n/a: Hola, gente linda, jijij, me dasapercí pero aun  o acaba la semana así que aquí esta el capitulo. Espero que les guste y si de alguna manera en las situaciones que voy a mencionar te afectan, puedes hablar conmigo, no hay mejor desahogo que con una desconocida ;b 

Hoy era fin de semana, lo cual significaba no clases, no estrés y día libre puesto que no le habían dejado tarea. Vaya suerte.

Tras haber explicado brevemente a sus amigos lo que tenía destinado a realizar ese día, todos estaban más que felices y dispuestos a ayudar.

Tras un gran debate mental se había decidido qué si quería ser fuerte, tendría que verse fuerte, así pues con todo el dolor de su corazón tendría que deshacerse del rubio qué tenía, a un color más intenso.

---YoonGi, tienes la maravillosa suerte de tener el cabello rubio, apuesto que ahora mismo cualquier color que te pongas te quedara, ¿Cómo qué negro? ---el chico había mencionado qué su cabello iría de negro puesto que combinaba con lo que quería realizar, pero Taehyung no estaba dispuesto.

---Además tienes la suerte de poder llevar el cabello de colores. ---YoonGi arqueo una ceja, okey esto explicaba porque Taehyung traía un color fantasía tan extravagante.

---Okey, ¿Qué color entonces? Confío en ustedes--- ¿por qué dijo eso? ahora estaba siendo arrastrado hacia la peluquería favorita de Tae, donde, según el chico tenían todos los colores. 

---¡Taehyungie! ¿Vienes por el retoque? ---Una chica con una brillante sonrisa salió del mostrador, lista para servir a su próximo cliente.

---Hola noona, nop mi amigo es el que viene a un cambio de look. ---Taehyung señaló con su mano a YoonGi quien estaba con la cabeza gacha y jugando con sus dedos. Estaba nervioso, no podían culparlo iba a deshacerse de su muy preciado cabello rubio, aquel que había sido heredado de su padre.

---Veo que tiene una decoloración previa o, ¿Así es tu cabello? ---Como toda profesional empezó a evaluar a su próximo cliente. 

---Eh no, así es mi cabello...--- musitó bajito, pasando sus dedos por el cabello. 

---okey, ¿ya pensaste en algún color?

---No, me gustaría que me recomiende algún color.

---Muy bien, por el color de tu cabello podríamos fácilmente aplicar uno de los colores fantasías, pero si quieres que queden de un color brillante tendríamos que decolorar un poco con la ventaja de que tu cabello no saldría tan maltratado, así como también creo que se podría llegar sin problemas a un blanco, o plata... Tú dime, cariño. ---YoonGi abrió y cerro su boquita de fresa, pensando seriamente que color usar, necesitaba uno que irradiara belleza, sensualidad pero sin salir abruptamente de su zona de confort. 

---Ah, creo que me gustaría un color menta....--- había visto este color de cabello en algunas personas, y se veía super cool, era un color que no brillaba ni llamaba tanto la atención como un azul o un rosa, pero definitivamente sería un cambio. ¡Era perfecto!

---Menta, perfecto... acompáñame...--- YoonGi asintió despidiéndose levemente de los chicos caminando detrás de la chica, esperaba que todo saliera bien. Animo, animo. 

Después de un rato [donde Namjoon, Taehyung Y Jungkook andaban explorando las tiendas de ropa] regresaron al establecimiento donde pudieron notar que ya solo estaban secando el pelo de su amigo. YoonGi los volteó a ver sonriendo ampliamente haciendo que sus amigos abrieran sus ojos, ¡Se veía genial! definitivamente el color menta era el ideal para YoonGi. 

---Hyung se ve genial, me gustaaaaa--- JungKook brinco de la emoción, definitivamente su hyung se veía espectacular. 

---¡Verdad que si! Me gusta mucho, ahora solo falta deshacernos de mi ropa anticuada. ---Todos estaban realmente emocionados, mientras exploraban la tienda cada uno había escogido un estilo para su amigo. Solo esperarían a que se los probara y decidiera cual era el mejor. 

