Elevo mi rostro al posicionarme frente a ese precioso torso compuesto por centímetros de fibras musculares listas para la contienda aguerrida, mirando cada detalle en curvatura para luego terminar en el mar infinito de sus ojos.

En tanto mi respiración clama porque aplaque, de inmediato, el fervor causado por la peligrosa situación que yo mismo me provoco. Es que verlo tan resuelto y con ese porte de maldito dios griego que tiene el mundo a sus pies, me deja inmerso en una nube de completo éxtasis.

¿Cómo puede ser que un tipo así, ande suelto por la vida y no pague por las consecuencias de sus actos?

Deberían reprenderlo por andar calentando por todos lados. Porque cuando permito que mis ojos se desvíen de ese mar infinito, lo que veo es el babeo del gentío a mis costados.

Pero luego recuerdo, que soy yo a quién le ha pedido un besito y a quién ahora mismo está tomando posesivo desde sus trémulos costados. ¡Menuda suerte la mía! Ser el promotor de su eximio estado y poder dedicarme a recrearme en ello...

Entonces, me acerco, centímetro a centímetro mientras me pierdo en el brillo infinito de sus ojos... Ojos que expuestos a lo que sentimos dentro (más allá de lo sexoso) se perciben como ese lugar seguro. Refugio donde quiero perderme por horas diciéndonos todo sin necesidad de palabra alguna.

Sus labios... arma letal que tiene la cualidad de hacerte volar al espacio (aún sin ser astronauta) me claman. Suplicando porque me una a su textura y así completar las rimas de esta excelsa poesía... Cadencia que se provoca cuando sus labios se acoplan con los míos, formando una bella estrofa.

Entonces, lo beso. Un roce lento y despacio como probando que puedo tener control en esto y no desfallecer en el proceso. Quiero ser aquel al que envidian por obtener el toque de semejante trofeo, aquel que se vanagloria en su dichosa suerte.

Y no me deja pensar solo en el, acrecentando mis inseguridades, en cuanto sus palabras me dejan desnudo en emociones a flor de piel.  Haciéndome sentir lo más bello de este condenado planeta.

—Eres hermoso —anuncia mientras acaricia mi rostro al acortar -momentáneamente- el beso —. Y lamento no haber podido corresponder antes, por mis miedos, en aquel maldito momento. Porque sé... Se que tú, eres todo lo que está correcto.

Sinceras y aplastantes, así se sintieron sus melódicas palabras. Provocando que todo en mi interior revolucione a su favor, sintiéndome el puto bombón que se come este pedazo de jamón.

Provocando mi sonrojo de inmediato ante la clara imposibilidad de escape, en cuanto percibo que me abre como las páginas de un libro, liberando cada una de mis capas.

—Tú también lo eres, JungKook —libero palabras al viento que queman porque me sienta en sus adentros, que sienta todo mi afecto y que sea capaz de percibir cuánto me quiero.

Porque a su lado, lo turbio se vuelve claro, iluminando mis tinieblas y dándome certeras herramientas para mantener mis demonios alejados.

Definitivamente, soy mejor a su lado... Pero hay algo aún más relevante que me he dado cuenta...

Soy mejor, porque realmente lo valgo.

Sonrío enamorado cuando acaricia, sin segundas tintas, las facciones de mi emocionado rostro. Observando como el suyo se estremece al mirarme tan hermoso.

¡Maldición! ¿Cómo es que nunca pude verme así antes? ¿Y ahora, puedo verme hasta en el reflejo de sus ojos?

—No sé qué decirte bebé. Solo sé que haces que afloren millones de emociones, solo con tener la dicha de mirarte. ¿Y al besarte? Puedo sentir el mundo a mis pies. Y que todo lo podré, solo si me permites acompañarte.

¿Cómo puede ser tan hermoso y encima tangible?

Malditos finales tristes de adultos que me hicieron creer que el amor, así de sano, no podía ser real en este mundo.

Entonces lo beso, mientras siento acumularse todo el peso de lo que siempre soñé en cada roce de mis labios. Mutando de ahogo en el medio de mi pecho a jadeo descontrolado desde algún rincón de mi cansina garganta.

Porque lo amo... Lo amo con todo lo que soy y lo que tengo.

Y me amo... Me amo hasta el punto de ser yo, quien decida estar con él, porque así realmente lo siento.

Ya no lo necesito hasta el punto de asfixiarme o sentirme ahogado si no lo tengo, como ciego pensé todos estos últimos años. Yo lo elijo, así como él, decide estar conmigo.

—Te amo —suelto entrecortado a causa de mis incrementados jadeos y a medida que, levemente, me separo.

—Te amo —me responde en el acto, sin dejar de mirarme directo a los ojos.

Solo somos él y yo, en este preciso momento. Desapareciendo todo alrededor en cuanto su mano va a parar a mi nuca para profundizar -aún más- el intenso beso.

Mientras sus manos recorren sinuosas cada dermis de mi soma por encima de la ropa, y siento estallar un nudo en el medio de mi pecho.

Lo amo, lo amo con la misma intensidad que lo deseo. Y eso, es algo tan carnal... que de a ratos me da miedo.

Pero no me dejo amedrentar por mis desafortunados pensamientos, dejando que el eximio roce me traslade a otro nivel sensorial.

Lugar donde nada importa, más que saciar esta clara necesidad, la de sus manos tocando cada fragmento de mi cuerpo y la de sus besos degustando la profundidad del abismo de mis labios.

De repente, el centro de la pista parece un maldito infierno. ¿O es el clima que se puso repentinamente caliente? ¿O nos estamos prendiendo fuego? ¡Y literal! Porque siento mis entrañas, quemar y arder, como ascua de brasero.

Entonces, su gran mano aprisiona con firmeza mi cintura, acercando nuestros cuerpos sedientos de todo lo que sea llevar más allá esto. E increíble pero real, se dedica a danzar con mi cuerpo a lo muñeco.

Y si bailar, se le puede llamar a esto: ¡Que vengan los malditos bomberos que me estoy prendiendo fuego! Porque la condenada cadera de JungKook, acaba de cobrar vida. Y les juro por mi Hana Teresa, que no me aguanto una mierda. E insano me restriego mientras siento crecer inmaculada, su grandiosa dureza.

Haw, empezamos puro amor para terminar a lo cachondeo. Para mi que se meten mano en algún reservado 🤔🤣

Qué bueno que nuestro querido pollito, pudo darse cuenta de que lo que vale, es el amor propio. Primero yo, y luego los otros. 😉

Y el Kook, no puede ser más hermoso. 🥺

Gracias por leer, comentar y votar 😍

Los amito mucho♥️