Penas y Copas
Luffy se había dirigido al baño. La situación estaba saliéndose de control. Ver a Law estaba siendo tan doloroso para él, que pensó en renunciar a su trabajo incluso antes de haber empezado. Miró su móvil. Tenía 99 llamadas perdidas de Law, las había estado ignorando todas desde que dejó la casa de Sabo. Volvió a guardar su móvil. Lavó su cara y regresó a la entrada de la disquera, dónde encontró a Law y a Monet.
Su corazón dolió, al ver que éste estaba tomado de la mano de aquella mujer. Cora llegó con él, unos momentos después, y puso su mano sobre el hombro del joven.
Luffy lo miró, iba vestido con su traje de siempre y llevaba un maletín en su mano.
-¿Nos vamos?- dijo y lo guio fuera del edificio, dónde una limusina los esperaba. Pasó junto a Law sin siquiera mirarlo, y Law también llevó su mirada hacia la chica que pasaba presurosa junto a él. Se quedó de pie viendo a la pareja entrar en el lujoso vehículo.
Luffy seguía deprimido, y no hablaron mucho durante el viaje, y cuando llegaron a su destino, bajaron del coche y entraron a un lujoso restaurante con terraza, dónde podían ver prácticamente toda la ciudad.
Se sentaron a una mesa y entonces Cora habló:
-¿Estas bien?- lo miró atento – ¿te parece que antes de hablar, fijemos los términos de tu trabajo?-
-Sí...- respondió algo distraído el joven.
-Bien, este es el contrato- puso en frente del joven unos papeles para que el joven los leyera y luego los firmara.
Luffy no leyó su contrato, confiaba en Rosinante, era una persona importante para el hombre al que amaba, además no creía tener cabeza para leer tantas hojas.
-¿No vas a leerlo?- dijo Rosinante mirando al joven.
-No tengo ganas de leer nada Rosinante, pero no te preocupes, no me quejare de nada, quizás en algún momento leeré esto- dijo levantando la copia de su contrato.
-Bien, es asunto tuyo si leer o no el contrato. Lo otro, vas a tomar clases de modelaje, es la mejor manera de que puedas moverte como una chica, tus movimientos siguen siendo muy masculinos y se nota demasiado. Tengo un acuerdo con la agencia "Hinna's Model" las chicas que trabajan ahí te enseñaran a ser una señorita.
"Tomaras clases con alguien con quien tengo entendido te llevas muy bien, la resiente estrella de la agencia, Koala, por lo que sé, es novia de tu hermano...-
-¡¿KO...KOALA?!- gritó Luffy levantándose de su silla - ¡¡No puede ser, Koala podría contarle a Sabo o a Ace sobre este trabajo, y no quiero que ellos lo sepan!!-
-Tranquilo- sonrió- el contrato de las chicas de "Hinna's Model" ellas te ayudarán, hay una especie de acuerdo entre la agencia y la disquera, jamás la habíamos usado para enseñarle a alguien a ser una "señorita" pues tu eres la primera persona que pondrá a prueba ese acuerdo. Y me asegurare de que no le diga a nada a tus hermanos.
Una sonrisa perversa se dibujó en la cara de Rosinante.
Luffy miraba ahora atento a Cora.
-No vas a torturarla o algo así para que no diga nada ¿verdad?-
Entonces Cora soltó una carcajada, que resonó por toda la terraza.
-Claro que no- dijo una vez que se hubo calmado – y otra cosa...- añadió ya serio y mirando severamente a Luffy.
-Que trabajes para nosotros no significa que dejaras de lado tus estudios, iras a clase de manera normal, pero deberás venir a la disquera después de éstas, pues hay mucho que hacer. Decidí también, que no quiero que estés todo el tiempo interpretando a Lucy a no ser que sea necesario. No creo que sea conveniente después de todo. Ya veremos qué hacer cuando Law se aparezca por aquí. Y lo más importante Luffy, es que no puedes mezclar tu trabajo con tus asuntos familiares. Muchos artistas que han pasado por DM* han arruinado sus carreras por involucrar su trabajo con sus problemas personales. No voy a decirte que los dejes de lado por completo, pero si llegas a hacerlo, será problemático para ti y para nosotros, pues no podremos explotar al máximo tu talento si estás pensando en otras cosas todo el tiempo.
"Incluso si pasara algo con Law, ya sea una discusión o qué sé yo, no puedes dejar que te afecte cuando estés en las salas de grabación o en los conciertos o en cualquier evento público que se te programe ¿entendido?
-Pero... ¿Acaso no oíste mi condición para trabajar para ti? ¡Mientras menos me encuentre con Torao es mejor para mí!-
-Pues trataré de que no te encuentres con él, pero si pasa, ¡no podrás estar mostrándole tu lado más débil! Así no se comporta un profesional.-
Guardaron silencio un momento. Luego Cora más tranquilo hablo:
-Escucha... en estos días, he notado que en verdad ver, tener cerca o que mencionen a Law, te afecta en gran medida, pero ¿crees que conseguirás algo si siempre le muestras esa parte de ti? Toda la semana ha estado preguntando por ti y si te soy honesto, detesto mentirle, Monet no hizo más que lastimarlo cuando estaba juntos y tú mejor que nadie lo sabe. Es un estúpido por haberse metido con ella y haberla embarazado, pero tú no deberías darle la espalda a quien dices que es tu amigo y el hombre al que amas. No lo dejes ir, no cometas el mismo error que yo-
Luffy no esperaba esa reacción por parte de Cora, y este parecía a punto de llorar. Luffy parecía espantado. Pero tenía que admitir que tenía razón. Con su comportamiento lo único que conseguiría seria alejar de él a su mejor amigo.
-Habla con él al menos Luffy- dijo luego de un momento de silencio Rosinante – Law necesita del apoyo de su mejor amigo en este momento, no le des la espalda...-
Cora empezó a mirar y leer unos papeles mientras encendía un cigarrillo.
-Tienes razón- dijo Luffy sujetando su cabeza con ambas manos – estoy actuando como un completo imbécil...-
-No eres el único que está sufriendo aquí muchacho...- comento luego Cora.
-¿Puedo hacerte una pregunta Cora-san?- dijo Luffy algo dubitativo.
-Adelante-
-Que quisiste decir con "No cometas el mismo error que yo"- Luffy esperó ansioso la respuesta.
Cora lo miró un momento antes de responder, dejo su cigarrillo en el cenicero y luego miró a un lado, pues el mesero venía a tomar su orden.
-¿Puedo tomar su orden señor...señorita?- preguntó el camarero haciendo una leve reverencia a Luffy y dejando la carta a ambos.
-¿Quieres beber algo?- pregunto Cora a Luffy mientras miraba la carta de manera rápida, hasta a Luffy le pareció que ni siquiera la miraba.
-No... estoy bien así gracias- sonrió.
-Y usted señor...-
-Yo quiero un Diamond Sterlin* por favor- dijo Cora dejando al fin sus papeles y poniendo atención a Luffy.
El hombre retiro la carta de la mesa, y regresó unos minutos después con la botella y dos copas.
El camarero se marchó luego de servir el trago en la copa de Cora.
Entonces al fin Rosinante le prestó atención a Luffy.
-Hace mucho tiempo ame a una persona con todo mi corazón... él nunca lo supo, y cuando entró a la Marina, creí que moriría, pues aunque nos veíamos frecuentemente, el terminó enamorado de una de sus compañeras, tal vez no era la persona indicada para mí, pero por el simple hecho de no haberle hablado de mis sentimientos por él, se casó y ahora tiene una familia que lo adora. Quizás las cosas hubieran sido diferentes si le hubiera dicho que era... la persona con la que quería pasar el resto de mi vida-
Se bebió su copa de un trago, y con su mano cubrió parte de su rostro. Esa parte de su vida aún le dolía. Y hablar del tema le era tan difícil como lo era para Luffy hablar de Law.
-Me invitó a su boda, a la cual no asistí, no creí poder soportarlo. Y después de eso ya no nos volvimos a ver-
-Lo lamento... no quise... yo no quería... lo siento- acabo el joven mirando avergonzado a Cora.
-Se cómo te sientes Luffy, pero como sigas comportándote como las hecho hasta ahora, terminaras por perder a Law definitivamente. Por último llámale para que sepa que estas bien, eso sería suficiente para él y así pueda estar tranquilo.-
El muchacho se levantó de la mesa y camino hasta el barandal de la terraza y sacó su móvil. Era consciente de que en ese instante no podía llamarlo debido a que su voz era reemplazada por una más aguda.
Luffy se volvió a mirar a Cora que ahora había empezado a beber de la botella como si de agua se tratara.
