, ¡suerte para la próxima rubito!

Sin pensarlo dos veces, salgo corriendo al único escondite que se me ocurre ahora: El baño de mujeres.

—¡Ya! ¡Regresa!— me grita Bakugō siguiéndome el paso

—¡Bakugō!— le habla Kirishima desde muy atrás

Y cuándo creo que llegó a mi única salvación, una fuerte mano toma el cuello de mi saco y me mete casi de un empujón al baño que estaba vacío para mí desgracia.

—¡Wow wow! ¡C-cálmate! ¡Me disculpo, me disculpo!— ruego al ver qué le pone seguro a la puerta y se acerca a mí con lentitud

—¡Bakugō!— mi querido pelirrojo por fin nos alcanza y golpea la puerta desesperado —¡No se que te haya dicho pero cálmate!— grita desde afuera

—¡Si! E-escucha a tu amigo, solo fue una bromita, claro que cualquier chica quisiera estar contigo, yo quisiera estar contigo, era broma lo que oíste — mi espalda choca contra la fría losa que me anuncia que ya no puedo escapar a ninguna parte

—¿Quieres cerrar la boca?— me habla en un tono bajo pero con su ronca voz que me da miedo

Yo solo asiento frenéticamente.

—Entonces... Si no vas a matarme, ¿Me puedo ir?— empiezo a deslizarme por la pared lentamente

—Calla tu estúpida torpe boca y escucha—. Aún tiemblo un poco, y al ver esto, Bakugō finalmente suelta: —¿Quieres o no ser la novia de Kirishima?

Me quedó helada.

La tarde es más calurosa que de costumbre, el sol pinta el cielo anaranjado con tonalidades rojas, un hermoso color. Cómo desearía poder compartir esta tarde con él... Pero hoy no se podrá.

Tomó aire y me acercó al pupitre de mi ahora aliado.

—¿Ya estás?— pregunto esperando no molestarle

—Cierra la boca— se levanta y cuelga su mochila en su hombro —Andando.

Le sigo el paso de cerca con las miradas de todos puestos en nosotros que solo me hacen sentir más culpable por lo que haré.

—¡Hey! ¡BakuBro!— se acercó a paso veloz a nosotros —¿A-a dónde van?— pregunto algo nervioso nuestro rojito amigo

—Que te importa— le contesto indiferente y siguió su paso

Kirishima me vió esperando una respuesta, así como casi toda el aula con los ojos puestos en nosotros.

—Bueno... Eh...— no sabía que decirle, de hecho, no debía siquiera hablarle según Bakugō, pero simplemente no lo podía ignorar, no me lo perdonaría

—¡Ahg! ¡Rata, andando!— al ver qué no lo seguía, se giró y me tomo de la muñeca sin cuidado y me hizo avanzar

—¿Ra-rata? Oye, creo que los insultos no estaban en esto.

—Yo decido que está y que no—

Algo inconforme porque me tomé de la muñeca intentó girar mi cabeza para ver a Kirishima, pero él joven cenizo se percata de ello, y antes de que lo haga, habla.

—No mires atrás. Has cómo si no te importara.

—¿Ah? ¿Por qué?

—¡Solo hazme caso estúpida!— gritó molestó y tiro de mi para que vaya a su lado manteniendo su paso

Suspiró rindiéndome y le obedezco, después de todo, en eso quedamos. Pero me preguntó que tanto tendré que hacer para lograr el objetivo impuesto por el chico de humor bomba.

Salimos de la academía en completo silencio y él toma rumbo a quien sabe dónde.

—¿Me puedes soltar ya la mano?— pregunto algo incómoda por su tacto apesar de ser en cierto modo, suave

Creo que como conozco en parte al rubio, siento que esto no terminará bien, que en cualquier momento me matará y tirará mi cadáver en algún contenedor de basura para quedarse con Kirishima.

—Shh... No hables.— habla entre dientes

—¿Ah?

Se para en secó y gira su cabeza lentamente hacia mí, dedicándome una mirada que seguramente me dará pesadillas.

—No hables.

—Pero no me has dicho nada, ni siquiera de que va...— no me deja terminar y me empuja a un callejón que justamente estábamos pasando.

—¿Crees que Kirishima no nos seguiría después de dejarle respuesta nula?— me acorrala contra la pared

—¿No?— contestó nada segura

—¡Obviamente lo hará!— grita pero se sobresalta al ver qué lo dijo en voz alta, así que se tapa la boca, pone su dedo indice en sus labios, como indicando que guarde silencio, y acecha con cautela a la calle —No veo nada...— muerde su labio inferior algo extrañado

—Bakugo, si quieres que esto resulte, necesito que me especifiques tu plan, si no, a este paso me terminarás matando por no actuar como tú esperas que actúe para que todo salga "bien".— hago comillas con los dedos

Él solo me ve de reojo, y me inspecciona de pies a cabeza, haciendo que me sonroje y me tape con mis brazos.

—E-eh... ¿Q-que ves?— digo intentándo sonar retadora pero siendo en realidad un manojo de nervios

—Pff...— rueda los ojos y acompaña el gesto con una corta risa de burla —No entiendo que te ve.—

—¡Hey! ¡Que los insultos no estaban permitidos!— le gritó molesta

¿No puede pasar un minuto sin que me haga de menos?

—¡Que no grites!— me tapa la boca con su mano mientras me dice en voz baja pero con tono algo fuerte —Si esto no funciona será tu culpa.

En serio quiero darle un buen golpe y salir de aquí. ¡Me perdí una tarde con Kirishima por su culpa para que ni siquiera me diga que hacemos aquí!

Un movimiento que se asoma por la entrada al callejón nos hace apartar la mirada de nosotros y enfocarla en el sujeto que quedó estático viendo la escena en la cual estábamos.

Kirishima parecía pasar corriendo silencioso junto a Kaminari y Sero pero al encontrarse con nosotros sorpresivamente, el trio quedo de piedra.

Yo solo puedo abrir los ojos asustada. No, no, ¡no! Kirishima no me puede ver así con... ¡Con este tipo!

De golpe empujó a Bakugō apartandolo de mí.

—Ki-kirishima y-yo...— las palabras no me salen. ¡No me salen!

—Chicos... Q-que coincidencia ¿no?— el pelirrojo ríe nervioso —No-nosotros solo pasábamos por aquí, no pensábamos que i-interrupiriamos algo.

—¿Qué es esto?— pregunta sin rodeos Kaminari

—No es...— intentaba explicar, ¿pero que podía decir después que nos encontrarán así? ¿Qué Bakugō ofreció ayudarme a hacerme novia de su amigo? ¿Qué dijo que tenía un plan del que ni yo sé a dónde irá a parar esto?

—Yo les digo.— me interrumpe Bakugō y da un paso al frente, ¿pero decir que? —Somos novios.

Siento la presión bajarme de golpe. Mi corazón se detiene, al igual que el de Kirishima al parecer, ya que da un paso hacia atrás y pasa a caer, pero se recompone.

Los chicos y yo lo vemos con la boca abierta.

Bakugō... ¡¿Que rayos planeas?!

¿Aún tienen guardada está historia en su biblioteca? 🤔

Vaya, pues muchas gracias si así es :D

Y bueno... La trama acaba de dar un giro.
¿Que les pareció?
:3

Estaré actualizando un poco más seguido, así que, esperen por más :D jeje

¡Gracias por leer!

Liianshi, ¡Cambio y fuera!