Una Vida no Tan Rosa.
Había que aceptarlo los días en el departamento que compartíamos Kim y yo no eran los mejores de todos, siempre había un cuento nuevo que contar o un objeto mas que agregar a la lista larga e interminable de cosas por remplazar que nunca llegaban a ser remplazadas por completo, no sabía exactamente porque pensaba en eso mientras miraba como las gotas del café caían de a poco en la cafetera vieja que mi jefe me había regalado hace mucho tiempo, llevaba mas minutos de lo que quería frente al aparato mientras escuchaba a Taehyung quejarse desde el otro lado de la habitación.
Su tono no era amable ni muchos menos tranquilo como cada mañana era, era acusatorio, molesto, casi podía sentir el gruñido que exhalaba su garganta forzando sus cuerdas vocales para que estas sonaran mas roncas de lo que alguna vez sonaría su voz y sabia como sonaba su voz, tenía el repertorio completo de los tonos que Taehyung usaba conmigo, el tono orgásmico, mañanero, neutral, feliz o enojado, muy enojado.
Estaba casi seguro que podía ver brotar de sus orejas humo y de su boca salir rayos y centellas mientras estrellaba todo a su paso y yo solo podía ver como las malditas gotas en la cafetera se hacían mas lentas y pesadas en caer en el liquido negro y espeso que terminaría siendo tirado al lavaplatos porque el único que podía tomar uno o tres vasos justos de aquel rio negro era yo y más nadie.
- ¡Maldición es que no te entiendo Gi! ¡lo hablamos maldita sea! ¡a veces pienso que simplemente actúas como la mierda para verme así! – su voz ronca estaba cerca, así que voltee para verlo en la entrada de la cocina anudando la corbata de su uniforme mientras maldecía y sus dedos torpes hacían lo que podía con la tela – ¡carajo tenías que consultarme primero!
- Es mi dinero también – solté antes de regresar mi mirada a la cafetera ignorando como los dedos de Kim se detenían y sus ojos se entrecerraban, su cuerpo cubrió el mío en pocas zancadas, los segundos pasaron, entonces supe que quizás mis palabras no habían sido las adecuadas, era mas dinero de Taehyung que mío, era mas el derecho de usarlo él que yo, la había jodido.
- No es tu dinero cuando lo gastas comprando la mierda que usa tu maldita madre, ahí pierdes todo derecho Min Yoongi.
No refute a ello y solo me concentre en las gotas que ahora eran turbias en la vasija del café, la cafetería había por fin detenido su labor, no podía seguir escondiéndome en ella y Taehyung no dejaría que me fuera a trabajar hasta saber que tanto había hecho.
Sus manos descansadas a cada costado de mi cuerpo cubrieron mi abdomen en un abrazo que no merecía, lo había hecho de nuevo, había roto el presupuesto corto que nos mantendría vivos por ese mes y cubriría la renta mensual, mi madre había usado de nuevo aquel maldito lazo sanguíneo y mi indestructible amor hacia ella para cubrir sus necesidades y deseos primarios, lo había jodido todo por drogas.
- ¿Por qué? ¿Por qué siempre buscas complacerla cuando sabes que ella no volverá? – su boca se apego a mi cuello mientras yo apretaba los labios y me hacia la misma pregunta ¿Por qué no podía simplemente dejarla ir y seguir con mi vida? Mi madre me estaba arruinando, mejor dicho, me había arruinado.
Me había quitado la oportunidad de ser alguien, de tener un hogar seguro, un refugio maternal, de vivir de sueños y deseos.
- Te lo pagare todo cuando me paguen – dije sin muchos ánimos, mas el movimiento brusco y los labios de Kim en mi frente me hicieron callar
- Sabes que no me importa, no quiero que me pagues, es solo que...- estaba frustrado, su inhalación profunda y el vaho de su aliento sobre mis labios solo hacían más pesado la sensación de que en algún momento nuestros labios chocarían – joder de verdad sabes cómo arruinar un lunes.
