Reconciliación
Y bien, tras un mes sin actualización aquí les dejo el capítulo 21, por favor disfrutenlo y nos estamos viendo en "Cambio de Vida"
"Feliz Cumpleaños Law"
Frente a él, se haya su amigo sentado sobre la cama apoyado de sus brazos, como solían sentarse los chicos para estar más cómodos.
Se había despojado de su abrigo, y parecía que había tenido la intención de irse a la cama, pues su camisa estaba a medio desabotonar, y estaba suelta, y la hebilla de su pantalón también estaba abierta al igual que la cremallera de este.
El cabello del menor estaba húmedo debido a la transpiración, pues el beber demasiado había subido la temperatura de su cuerpo y este se pegaba a su rostro sudoroso y sonrojado.
—Mugiwara-ya— susurró Law y se acercó a su amigo para sostenerlo justo cuando este se desvanecía al tiempo que llevaba su mano hasta su estómago.
—No me siento bien…— murmuró —Quiero ir al baño…— dijo y apartó a su amigo de él para tratar de levantarse, sin embargo, no podía mantenerse en pie por más de diez segundos, y a regañadientes fue llevado hasta el sanitario por Law.
Lo levantó del suelo cuando cayó a causa de su testarudez, y llevando uno de los brazos de Luffy sobre su cuello, lo cargó hasta el baño.
Allí, aparto el cabello del joven para permitirle vomitar. Luffy jamás había sido resistente al alcohol, y sus arcadas se oían en toda la habitación. Y apoyado sobre el reluciente inodoro, su estómago comenzó a contraerse con fuerza.
—¿Qué quieres ahogar al beber así? — pregunto Law sintiendo temblar al joven.
—Estos sentimientos que tengo por ti…— respondió débilmente y casi en un susurro. Un susurro que Law oyó claramente y miró con algo de tristeza a Luffy.
—Quiero arrancarte de mi corazón y dejar de sufrir como lo hago cada maldito día…— dijo y limpio su boca con el dorso de la camisa —Quiero olvidar que te amo, quiero olvidar que te perdí para siempre… aunque nunca te tuve… no se pierde algo que no se tiene ¿verdad?
Tosió un poco antes de sentir otra arcada que lo hizo estar de cara otra vez frente al inodoro.
—Mugiwara-ya…— Law se quedó observando a su amigo y estaba sorprendido de que fuese capaz de decir esas palabras en aquel estado, y no solo ahora lo decía, antes también le había dicho casi a los gritos que lo amaba, y él como un idiota solo se fue alejando de Luffy.
—Te lo dije aquella noche… soy consciente que los hombres no son de tu interés, y me odio por haberme enamorado de ti… de mi mejor amigo… Es estúpido ¿verdad? Amar a un hombre, y no solo eso…— se levantó y se apoyó en la pared mirando a Law — sino que me enamore de mi mejor amigo, y quién pronto formará su propia familia mientras yo esperaré el día de mi muerte para dejar de sufrir de una maldita buena vez—
—Oye…— trato de decir Law abrazando a su amigo.
Luffy no se negó al abrazo, pero no lo devolvió, sus ganas de llorar solo aumentaban.
—Como lo siento… jamás fue mi intención hacerte llorar y mucho menos herirte… pero debes saber que si las cosas hubiesen sido diferentes…
—¿Cómo diste con esta dirección? — interrumpió —se supone que nadie debería saber que me hospedo aquí…
—Se que no puedo hacer comparaciones, pero tu lejanía me duele ¿sabes? Me duele no saber de ti, me duele no oírte reír… me duele no tenerte a mi lado…— reanudo Law haciendo caso omiso a su amigo.
—No mientas, nada de eso es cierto… Monet siempre ha sido mejor compañía que cualquiera de nosotros… mejor compañía que yo—
—De ninguna manera— respondió y estrecho más al joven entre sus brazos — A Monet no la he visto desde aquella noche en que me comporté como un imbécil contigo—
Guardaron silencio un momento, luego Law soltó al fin a Luffy para que este refrescara un poco su sonrojado rostro.
Regresaron al cuarto y al tratar de dejar a Luffy en la cama, Law cayó con él en esta, él sobre el menor.
