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➡️Cap.69🔙

¡Dios! ¿Cómo explicar lo que siento en este preciso momento sin llegar a rozar demasiado lo obsceno y que me puedan entender? Les juro que no puedo parar de emitir extraños sonidos mientras percibo cómo se me manchan los labios con esa espesa y caliente cremosidad... Gloriosa grasitud que me trastoca la cabeza de solo sentir como se deshace cada parte de esa carne dentro de mi boca.

—Bebé, te juro que si te escucho gemir una vez más con esa hamburguesa, te doy la vuelta en la puta mesa y me hundo en tu culo hasta enterrarte mis bolas.

Fuerte y claro retumba la voz de mi tatuado, seguido de un silencio absoluto. Y cuando abro mis ojos, lo primero que observo es a JungKook de puños cerrados y apretando sus labios con extremada fuerza mientras me guarda como si fuera una condenada presa. Y luego, me empapo del alrededor al ver como varias personas me observan con excesivo asombro y otras con algo de pudor.

Y no sé si me observan porque mi adonis me ofreció a boca de jarro una dura follada sin apartar la mirada de mis ojos o por gemir fuerte y duro como si ya la estuviera recibiendo en ese preciso momento. Pero al darme cuenta de que ninguna de las dos opciones me ayudan a no sentirme el centro del asunto, solo masco más hamburguesa así de paso me atoro. Y no figurativo, sino literal, en cuanto Jungkook desespera y se me ubica por detrás, apretando parte de mi tronco para luego ver volar por los aires, un pedazo gigante de carne.

¡Y me quiero matar! De actor porno cachondo, paso a ser el casi muerto por un atoro. Decime que el pedazo no quedó metido en algún vaso o enredado en la blonda cabellera que me observa por delante y con su boca bien abierta.

—Bebé, un día de estos me vas a matar de susto —anuncia mi bello tatuado a medida que me abraza con excesiva fuerza entre sus musculosos brazos.

Pero tanta efusividad con la parte baja de su cuerpo, no ayuda para que no empiece a ponerme duro y trate de contener un creciente gemido que me nace desde el fondo de mis entrañas. Y les juro que muerdo mis labios con la fuerza necesaria para no gemir en absoluto. Pero como que se me estaría complicando en cuanto JungKook percibe mi incontrolable crecimiento y el pedazo de idiota se aferra con aún más fuerza de la necesaria.

"Muchacho, si el joven se encuentra bien, le voy a pedir que se retiren... Por favor." Únicas palabras que escucho a parte de la jadeante y caliente respiración que circula entre nosotros.

Y de lo único que me doy cuenta es que mi adonis habla entre gruñidos a medida que tira de mi cuerpo hacia el afuera, recibiéndonos una ventisca un poco mas fresca a medida que nos dirigimos a la moto.

Pero su toque firme a mi baja cadera mientras me guía, hace añicos la posibilidad de poder pensar cuerdo. Y solo puedo imaginarme, de alguna retorcida manera, atado o privado de moverme mientras me somete. ¿Será que me estoy volviendo loco por quedarme -excesivamente- poca leche?

—¿Bebé, puedes seguir caminando? —cuestiona Jungkook ronco y profundo sobre el lóbulo de mi oreja que quema porque la muerda y la babee.

—C-creo... —suelto ladeando mi cabeza ante su cálido aliento sin darme cuenta de que me flaquean las piernas. Y si no fuera por el firme agarre de mi sensual novio terminaba desparramado en el suelo.

—Maldita sea nene, estás tan receptivo ante mi toque...

"¿No me digas? ¿Recién te das cuenta? ¡Si estoy que te tiro al suelo y te monto a lo caballo de rodeo!" Pienso a medida que inhalo profundo para calmar mi creciente estado de ansiedad necesitada de tu dura polla.

Y sobre que llegamos a la moto, me sienta sobre ella colocándose entre medio de mis piernas.

—¡Mírame bebé! —cuestiona exigente a medida que me dejo maniobrar totalmente flexible de tan caliente. Pero caliente de un modo completamente raro. Dejando llevar mi mente por recovecos extraños —. ¡Dios! No puedo descifrar que es lo que tienes si no me hablas... Acaso... ¿Te metiste alguna mierda extraña?

Entonces, elevo la mirada y lo enfrento ofendido. ¡Yo nunca me metería nada a no ser algo venoso y bien duro! —Solo tócame cariño... —suelto algo dubitativo y decidido a calmar mi ansiedad sexual a como de lugar. Pero de inmediato, me doy cuenta de que no quiero un simple tacto. Quiero algo más perverso y que venga de su mano —. ¡Sométeme! —le suelto.

Y les juro por mi querida Hana Teresa, que la intensidad de su mirada crece a medida que el bulto se le agranda. Pareciera que activa algún interruptor en su cabeza, o bien, se combina con la dañada mía para poner mi mundo de cabezas.

Quiero, mejor dicho, necesito que me toque mientras me habla todo rudo.

De repente, recubre mis labios con los apasionados suyos... Mezcla de fluidos que solo agrava el asunto, cuando quiero jadear por aire y siento un crudo apretón en mi cuero cabelludo. Movimiento que limita y acomoda mi cabeza para que su lengua barra con cada porción de mi boca. Comenzando una erótica danza que solo me puede llevar hasta la puta gloria.

¿Y yo? Sólo puedo tratar de inhalar aire con mis fosas nasales, mientras siento que me explota mi dureza por debajo de la engomada tela. Mientras aprieto la musculatura de sus brazos con extremada fuerza.

—No quiero que te corras, a menos que yo te permita hacerlo —me suelta con su rasposa y dirigente voz a medida que apresa mi labio inferior en el proceso de estirarlo.

Y solo puedo asentir con mi cabeza a medida que disfruto de su caliente tacto —. Bebé, quiero palabras, no gestos —firme me suelta.

¡Y maldita sea! Que siento empaparme con mi esencia de solo asimilar su mandato. Ya veo que no soportaré un carajo y me vendré como un maldito puberto que por primera vez se echa mano.

Y si de solo imaginarme la situación ya estoy a punto de ebullición, no quiero ni pensar en cuanto me meta mano. Pero contra todo pronóstico, se dedica a saborear mis hinchados labios con su boca a medida que su mano aprieta, pellizca y soba los alrededores de mi sexo, pero siempre por encima de la engomada tela.

Y con su porte recubriendo gran parte de mi estremecido cuerpo en medio de la apenas iluminada calle, se dedica a torturarme con su tacto, mientras exige que formule vocablos.

Y solo se escapa de mis labios un estremecido "sí", cuando en realidad quiero formular un retorcido "Sí, mi señor absoluto..."






























Omaigaaaa😏🤣

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Comentes así me emociono y escribo 🤣

Los amito mucho ♥️

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