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08

Vários días habían pasado desde su salida; sin duda esta había servido para unirlos un poco más. Ahora los roces entre ellos, los abrazos por los hombros e inclusive tomarse de las manos se habían vuelto actos normales. A pesar de que ambos seguían sintiendo "mariposas" en su estómago cada vez que algo así sucedía lo seguían disfrutando.

Minho había estado más feliz de lo normal, recientemente le habían aumentado el sueldo y había recibido gran cantidad de felicitaciones por parte de los comensales. A parte, ya le podía tomar la mano a Jisung o pinchar sus mejillas de vez en cuando. Sus días no podrían ir mejor. También había pensado en adoptar una mascota, el amaba los gatos tan independientes y tan elegantes. Aunque un hamster o un conejo no se oía mal. Quizás le comentaría a Jisung después, no podía solo llevar un animal como si nada, después de todo compartían piso.

Por su parte, ya iban varios días que Jisung pasaba sin comer más de una comida al día. Aunque para el era más difícil aguantar las mañanas y tardes sin comer decidía hacerlo por la noche, pues normalmente a esta hora su Hyung le ofrecía deliciosa comida y odiaba negarle comida. Además, si lo hacía Minho se daría cuánta de que no estaba comiendo suficiente y comenzaría a preocuparse.
Cada día que pasaba se sentía más débil, su rostro iba luciendo cada vez más delgado y ni siquiera podía bajar las escaleras sin sentir que en cualquier momento se desmayaría. Esto (por supuesto) a Henna no le importaba en lo más mínimo, por lo que seguía agregando reuniones, castings o sesiones de fotos a su agenda.
El tema de las redes sociales había mejorado un poco, recientemente en tik tok había llegado a los 360 seguidores y, aunque para muchos fuera nada para él era demasiado y a pesar de todo el cansancio esto lo reconfortaba un poco y lo hacía sentir orgulloso.

Jisung se encontraba en la puerta de su departamento, con su cabello desordenado y ojeras visibles, había Sido un día espantoso: Primero Henna lo retó por no haber subido  nada de contenido el día anterior, luego vomito en los baños de la oficina, pero solamente agua, pues era lo único que tenía en su estómago. Y, cómo si eso no fuera suficiente perdió el autobús de regreso, provocando que en algún momento tuviera que correr por culpa de un aterrador Chihuahua que lo perseguía. Lo único que andaba ahora comer, luego tirarse en su cama por tres días si era posible.

Cuidadosamente abrió la puerta de la entrada y dejo caer su maletín junto a su saco.

—¿Cariño?¿Eres tú?—Preguntó Minho desde la cocina. Jisung sintió su corazoncito calentarse, amaba cuando lo llamaba así, los hacía parecer una pareja.

—Sí Min, ya llegue.

—Hola Sung, llegas a tiempo, estoy preparando lasaña.—Añadió el mayor sonriente mientras se asomaba para verlo.

—Hola Hyung, genial, solo deja voy a cambiarme.—Lee asintió y volvió a lo suyo. Jisung fue hasta su habitación -la cuál quedaba hasta el fondo- prendió la luz y saco una pijama de ositos de su armario. Se la colocó y se dirigió a la cocina. Aún recuerda cuando Minho llego, le daba tanta vergüenza usar esa pijama a pesar de ser de sus favoritas, creía que era infantil por lo que se abstuvo de usarla. Su pena se fue cuando unos días después de su llegada Minho uso una pijama blanca con conejos rositas que llevaban gorritos de zanahorias.

—¿Cómo te fue hoy Sunie?—preguntó Minho al percatarse de que Jisung se había sentado a sus espaldas en la barra blanca de desayuno.

—¿Sunie?

—O-oh si, lo siento. Creí que sonaría bonito. Ya sabes es como Sunggie pero con menos letras y en pequeño juego de palabras con "sol y soleado" en inglés, porque ya sabes tu eres como un solecito.—Habló el mayor rápidamente debido al nerviosismo.

—¡No te disculpes! Me gusta, mucho. Suena lindo. Gracias por el lindo apodo Hyung—. Minho se giró para sonreírle temeroso y con un leve sonrojó.—Y contestando tú pregunta:No muy bien. Primero Henna me regaño por no haber subido nada, luego perdí el autobús y un perro me persiguió.—Omitió el hecho de que vomito.

—Ya veo...Sung ¿Te puedo ser sincero?—Jisung asintió.

—Siempre Hyung, por favor.

—De acuerdo. En realidad Henna no me da mucha confianza. Sabes que no soy de las personas que juzgan antes de conocer, pero con las cosas que me has contado y con eso de que te carga de trabajo exageradamente no me parece muy fiable. No lo sé. Solo no me da buena espina.

Jisung se quedó pensativo durante unos segundos, segundos en los que Minho se moría de nervios por dentro. ¿Dije algo malo?

No te preocupes Hyung, ella solo quiere lo mejor para mí. Aunque tienes razón, supongo que a veces me fío demasiado rápido. Lo tomaré en cuenta.

Minho soltó el aire que tenía retenido.

—Me alegra escuchar eso. Por cierto, si quieres puedo pasar por tí al trabajo. Así no tendrías que gastar dinero y podríamos regresar juntos a casa.

—¿Haría eso por mí?

—Haría lo que fuera por tí, cariño.—Minho se recargó en el desayunador y tomó la pequeña mano de Jisung. A este punto ambos parecían tomates.

—Eres muy dulce Hyung...

Luego de la cena Jisung fue a tomar un baño para relajarse un poco mientras Minho limpiaba la cocina.
Al terminar su ducha, Han fue a recoger la sala con almohadas y cojines, pues hace un rato habían acordado ver un maratón de Harry Potter.

—¿Hyung, tienes cobijas?

—Por supuesto, están en mi habitación, en la cama.—Gritó Minho mientras terminaba de secar los platos.

Jisung se fue al cuarto de su Hyung y tomó una colcha negra, grande que estaba doblada en su cama. Y por alguna extraña razón decidió olerla y ¡dioses! Olía demasiado bien. No solo era el aroma a suavizante, sino que el olor de Minho estaba impregnado en esta.

Tan masculino. Tan dulce.

—Sunie, ¿Todo bien?—preguntó Minho desde la sala.

—S-sí Hyung, ya voy.—Jisung salió del cuarto y regreso a la sala, no sin antes volver a oler la cobija.

De vuelta en la sala se encontró con Minho ya sentado en el sofá.

—Ya volví Min—anunció—¿podemos usar esta?

—Claro. Ven, siéntate.—El mayor Palmeo el sitio junto a su cuerpo. Jisung, al sentarse lo hizo un poco más lejos pero Lee se acercó a él y paso un brazo sobre sus hombros.

—Así me gusta más.—dijo Minho. En respuesta, Jisung se acurrucó más cerca de él y puso una de sus manos sobre su pecho. El pelinegro, con su mano libre los cubrió con la enorme cobija negra. Obviamente las mariposas y ese sentimiento extraño en el pecho no faltaron, pero ninguno iba a decir nada sobre eso.

Holiss, aquí otro capítulo.
Sé que ayer subí uno pero estoy inspirada o no sé Kskwksma

Bueno pueden tomarlo como un mini maratón de fin de semana.

Gracias x el apoyo 💗

por cierto, ¿Qn es su bias?

El mío es Jisung o lino o Chan o Bin. O todos tal vez
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