Luffy se había dormido y su camisa seguía abierta al igual que la cremallera de su pantalón.
El pecho del joven subía y bajaba tranquilamente, pero los temblores de su cuerpo no disminuían.
Y como si de pronto el hecho de verlo respirar tan tranquilamente lo hubiese hipnotizado, lentamente fue acercándose a su amigo, por primera vez, poco y nada le importó que Luffy fuese un hombre u oliera a alcohol y que su cuerpo estuviese bañado en un sudor frío…
Acercó su boca hasta la del joven y cuando estuvo a solo milímetros de la boca contraria, pareció que entró en razón.
Law se apoyaba en una de sus manos junto al rostro durmiente de Luffy, mientras lo veía que hacía leves muecas de dolor. No le tomó real importancia, pues Mugiwara, era un joven muy saludable y sus gestos de aflicción se debían únicamente a su poco aguante a las bebidas alcohólicas.
Se quedó unos segundos a horcajadas sobre Luffy y luego comenzó a desvestirlo poco a poco.
—¿Cómo es posible que me sienta de esta manera? — se dijo al tiempo que deslizaba las prendas y sus dedos rozaban la morena piel del joven.
—Su piel es tan suave… como el de una chica…— cerro sus ojos un momento cuando debió quitar el pantalón de su amigo.
No podía negar que Luffy tenía un cuerpo realmente atractivo, y tras dejarlo en la cama con cuidado, delineo aquel torso con sus dedos.
Una vez más lo intento y volvió a acercar su boca a la de Luffy y se atrevió a besarla.
Su corazón latió fuertemente, casi al punto de escapar de su lugar, aquella boca le estaba resultando igual de suave que aquella vez… Le gustó como se sentía ese beso, lo profundizo hasta que ya parecía un beso apasionado y al notarlo se separó de Luffy y cubrió su boca.
—¿Qué… qué demonios estoy haciendo? —
Llevo su mano hasta su pecho una vez que bajó de la cama para observaba a Luffy removerse
en la cama al tiempo que este se abrazaba a la almohada y de su boca salía su nombre.
—Law…—
Se quedó observándolo por horas, mirando de vez en cuando a la ciudad por los ventanales.
—¿El modo en que me quisiste? ¿De verdad ya no me quieres? —
Luffy volvió a removerse sobre la cama, y Law echo las mantas sobre su amigo. Pues aun temblaba. Llevo su mano hasta la frente del joven quitado el cabello de este de su rostro, y aunque estaba sonrojado, su cuerpo estaba frio.
—Por ahora lo mejor es descansar un poco y sobre todo despejar estas dudad de mi cabeza—
Tomó una silla del comedor y la llevo hasta la habitación y se sentó quedando entre la enorme cama de Luffy y el ventanal.
La noche poco a poco iba pasando. Los sonidos de la ciudad, aunque leve era persistente. Finalmente acabo durmiéndose en aquella incomoda silla.
A mitad de la noche, y gruñendo Luffy se despertó, se sentó en la cama, mareado y con el estómago pesado a causa del mal estar, pero un poco más sobrio.
Miró a su alrededor y descubrió que habían quitado su ropa dejándolo solo con el bóxer y su cara se enrojeció y se cubrió mirando su entorno aterrado, y una sombra junto a él acabó de espantarlo.
Se levanto rápidamente y al hacerlo se enredó con las sabanas causando una caída dura y dolorosa. El estruendo hizo que aquella silueta se levantara.
—¿Estas bien? —
—¿Torao? — murmuró cuando reconoció aquella voz —¿Cómo llegaste aquí? —
Dijo y se le levanto tratando se soltarse de las sabanas que aún lo tenían atrapado.
—Te seguí… ¿no lo recuerdas? Me preguntaste lo mismo cuando llegué…—
—Tu no deberías estar aquí— dijo irritado el menor —nadie debe saber que estoy aquí… ¿Por qué… porque me seguiste? ¿Recordar? — añadió y miró atento a Law.
—Solo quería verte… ha pasado tanto tiempo, y extraño a mi… mi… mi mejor amigo…— acabo con un tono de voz entristecido.
Luego se giró a la ventana y se apoyó en el afeisar con aspecto derrotado.
“No recuerda que lo bese” se dijo mientras miraba hacia el suelo.
—Maldición— se dijo —¿hasta cuándo me sentiré así— murmuró, respiro profundamente y luego miró por sobre su hombro y descubrió que Luffy no estaba en la habitación.
No tardó en descubrir donde estaba, pues el muchacho había ido a los tropezones hasta el baño, seguro iba dando de golpes a todo en aquel lugar.
—Oye…— dijo Law llamando a la puerta —¿estas bien? — apoyo su oído sobre la madera de esta.
No obtuvo respuesta de inmediato, pero ya pronto oyó el agua correr. Imaginó que estaba dándose una ducha, lo que le pareció algo extraño puesto que cuando iba hasta el baño, lo hacía tambaleando.
Regresó a la habitación y se quedó de pie frente a la ventana que daba a la iluminada ciudad.
—Debería aclarar mi maldita cabeza de una buena vez—
—¿De que estas hablando? — Law no esperaba que lo escucharan y se giró a su amigo para verlo.
Luffy solo llevaba una toalla a su cadera, y otra sobre su cabello pues estaba secándolo.
Mientras lo hacía se acercó al closet y Law aprovecho la oportunidad para quitarle la toalla de las manos y continuar él secando el cabello del menor.
—Deberías darte prisa y vestirte, podrías refriarte—
Luffy al sentir que Law le quitaba la toalla se quedó quieto un momento antes de abrir el closet y buscar un pijama limpio.
—Puedes quedarte en la sala si quieres, es tarde y es peligroso andar en las calles a estas horas—
Law lo giró para que Luffy lo mirara.
—¿De verdad quieres que me quede? ¿No te molesta? —
—Tu harías lo mismo por mi ¿no? — respondió él y por primera vez en mucho tiempo, observo atentamente a Law.
“Estas un poco más delgado, pero sigues tan apuesto como el primer día en que te vi” se dijo mientras sus miradas se encontraban.
El tiempo pareció que se detenía para ambos, Luffy no era capaz de apartar la vista de Law, quien tenía la camisa abierta debajo de su abrigo, y la mirada del menor se dirigió hasta aquella zona en que la morena piel de su amigo estaba expuesta.
Inconscientemente Luffy había levantado su mano para poder tocar esa piel que tan cerca tenía. Sin embargo, el móvil de Law los saco a ambos de su ensueño.
Luffy aparto la vista y también se apartó de Law para ir hasta su cama, donde empezó a vestirse tras conseguir el pijama.
—¿No vas a contestar? — pregunto mientras se vestía.
Law dejó la toalla sobre la cama y miró su móvil, su expresión fue suficiente para saber de quien se trataba.
—Mejor te vas antes de que venga a buscarte— dijo Luffy mientras pasaba la parte de arriba de su pijama por su cabeza.
Sin embargo, Law mirando a Luffy, apagó su móvil.
—No hoy. No esta noche— dijo Law y comenzó a caminar hasta la puerta de la habitación.
Luffy de espaldas a la puerta de cuarto y sentado en su cama y apretando el borde de esta entre sus manos lo llamó.
—Pero puedes dormir conmigo si eso no es problema para ti—
Law se giró a Luffy y observo que el muchacho cubría una vez más su cabeza con la toalla mientras se sostenía de ella.
—Supongo que tu cama es más cómoda que el sofá de una sala ¿no? —
Al final, Luffy dio por olvidada su tarea de secar su cabello y tirando la toalla quien sabe dónde, se metió luego a la cama.
Law tras cerrar las cortinas también se desvistió y se metió con Luffy en la cama, ambos dándose la espalda.
—Gracias y… lo lamento…— soltó de pronto Law.
—¿De que hablas? — dijo Luffy.
—Gracias por permitirme quedarme, y lamento todo lo que ha pasado entre nosotros— cerro sus ojos y ya no dijo nada más.
Luffy por su parte una vez más resistía sus ganas de llorar y se volvió a ver la espalda de su amigo.
Allí estaba aquel tatuaje.
Quiso tocar esa morena piel, sentirla en sus manos, porque, aunque por mucho que lo evitara y dijera a Cora que ya no quería a Law, él sabía que mentía. Su corazón lo traicionaba con el solo hecho de verlo, y sus sentimientos parecían aumentar cada día más por él.
El silencio de la habitación era realmente incomodo, Luffy apretaba las sabanas entre sus manos nervioso al estar por segunda vez con Law así de cerca y sin poder siquiera tocarlo.
Law por su parte, pensaba en todo lo que Luffy le había dicho, saber que su amigo podía ser hiriente cuando quería serlo, descubrió que hasta la persona más fuerte podía llegar a sentirse mal cuando Luffy decía lo que pensaba.
—Buenas noches… Mugiwara-ya— terminó Law.
Luffy no contesto y se sentó en la cama. Acababa de recordar algo.
—Oye— llamó Luffy y miró a Law que también se sentaba en la cama.
—¿Qué tienes? ¿Te duele algo? — dijo preocupado y mirando a su amigo al tiempo que acariciaba el semblante frente a él. Al notar lo que hacía llevo su mano a su boca y carraspeo. “¿Qué demonios estoy haciendo?” se dijo y evitó la mirada del menor.
Luffy también pareció asombrado por aquella reacción de su amigo. Pero lo disimulo bastante mejor.
—¿A qué te referías con eso de “si las cosas fueran diferentes?” —
—Ah eso…— comenzó — bueno, me refería a que, si Monet no estuviera embarazada, nosotros seguiríamos siendo esos buenos amigos que siempre hemos sido. Y solo por una estupidez mía…— llevo su mano hasta su frente.
Luffy flexionó sus piernas por debajo de las mantas y las rodeo por sobre estas.
—¿Cuánto tiempo de embarazo tiene? —
—Tiene ya siete meses, tenía tres cuando te lo conté— respondió — cada día que pasa más desesperado me encuentro, ya no tengo escapatoria, y con mi trabajo de medio tiempo en aquella tienda de ropa y mis exámenes finales… siento que voy a explotar—
Luffy se quedó mirándolo un momento sin decir nada, mientras Law miraba a la nada con su semblante apoyado en sus piernas y sus brazos también rodeando sus piernas.
En parte todo era cierto, pero también Law le mintió, pues esas no eran las verdaderas razones del porque había dicho esas palabras anteriormente.
Entonces Luffy por un momento dejó su egoísmo y se atrevió a abrazar a Law y apoyó su cabeza en el hombro del mayor.
—Lamento todo esto… y lamento haberte dejado cuando más me necesitabas—
—Extraño a este Mugiwara-ya, que siempre tiene una palabra de consuelo para este estúpido amigo que tiene— sonrió. Pues que Luffy lo abrazara ya era algo valioso para él. Le recordaba los viejos y buenos tiempos.
Luffy también sonrió mientras acariciaba el brazo de su amigo.
—También he sido un maldito egoísta Torao— Law levantó su cabeza para mirarlo, hacía mucho que no lo oía llamarlo así — en lugar de detenerme a pensar en cómo debías sentirte cuando te enteraste de eso, lo único que hice fue gritarte cosas hirientes y alejarte de mí… lo lamento.
Secó sus lágrimas.
Law tomó entre sus manos aquel lloroso rostro y ayudo a quitar esas lágrimas.
—Yo provoqué eso ¿no? Siempre has sido un gran apoyo para mí, pero siempre Monet estaba primero, pero ya no más Mugiwara-ya, Monet hace mucho tiempo dejó de ser mi prioridad—
Luffy también lo miró. Amaba esos grises y hermosos ojos, y podía ver en ellos algo diferente, ya no lucían tristes, sino un poco más alegres. Sonrió para su amigo.
—Llevame a pasear mañana Torao—
—Claro— respondió Law y sacudió el cabello de Luffy — si queremos levantarnos temprano será mejor que nos durmamos ya—
Volvieron a taparse con las mantas y esta vez ambos se miraban, ambos sonriendo. No recordaban cuando había sido la última vez en que habían hecho aquel gesto. Las cosas habían estado yendo de mal en peor, y ahora al fin, después de tanto tiempo las cosas parecían mejorar. Pero ahora solo había un secreto entre ambos. Pero Luffy estaba decidido a algún día contarle la verdad.
Así ambos con una sonrisa en su rosto se quedaron dormidos, para luego ser despertados solo por la alarma de Luffy.
