➡️Cap.33🔙
Omaigod... Si pudiera rogar al cielo que uno de sus soldados me lleve en este preciso momento, me dejo ir hasta el firmamento y más allá con tal de no aguantar las irónicas risotadas a nuestros costados; algunas miradas repletas de asco y el intenso taladro de los ojos de la gringa.
¿Es qué no se puede andar por la vida, pasando desapercibido, no?
Pareciera que esa palabra no integra mi condenado vocabulario en cuanto observo a Jungkook importarle tres carajos lo que dijo el profesor, o las condenadas burlas, diciéndoles a todos los que se ríen o miran: "¿Envidiosos?".
"Ya quisieras" se escucha entre medio del bullicio, mientras el profesor exige que se agrupen en grupos de no más de cuatro personas. Y me sorprendo, cuando mi adonis personal suelta, sin una pizca de duda: "Tú, no le llegás ni a los talones, nena".
Y como frutillita de semejante postre, la gringa que se para enérgica de su banco acercándose hasta el mío, y tras apoyarse con ambas manos (nada despacio) me mira y me suelta: —¿Cómo es eso de que mi bebé no puede tontear más conmigo por tu maldita culpa?
¡Dios mío! Que me trague la tierra. ¿Cómo le explico que a su novio ya me lo folle y de variadas maneras?
—Gringa, ya basta... Yo no te dije eso cuando hablamos hace un momento —anuncia todo serio mi proyecto a futuro —. Te comenté que no podíamos seguir como estábamos. Tú sabías que no sentía lo mismo por ti ya que más de una vez te lo dije y tú aceptaste seguir viéndonos así, de igual manera.
Y justo ahí, me cae como balde de agua fría, que su relación no era lo que yo creía. O sea, noviazgo como decir noviazgo con amor incluido y toda esa mierda no existía. O por lo menos, no de parte de quién me follo hasta fritar las pocas neuronas funcionales que mi cerebro contenía.
Ella, se queda boquiabierta al escuchar largar esas palabras con tal liviandad desde la boca de JungKook mientras observo a Tae venir (como si lo llevara el diablo) al rescate del asunto.
—¡Trabajito de cuatro para limar asperezas! —suelta contento y no puedo contener mis sonrisas.
¡Porque vamos! Más que limar asperezas, creo que lo que necesita la gringa es un maldito exorcista. Porque les juro que en cualquier momento se le da vuelta la cabeza o expide rayos x por los endemoniados ojos.
—Yo no tengo la culpa de nada, arregla con JungKook —suelto con la cabeza bien en lo alto y lo más erguido posible en mi silla.
Y en menos de dos segundos, se me cruza por la cabeza: mis cabellos ensangrentados en las manos de la gringa mientras grita con voz diabólica, que se vengan todos de a uno. Pero, para mi trastocada imaginación, solo emite un grito de frustración siendo regañada de inmediato por el profesor, al cual hoy; no se le escapa una.
—Necesito tomar aire o te mato, falso Jimin —suelta ella. Señalándome con el dedo, dándose la vuelta y alejándose de inmediato mientras ignora por completo a JungKook.
—¡Okeyyyy! —dice Tae en medio del utópico asunto —. Nunca me dijiste que no eran novios en serio Kook. ¿Y yo? Dándole letra a la gringa.
—Nos estábamos viendo pero sin compromiso real de por medio. A parte, no tengo por qué andar ventilando mis asuntos ¿no te parece? Es más, ni siquiera mis viejos llegaron a conocerla, date una idea.
A todo esto, recordar a sus padres, mi primera impresión y mi saludo a su madre entre otras cosas, hacen que me ponga como un tomate listo para la cosecha.
—¿Bebé? ¿Te sientes bien? —cuestiona el hombre que va a ser para mí y no para otra. Y mis propios pensamientos y recuerdos, me hacen reír como un condenado demente.
—Creo que deberías llevarlo a la enfermería Kook, actúa de forma rara... —dice Tae y lo fulminó con mis ojos. Pero sin poder dejar de reírme a carcajadas por semejante sufrimiento al pedo que pase con este imbécil, que no fue capaz de nunca decirme nada.
Lo siguiente que noto, es al profesor dándole la razón a Jung Kook, a Jung Kook arrastrándome hacia afuera y yo, siendo cargado como un pequeño koala a upa de su tronco.
Así es, una salida totalmente desapercibida del aula...
Un par de metros más adelante, y para nada de camino a la enfermería, mi futuro hombre me larga —Ya que dejaste de reír como un demente y estamos solos bebé, ¿puedes decirme qué demonios te pasa?
¿Y yo? Solo atino a esconder la cabeza en la unión entre su cuello y su hombro, aspirando como un maniático de su masculino aroma que me deja tiesa la cabeza.
—Me da vergüenza... —confieso asomando apenas mis ojos.
Él, me devuelve una bella sonrisa sobre que me mira. Y me siento un condenado afortunado de recibir la dádiva de la perfección misma, en cuanto eleva la comisura de sus labios mostrándome una hilera de blancos dientes ubicados -estratégicamente- para la tanda comercial de pasta de dientes.
—¡Dios! ¿Cómo puedes ser tan hermoso? —pregunta, y siento que me derrito.
"Madrecita mía, si no llego a casa enterito, es que me destrozó este papito" Se me cruza por mi trastocada cabeza a medida que mis pensamientos toman otro rumbo, para nada amoroso, en este preciso momento.
—Bésame —reclamo sus labios con un ansia infinita.
Dispuesto a quemarme en el infierno de mis condenados pensamientos, ya que me lo imagino en bolas y en diez posiciones distintas. O en el paraíso de sus besos en cuando conecte su lengua junto a la mía, mandándome a la estratosfera en un viaje solo de ida.
Ahora sí señoras y señores!! Pase libre para el Jimin😏😈🤣
Gracias por pasarte, comentar y regalarme tu estrellita😍
Los amito mucho♥️
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