- Lo siento – sonrió con suficiencia antes de besarme, sus labios sabían a pasta dental y saborizante artificial sabor cereza, suspire aliviado mientras apretaba su cadera con una mano y la otra iba directo a aquella corbata que no había terminado de ser anudada, Taehyung era así, su lengua demasiado larga para soltar comentarios que iban cargados con mucha verdad, con una dosis letal de mierda y con la misma capacidad para hacerme callar y estar rogando por más.
- Te perdono – asentí lo justo antes de soltarle y por fin enfocar mis ojos en la corbata que empezaba a cobrar forma en mis dedos, sus manos no paraban de acariciar mi rostro y tocar mi cabello, sin duda alguna no negué nada ante las palabras del rubio, yo sabia arruinar un lunes. – llegaras tarde al trabajo ¿quieres que te acerque?
- Tranquilo, Joel dijo que podía llegar un poco tarde, la extensión del local se aperturara hoy así que técnicamente a esta hora todavía hay objetos de construcción en el café.
Taehyung asintió antes de sonreírme un poco al sentir como dejaba por fin su corbata bien echa y le miraba en aprobación, sus labios volvieron a los míos antes de salir rápido de la cocina y escuchar el tintineo reconocible de sus llaves.
- No me esperes hoy, tome un turno nocturno en un bar cerca de la universidad, llegare a eso de las 3 o 4 am.
Asentí para mismo cuando su cabeza se asomó un poco por el umbral, seguía en el mismo lugar y con las manos en la misma posición.
- Yoongi-ah.... – le mire con duda esperando que terminara de hablar - ¿estamos bien?
- Si... claro, ¿Por qué? – Taehyung sonrió y negó antes de dejarme
- Por nada, te veo luego bonito – asentí y lo ultimo que oí era como su voz saludaba a la vecina del frente la cual siempre sacaba a su perro a pasear a la hora justa en la que Taehyung dejaba el departamento, otra chica mas que se negaba a ver que Kim Taehyung era demasiado gay para su propio bien.
- Un especial y café para la mesa 8 – Jiah asintió entregándome la jarra de café antes de ir hacia la cocina y avisar a nuestro chef de un desayuno especial, había llegado en el momento justo, Joel terminaba de despedir a los trabajadores de la construcción mientras Jiah y Minkyung barrían y limpiaban el polvo de la nueva barra, la extensión había hecho maravillas en el café, el espacio había crecido un 50% y ahora las mesas no parecían estar una encima de las otras a demás de que mi cadera y piernas lo agradecían, ya no tenia que golpearme con las esquinas de las cosas para llegar hasta los clientes.
El día estaba bastante movido, la hora del desayuno siempre era el pico de nuestro bar-café por no hablar de la hora del almuerzo, nuestros clientes encontraban placentero nuestra comida y eso siempre se demostraba en la cantidad de clientes que a veces obstruían el paso y terminaba en filas interminable fuera del local.
- ¿Qué tal tu novio? – mire Jiah dejando por fin la jarra con el café caliente a un lado, sonreí un poco ante aquello, por mas que le dijera que Taehyung no era mi novio ella insistía en que el único ciego en todo eso era yo. Ella por su puesto no entendía el trato mudo que Kim y yo teníamos ante lo sexual.
- No es mi novio, es mi amigo – ello giro sus ojos
- Y sigues con lo mismo ¿Cuándo entenderás que no puedes ser amigo de la persona con la que tienes sexo y además vives? ¿las películas de romance no te han enseñado nada?
Solté una carcajada ante su frustración, Minkyung al otro lado dejaba su bandeja para tomar mas recetarios y llevar a las nuevas mesas donde algunos comensales esperaban.
- Será mejor que te rindas Jiah, si él dice que no son novios es así – Jiah fulmino a MinMin con la mirada antes de soltarle un mordaz "cállate y largo" mientras el chico reía y soltaba un guiño en mi dirección
- Eres mi amigo, pero lo que tienes de especial lo tienes de idiota Min Yoongi – asentí sin prestar atención a sus palabras aceptando por fin la bandeja humeante del desayuno especial.
- Y tu lo que tienes de hermosa lo tienes de entrometida y chismosa.
Me aleje veloz antes de recibir un golpe seguro y un vaso de jugo en mi cabeza por parte de la pelirroja, aunque le costara aceptarlo ella sin duda no podía evitar reflejar sus deseos adolescentes de romance en mi amigo y mi persona.
El turno de la mañana paso veloz y en un parpadeo, yo había tomado por fin mi lugar cerca de la zona de café cuando la 1 pm marco el reloj mientras que los demás meseros faltantes empezaban a llegar para cubrir el turno de la tarde, la hora pico del desastre estaba a punto de empezar y claro estaba que la mayor concentración de estrés caía en las pobres almas que tendrían que atender mesas y estar en la caja mientras yo aguardaba en mi lugar seguro y el cual me había dado ese trabajo.
Preparar el mejor café de todo el centro de Seúl.
Cuando las 2 en punto se hizo no fue raro ver como el flujo de personas con traje empezó a crecer en nuestro local, el ruido era estridente y la puerta con la campana no paraba de sonar mientras nosotros no parábamos de gritar "bienvenido" los lunes eran lo peor de la semana, los trabajadores de las empresas llegaban estresadas por que su fin de semana había llegado a su fin, teniendo que empezar la semana con sobre cargas de café o trabajo que esperaba en sus mesas de oficina
- ¡Un express frio con dos de leches! – asentí ante el grito de Jiah desde la caja, las personas no paraban de empujarse en la barra pidiendo sus cafés para llevar o solicitando sus almuerzos que habían encargado con anticipación por una vía de delivery, MinMin tomaba recibos y repartía mientras la pelirroja cobraba y Joel tomaba más pedidos.
Los demás meseros cubrían las mesas ocupadas y corrían hacia la cocina para un nuevo platillo, sin duda alguna aquel trabajo desastroso era lo mas estresante y entretenido que tenía.
Pase el vaso frio del café express saltando al siguiente pedido y así sucesivamente, ansiaba tanto que la hora pico pasara, los pies me dolían y mis dedos se sentían picosos por la exposición constante al calor de la cafetera industrial.
- ¡Un americano caliente, dos expresos hasta la mitad y azúcar dietética que no sea sacarina! – gire mi rostro con estupor ante aquel pedido, otra vez aquel café de mierda, no pude evitar bufar pensando que quien fuera el dueño de aquella bebida sin duda alguna estaba matando el mejor café del mundo ¿Quién mierda tomaba su americano con dos shot de café express y azúcar para diabéticos? ¡no tenía sentido! ¡el sabor que tomaba el café ante aquel suplemento de azúcar era horrible!
Empecé sacando los shots mientras el café normal burbujeaba en la jarra.
- ¡El americano caliente con express! – grite por sobre las voces de las personas que reían, hablaban por sus teléfonos o gritaban que la hora del almuerzo estaba por terminar
- ¡¡aquí!! – mire al chico que alzo la mano entre la multitud, su traje negro era pulcro y ajustado, por no hablar de su apariencia, no podía creer que alguien como el asesinara un café tan tradicional, entonces le vi con un teléfono en su hombro mientras en sus manos descansaba una bandeja blanca con nuestro logo y supe que aquello no era para él, estaba presenciando a un pobre asistente que no podía disfrutar su hora del almuerzo – gracias.
Soltó en una voz rápida y poco audible antes de desaparecer de mi vista y salir como un vendaval por la puerta del local, casi saltando dentro del auto negro que le esperaba en toda la entrada cuando este estaciono en un frenazo poco razonable.
La vida de un ejecutivo era una mierda total.
Después de aquello simplemente las horas corrieron y cuando las 6 con 20 de la tarde se hicieron suspire con alivio, mi turno había llegado a su fin y yo solo rogaba que no me llamaran en la noche para que cubriera alguna estúpida fiesta de pijos.
Por suerte nadie llamo y las horas pasaron diluidas mientras seguía recargado en el sofá mirando la tv con poco interés, por mucho que Taehyung me había pedido no esperarle me era imposible ignorar su llegada sabiendo que aquel turno extra en otro trabajo cualquiera era por mi culpa y problema anegado de negarle algo a mi madre, sabia que él no aceptaría mi pago para cubrir la perdida y me dolía saber que Taehyung estaba sobre esforzándose aun sabiendo que tenia que levantarse al día siguiente para ir a la universidad.
Era el peor amigo que podía existir y me sentía como un parasito, absorbiendo lo mucho y lo poco que el rubio tenía para ofrecer.