Cuando este despertó, Law ya estaba completamente vestido.
—Levantate, iremos desayunar al café de Zeff, aunque dudo que abran debido a la celebración de anoche.
—¿Te refieres al concierto de Lucy? — comento desperezándose y bostezando.
—Así es, fuiste a verlo ¿verdad? —
—Claro que sí— dijo— me gusto la canción de debut, creo que nada me identifica más que esa canción— sonrió mientras se rascaba la cabeza.
Law no dijo nada ante ese comentario. Pues para él ese tema era como si le dijera a gritos que debía reaccionar a lo que estaba sintiendo y dejar de dar tantas vueltas a esos pensamientos y emociones.
Ninguno de los dos, notó que la puerta de la habitación de Luffy se abría, hasta que Cora entraba por ella y miraba la escena.
Con la mano aun sobre el pomo de la puerta, miró a su alrededor. Se le cayó el cigarrillo que llevaba y llevó su mano hasta su boca para cubrirla.
Law terminando de vestirse, Luffy recién despertando y ¿desnudo?
Law y Luffy miraron también en dirección a la puerta, ambos se sonrojaron al imaginar lo que Cora estaba pensando.
—¿Acaso tú y Luffy…? — comenzó Cora, pero Law se apresuró a golpearlo en la cabeza.
—¡¿Qué diablos estás pensando?! —
Cora con un chichón humeante en su cabeza, volvió a levantarse para ver que Luffy reía por aquello. También sonrió, pero luego se puso serio.
—¿Tu porqué estas aquí? — le preguntó a Law.
—No es de tu incumbencia— le contesto este cruzándose de brazos y mirando a Luffy.
Luffy se levantó de la cama mientras hablaba:
—Yo le pedí que viniera, tenía algunas cosas que hablar con él…—
Cora miró seriamente a Luffy.
—Hacía mucho no te veía sonreír. Parece que este idiota — señalo a Law — es definitivamente la cura de todas tus penas—
—Todos necesitamos de nuestros amigos de vez en cuando o ¿no? —
—Es cierto— respondió Cora — pero espero que no olvides, que no me daré por vencido, voy a conquistarte Luffy—
Esta vez ambos hombres miraron al joven.
Luffy no respondió y se encamino hasta el closet mientras pateaba su ropa que estaba esparcida por el suelo.
—Tomate el día libre Luffy, pues la última semana ha sido agotadora para todo los que trabajamos en la disquera— dijo y se fue.
—¿Trabajas para este idiota? — pregunto Law.
Luffy asintió sin darle importancia, pero por suerte no pregunto qué hacía en realidad en la disquera.
—Ahora veo a que se debe que tengas este cuarto… ya me estaba preguntado cómo diablos pagas este lugar…—
—Eso no importa— contestaba Luffy mientras pasaba su playera por sobre su cabeza — tengo hambre y lo que menos quiero es hablar sobre trabajo—
—Bien, date prisa. Te espero abajo en el estacionamiento— dijo Law y abandonaba también la habitación.
Entonces Luffy quedó solo en la habitación. Y a diferencia del día de anterior, se sentía realmente contento.
Se dejó caer sobre la cama una vez que terminó de vestirse y entre sus manos tomo la almohada que Law había utilizado para dormir.
Tanto la almohada como las sabanas estaba impregnadas del perfume que Law usaba. Así estaba hasta que las mucamas del hotel llamaron a su cuarto para asearla.
—Esta vez no cambien las sabanas por favor— pidió el joven mientras salía del departamento.
Y con su ánimo habitual bajo por el ascensor hasta el estacionamiento.
Al subir al ascensor y una vez que las puertas se cerraron metió una de sus manos al bolsillo de su abrigo mientras la otra iba hasta sus labios. Había tenido un sueño en que Law lo besaba, pero lo había sentido tan real…
—La última y única vez que sentí su boca… fue aquella vez en que me rescato de aquel lugar…
Su rostro se sonrojo al tiempo que se apoyaba en la pared de la cabina del ascensor.
Llego al fin hasta el estacionamiento, e iba pensando en aquel sueño. Pero al ver a Law se acercó rápidamente a él y entraron al coche. Allí Luffy miró atentamente a Law antes de que este encendiera los motores.
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