Todo estaba tan sucio, desordenado y horrible, movió su lapicero entre sus dedos, se sentía muy ansioso.

—Es el segundo de lo que va de la semana—su compañero, Shoto, estaba en cuclillas, analizaba al cadáver.

—Priapismo— señaló Izuku.

—Obvio, fue ahorcado— el forense estaba en la misma posición que Shoto.

—Su posición es de suspensión incompleta—El forense arrugó la nariz con disgusto al ver que el detective parecía querer hacer su trabajo de nuevo— señaló las piernas, las pantorrillas clavadas al suelo con clavos grandes y oxidados y luego guio la mirada de sus compañeros a la cuerda que mantenía el cuerpo erguido. —Pero no sé qué lo mató primero, la asfixia o la pérdida de sangre.

Y es que la víctima no sólo había sido ahorcada, sino que también había sido apuñalado varias veces.

—¿Qué crees tú? Usualmente aciertas— Shoto concentró su mirada en la expresión analítica de su compañero.

—No sé para qué vengo a las escenas de los casos que les asignan— Izuku le miró con una expresión dulce.

—Por la lividez cadavérica, creo que murió al ser ahorcado,— señaló las marcas rojizas en sus rodillas—Parece que murió primero y el asesino sólo lo apuñaló porque sí, lleva alrededor de trece horas por la rigidez del cadáver, aunque liberen sus pantorrillas, quedará en esta posición

—¿No crees que debe haber alguna razón? — El forense recogió sus cosas al ver que estaba siendo ignorado por los hombres.

—Posiblemente, creo que me hace falta conectar algunos puntos más— apuntó algo en su libreta y miró nuevamente el cadáver. —Que desagradable— dijo.

—Lo es— Shoto asintió de acuerdo.

Sólo que a lo que Izuku se refería era a una cosa completamente diferente, cuando salieron de la casa de la víctima había muchas personas alrededor de la cinta amarilla, todos miraban curiosos, tal vez esperando a que sacaran el cadáver y pudiesen observar cómo quedó. Analizó cada uno de los rostros que se encontraban ahí, todo en busca de algo que se le hiciera sospechoso, su compañero siempre le decía que era como un súper héroe, no lo era, sólo tenía un coeficiente intelectual más alto que el promedio.

—Tengo que hacer algo— se abanicó con su libreta, todo con tal de combatir la ola de calor—Mañana me voy a tomar el día, iré a ver a mi madre.

—Espero que lo esté llevando bien en el psiquiátrico—Shoto le sonrió suavemente—dale mis saludos.

—Seguro.

(...)

Izuku estaba lavando sus manos en el lavabo de su cocina, miraba el paisaje nocturno que marcaba el inicio de una noche tranquila, su día libre había marchado bien, su relajación era tanta que se sirvió una copa de vino y la disfrutó mientras escuchaba las canciones del musical del fantasma de la ópera, esa música le daba un choque eléctrico a todo su cuerpo. Su placer y tranquilidad era tanta que terminó dormido en el sillón. Despertó con las vibraciones de su celular, era Shoto, se planteó no contestar, pero seguro que después le armaría un gran problema por ignorar sus llamadas.

—Buenos días, Sho-chan— sonó risueño—¿Pasa algo?— le escuchó suspirar al otro lado de la línea.

—Bueno, hay otro cuerpo, está casi como el de ayer, hay algo diferente.

—Voy en camino, envía la dirección al GPS de mi auto.

Se estiró, se miró, supo que su manía por el orden y la limpieza no dejarían que se fuera así como estaba, tomó una ducha rápida de cinco minutos, se arregló y salió en camino a la escena del crimen. Al llegar tuvo que atravesar la multitud de personas chismosas, que querían saber la razón por la que la policía estaba fuera de la casa de su vecino. De nuevo observó a las personas, esperando ver a alguien familiar de la escena pasada, mostró su placa al oficial que cuidaba que nadie pasara. Shoto estaba con el entrecejo fruncido.

—El otro fue muy sucio, este fue muy limpio— fue lo primero que dijo cuando vio a su compañero entrar, el forense lucía feliz, por primera vez había estado antes que Izuku y había podido hacer su trabajo.

—Como dijo el oficial Shoto cuando le llamó, está en la misma posición que el cadáver de ayer, parece que la causa de muerte fue la misma, el ahorcamiento, sólo que esta vez sus pantorrillas no fueron clavadas al suelo, sino que parece que le rompieron los tendones de las rodillas, así la víctima no pudo levantarse, intenté extraer sangre, pero esta fue drenada a la perfección— sonrió satisfecho, pues al fin había podido dar su teoría, lo cual confirmaría en la mesa de necropsias

—Como en el otro crimen hubo algo que no se encontró, aquí falta lo que se usó para extraer la sangre, en el otro no se encontró el cuchillo con el que fue apuñalado — Shoto asintió hacía el médico para darle a entender que lo había hecho bien. —Todo está tan malditamente limpio que no puedo creer que sea el mismo asesino.

—Tal vez pulió la técnica, en el primer cuerpo sólo había apuñaladas al azar y encontramos tejidos bajo sus uñas, en el segundo no encontramos nada porque fue inmovilizado para que no se defendiera, y este es sólo el resultado de la práctica—se giró al forense que seguía marcando los detalles que consideraba que ayudarían al caso. —¿Ya está el resultado de ADN de los tejidos encontrados en las uñas de la primera víctima?

—Sí, están en mi laboratorio, pasa a buscarlos cuando dejemos la escena.

Los compañeros se marcharon a la estación, debían entregar un reporte, luego irían al forense, ya con los resultados podrían perfilar a un posible asesino.

—Oficial Todoroki, detective Midoriya— el capitán de la estación se acercó a sus escritorios –los cuales estaban pegados- —Esto está empezando a llamar la atención de los medios, ya le quieren poner apodo a este misterioso asesino.

—No se preocupe, señor— Midoriya le miró con una sonrisa amable—Los desorganizados son fáciles de atrapar.

—Confío en ti, joven Midoriya.

—¿Cómo le haces para hacer que todos te quieran? —Shoto bufó cuando vio al capitan regresar a su oficina.

—Es que soy adorable, Sho-chan— tomó sus propias mejillas entre sus manos y sacó un poquito su labio inferior.

—Aparta tu cara de mí o terminaré apretando yo tus mejillas hasta desinflarlas.

Siguieron con su reporte en silencio, una vez entregado a su capitan partieron rumbo al pabellón del forense.

—Estamos aquí, Lida— el médico les miró a través de sus lentes.

—Lo veo, Midoriya— asintió ante la obviedad, no era como si los hombres frente a él fueran tan pequeños que no pudiesen ser notados. Tecleó algo en su computadora y luego giró la pantalla para que pudieran ver. —El ADN corresponde a alguien que está dentro del sistema, fue arrestado hace un año por golpear a un hombre hasta dejarlo inconsciente— Ante sus ojos estaba un hombre rubio con ojos color rubí, sostenía su cartel respectivo tras ser arrestado, tenía una clara expresión molesta—Katsuki Bakugou.

—Parece que tendremos que hacerle una visita.