¡Pero qué carajos! Me tiro arriba de un imparable Jungkook en cuanto veo que salen disparados cómo muñecos cada uno de los que se acercan hasta donde él está cegado... Yo se que está mal hablar de otros y no respetar, pero si sigue así lo va a desarmar.

Así que haciendo acopio de todas mis fuerzas me lanzo sobre su fornido cuerpo. Y en cuanto lo abrazo y suelto sobre su oído "¡Cálmate cariño!" Se detiene en el acto.

Su cuerpo simula a un animal listo para batallar mientras su espalda sube y baja sin parar. Y ahí, es donde me dedico a acariciar para calmar cada fragmento enfurecido de su cuerpo —. No vale la pena mi amor, nada de esto —le suelto aferrado a su fornida espalda cómo si mi vida dependiera de ello.

Así, sale de encima del golpeado deportista mientras a nuestro alrededor, algunos gritan y otras lloran de pavor. Y mientras yo, solo me dedico a envolver mis brazos a su alrededor como si fuera una especie de sedante natural para el gran cuerpo de mi amor.

—Estoy bien, estamos bien... Solo cálmate mi amor ¿quieres? —susurro a su espalda solo recibiendo como respuesta, un asentimiento de cabeza a medida que su cuerpo, recupera su frialdad y su mente, estabilidad.

—¡Estás demente bastardo! Te juro que el entrenador lo sabrá y será el principio del fin de tu gran gloria, pedazo de idiota —suelta venenoso el demacrado luego de que varios compañeros lo ayudaran a levantar.

Pero no le doy tiempo a seguir gritando en cuanto suelto al hombre que pienso defender y acompañar por el resto de mis días, para darle un merecido rodillazo entre la unión de sus piernas —A ver si con eso te callas de una buena vez... Y el único pedazo de idiota que observo aquí, eres tú —me separo mirando a mi alrededor y enfurecido les suelto: —¿Quiénes se creen que son ustedes para juzgar? ¿Acaso Jungkook no es un buen capitán? ¿O el hecho de que ponga su polla en un agujero que no sea el de una bonita mujer lo hace menos hábil de lo que es? Y a ti, te aviso, que tenemos el mismo derecho a ser feliz. Por lo tanto, es hora de que te vayas acostumbrando.

El silencio reinante a nuestro alrededor es interrumpido por el ruido de una sirena policial. Y maldigo para mis adentros porque si lo detienen, ahí sí que se las verá feo para el nacional.

De inmediato, los rostros a nuestro alrededor se alarman a sobremanera, ya que a nadie le gusta tener que ver con un asunto policial. Pero en cuanto los policías descienden de la patrulla y consultan que sucedió en el lugar, el golpeado indica que solo fue un mal entendido entre amigos dado que no piensa antes de hablar.

Y así es como se retiran luego de pedir la correspondiente documentación. No sin antes advertirnos que si nos observan metidos en nuevos disturbios en plena vía pública, tomarán cartas en el asunto.

—Tienes razón rubio bravo —anuncia el golpeado —, tu novio es lo mejor de lo mejor. No solo es excelente jugador, sino un gran compañero que está siempre ahí, dispuesto para otros. Así que... lo lamento Jeon. Mejor dicho a ambos, lamento lo que salió desde mis labios.

No sé en qué momento pasamos de casi presos a abrazos entre ellos. Porque si hay algo que nunca entenderé, es ese comportamiento de equipo que pese a todo lo que pueda suceder, terminan confiando en el otro.

Y mientras mi bello tatuado anuncia que se terminó el espectáculo (sin soltar mi mano bajo ningún aspecto) siento que hemos dado un gran paso. Cómo si esto comenzara a ser más fuerte, inquebrantable, aunque vayamos a estar siempre bajo la atenta mirada acusatoria del resto.

—No te tenía así, todo aguerrido mi bebé bonito... Y eso, me calienta.

¡Milagros! Me había olvidado de su nada pequeño asuntote. ¡Éste hombre me va a dejar secas las pobres pelotas! Aún así, pícaro le sonrío, meneando galante mis caderas y riendo por dentro cuando observo que no puede despegar la visión de los contornos de mi cuerpo.

—De ahora en más bribón, estamos juntos en esto de cuidarnos mutuamente. Tú me cuidas y muestras al mundo y yo te defiendo de todos aquellos que quieran hacerte daño. ¿Es un trato? —cuestiono.

—¿Tienes alguna duda bebé? Yo ya te había dicho. Tú eres lo primero ante todo y todos. Y si a alguien le molesta, que se siente, porque se va a cansar de esperar a que me importe su mierda.

Me freno en seco y lo observo. Sublime hombre para resguardar en mi memoria. Tan bello por fuera como lo es por dentro y encima mío... Mi hombre, mi amante, mi amigo... El mejor novio que alguna vez, tuve la dicha de soñar con tener.

Soy un afortunado de la vida...

Y aunque más de una vez, él diga que la llave de la fortuna viene en mi tamaño y forma, yo sé que fuimos creados desde el antaño para encontrarnos en este lapsus de tiempo y así, aprender a amarnos.

—¿Te he dicho cuánto te amo? — inquiero mirándolo directo al mar de sus renegridos ocelos.

—No lo recuerdo, tal vez deberías repetirlo hasta el cansancio. Y así poder asentir cuando vuelvas a preguntarme.

Acerco mi cuerpo al suyo y rodeando mis brazos a su cuello, le expreso con todo lo que soy y lo que siento: —Te amo... Te amo como nunca creí que podría amar a alguien. Y aunque al principio solo estaba enamorado de tu envase, que por cierto está de infarto, es tu cálido interior lo que hace latir desaforado a mi pobre corazón... ¿Debería denunciarte por robarme el corazón?

—No creo que eso sea posible mi bebé bello, porque desde hace mucho tiempo, tú has robado el mío sin siquiera percatarme. Y aunque éstas carnes me tienen poseso, también puedo afirmar que me tienes obnubilado con la espontaneidad de tus formas. Así que estamos a mano, ladrón que roba a ladrón... Y por si no te queda claro, te amo... Te amo con todo lo que siento y lo que soy.

En ese preciso instante, en donde la noche es fiel testigo de lo que dicta el corazón, nos besamos con sumo afecto y fervor.

Porque claro, solo basta con acercar un poco demasiado nuestros cuerpos para encender la chispa de nuestra fogosa pasión... Pasión que quisiera conservar con el paso de los años y que aún, cuando sea un anciano todo destartalado, pueda rejuvenecer al hoy con un simple abrazo suyo.

Sanando a través de los años, diversas heridas que quizás y sin querer, nos vayamos provocando...

Porque toda relación tiene sus altas y bajas. Y así como puedes ser inmensamente feliz, puedes sufrir como si no hubiera un mañana.

Solo espero que seamos, lo suficientemente valientes para nunca dejar de luchar por el amor de ambos.

Amo esta jodida relación! 😍

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Los amito mucho♥️