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➡️Cap.61🔙

Despierto somnoliento en cuanto percibo los rayos del sol calentando mi entumecido rostro. Y al abrir lentamente mis ojos, recuerdo que después de tremendo revolcón, el agua no corrió por mi cuerpo al caer casi desmayado por ser tan intensamente follado.

Así que ahora, estoy tratando de despejar mi visión de diversas sustancias que se encuentran adosadas a mí rostro como una máscara regeneradora de dudosa procedencia.

¿Pero qué carajos? Mi cuerpo entero está cubierto por una sustancia solidificada que ni siquiera recuerdo como es que llegué a estar tan embadurnado.

Y mirando para todos lados, me doy cuenta de que ni rastros del hombre que me trae de cabezas, dejándome sin ningún reparo, desnudo y hecho un lío en el revoltijo de sus sábanas.

Y mientras pienso cómo demonios haré para salir sin ser visto por los demás integrantes de la casa, un sonoro golpe a la puerta provoca mi respingo que sale como grito ahogado desde mis labios.

—Cariño, ¿estás despierto? —se escucha del otro lado del acceso y muero por contestar que sigo precisamente dormido y durito por estar recubierto de los fluidos de su hijo : el desaparecido.

Pero cuando estoy por inventarme algo para contestarle, su madre ingresa de manera repentina y con una traviesa sonrisa adornada en su rostro. Y tragarme la tierra es poco cuando me percato de que tengo solo un poco del cuerpo tapado.

—¡Como si no te hubiera visto antes cariño! Nada de sentirte avergonzado, al contrario —suelta mientras entra y levanta la ropa sucia en un pequeño canasto.

—Lo siento —digo más que avergonzado de recibirla en pelotas y en su propia casa.

—No tienes por qué sentirme apenado, si gustas, te preparo un rápido desayuno ya que Jungkook debe tener para un buen rato.

Completamente avergonzado y tratando de cubrir mis partes, le contesto que no se haga problemas. Pero de inmediato, el rugido de mi traicionero estómago me delata. Así que sin más, se acerca hasta mi lado y me suelta que ni piense que me dejará sin desayunar luego de escuchar el rugir de mis tripas. Pero de un momento a otro, su semblante pasa de sonriente a confuso hasta que escucho:
—¿Qué es eso qué tienes en tu rostro?

—Tus nietos vieja... no jodas —y me quiero matar en cuanto escucho esa profunda voz que me trastoca —. ¿Se puede saber qué haces aquí adentro? —finalmente cuestiona.

—¡Pero qué dices bebé! ¡Qué asco! -suelta la madre, revoloteando los brazos para todos lados y con cara de asco en cuanto Jungkook la atrapa entre sus brazos todo sudado.

—Venga conmigo mi viejita metida, sienta el varonil aroma de su calenturiento bebito.

Entre los risueños sonidos de madre e hijo, logran distender el asunto de mi sucia desnudez al desnudo (valga la redundancia) mientras se regalan continuos regaños y sentidas miradas de afecto entre ambos.

Para cuando la madre se retira, diciendo que irá a prepararnos el desayuno porque el pobre flaco de la cama, está que se cae desmayado de inanición y encima duro, no puedo contener mis sonrisas.

Y sobre que Jungkook le cierra la puerta con traba diciendo que se vaya de una buena vez, intento correr para el baño. Completamente en vano, porque los fuertes y sudados brazos del hombre que me trae enamorado, me rodean sin reparo.

—Lamento haberte dejado sin avisarte que iría a entrenar. ¡Es que te veías tan profundamente dormido y con toda mi esencia encima! Que no tuve el valor de despertarte y prohibir a mis lagañosos ojos de verte y masturbarme mientras lo hacía.

¿Pero qué carajos? ¿Acaso éste no resultó cansado después de semejante contienda aguerrida?

—¿Cómo le haces? Digo... Yo me desperté casi destrozado y tú, llegas todo transpirado de correr después de mandarte mano, y como si nada.

—¿Acaso crees que este cuerpo se mantiene a base de galletas? No amorcito, esfuerzo es mi primer principio. Y desde que estoy contigo, tu cuerpo es la musa de querer aún más hacerlo. ¿Crees que no sé cómo te pone este cuerpo de dios griego?