Suspire aburrido y calenté lo que había quedado del almuerzo para la cena, las porciones las había separado lo justo como apara que Kim también comiera apenas llegara, no supe si fue el cansancio y lo mucho que me estaba estresando con la idea de conseguir el dinero que había gastado a toda costa, pero mi cuerpo cayo laxo en el mueble con el control remoto en la punta de los dedos y los platillos de papel en la mesa ratonera, era un desastre andante que no daba mas que problemas y trabajo extra.
Taehyung llego a las 4 de la madrugada como lo había prometido, las llaves en el burol me despertaron, estaba perdido ante la escasa luz, los sonidos suaves de los zapatos cayendo en la horilla del recibidor y el suspiro cansado de los labios finos de Kim hicieron que me sentara lánguidamente en el mueble.
- Te dije que no me esperaras – susurro Taehyung apenas diviso mi cuerpo y mis ojos pequeños en su cara
- No te esperaba – simplifique soltando un bostezo mientras rascaba mi mejilla la cual podía sentir las marcas de los adornos del pequeño mueble.
- ¿Qué haces despierto? – su ceja perfilada y rubia se levantó en mi dirección, hice un puchero lastimero antes de apagar el televisor que había estado toda la noche encendido.
- Mirar la maratón del hombre araña, moría por ver toda la temporada – Taehyung rio bajo asintiendo, sus dedos habían arrancado la corbata y desabotonado su camisa blanca y arrugada.
- Tu odias las películas de super héroes – maldije por lo bajo y con la poca dignidad que aún tenía simplemente abandoné el mueble para huir triunfante a la habitación, no iba a permitir que Kim destruyera la poca imagen que aun quería conservar de mí mismo.
Escuche la risa de Taehyung antes de cerrar la puerta y tirarme en la cama, el colchón frio fue mi mejor recibimiento mientras me estremecía y arropaba hasta la cabeza, sabía que Taehyung entraría en cualquier momento así que solo era cuestión de tiempo para volver a quedarme dormido.
- Me reuní con Hyung Sik hyung – fue lo primero que dijo cuando entro a la habitación, sabia que aun no estaba dormido por lo que quite las cobijas de mi cabeza para mirarle entre la oscuridad
- ¿el chico que se graduó unos años antes que tu de preparatoria? – Taehyung soltó un sonidito afirmativo antes de tirar del ropero alguna prenda cómoda
- El mismo, esta trabajando para la nueva empresa que abrió sucursal a unas cuantas calles de tu trabajo – de la misma forma que él, solté un sonido para afirmar que le escuchaba – me ofreció trabajar con él – aquello sin duda si me dejo pasmado y causo el silencio definitivo entre los dos, carraspee un poco intentado encontrar las palabras adecuadas para responder
- ¿a que vino la propuesta? – Taehyung encendió la luz por fin, su cuerpo vestía una camiseta blanca con un estampado simple mientras los shorts cortos caían por su pelvis, el cabello rubio estaba esparcido en todas las direcciones mientras sus manos descansaban en sus caderas, estaba muy callando y por la posición de su cuerpo sabia que no me gustaría lo que tendría para decir
- Le comenté que estaba algo apretado de dinero así que él...- me pare de la cama como un resorte, de alguna forma estaba ofendido, le había dicho que le pagaría, iba a pagarle.
- Te dije que pagare – Taehyung bufo dejando caer su cabeza
- Y yo te dije que no quiero tu dinero ¿escúchame un momento quieres? – sus ojos suplicaban un poco de compresión de mi parte, no sabia ni siquiera porque me molestaba
Era claro que Taehyung estaba en su derecho de decidir si quería o no trabajar con su amigo, era obvio si quería reclamarme, lo poco que yo aportaba no cubría la cantidad de gastos que teníamos día a día y sumando la adicción de mi madre no era el mejor prospecto a compañero de departamento que se diga.
