Capítulo 24 , Caminos divergentes
El verano había llegado con su calor sofocante, pero entre Sarah e Isaac, lo que se sentía más intensamente no era el calor del sol, sino la distancia creciente que había comenzado a separarlos. No era una distancia física; al contrario, seguían viviendo en la misma calle, asistiendo a la misma iglesia, y sus padres continuaban compartiendo largas charlas en el porche cada noche , apesar de que la madre de Isaac ya había dejado de trabajar como nana para los Carrasco, pues Sarah ya habia crecido lo suficiente como para no necesitarla , o al menos eso decia ella , Sin embargo, algo fundamental había cambiado entre ellos.
Sarah e Isaac solían ser inseparables. Desde que eran niños, sus risas resonaban en cada rincón del vecindario. Jugaban juntos, compartían secretos, y se prometían que, sin importar lo que pasara, siempre estarían el uno para el otro. Pero con el paso del tiempo, sus vidas tomaron rumbos diferentes, y la conexión que una vez fue tan fuerte, comenzó a desmoronarse.
Sarah había cambiado. Últimamente, parecía más distante, y su devoción hacia la religión cristiana, que una vez compartieron, había empezado a tambalearse. No es que ella hubiera dejado de creer, pero algo nuevo había surgido en su vida. Desde que empezo a juntarse con Cristal , y poco a poco, comenzar a interesarse por las raíces hebreas .
Un domingo, Sarah les dijo a sus padres que iba a salir de paseo con la familia de Cristal. Les aseguró que solo sería una salida para disfrutar del día, pero en realidad, el destino era muy diferente. Se dirigieron a un lago cercano, un lugar apartado y sereno, rodeado por árboles altos que daban sombra a las aguas tranquilas.
Allí, a orillas del lago, ocurrió algo que cambiaría el curso de la vida de Sarah para siempre. El padre de Cristal al que ella llamaba Tio Pabro , un hombre mayor con ojos amables y una voz suave, la recibió con una sonrisa cálida. Sin mucha ceremonia, pero con una profunda convicción, Sarah fue sumergida en las aguas del lago, siendo bautizada en las raíces hebreas. Cuando emergió, sintió que algo dentro de ella había cambiado, como si una nueva identidad se hubiera arraigado en su ser. Pero también sabía que, al regresar a casa, tendría que ocultar lo que había sucedido, al menos por un tiempo.
Mientras tanto, Isaac estaba en casa, sintiendo una extraña soledad, una que no había experimentado antes. Sabía que algo estaba pasando con Sarah, pero no entendía qué era. Todo lo que sabía es que la persona que una vez fue su mejor amiga ahora parecía un completo misterio para él. Y quizás, de manera aún más inquietante, él mismo se sentía como un extraño en su propia piel.
Esa noche, Isaac se encontró solo en su habitación, zapeando entre los canales de televisión sin realmente prestar atención a lo que pasaba en la pantalla. De repente, un programa captó su interés. Un documental sobre salud mental, donde se mencionaba brevemente el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Era un tema que había escuchado antes, pero que siempre había ignorado, como si fuera algo que no tenía nada que ver con él.
Pero esta vez, las palabras del presentador resonaron de una manera diferente. Hablaban de pensamientos intrusivos, de rituales incontrolables, de una ansiedad que no se podía simplemente desear que desapareciera. Isaac sintió una incomodidad creciente en su pecho. **“Esto suena… familiar,”** pensó, pero rápidamente desechó la idea. **“No puede ser. Yo no tengo nada de eso.”** Sin embargo, una parte de él sabía que no era cierto. Había algo en esas palabras que se sintió demasiado cercano, demasiado real.
Esa noche, mientras intentaba dormir, no pudo evitar que su mente volviera una y otra vez a lo que había escuchado. Pensamientos que había reprimido durante años comenzaron a surgir, preguntándose si tal vez, solo tal vez, había algo en él que necesitaba ser confrontado, algo que había estado evitando por demasiado tiempo. Mientras miraba el techo, la distancia entre él y Sarah se sintió más grande que nunca. Ambos habían cambiado, pero la diferencia era que mientras Sarah parecía estar encontrando un nuevo camino aunque fuera uno extraño , Isaac se sentía más perdido que nunca.
Al día siguiente, cuando Sarah regresó a casa, con una sensación de paz interior mezclada con la inquietud de su secreto recién adquirido, encontró a Isaac en el porche, mirando hacia la calle con una expresión que ella no reconocía. Intentó iniciar una conversación, pero las palabras parecían quedarse atascadas en su garganta. Había tantas cosas que querían decirse, pero no sabían cómo empezar.
Finalmente, después de un largo silencio, Sarah simplemente le sonrió, una sonrisa que intentaba ser tranquilizadora, pero que en realidad reflejaba la incertidumbre que ambos sentían. Isaac devolvió la sonrisa, pero su mirada seguía perdida en algún lugar que Sarah no podía alcanzar.
Y así, dos niños que alguna vez fueron inseparables, ahora se encontraban en caminos divergentes, luchando por encontrar quiénes eran realmente, mientras el peso de sus decisiones y secretos comenzaba a moldear el curso de sus vidas de maneras que aún no podían comprender del todo.
Pero Isaac no tenía tiempo de pensar en eso , Hiba a salir con Fe .
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro