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Bienvenida.

Apenas quedaba un atisbo de luz alumbrando la larga y tenebrosa ruta que guiaba a la salida del parque. Con el sol escondiéndose detrás de mí y la luna amenazando con iluminar la noche con su tenue luz avanzaba lentamente, como si no me esperase nadie en ninguna parte, como si no tuviera un rumbo aparente.

Sentía un gran vacío por dentro, tal vez si mi padre no fuera tan ambicioso seguiríamos en nuestro pequeño pero acogedor pueblo y yo podría estar tomando algo o incluso viendo una peli con Max, mi mejor amigo. Pero como por alguna razón que jamás le lograré perdonar a mi padre llevo ya cinco días aquí, tendré que conformarme con dar vueltas por un parque lleno de gente que irónicamente parece burlarse de mi soledad compadeciéndome de mí misma.

Llego finalmente a mi barrio, no hay mucha diferencia entre este y el anterior, con lo que a apariencia respecta, sin embargo, no se respira la misma familiaridad, no volveré a oír a la señora Stephens alzar su desafinada voz a tempranas horas de la mañana cantando canciones que estoy segura de que solo ella conoce, ni a el pequeño Eddie llamar a mi puerta para que le ayude con los deberes, ni tendré que echar al perro de los Sanders de mi casa cada vez que logre escapar, pero lo más duro será no poder asomarme por la ventana cada mañana y ver como Max duerme con la ventana abierta esperando a que me despierte para darme los buenos días.

La valla del jardín está abierta así que supongo que mi hermano ya habrá llegado, la cierro tras entrar y atravieso el pequeño camino de piedra que me lleva a la entrada, miro mi bolsillo y al recordar que con las prisas no he cogido las llaves decido dar la vuelta por la  parte de atrás del jardín.

Se nota que Max no está, es más ni siquiera vive gente en la casa de al lado, nos dieron a elegir entre ambas casas pero sin saber por qué, ya que son exactamente iguales, nos decantamos por esta.

Me asomo por las correderas de cristal que dan al salón pero la cortina tapa mi campo de visión , aún así la luz está encendida , eso confirma que mi hermano está dentro así que golpeo el cristal con la esperanza de que me abra.

-Vaya con Jake, no lleva ni una semana aquí y ya tiene pretendientes.-dice una voz detrás de mí.

-¿Quíen eres tú?- contesto de la forma más borde y desinteresada que me es posible.

-Soy Nate un amigo de Jk, me ha invitado.  ¿Y tú eres...?

No se que es más triste , que mi hermano tenga amigos ya o que acabe de llegar y ya me guste otra vez un amigo de mi hermano. Lo analizo con la mirada , es guapo , muy guapo , si mis ojos no me traicionan a causa de la oscuridad diría que su pelo es negro o puede que castaño oscuro , no logro diferenciar el color de sus ojos pero tiene una sonrisa perfecta y unos labios definidos con una nariz encima perfectamente simétrica y yo diría hasta un poco respingona haciendo de su sonrisa un gesto adorable.

-Soy Aly, de Alice.

-Vaya Aly de Alice, no parece que seas de aquí , no te he visto nunca.

-Este sitio es grande.

-Ya lo creo .-dice riendo , espero que mi hermano salga ya , no quiero que Nate note que me estoy poniendo nerviosa.

-¿Eso es una sudadera del High Side?.-pregunto deseando con todas mis fuerzas que lo sea.

-Sí , estudio ahí , ¿donde estudias tú?

-Me temo que este año en el High Side también.

-Eso quiere decir que nos vamos a ver muy a menudo.

-Eso parece.-me sonríe y le devuelvo la sonrisa.

-¿Interrumpo algo?.-dice mi hermano abriendo la puerta aún con el pelo mojado.

-No.-digo y me dirijo hacia dentro sin ni siquiera mirar a Nate.

-Perdona a mi hermana , los modales no son su fuerte , pasa tío ,¿quieres tomar algo?

Y tras oír esa última frase y hacerle el corte de manga a mi hermano me dirijo escaleras arriba hacia el cuarto oscuro al que se supone que llevo llamar "mi habitación".

Ni siquiera me he molestado en coger el móvil al salir , ahí sigue , encima de la mesita de noche , lo cojo y miro mis notificaciones , un par de mensajes y varias llamadas perdidas , la mayoría de Max ,así que decido llamarlo.

-Deeeesaaapaaarecidaa...

-Ey Max.-he de admitir que escuchar una voz familiar es muy agradable.

-¿Dónde has estado? ¿No me habrás sustituido ya? ¿No?-dice intentando sonar lo más triste posible.

-De hecho sí , estaba paseando cuando un tío ha caído de un árbol y me ha dicho "Hola , quiero ser tu mejor amigo" y yo, como no tenía nada mejor que hacer,  he aceptado su oferta.

-Con esa actitud no vas a llegar a ninguna parte, y menos a hacer amigos ...

-No quiero amigos, quiero volver...- no puedo evitar que se me salte una lágrima.