Una vez terminaron de secar el cabello, y obviamente pagaron por todo, salieron de la tienda con dirección a comprar ropa. Aunque claro que este proceso sería el mas difícil y cada quien venía preparado con dinero, porque adentrarse a una tienda de ropa sería luchar y salir sin dinero.  

Tras un día agotador, yendo de tienda en tienda, probarse ropa una y otra vez y haber dejado la billetera entera en ellas, por fin regresaron a sus hogares, YoonGi especialmente con muchas bolsas de las tiendas departamentales. 

---Hola, mamá.--- se acercó y besó suavemente la mejilla de su progenitora, poniendo toda la bolsería en el sillón. 

---Hola, cariño... Me gusta lo que hiciste con tu cabello, te queda genial.

---Gracias, mamá, a mi me encanto, tengo muchas ganas de mostrarle al mundo al nuevo YoonGi....--- Su madre sonrió de manera emocionada, la alegría de su hijo se la contagiaba de manera maravillosa. 

---Me agrada que mi hijo favorito quiera cambiar, pero no lo hagas mucho porque extrañare a mi bebé.---Su padre también se unió a la conversación, pasando un brazo por los hombros de YoonGi.

---Hola, papá, no te preocupes solo quiero que los demás vean de lo que se pierden al alejarme.--- dijó con la barbilla en alto, listo para que el mundo dejara de burlarse y lastimarlo. Pero la principal razón de hacer este cambio es para que su amor platónico lo notara. 

"Si tan solo supiera que su amor ya lo notaba. "

Su padre ayudó a terminar se calentar la cena, listos para pasar una cena en familia. 

YoonGi sonreía de manera brillante, y cada día estaba mas convencido que sus padres eran los mejores, su papá aunque le costo un poquito aceptar que a su hijo le gustaban los varones, no paso de unos días para asimilarlo, pero jamás le grito, jamás  lo hirió puesto que siempre sería aquel chico dulce que creció. 

Y en cuanto a su madre, le respondió "Ya lo sé" abrazando a su bebé, diciendo que estaba orgullosa de que supiera aceptarse a si mismo. Definitivamente su familia era lo máximo. 

Sin embargo, no en todas las casas era lo mismo, mientras algunas aceptaban a sus hijos tales y como era, que los impulsaban a ser lo que era, en otras no sucedía lo mismo.

---¿Que tal te va con la hija de los Anh?--- Un hombre robusto con cara de amargado, sentado en la primera silla de la gran mesa. El padre de JiMin era por sobre todas las cosas, un hombre orgulloso, vanidoso, dueño de una fortuna, con un ideal machista y homofóbico. 

---Voy bien, supongo. ---Las cenas en lo que se podría conciderar familiares, no era mas que una comida donde su padre hablaba y los demas callaban a menos que la pregunta fuera dirijida ha alguno de los miembros de la familia. 

---¿Supones? 

---No, ósea vamos bien, ella es genial y la quiero mucho, solo no quiero llenar de dulces y miel la relación... luego pasan cosas malas. ---musitó, definitivamente Hye-Jin era bellísima, carismática y perfecta... Pero, jamás lograría amarla como merecía, sin embargo esto es un secreto que JiMin se llevaría a la tumba, puesto jamás se atrevería a llevarle la contraría a su padre. 

---Espero que así se mantenga, tú sírveme mas. ---El señor Park tendió el plato a lo que vendria siendo su esposa, quien sin responder sirvió mas comida en el plato. 

---¿Algo mas, cariño?

---No, y no te dí permiso para hablar.--- su madre, asintió y sin mas siguió comiendo con la cabeza gacha. 

---Termine, gracias por la comida.--- JiMin moría de ganas de llevar su plato al fregadero, sin embargo se contuvo puesto que su padre jamás lo permitiría, así sin mas, su hermana menor se encargo de llevar el plato de su hermano, aun si ella misma no había terminado de comer. 

Así era su familia y pese a que su corazón duela, no podía escapar. Estaba atado de pies a cabeza. 

"Dime, mi vida, si te cuento, si te gritó entre susurros lo lastimado que está mi corazón, ¿Me perdonarías? Dime mi vida, aun si nuestros caminos están tan lejos unos de otros, ¿Me amarías?  "