La suave brisa agitaba su largo cabello y pensaba en las palabras tan duras pero ciertas. Era momento de dejar de dar lástima y dar por superada esa etapa.
Pasado unos minutos, regresó a la mesa dónde se sentó a leer el contrato para luego firmar.
Pasadas unas horas, ambos estaban prácticamente ebrios. Luffy había regresado a la normalidad y bebía de aquel licor compartiendo con Cora, algo que tenían en común, sus sufrimientos por alguien a quien amaban más que a sus vidas.
Pasada la media noche, Rosinante llamó a la limusina que los llevaría de vuelta a la disquera, y a Luffy al hotel. No sin antes avisar a Shanks, que no llegaría a casa.
Y tras asegurarse de que el muchacho entraba al cuarto del hotel, regresó a la disquera donde tenía trabajo que hacer. Pero el hablar de esa persona había dejado a Cora bastante mal. Pues aún amaba a alguien que ya tenía una familia por la que velaba cada día, y él no tenía el derecho a intervenir en esa felicidad. Aunque no había tenido noticias de él desde hacía unos años pensaba cada maldito día en el. Al final su trabajo lo mando al demonio y se durmió sobre el escritorio, pues se había traído con él la botella de licor y se la había acabo en su despacho.
Así, los días empezaron a transcurrir. Y aunque Luffy aún no se atrevía a llamar a Law, al menos ya no lo evitaba cuando encontraba con él, cuando interpretaba a Lucy.
Estaban en medio de un ensayo cuando Ivankov, apareció en el auditorio gritando como loco.
Todos dejaron de lado lo que estaban haciendo para oír los gritos de desesperación y horror del hombre.
-¿Qué ocurre?- pregunto Cora cuando Ivankov llego junto a él.
-¡Tienes que ver esto!- decía descontrolado – alguien... alguien robo...-
-¿Qué?- interrumpió Cora.
-¡Robaron los resultados del examen que le hice a Monet!- susurro Ivankov.
Luffy desde el escenario veía al par hablar en susurros. Seguramente era un tema que no era de su incumbencia.
-¿Y esto cuando pasó que no me entere de nada Iva?- decía furioso Cora en susurros.
-¡Por supuesto que fue durante la noche! ¿Cuándo más podría haber sido? Llama a Trafalgar, él debe saber de esto.-
-Llamaré a la policía, un robo no se quedara impune, no en nuestra disquera- se tranquilizó un poco y luego se volvió a todos los que estaban en el escenario.
-Bien, dejaremos esto por hoy, Lucy, ya es hora de tu primera clase de modelaje, por favor prepara tus cosas, Rucci te llevará, tengo un asunto que atender.
Salió raudo junto a Iva, y se perdieron tras la puerta del auditorio.
-Bueno, creo que me iré a casa, estoy cansado- decía un chico peligrosa, que llevaba una bandana estampada de flores y unas gafas que estaba por encima de la pañoleta.
-Hasta mañana Cobby-
-Nos vemos-
-Descansa-
Se despedían de él muy cariñosamente, pues ellos ya tenían un tiempo trabajando en D.M (Donquixote Music) y parecía que todos se llevaban bien. Luffy sólo los miraba y en silencio dejaba la sala para ir por sus cosas y dirigirse hacia Hina's Model.
En la disquera parecía haber un caos, todos iban y venían por las escaleras, el elevador, por los pasillos, buscando algo.
Estaba dejando la disquera junto con Rucci cuando se encontró con Law, el que le dio un golpe en el hombro, pues llevaba prisa, y por lo visto, no había notado su presencia, pues él era bastante más alto que Luffy. Se quedó mirándolo un momento pero éste no se volvió a mirar a nadie.
Y cuando subían al coche, oyó y vio a las patrullas de la policía, que llegaba al lugar.
-Pasó algo grave, ¿no? Todos están como locos allí dentro- comento Luffy ya dentro de la limusina.
-Hubo un robo, es por eso que están así de agitados, a la agencia Hina's Model por favor Kaku-
-Sí, señor-
-Un robo...-
No siguió preguntando nada más, le pareció extraño que Law apareciera en la disquera justo cuando estaban en medio de un peritaje.
Aún pensado que hacía Law en un momento de crisis de la disquera, llegó a la agencia de modelaje Hina's Model, donde la dueña, una mujer esbelta y alta, pelirosa y sonriente, los esperaba en la puerta principal de la agencia.
Rucci y Luffy bajaron de la limusina y fueron a encontrarse con la hermosa mujer que los recibía con los brazos abiertos.
-Bienvenidos a Hina's Model, muchachos. Por favor entren.-
La mujer estrechaba la mano de ambos, mientras los invitaba a pasar a su agencia.
La mujer y Rucci iban juntos, mientras que Luffy iba un poco más rezagado de ellos. Los oía hablar aunque no estaba seguro de que podían estar hablando esos dos.
Entraron a lo que parecía un amplio hall, en el que había algunas chicas que los miraron unos segundos antes de regresar a sus revistas. Luffy miraba a ambos lados y solo se encontraba con un millar de fotografías de las chicas que trabajaban allí. Entre esas fotografías encontró varias de Koala, lucia realmente hermosa en todas ellas.
Luffy sonrió al ver aquellas fotografías, su cuñada se había ganado a pulso la fama que empezaba a tener en la actualidad.
Doblaron en una esquina del hall, donde fueron guiados por la mujer hasta lo que Luffy pensó, sería la oficina de quien los guiaba.
El despacho lucia realmente hermoso. Cientos de cuadros de eventos a los que habían asistidos, cubrían las paredes de madera de roble brillante, un gran ventanal dejaba entrar la luz del sol, que iluminaba prácticamente todo el despacho, y las cortinas blancas se mecían con la brisa de la tarde.
-Por favor tomen asiento- invito la mujer aun sonriendo.
Sobre el escritorio también de caoba y el que había sido tallado muy cuidadosamente, estaba repleto de cosas, por ejemplo: había varias carpetas, fotografías, memorándum, revistas, catálogos, entre otras cosas más.
Los tres se sentaron y Luffy sólo observaba su alrededor.
-Muy bien, mi nombre es Hina, y soy la directora y dueña de esta agencia. Un placer conocerlos. ¿Qué los trae por aquí jóvenes?- pregunto ella amablemente.
-Mi nombre es Rob Rucci y ella es Lucy, la nueva adquisición de la disquera Donquixote. Y bueno, Donquixote Music me ha pedido que le entregue personalmente este sobre.- comenzó Rucci – según los hermanos Donquixote, ahí se explican el motivo de nuestra visita a su tan prestigiosa agencia- terminó entregando el sobre a la mujer –También me ha pedido explícitamente que le haga saber que la llamarán en cuanto se solucionen algunos problemas que están aconteciendo en este momento en la Disquera.
Hina, abrió el sobre y se acercó al ventanal donde empezó a leer, su expresión parecía cambiar levemente, mientras iba de un lado a otro leyendo la carta.
Tras unos minutos de silencio Hina se volvió a la pareja que la miraba algo perplejos.
-Muy bien...- sonrió, ya está todo listo- regreso a su escritorio y tomo el auricular de su teléfono –tengo un trabajo especial para ti, te espero en la pasarela de la sala de abajo-
Por otro lado, el móvil de Luffy sonaba también indicando que tenía una nueva llamada, de Law.
"No puedo responder ahora, el efecto de las hormonas de Iva-san desaparecerán en aproximadamente media hora..." pensaba. Decidió no contestar.
Una de las modelos de la agencia llegó a la oficina de Hinna, la que se encargó de llevar a Luffy con ella para mostrarle las instalaciones y donde aprendería a ser una verdadera señorita. Era alta esbelta, de cabellera rubia y larga.
Las llamadas eran insistentes. Seguramente era algo importante, ya en el pasado había sucedido algo así. Siempre que insistía en una llamada era por algo grave. Ahora estaba preocupado porque no sabía que podía ser lo que pasaba y porque aún no pasaba el efecto de las hormonas.
-Una llamada importante ¿no? ¿No va a contestar?- preguntaba la hermosa joven.
-Justo ahora no puedo hacer eso... no en este momento...- contestaba Luffy con su aguda voz.
La mujer ya no dijo nada más y Luffy dejó su móvil en silencio y con vibrador.
Por primera vez desde que había dejado la casa de Sabo, estaba desesperado por atender esa llamada. De verdad parecía ser importante pero ¿Qué podría ser?
El resto del día se lo pasó pensando en Law y en a que se debía su insistencia en llamar. Y al fin, cuando estuvo otra vez en casa de Shanks, su última noche, decidió llamar a su amigo y salir al fin de la duda.
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