- Me lo encontré en la calle antes de llegar al trabajo, empezamos hablar – gesticulo él – recordando viejos tiempos en el colegio... un cosa llevo a la otra y cuando me pregunto como estaba el trabajo y en donde estaba simplemente le dije la verdad, que mi madre había fallecido y que papá se había ido con mis hermanos a casa de la abuela para amortiguar los gastos, la ciudad de alguna forma era muy costosa para cubrir todo el dinero que mis dos hermanos menores necesitaban – asentí poco sabiendo eso, ahora con mayor razón me sentía como la mierda, Taehyung hacia lo que podía para seguir estudiando y ser alguien, trabaja día y noche para cubrir todo sus gastos y mandar lo que fuera a casa de su abuela porque sabía lo difícil que la tenia su padre cuidando a los chicos y a demás a su madre que ya estaba bastante avanzada de edad – él se sintió culpable por no ir al funeral así que le dije que no había problema, todo estaba bien y la vida había sido buena conmigo ya que vivía bien con un amigo en un pequeño departamento a unas cuantas calles de ahí.
Mis mejillas se sonrojaron poco cuando sonrió con cariño en mi dirección.
- Sigue...- Taehyung asintió tomando asiento en la cama por fin.
- Aseguro que la vida en la ciudad no era muy barata que se diga y entonces surgió lo de su trabajo, me dijo que había sido promovido hace poco y estaba buscando un remplazo para su puesto, la paga era buena y la experiencia laboral que se ofrecía era excelente para un currículo, la empresa es nueva y los empleados que están contratando no necesitan tener mucha experiencia en administración, le dije que lo pensaría y de alguna forma me dijo que otra empresa cercana a la de ellos también estaban contratando personal nuevo
- ¿y el que me digas esto tiene que ver con...? – Taehyung suspiro profundo antes de girar y mirarme directamente, seguía de pies a un lado de la cama con los brazos cruzados.
- Conseguí trabajo para los dos ¿ok? – abrí mi boca para gritarle que no quería más trabajo, pero Taehyung fue rápido en callarme – déjame terminar ¿quieres? Es una oportunidad única Yoon, estoy cansado de cubrir turnos que me explotan, llego a la casa a las 3, 4 o 5 de la mañana... estoy agotado, necesito un horario fijo que me deje estudiar y aparte vivir como se debe ¿crees justo tener que bañarnos con agua helada a las 7 de la mañana?
Negué ante aquello, le entendía, yo también estaba agotado y tenia la titilante idea que tampoco aguantaría un día mas los turnos de noche en cualquier trabajo y los días en la cafetería.
- Lo pensé mientras estaba cubriendo el puesto de Sumi y voy a postular, tengo la recomendación de él para su empresa así que es pan comido, y en cuanto a ti, Hyung se ofreció a darte una hoja curricular – abrí mis ojos sorprendidos ante aquello, no podía creerlo – es la oportunidad de nuestras vidas, es el cambio que necesitamos Min.
No supe que decirle y tampoco iba a decir algo, podía ver la esperanza en sus ojos, el cansancio en sus parpados, el mal color en su piel y la delgades, estábamos matándonos para sobrevivir día a día y lo peor era que yo no colaboraba mucho, suspiré con mucho pensar sabiendo que no podía decir que no, se lo debía, de alguna forma él siempre buscaba la forma de integrarme en su día a día y en los beneficios que conseguía para sí mismo.
No era el hombre mas amable y tampoco generaba buenas amistades que me permitieran tener oportunidades como las que tenia Kim, era un parasito, vivía de lo que él conseguía y de las ayudas que se le ofrecía ¿Cómo podía negarme cuando yo era el culpable de que los dos siempre estuviéramos en aprietos a finales de cada mes?
- ¿Qué se supone que use para la entrevista? – su sonrisa fue ancha cuando acepte de lleno aquella oportunidad, no me negaría, aquello sin duda era la oportunidad de cambiar y dejar atrás los turnos insoportables, los gritos y los coqueteos innecesarios, los cocteles en los trajes caros y el vapor caliente en mis dedos.
- Tengo un traje perfecto para ti, confía, te veras despampanante.
Dios rogara que sí, verle emocionado era de las pocas cosas que me alegraban y me hacían sentir que yo también podía darle alivio a alguien, quería regresarle todo lo bueno que Taehyung le había dado a mi vida.
Quería ser y estar en un mejor lugar para él, para los dos, para mí.
cap modificado: 27/08/2022
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro