Despierto ensoñado entre los firmes brazos de mi fortachón amado mientras un hilo de baba seca me deja tiesa la mejilla. Pero cuando trato de secarme el baboso líquido se mezcla con lo seco y caigo en cuenta de que es otro tipo de fluido. Y ahí recuerdo, la abundante descarga sobre mi condenado rostro mientras sacaba la lengua a lo perrito erótico.

¡Dios mío! La descomunal sesión sexual de anoche, todavía me resuena en mi trastocada cabeza. Es que no puedo dejar de percibir la bruma postorgásmica que me dejó como consecuencia el sentir su firme tacto así como también su exigente mandato. Y la forma de la entregada respuesta de mi cuerpo hacia su mando me dejó un cierto gusto amargo... No porque no lo haya disfrutado como un loco poseso endemoniado, sino, por saberme demasiado interesado en esperar el dolor que me generaba una supuesta cachetada o un par de palabras demasiado sucias y algo extrañas.

Es que nunca me hubiera imaginado que llevar lo sexual a un nivel más allá de lo supuestamente normal, me hubiera gustado demasiado.

Ya no puedo verme solo envuelto entre besos y poses misioneras mientras me susurra palabras bonitas a mí oído. Soñaré todo el condenado tiempo en estar en cuatro complaciendo a mi dueño... Mi señor... Señor que posee cada parte de mi cuerpo así como también, mi latente corazón.

¿Será que me convertí en un loco bien raro? ¿No me alcanzaba con trasformar al jugador estrella en un adicto a mi culo que también le tengo que sumar lo sátiro?

Decido -por fin- tratar de moverme para escapar de su cálido cuerpo que me llama a morir enterrado entre esas dos mesetas de pectorales que se carga como pecho. Pero cuando trato de hacerlo, escucho un fuerte refunfuño de su parte y como soy más chiquito y veloz, me enrosco como bicha por su torso hasta poder salir a respirar oxígeno porque si no, me muero. Intentando no embriagarme en el trayecto con su natural aroma a macho dominador del asunto. ¿Desde cuándo huelo eso?

Cada día que pasa me convenzo de que esto que se gesta y nos depara hacia el futuro, no es más ni menos que el descubrimiento de un deseo antes oculto. Por lo visto, Jungkook ya lo tiene incorporado como arma y como escudo.
Es algo que le sale tan natural como el respirar... Y está de más el aclarar que para nada me disgusta su impronta de dueño y señor absoluto.

Con mi cabeza revuelta como sonajero y con mis pelos todos duros, me dirijo hacia la ducha. Tratando de adivinar cuál era el condenado botón a activar para bañarme como la gente normal, pero luego de revisar si no hay alguna especie de manual, veo el supuesto jabón corporal con el que casi se me prenden fuego los labios al mamar.

Pero cómo no puedo dejar pasar la tentadora situación de prueba porque soy como un niño que le pica el culo por tocar, extiendo el brazo y agarro el pote para untar. Y entre rezongos me doy la vuelta hacia la pileta ya que no pude hacer andar esta mierda, para conformar mis ganas de retirar mis durezas bajo el frío chorro del agua de la canilla.

La noche de anoche fue una total locura pasional. Y me sonrojo de golpe sobre que observo a un costado al frío metal cilíndrico que utilizaron para rellenarme como pavo. Pero de inmediato, se me cruza una caliente maldad...

Así que con el cuerpo lo más limpio posible que pudo dejarme el gélido chorrito, me dirijo hacia el encuentro de ese escultural cuerpo que yace boca arriba sobre su lecho. Exponiendo la magnificencia de cada cuadradito abdominal y dejando al descubierto la perfecta V que delimita la sedosa sábana puesta sobre esa iguana a medio despertar.

¡Y se me agua la boca hermana! Sobre que noto cómo se eleva y desciende ese magnífico pecho, acompañado del tenue movimiento de su "de más entusiasmada cadera".

Me quedo viciado, observando sus exquisitos contornos y mordiendo el extremo inferior de mis labios a medida que revivo la secuencia de placer sensorial más exquisita...

Recordando cada tacto de su dermis, cada momento, cada alarma que activaba mis sentidos en respuesta a sus anticipados movimientos... Movimientos que hicieron de mi cuerpo, su templo... Un lugar de adoración para que juegue éste tremendo dios griego.

Pero hoy, no quiero jugar con él, quiere que observe como "yo", juego.

Quiero que desee ser el que interpreta este papel, el actor principal del drama cuya única finalidad es hacerlo enloquecer.

Así de desatado en pensamientos, me acerco hasta el cabecero de su cama para ligar una de sus manos a la sedosa tela de la corbata... Corbata que se encuentra atada hacia la cama en el otro extremo. Y con mucho cuidado de no despertarlo a no ser de que sea necesario.

De esta manera, me siento alejado de lo que son sus manos. Arrimando una silla a la parte posterior de su cuerpo mientras me entretengo con mi húmedo sexo. ¡Maldición! De solo imaginarme la situación, ya me pongo tieso. Y si a eso le sumamos la visión de su escultural cuerpo a medio empalmar mientras dormita profundo, me entran unas inmensas ganas de saltar hacia la cama y montarlo a lo rodeo, atando ambas manos hacia el cabecero mientras lo someto a mi querendón agujero.

Pero contra todo pronóstico, me quedo sentado como todo un niño bueno mientras unto mis manos y comienzo con una exquisita fricción a mi sexo. Fricción que de inmediato se transforma en un mar de jadeos y gemidos cuando siento crecer un ardor desmesurado que se extiende como flama ardiente desde adentro.

Pero me congelo, cuando percibo unos fuertes golpes a la puerta y de inmediato abro mis ojos, chocando con los renegridos ojos del hombre que puso mi mundo de cabeza...

Yo que vos, no lo desato nada😬🤣

Gracias por estar♥️