-Sabes que eso no está en tu mano...- lo oigo suspirar.- y créeme, a mí también me encantaría que volvieras...

-Lo se.

-Recuerdas lo que te dije ¿verdad?- su voz apenas era un susurro.

-No.- miento.

-Pff...- vuelve a suspirar.- Te  quiero.- dice de forma prácticamente inaudible.

-Lo se...

-No Alice , me refiero a que realmente te quiero.

El silencio reina a ambos lados de la línea, me tumbo sobre la cama y dejo que las lágrimas inunden mis mejillas para después deslizarse por mi rostro y perderse en el edredón de color rosa que tanto odio.

-¿Sigues ahí? - reclama.

-Sí.

-¿Crees que todo seguirá igual? ¿Crees que seguiremos adelante juntos?

-Tengo que creer que sí.

-A veces tengo miedo ¿sabes?

-¿Miedo?

Si alguien debería tener miedo aquí era yo, él seguiría siendo uno de los mejores jugadores del equipo del instituto, con una beca deportiva el año siguiente y con todo el apoyo de la gente que una vez llamé amigos. 

Sí, sé que suena dramático, me he mudado, no he muerto, pero no puedo evitar sentir un vacío enorme dentro.

-Sí, he estado pensando en mi futuro, cuando estabas aquí me planteaba estudiar cerca, así podría verte a menudo el año siguiente, y una vez que fueras a la universidad pues encontraríamos la forma de vernos entre los dos, sería relativamente fácil, pero ahora estás demasiado lejos...

-Entiendo...- a estas alturas las lágrimas se habían apoderado de mis ojos.

-Lo que intento decir es...- podía oír cómo su respiración se entrecortaba al intentar retener las lágrimas.

-No es necesario, se que es duro, pero es mejor así ¿no?- tenía que pararlo, no creo que fuera capaz de escuchar lo que sea que fuera a decir.- Oye Max, se está haciendo tarde...- le oigo suspirar.- Será mejor que me vaya a dormir, estoy agotada.

-Sí, tienes razón, yo también debería irme a dormir.

-Buenas noches...

-Buenas noches Al.

-Yo también te quiero...- susurro al colgar, como si pudiera oírme aún.

Cuelgo antes de romper a llorar como una niña desconsolada con el alma rota, tratando de evitar que el dolor de la realidad de las palabras de Max me siga matando por dentro.

Me tumbo boca arriba  y dejo que se acumulen una a una las lágrimas en mis ojos hasta nublarme la vista , me dejo llevar , todo oscurece.

-Alice...-de repente una voz me despierta con suavidad.

-Mmmm...-digo girandome.

-Alice , soy yo Mamá.-me acaricia el pelo , no puedo evitar sonreír ante la dulzura del gesto.

-Has vuelto temprano. - digo mientras me giro e intento despejarme.

-No , tú te has dormido temprano.-me sonríe.

-¿Qué hora es?

-Son las once de la noche.

-Vaya , no me he dado cuenta .

-¿Qué tal el tour por la ciudad? ¿Has hecho amigos?
-No mamá , no he hablado con nadie.

-Bueno , mañana es tu primer día de instituto , siempre puedes conocer a gente ahí.

-¿Para qué?¿Para que la semana que viene tenga que volver a despedirme porque a papá le de por arruinarnos la vida de nuevo? No , gracias.

-Cariño...

-No mamá , tú mejor que nadie deberías entender lo duro que es para mí , puede que hayas encontrado trabajo en el hospital , pero acaso ¿no sientes el vacío? ¿No te preguntas qué estarán haciendo ahora a Chloe y los demás? Eres una marioneta para papá , siempre vas tras lo que a él le parece bien...- Al ver que el gesto en su rostro , antes dulce y comprensivo , se torna a un gesto dolido decido callarme.

-No pienso consentir que hables así de tu padre , está trabajando muy duro y para él tampoco es fácil así que se merece un poco de respeto.

-Siento haber herido tus sentimientos mamá pero...

-No es a mí a quien debes pedir disculpas.- dice a modo de interrupción.-si tienes   hambre hay pizza en la cocina.- dice saliendo por la puerta.

La verdad es que puede que me haya pasado con mi madre , ella no tiene la culpa de nada de esto.

Me levanto, me acerco al armario , no me he cambiado de ropa desde que he vuelto.

Decido ponerme el mismo pijama que llevo poniendome desde hace cinco días , el resto de mi ropa sigue empaquetada a excepción de algunos conjuntos que traje en una maleta por si acaso.

Voy al baño a quitarme el poco corrector que me había puesto con la intención de cubrir el cansancio que llevo acumulando desde hace días y me recojo el pelo en un moño un poco deshecho.

Hoy es uno de esos días en los que no me siento del todo satisfecha con mi apariencia.

No es que me considere fea , soy de estatura media-alta , no soy ni muy delgada ni muy corpulenta , de hecho me gusta mi cuerpo , mis labios no son ni muy finos ni muy gruesos , y tienen un ligero color rosado que me encanta , mi nariz, cubierta de ligeras pecas que apenas se aprecian , es en fin una nariz , sin más , mis ojos , enormes por cierto ,  castaños claros se hallan bajo unas cejas negras indomables y gruesas que hacen que la gente dude de si el color castaño claro de mi pelo es natural.

Después de un largo rato analizando mi apariencia decido bajar a comer algo antes de irme a dormir , mi estómago está empezando a ponerse agresivo.

Apago la luz de mi cuarto pero dejo la lámpara del escritorio encendida , es una de esas manías que no soy capaz de controlar , no quiero dejar la habitación a oscuras , al menos no hasta que me habitue a ella.

Desciendo por la escalera lentamente , me paro antes de girar , agudizo el oído con la intención de saber si hay alguien , preferiría no encontrarme con mi madre de nuevo.

No se oye nada , vía libre.

Una leve luz proveniente del salón acaba con mi esperanza , alguien está viendo la tele.

Cruzo el salón de forma silenciosa y rápida al ver que es mi hermano el que está tumbado en el sofá y me dirijo a la cocina...

-Hola...-el susurro de una voz a mis espaldas me hace dar un salto.

Me giro , es Nate.

-¿Qué haces andando así? -pregunta con una expresión de burla.

-¿Qué haces tú en mi cocina a estas horas?

-¿Es en la cocina donde guardáis la comida no?

-Sí , para la gente que vive aquí.

-Estaba pensando en mudarme...

-Creo que hay sitio en la caseta del perro.

-No se por que , pero creo que no te hace mucha gracia verme por aquí.-dice con una sonrisa, y vaya sonrisa...

-¿Te has dado cuenta tú solo? Bueno , aparta , voy a coger algo y me iré para que puedas seguir robando comida .

-¿Por qué no te quedas? Vamos a ver una peli.

-Tengo cosas mejores que hacer.

-¿Cómo qué?

-Dormir.

Me adelanto al microondas y lo abro , ahí está , la pizza que mi madre me había guardado , cojo el plato y me dispongo a salir.

-¿Me das un trozo?

-No, si quieres pizza vete a tu casa.

Su sonrisa burlona hace que me sonroje y me apresuro a marcharme antes de que se me note.

-Aly...

Me giro.

-Bonito pijama.-dice ,para rematar la vergüenza que me estaba consumiendo.

Le miro de forma antipática y me marcho a mi habitación.

Al subir la escalera oigo abrirse la puerta y el tintineo de unas llaves me advierte de la llegada de mi padre , me marcho a mi habitación rápidamente y cierro la puerta , lo que menos me apetece del mundo ahora mismo es hablar con él.


-¡ALICE!

-¡ESTOY DESPIERTA MAMÁ! - mentira , me he quedado dormida en mi primer día de clase, estupendo, no se ni que hora es.

Mi entusiasmo es menor que el de un animal que va camino al matadero , pero aún así me levanto , tengo que prepararme si no quiero irme andando.

No me apetece ducharme , ni siquiera me da tiempo así que voy a lavarme la cara y los dientes para después sentarme en la taza del váter observando un punto fijo del baño durante al menos cinco minutos.

Voy al armario y saco la maleta de mi ropa para coger unos pantalones vaqueros cortos y un top negro que no me he puesto nunca , me calzo mis convers negras y me suelto el pelo para  después volverlo a recoger de forma que no se note que no me he peinado , me pinto un poco los labios de un tono rojizo , sin abusar mucho , tal vez así no parezca un zombie (o al menos no uno recién despierto).

Cojo la mochila , que contiene tan solo un cuaderno de bocetos y un estuche que llevo de adorno , para que parezca que llevo algo , y tras una rápida mirada al espejo bajo las escaleras .

Entro en la cocina y para mi sorpresa Nate y mi hermano están ahí , pero no hay ni rastro de mi madre.

-¿Y mamá? - le pregunto a mi hermano ignorando la presencia de Nate.

-Se ha ido. - responde mi hermano de forma indiferente.

-Le dije que podía llevaros yo. -dice Nate al ver la expresión en mi cara. - será mejor que cojas algo para desayunar por el camino , nos tenemos que ir ya , seguro que hay atasco.

-Vámonos , no desayuno.

A pesar del atasco logramos llegar al High Side sin problema , por suerte todavía queda tiempo para que la primera clase comience y me da tiempo a ir a recoger el horario .

-Te puedo acompañar si quieres. - dice Nate al bajar del coche.

-No , no es necesario , prefiero investigar por mí misma , gracias.

Tras dirigirle una sonrisa en agradecimiento decido marcharme .

El instituto es enorme , pero aún así logro arreglarmelas para encontrar el despacho del director.

-Buenos días , vengo a por el horario , soy nueva.

-Hola , pasa , siéntate. -el director es un hombre alto y un tanto delgado ,no es como me lo esperaba , es bastante joven aunque se aprecian algunas canas en su pelo engominado , lleva puesto un traje gris y se puede apreciar una pequeña mancha marrón en la chaqueta.

Me siento.

-¿Puedes decirme tu nombre?

-Alice Brooks.

-Ah sí , bienvenida Alice , tengo entendido que tu hermano también se ha trasladado a este instituto.

-Así es.

-Bien , si esperas un momento a que me cambie de chaqueta te acompañaré a tu respectiva clase.

-Claro.

Miro el móvil, un mensaje de Max ilumina la pantalla.


                                                      ¨Suerte en tu primer día¨

Agradezco que se haya acordado de mí , le respondo un ¨gracias¨ y me levanto al ver que el director señala la puerta.

Aula 401 ¨Biología¨.

Entro al aula , ya había comenzado la clase.

-Silencio , un poco de respeto por favor.

Todo el mundo se calla y siento como al menos 30 pares de ojos me observan .

-Este curso tendremos el privilegio de contar con una alumna nueva , la señorita Brooks, viene de lejos así que espero que le hagáis sentir como en casa y le ayudéis hasta que se habitue a nuestras normas y costumbres. Alice , toma asiento , y los demás , no olvidéis que esto es una clase , no una granja. - tras finalizar el discurso sale y cierra la puerta tras él.

Me siento en una mesa libre al final de la clase , al lado de una chica que no parece muy amigable , saco el cuaderno y empiezo a dibujar .

El resto de clases hasta la hora de comer siguen la misma estructura , me presento , tomo asiento y dibujo , podría acostumbrarme a esto de no hacer nada. Evito el contacto visual con cualquiera que se me acerque , no me apetece hablar con nadie.

Al salir de clase de Literatura  sigo a la masa de estudiantes para encontrar el comedor.

Veo a Nate y a mi hermano con unos cuantos chicos así que decido no acercarme , tengo mucho hambre así que cojo una hamburguesa (si es que se le puede llamar así) y un brick de zumo que sabe a todo menos a naranja , me siento en una mesa lo más alejada de la gente que puedo y  me dispongo a comer.

-¡Hola!- una chica con el pelo corto y negro me sonríe dejando entrever la pequeña separación entre sus paletas y sus hoyuelos.

-Hola...- respondo de la forma más amable que me es posible.

-Soy Hailey , voy contigo a clase de literatura.

-No me he dado cuenta , lo siento.

-¿Comes sola?- tiene los ojos de un bonito color azulado.

-Eso parece. - se sienta a mi lado , me pone nerviosa que no deje de sonreir.

-Bueno , ¿conoces a alguien de por aquí?

-No , llevo poco tiempo aquí.

-Pues encantada de conocerte Alice , si necesitas cualquier cosa aquí me tienes. -su oferta parece sincera.

-Gracias , puedes llamarme Aly.

-Bien , Aly , ¿puedo hacerte una pregunta?

-Claro.

-¿Le has echado el ojo a algún chico de aquí? -su cara de pervertida me hace reír.

-No , aún no , no me ha dado tiempo.

-Bueeeeno, pues tienes mucho donde elegir , a excepción de uno ,¡ni se te ocurra acercarte a Aaron Miller ! Es mío.

-¿Estáis saliendo?

-Nah , aún no , algún día , cuando sepa de mi existencia.

-Pues no hay nada de lo que preocuparse , no sé quién es así que todo tuyo.

-Gracias , no quería pelearme contigo , me empezabas a caer bien.

Me echo a reír , esta chica me cae bien.

El resto de la comida pasa rápidamente a la vez que Hailey me pone al corriente de todos los cotilleos que puede.

Las tres últimas clases se me hacen más pesadas que nunca, pero finalmente tras una interminable  regañina en la clase de geometría por algo de lo que no tengo ni idea suena la campana. Hora de ir a casa.

-Oye Aly, si no tienes nada que hacer podemos quedar esta tarde y te presento a gente, será divertido. -me dice Hailey al salir.

-No se....

-Está bien, pasaré a recogerte a las 7.

-No he dicho que quiera ir.

-Me da igual, ¡nos vemos!- dice mientras se marcha sonriente.

Pongo rumbo a la puerta y busco a mi hermano con la mirada.

Como no le veo, saco el móvil para llamarle y me doy cuenta de que me ha enviado un mensaje.

               "Me quedo a entrenar con los chicos, ven al gimnasio tras las clases a por las llaves."

Genial, me ha dejado tirada.

Me giro en busca de Hailey pero ya se ha ido, así que vuelvo a entrar en el instituto en busca del gimnasio.

Se oye gritar a un hombre que supongo que debe ser el entrenador del equipo , entro rezando por pasar desapercibida hasta encontrar a mi hermano , y de hecho paso desapercibida ya que todos están tan concentrados entrenando que ni me ven subir a las gradas.

Distingo a mi hermano entre un grupo de chicos al fondo , le hago señas pero no se da cuenta.

Finalmente me ve y viene corriendo hacia mí.

-¡Ey! ¿Vienes a por las llaves no?

-Sí , debería hacer una copia para mí ya.

-Deberías.

-Bueno , dámelas ya , tengo que ir a casa a darme una ducha y arreglarme.

-¿Vas a salir?

-Así es.

-¿Chico?

-No es de tu incumbencia.

-Vale , pero a este paso te saldrán canas antes de que alguien se interese por tí. -se ríe , a mi no me hace ninguna gracia.

-¿Las llaves?

-Ve al vestuario , está vacío , taquilla 41 combinación 5,2,8,9. Están en el bolsillo pequeño de la mochila.

-Vale. -me marcho hacia los vestuarios.

Espero por el bien de mi hermano que no haya nadie , no quiero tener que matarle.

Abro la puerta y me encuentro con un pasillo alargado y estrecho con una puerta a la izquierda y otra al fondo , por el olor a colonia y champú que viene de la primera doy por hecho que es esa , no se oye ruido así que decido entrar rápidamente antes de que venga alguien.

Busco la taquilla , debe estar por el centro , miro las de la derecha , nada , giro hacia las de la izquierda , nada, sigo hacia delante...

-¿Qué haces aquí? -dice una voz a mis espaldas.

Me giro bruscamente para ver el rostro de la voz que casi me mata del susto.

Es un chico alto , de pelo entre marrón y castaño , sus ojos , de un color gris ceniza me miran fijamente , su sonrisa me intimida y a juzgar por su apariencia sudada viene de entrenar , unas pequeñas pecas cubren su nariz y parte de sus pómulos.

Es guapísimo , me quedo embobada mirándole sin saber qué decir , ni siquiera me he fijado en que de su labio inferior sale sangre.

-¿Eres muda? ¿O es que no me has oído? -coge la toalla que hay colgada a mi lado y se limpia la sangre.

-¿Eh? Sí , osea no , no soy muda. -dios , ¿cómo puedo ser tan estúpida?

-Vale , bien , entonces supongo que podrás decirme qué narices haces en el vestuario de los tíos. - "cálmate'' me repito a mí misma.

-Vengo a por unas llaves , ¿sabes dónde está la taquilla 41? Porque si no lo sabes creo que hablar contigo no me va a servir de nada.

-Está justo detrás de tí.

-Vale , gracias.-me siento estúpida , ¿cómo podía no haberla visto?

Abro la taquilla , siento su mirada clavada en mi espalda , cojo las llaves y cierro, me aseguro de que está bien cerrada.

-Oye , ¿no tienes nada mejor que hacer que observarme? -le digo al girarme.

-Vigilo que no robes nada. -dice , y a pesar de que se cubre el labio con la toalla puedo advertir una sonrisa maliciosa en la expresión de su cara.

Le miro mal y me dispongo a salir.

-Oye , tú .

-Tengo nombre.

-No te lo he preguntado. -tras oír esas palabras siento como me pongo roja como un tomate , me muero de vergüenza y de rabia a la vez , pero no soy capaz de responder, por la sonrisa en su cara él parece divertirse.- Dile a tu novio que la próxima vez que quiera algo de su taquilla entre él , podría estar cambiandome , o incluso duchandome , y aunque sería divertido preferiría que no te me quedaras embobada.

-Me das asco.-es lo único que se me ocurre decir , me muero de vergüenza y siento que me arde la cara , me voy lo más rápido posible , antes de que me vuelva a humillar una vez más.

Todo el camino a casa lo paso pensando en el millón de cosas que podría haberle dicho a ese tío para cerrarle la boca , y de verdad que había miles de cosas que podría haber dicho , y sin embargo , me quedé sin palabras.

Al llegar a casa algo me distrae de mis pensamientos , una mudanza, hay un camión de mudanza en la casa de al lado , me pregunto ¿cómo serán nuestros nuevos vecinos?

Supongo que tendré que correr las cortinas de mi habitación a partir de ahora.

Miro la hora , ¡las seis menos cuarto!

Subo corriendo a mi habitación , tiro la mochila encima de la cama y me apresuro a entrar al baño.

Me doy una ducha larga mientras escucho algo de música , siento como mi cuerpo recupera algo de energía .

Salgo de la ducha , miro el móvil , debería llamar a Max.

Un mensaje de un número que no tengo agregado, tiene que ser Hailey , le he dado mi número esta mañana.

"Aly  , soy Hailey , te dije que iría  a por tí a las siete , pero olvidé que no se donde vives jajajaja, mandame tu dirección cuando puedas.''

Le mando mi dirección y marco el número de Max con la esperanza de que conteste.

-¡Ey! -no creo que me canse nunca de oír su voz.

-Holaa.

-¿Qué tal tu primer día?

-Aburrido , pero bien.

-¿Has conocido a alguien interesante?

-De hecho sí , Hailey , una chica que va conmigo a clase se me ha acercado en el comedor , parece buena tía , hemos quedado para salir.

-Vaya , me alegro.

-¿Y tú , qué tal?

-Bueno , he tenido días mejores.

-¿Qué ha pasado?-le oigo suspirar al otro lado de la línea.

-Mira Aly , lo siento , pero no puedo hablar ahora mismo , te llamo luego ¿vale?

-Vale...Pero ¿estás bien?

-Te llamo luego.

Un pitido corta la llamada.

¿Me ha colgado?

Intento no preocuparme , seguro que está ocupado .

Me levanto de la cama y voy al armario, mi maleta está ahí tirada , sigue abierta desde esta mañana , cojo una falda vaquera y un top granate que me regaló Cassie , una chica con la que trabajaba mi madre , me pongo las deportivas y me voy al baño a peinarme.

Esta vez decido soltarme el pelo , me lo pongo para un lado y me pongo mis pendientes favoritos.

Me pinto los labios con un pintalabios de color granate , el más parecido al color del top que tengo y me echo algo de rimmel.

Me echo algo de colonia y la dejo en la mesita para volver a echarme antes de salir.

Me tumbo en la cama esperando a que llegue Hailey , miro la hora , las siete menos cinco.

El sonido del timbre hace que me levante de un salto, me echo por última vez colonia y cojo dinero antes de salir corriendo escaleras abajo.

Me miro al espejo y corro hacia la puerta ya que el timbre vuelve a sonar.

-¡VOOOOY!

Abro la puerta y para mi sorpresa no es Hailey.

Un chico rubio y alto está parado frente a mi puerta, lleva una camiseta negra y unos vaqueros ajustados por los tobillos, con la cintura más baja de lo normal, es apuesto y me sonríe, tiene una mirada dulce y agradable, lleva un plato en la mano y sus ojos de color miel me miran con expresión de sorpresa.

-Veo que esperabas a alguien, y no estoy a la altura de tus expectativas. - dice riendo.

-Sí, osea que sí espero a alguien, no que no estés a la altura de mis expectativas. - pero ¿qué narices estoy diciendo?

-Entonces si que estoy a la altura de tus expectativas ¿eh?

Le miro, no sé qué decir, me he puesto nerviosa.

-Eh, relájate es broma. - me dice sonriente. - solo me pasaba a saludar, mi madre me ha obligado a traer esta tarta, es una de esas personas que quiere llevarse bien con todos los vecinos.

-Así que sois los que os habéis mudado a la casa de al lado ¿no?

-Así es. -me ofrece el plato,lo cojo, levanto un poco el papel de aluminio para ver la tarta.- no te preocupes, no está envenenada.

Me río, me sonríe y se me acerca un poco más.

-¿Te cuento un secreto?-su voz se convierte en un susurro.

Asiento con la cabeza.

-La tarta es comprada, si la hubiera hecho mi madre no la traería, quiero caer bien, no matar a nadie.

-Vaya, que considerado por tu parte. - me echo a reír.

-Bueno, me llamo Allen, encantado.

-Yo soy Alice.

-Me ha gustado hablar contigo Alice, espero volver a verte pronto, aunque creo que eso no será un problema. - me mira, me sonríe y se va.

Me quedo ahí plantada, creo que al final esto de mudarnos no me está pareciendo tan mala idea.

Veo que se aleja y mis ojos se desvían, madre mía, ¿qué me pasa?

-¿Le estabas mirando el culo?

-¡¿Qué?! ¡NO! - Hailey ha llegado.

-Sí que lo hacías, no te preocupes, yo también, madre mía, así que ahora Allen Clark es tu vecino, ¿podría mudarme a tú casa? -la expresión de su cara me hace dudar de si realmente es una broma.

-¿Lo conoces? - pregunto riendo.

-Pues claro, va al High Side, e íbamos al mismo colegio, pero no llegamos a hablar nunca.

-Bueno, voy a dejar la tarta dentro y nos vamos, ¿vale?

-Claro.

Dejo la tarta y me dirijo a la puerta, dejo una nota en la nevera avisando de que no me esperen para cenar, cojo las llaves y salgo, cierro y me pongo a caminar junto a Hailey.

Me lleva a un local que está exageradamente lleno, es grande y me gusta, hay dos hombres en la entrada, vigilan quién pasa, pero no parecen ser porteros.

Para la hora que es hay muchísima gente, Hailey avanza entre la multitud como si supiera a dónde quiere ir, me lleva a una mesa en la que hay un par de vasos llenos aún.

-Es ésta, la cinco.

-Parece que está ocupada, aún no se han terminado las bebidas.

-Lo sé, he quedado con unos amigos aquí, oye, no te preocupes, relájate lo vas a pasar bien.

Asiento con la cabeza y miro a mi alrededor, Hailey me cuenta cómo todos los años este local se llena de adolescentes la última semana del verano y la primera del curso, dice que se ha convertido en una costumbre.

-HAILEEEY.-alguien grita a nuestras espaldas.

-¡Sophie! -una chica bajita y rubia aparece con un vaso y una sonrisa enorme en la cara, es delgada y lleva puesto un vestido azul apretado, que me hace sentir que voy vestida demasiado informal.

-¿Quién es tu amiga?

-Ella es Aly, es nueva aquí.

-Vaaaaya, encantada Aly, me gustan tus pendientes.

-Gracias.-le sonrío.

-Glen y los chicos están al otro lado, parece que Grayson viene buscando pelea con alguien, no nos ha dicho nada, pero al parecer alguien ha pegado a Dylan Wood ésta mañana en el entrenamiento y se ha ido por no tener problemas, creo que ha podido ser él y ahora lo está buscando, sabe que va a venir.

-Grayson está loco, Dylan le va a pegar una paliza, de hecho me sorprende que no se la haya dado esta mañana.

-El director le amenazó con que si causaba un problema más o volvía a tener quejas de alguno de los padres de los alumnos mandaría un informe a la policía, tenía mucho en juego.

-De todas formas si yo fuera Grayson me iría y cerraría la bocaza.

-No está solo, se la quiere jugar a Dylan.

Pierdo el rumbo de la conversación, mi mente empieza a divagar, así que el chico misterioso del gimnasio es Dylan, por eso estaba sangrando, había estado tan ocupada que se me había olvidado nuestro encuentro, no puedo sacar su imagen de mi cabeza, necesito saber si es él.

-Y esto... Emm... la pelea...¿ Ya ha llegado ese tal Dylan?

-No, pero tiene que estar al llegar, los del equipo han llegado ya, están fuera, por cierto, el chico nuevo, Jake, está buenísimo, creo que le voy a hablar. - dice Sophie.

-Ew...-digo sin querer.

-¿Qué pasa? - Sophie me mira como si fuera un ser de otro planeta.

-Es su hermano. -dice Hailey y acto seguido se ríe.

-Oh, lo siento. - empieza a reírse también.

Hailey me coge de la mano y me lleva a la barra, no sé qué pedir, así que le digo a Hailey que me pida lo mismo que a ella.

Salímos a la parte de atrás del local, es aún más grande de lo que imaginaba, es una terraza enorme llena de luces y una especie de jardín enorme, es precioso.

Veo que los del equipo están ahí, entre ellos mi hermano, no veo a Nate por ninguna parte.

Genial, Hailey me deja sola y se va a bailar, no la juzgo, ha insistido en que la acompañara pero no he querido, no me sentía cómoda, demasiada gente, demasiados desconocidos.

De repente alguien me toca la cintura, me giro bruscamente y mi alivio es incalculable al ver un rostro conocido.

-Vaya, no esperaba verte aquí. - Nate me sonríe.

-Me has dado un susto de muerte. - le devuelvo la sonrisa.

-Estás muy guapa, pero sinceramente, estás más guapa en pijama. - le doy un golpe amistoso y me río.

-Bueno, ojalá pudiera decir lo mismo de ti, pero no te he visto nunca en pijama, así que no voy a opinar.

-Bueno, mis pijamas te sorprenderían.

-¿Ah sí? Seguro que son de patitos y ositos.

-¿Tienes algún problema con los patitos? -me mira con la cara de enfado más graciosa que he visto en mi vida y no puedo evitar reírme de él.

-Nada, de verdad, me gustan los patitos.

-Menos mal.-me sonríe.

-NAAAATEEE TIIIIOOO.- un chico que parece haberse pasado con las copas le llama.

-Bueno, debería ir a evitar que se caiga y se abra la cabeza en alguna parte, me ha gustado verte, si no te marchas puede que nos veamos en un rato. - me besa la mejilla y se va.

Me vuelvo a quedar sola, no puedo negar que me gustaría pasar lo que queda de noche hablando con Nate.

Me siento tonta quedándome ahí parada así que me voy adentro en busca del baño.

Cada vez hay más gente, miro el móvil, dos llamadas perdidas de Max, le llamaré cuando vuelva a casa.

Avanzo como puedo entre la gente, me empiezo a agobiar, por suerte encuentro el baño, me dirijo hacia él pero algo me distrae.

Dylan está entrando por la puerta, lleva puesta una camiseta blanca y unos vaqueros que jamás imaginé que pudieran quedar tan bien, lleva el pelo hacia atrás y sonríe, está guapísimo, tiene el labio hinchado, y creo que se puede apreciar un pequeño moratón en la barbilla, habla con unos chicos, se para a saludar y de repente recuerdo lo que Sophie ha dicho sobre la pelea.

Sé que no es de mi incumbencia, pero siento que debo decirle algo.

Al principio dudo , pero al ver que avanza y se dirige afuera me decido a hablar con él.

-Oye, tú. - creo que lo he gritado demasiado alto, ya que todos sus amigos se giran y me miran.

De repente todo el valor que me ha traído hasta aquí se desvanece y deseo que la tierra me trague.

-Y tú ¿quién eres? - dice con aire de superioridad.

ESTO ES INCREÍBLE, SERÁ IDIOTA.

-Mira, gilipollas, quería avisarte de que ronda el rumor de que van a darte la paliza de tu vida, pero ¿sabes qué? Por mí, que te la den, seguro que te la mereces.- me giro antes de cruzarle la cara.

-Pero, ¿de qué narices estás hablando? - dice sujetándome.

-Te llamas Dylan, ¿no?

-¿Por qué?

-No sé quién eres ni me importa, pero un tal Grayson busca pelea, y tú estás en el punto de mira.

-Si busca pelea la encontrará, no le tengo miedo.

-Ya, en fin, que te vaya bien.

Me marcho, no se por qué le he hablado.