Susurra al lado de mi oreja y me estremezco de pies a cabeza. Sin importarme las durezas de mi rostro, o su transpirado y caliente cuerpo que me envuelve como hoguera. Solo necesitando más de su calor, excelso tacto por el que perdería hasta mi consciencia de ser necesario. Así, me dejo ser entre sus brazos.

El abrazo y los pensamientos traen aparejado, el recuerdo de la fogosa madrugada y de como mi cuerpo reaccionaba ante ello. Haciendo retorcerme entre sus firmes brazos hasta quedar frente a su gran torso transpirado.

Y mordiendo mi labio inferior a medida que no puedo frenar el incremento de la lujuria que recorre cada vena de mí ser, lo observo. Humano que aún todo sudado, se ve como el condenado más caliente sobre la faz de la tierra.

—Sí, sé que lo sabes bien. Sé que sabes que me encanta que seas el condenado mortal más caliente sobre la faz de la tierra y encima, mío... Mi adonis personal, el hacedor de mis más bajos instintos —suelto sonrojado de pies a cabeza mientras las imágenes de la caliente madrugada hacen mella en mi desorbitada cabeza.

—Y yo, amo tu entrega cariño. Así como sé que me amas a mí, en mi condenado acto de chico todo rudo y dominante... ¡Maldita sea bebé! Si no fuera porque debemos lavarnos para el desayuno, y si no la quieres a mi madre tirando la puerta abajo, te juro que te parto en ocho pedazos.

Anuncia a escasos centímetros de mis necesitados labios, y no me aguanto una mierda. Realizo el asalto de nuestras ansiosas bocas en un delicioso roce que tiene como único fin: sellar la promesa de volver a amarnos, una y otra vez, sin ropa.

Solo sublime entrega de la comunión de nuestras pieles que se convierten en una.

Y entre besos y caricias subidas de tono, entramos al baño. En un pseudo intento por ducharnos juntos, que terminó en una metida de manos al unísono que fue interrumpida por los golpes de la puerta al otro lado.

"Si no bajan a comer en cinco, le tiro la comida a los gatos" sentenció una conocida voz al otro lado.

Así que entre risas terminamos con sus manos sobre mi cabeza, mientras enjuaga con sumo entusiasmo mi renegrida cabellera. Y si en un momento percibo que su cálida dureza hace vagos intentos de abrirse camino entre mis piernas, no lo detengo...

Finalizando el baño luego de frotarse velozmente y a lo lampara mágica, entre mis piernas. Mientras yo, perdido en el limbo de su sensual acto, aguanté sin tocarme mientras sentía explotar de placer cada fragmento de mí ser ante las diversas sensaciones que emanaban de mí estremecida piel.

¡Y maldita sea! Que mentiría si dijera que estar sentado en la mesa mientras el hombre al que amo y deseo con cada resquicio de mi vida me mira fijo mientras saborea su cuchara de frutas y yogurt con avena, no me complica las cosas. Porque intento escuchar a su madre y sus relatos mientras él, no me facilita las cosas.

—Como te decía cariño, a éste muchachito me lo tienes atrapado. ¿Qué dicen tus padres a todo esto?

Cuestiona su madre y me atoro abruptamente, había olvidado la llegada de mi padre y sus reclamos. Y aunque sean justos e infundados, son completamente innecesarios a esta altura del asunto. Cuando al susodicho, que me hizo llorar por años, ya lo tengo perdida e irremediablemente enamorado.

—Están contentos —suelto una mentirita piadosa porque no sé realmente, cómo reaccionará mi padre ante todo esto.

—Contentos mis pelotas bebé, espera nomás, que tú padre me vea —anuncia como si nada mientras degusta su desayuno convertido en un erótico lamedor de utensilios. Provocando un repentino cortocircuito cuando quiero meter bocado y me quedo prendado a la destreza de su lengua.

Entre regaños, su madre se levanta retirando algunas cosas de la mesa y finalmente lo enfrento diciendo: —Si crées que es demasiado, soportar el mal rato que seguro te hará pasar mi padre, lo comprendo.

Pero soy gratamente sorprendido, cuando entrelaza sus dedos con los míos y suelta: —A tu lado, nada es demasiado. Yo, solo quiero que no te sientas cohibido, o que estás haciendo las cosas mal. En todo caso, déjame que me haga responsable por mis anteriores actos. Y prometo que de ahora en más, tu padre podrá ver cuánto te amo.






































Haw este par, contra viento y marea🥰

Gracias por pasarte 😍

Los amito mucho♥️

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