Diecinueve: Libertad
N/A: Dios, no se q le pasa a Wattpad q no me mantiene publicado el capitulo "diesisiete: Moral" qbdowb, espero q puedan leerlo y solo sea fallo de mi cuenta [Q no creo vea] de cualquier manera tratare de estarlo manteniendo publicado [En caso de que no pueda, claramente tendré que borrar esa parte y copiar y pegar el capitulo vea.] EN FIN, Ola, aquí andamos otra vez 🦕.
La encuesta sigue en pie, hasta que haya un desempate o pueda decidirme :=)
No actualizo desde el año pasado jajaja, un chascarrillo como dirían los jóvenes. Me he dado cuenta que están comentando y eso me hace muy feliz ^^ también leyendo, comentaron que si todavía seguía en pie seguir publicando esto, y como aviso, sí. Tardaré mucho ahora si, tal vez en volver a actualizar, pero prometo que la voy a terminar. Detesto la idea que quede inconclusa :(.
Los chasquidos de los besos era lo único que se lograba apreciar en la sala en la que estaba, decir que su beso era tranquilo era un vil mentira, el beso era salvaje, atrevido y sumando a que las manos de ambos jalaban en cabello con intesidad.
Sus respiraciones pronto se vieron agitadas, los labios rojos, las intensiones aun mas atrevidas. Pronto las frías manos de Park se filtraron dentro de la camiseta del contrario, haciéndolo suspirar en medio del demante beso. Más esto no detuvo el acto ilícito qué se atrevía a realizar.
Prontamente las manos de JiMin tomaron fuerte su cintura, cargandolo momentáneamente para después sentarlo con demasiada rudeza producto del placer desbordante qué los inundaba, el ruido chirriante del escritorio en el que fue sentado, resonó haciéndolos separarse momentáneamente.
---Esto está mal.. JiMin deberíamos de... ---Pronunció con la voz temblorosa, los labios rojos y verlo ligeramente tan destruido, hizo qué las voces de los remordimientos de callaran, volviendo al ataque. Más brusco, más fuerte, más demandante.
Porque bajo la oscuridad de aquel salón, porque en cuanto aquella puerta se cerró, todos se podían ir a la mierda. Porque su amor era intenso en la soledad, era posible entre la oscuridad y era sano fuera de las miradas ajenas.
---Calla, y solo besame hasta que esa puerta vuelva a ser tocada.--- musito, el aire de las palabras golpeando suavemente los labios de YoonGi, más golpeado con Intensidad su cordura.
Y era una mierda, una completa y jodida mierda qué su razón y cordura decidieran tomar el primer vuelo de no retorno. Porque en el momento que volvió a ser consciente por un mísero segundo, estaba con el torso pegado al escritorio mientras los besos que repartía el contrario en su espada hacían todo su cuerpo temblar pidiendo que se atreviera a un poco más, solo un poco. Los labios gorditos de JiMin estaba haciéndolo suspirar audiblemente, y ahí, bajo su tacto, bajo su poder nada más importaba.
---Eres tan, pero tan bonito... Me haces traicionar mis principios, mi Moral... ---susurro Park, sin despegar su fuerte mano de la cadera del chico bajo él.
Les gustaría decir que todo fue rápido y que no supieron qué ocurrió, pero sería una completa mentira, porque en cuanto la ropa cayo al piso, los besos se volvieron irracionales, y las caricias rudas qué se dieron, estuvieron consientes.
Aun pesé a que su encuentro no fue producto de un amor, o demasiado suave, ambos lo disfrutaron plenamente. Porque eran prisioneros de sus placeres, eran pecadores de sus amores. Y tal vez su encuentro no ameritaba ese escalón en la sexualidad.
Pero al menos, los primeros dos se dieron, puesto que la fricción qué hubo entre ellos, llevo a Min a tocar el cielo en un momento no planeado, pero si deseado.
Porque en el momento que ambos rasguñaron el cielo y las respiraciones se volvieron aun más distorsionadas, nada más importaba.
YoonGi se abrazo a si mismo, sintiéndose pegajoso todavía, dado qué habían terminado en cuanto la escuela estaba apunto de cerrar, la tarde se dio. Caminaba rápidamente, dado qué era demasiado tarde y el frio calaba sus entrañas, no podría sentirse más cálido, se sentía en paz.
Comenzó a casi correr, sabia que sus padres lo regañarian, ni siquiera quería pensar en cuantas llamadas tendría su teléfono descargado. Aun pesé a que no era noche, si era tarde para el horario en el que normalmente debía llegar a casa.
Quisiera decir que JiMin, lo llevaría a su casa, debido a que prácticamente era su culpa haber salido tarde del salón aquel. Tan solo de recordar los qué solo esas cuatro paredes sabían, lo hacía ruborizarse.
Sacudió la cabeza, comenzando a correr aun mas, sintiendo qué simplemente no llegaba a su hogar, aunque el camino se le hizo eterno, logro llegar.
Al entrar la soledad de la casa le inundó, frunció su ceño caminando, encontrando la nota donde informaba qué sus padres no estaban presentes, lo cual gracias destino, evito un regaño.
Así que ahora, con el rubo más fuerte, dejo escapar un chillido emocionado, en la comodidad de su casa se permitió gritar y patalear como un chiquillo emocionado. ¡Estaba tan, pero tan enamorado!
Definitivamente, y aunque no debía, se sentía jodidamente feliz, eufórico incluso, había escalado como cincuenta pisos en la relación con su chico. ¡Oyeron! Él, él había logrado escalar a un punto, donde no había marcha atrás. Ahora estaba a unos cuantos pasos se rasguñar aquello qué deseaba, la libertad de amar a su chico.
Porqué su corazón ardiente estaba hundido en aquel mar, llamado sentir.
Su sonrisa radiante, ese brillo peculiar en los ojos fue lo primero que noto Hye-Jin en aquel chico, que había estado estudiando cada día que pasaba.
Tal vez la ironía de la situación, era estúpida, pero no podría evitarlo. Aquel chico, comenzaba a robarse miradas qué siempre iban dirigidas a ella, aquel chico estaba rodeado de amigos leales mientras qué a ella solo se acercaban basuras.
Decir que no le tenía envida, era una de las blasfemias más grandes que pudo haber dicho a lo largo de su vida. Y no quería ser jodidamente desconfiada, pero sospechaba de él.
Unos días atrás, cada día en su pupitre aparecían notas, le gustaría decir que románticas, pero en todas y cada una de ellas, mencionaban cosas ridículas, entre las principales, que los cuernos qué poseía era grandes.
¿Lo jodido? Es que comenzaba a creer que no era una maldita broma, comenzando a prestar atención a aquel que era su novio, había veces que ausentaba, mencionando siempre el baño. Sin embargo, con su desaparición siempre se llevaba la presencia de Min. Y si se ponía analizar, podría ver que el baño dejaba de funcionar momentáneamente, porque siempre los demás irían a los de la segunda planta.
Tal vez estaba siendo paranoica, tal vez estaba siendo estúpida por sobre analizar las cosas. También sabia que esto era una tontería, porque el problema no era qué la engañaran, puesto que así Park JiMin estuviera con cientos de mujeres, este siempre sería de ella y para ella.
El verdadero problema es que, ¿vamos a repetirlo? Le estaban viendo la cara de estúpida, de tonta. Y eso no lo permitiría, porque JiMin era su salvación y libertad.
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