Es una estupidez, me avergüenzo muchísimo y me quiero ir.

Me siento incómoda y no quiero ni mirarle a la cara, seguro que piensa que soy una niñata pesada o algo así.

¿Quién me manda meterme en la vida de nadie?

Ni siquiera lo conozco.

Me dirijo al baño, como tenía pensado antes de que apareciera ese tío por la puerta.

Genial, dos enrollándose en el baño de tías.

Paso, me miro en el espejo. 

No sé para qué quería venir al baño, tal vez porque así no me sentiría tan fuera de lugar.

Vuelvo a mirar mi móvil, más llamadas de Max, no me apetece hablar con él ahora mismo.

Salgo del baño, no se donde está Hailey, y tampoco quiero molestar así que me voy, me dirijo a la puerta, creo que sé como volver sola.

-Vaya, ¿ya te vas? - Allen está aquí también, ¿falta alguien más?

-Em... Sí, estoy cansada y no me apetece quedarme.

-Bueno, no te juzgo, yo también me quiero ir, pero los borrachos de mis amigos no me dejan, dicen que va a haber pelea y les encantan los problemas.

-Pues, que lo pases bien, yo me voy.

-La verdad es que creo que me voy a ir, están distraídos, para cuando se den cuenta ya estaré en casa.

-¿Estás seguro?

-Sí, si no te importa podemos ir juntos.

-Claro.

No me apetecía quedarme a ver como le partían la cara a Dylan.

El camino a casa fue algo silencioso.

Al principio hablamos algo pero, Allen se dio cuenta de que no me apetecía hablar y me dio espacio.

Además Max no paraba de llamar, y yo no estaba por la labor de contestar, era algo incómodo como se iluminaba la pantalla cada vez que llamaba, aún estando el móvil en silencio.

Tras al menos quince minutos en completo silencio ya empezaba a sentirme incómoda cuando de repente, Allen decide hablar.

-Bueno, así que mañana clase, todavía no me acostumbro a la vuelta.

-Ya, yo tampoco...- digo tratando de sonreír.

Me mira algo preocupado.

-No sé qué te pasa la verdad, pero es obvio que algo te pasa y es mi deber como amigo decirte que si necesitas hablar aquí estoy. - su mirada es sincera y de verdad que siento que puedo contarle todo lo que me preocupa.

-Gracias, es solo que echo de menos mi casa, a mis amigos, el ambiente que tenía allí...desde que me separé de lo que más quería siento que mi vida no tiene sentido. - miro hacia otro lado, no puedo evitar emocionarme al hablar de este tema.

-Bueno, entiendo que te debes sentir desplazada y sola, pero eso es cosa de que aún no conoces a la gente correcta, estás avanzando poco a poco, es duro y será duro pero poco a poco encontrarás a gente que te haga sentir en casa de nuevo. Créeme que a veces es bueno empezar de cero, nuevas sensaciones y experiencias pueden hacer que te des cuenta de que tal vez aquel que creías tu hogar sólo era un lugar de paso.

Me quedo mirándole fijamente, no me esperaba para nada que dijera nada de eso, no tiene cara de ser una persona que piense de forma tan profunda, me sorprende y me quedo sin palabras.

-Ya, em... Gracias de verdad.

Me sonríe.

El silencio reina de nuevo, pero esta vez no es incómodo, de hecho hace que me sienta en casa.

Llegamos a casa, me despido de él y le agradezco todo lo que ha hecho por mí, necesitaba oír esas palabras.

Abro la puerta despacio, y entro haciendo el menor ruido posible. Las luces están apagadas así que subo sin encenderlas, iluminando con la linterna del móvil. Corro y cierro la puerta de mi habitación.

Se me ha olvidado cerrar la ventana de la habitación al salir, y me alegro, hace fresco y se agradece. Me siento en el borde y me pierdo en la oscuridad de la noche pensando en todo sin centrarme en nada en concreto, de repente me doy cuenta de una cosa, alguien me observa desde la ventana de enfrente.

Allen me sonríe, no sé por qué pero al saber que el cuarto de Allen es el que da a mi ventana se me quitan por completo las ganas de cerrar la ventana, y al fin comprendo algo, siempre que esté ahí sentiré que estoy en casa.

Le sonrío de vuelta, es raro pero ni siquiera pienso en ello, la sonrisa me sale sola.

De repente me doy cuenta de que por un momento se me ha olvidado Max y reacciono. Allen sigue ahí, entro y corro las cortinas, no sé en qué estoy pensando.

Voy al baño y me desmaquillo, miro la hora, es la una de la madrugada, mi hermano no ha vuelto todavía, debe haberse quedado a ver la pelea.

Un mensaje.

"Dónde te habías metido?? Me han dicho que te han visto irte con Allen! Quiero todos los detalles mañana, siento no haber estado, yo también tengo algo que contarte, nos vemos <3"

Hailey.

No me apetece contestar así que bloqueo el móvil y lo pongo a cargar, me aseguro de que la alarma está puesta, mañana he de levantarme pronto para ducharme y arreglarme.

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