Capítulo 1
Era Viernes, aunque mañana tuviera que ir a trabajar nunca faltaba su película para poder hacerlo.
Jeon Jungkook un joven con muchos sueños por cumplir, y uno de ellos era convertirse en un destacado productor de películas. Su pasión por el cine y las series se gestó desde la infancia, compartiendo con su familia la tradición de ver películas todos los viernes, siendo estos momentos sus favoritos.
Motivado por sus aspiraciones, comenzó a buscar empleos a medio tiempo para financiar sus estudios. Después de aproximadamente un año de ahorro, se preparaba para iniciar su carrera universitaria en la institución que siempre había deseado. Cabe resaltar que desde siempre valoró la independencia y la autosuficiencia.
Ya contaba con un departamento y asumía los gastos, además de encargarse de sus comidas y pasajes. Prefería no hacer gastar a sus padres gastaran cuando él podía manejarlo por sí mismo.
Era aproximadamente la una de la mañana, aunque sabía que debía irse a dormir, Jungkook no quería dejar de disfrutar del momento. Decidió buscar otra película corta.
Después de navegar por diferentes opciones, se topó con una con un nombre peculiar:
"El Baile de las Estrellas".
Intrigado, decidió darle una oportunidad. Mientras transcurría la película, Jungkook se sumergió en la historia de un mundo mágico donde las estrellas cobraban vida, cumpliendo deseos.
A medida que la película avanzaba, a Jungkook le empezaba a dar sueño; se encontraba bastante cansado.
Fue en ese momento que no supo si era el cansancio o si era verdad lo que sucedía: una figura salía de la película.
Sin saber qué hacer o cómo reaccionar, vio con detalle cómo un chico de cabello rubio, con apariencia de un ángel, se encontraba al frente de él; inconscientemente, se puso de pie.
- ¿Dónde estoy? - preguntó el desconocido.
-¿Tengo un sueño tan pesado o esto es real? -preguntó Jungkook, tratando de asimilar la situación.
-¿Tú me trajiste aquí? -comenzó a preocuparse el chico rubio.
- No, tú acabas de salir de la película -señaló Jungkook hacia la proyección en blanco.
-Claro que no, yo estaba en mi cama, dormido -contestó el chico rubio.
- Si te acabo de ver.
- Perdón, pero te equivocas - se alejó -. Yo estaba en mi cama, escuché ruido - se agarró el cabello -. Tú saliste de la pantalla - empezó a tartamudear -. Y-yo m-me levanté y de la nada estoy aquí.
Jungkook, aún desconcertado, intentó comprender la extraña situación.
- Entonces, ¿cómo llegaste aquí? ¿Y por qué saliste de la película?
- Yo debería preguntarte eso -comenzó a observar a su alrededor buscando la puerta.
Se apresuró a acercarse a la puerta de la habitación, sin tener éxito para abrirla. Jungkook estaba atento a los movimientos, se acercó a él, observando que no podía abrir la puerta.
- ¿Por qué no abre? - nuevamente intentó abrirla sin tener éxito -. ¿Por qué no abre tu puerta? -preguntó el desconocido.
- A ver, deja intento-se apresuró a abrir la puerta.
La puerta no se abría.
- Mierda- susurro-. No puedo abrirla.
- Esto no tiene sentido, deberíamos estar cada quien en su casa - murmuró el chico rubio, aún nervioso.
- Tienes razón, esto es... raro. ¿Cómo te llamas? - preguntó Jungkook, tratando de mantener la calma.
- Soy Jimin. Park Jimin- respondió el chico rubio.
- Jungkook. Jeon Jungkook. ¿Alguna idea de cómo salir de aquí?
Jimin negó con la cabeza, aún desconcertado. Juntos buscaron en la habitación de Jungkook, alguna llave u objeto para romper la chapa, al igual que su teléfono. Mientras tanto, el ambiente seguía pareciendo salido de la película, con susurros de fondo y luces parpadeantes.
- Mira esto - señaló Jungkook hacia la pantalla donde antes salió Jimin. La película continuaba reproduciéndose, pero algo había cambiado. Aparecían escenas de la vida de Jimin, como si la película hubiera tomado un giro inesperado.
- Esto es... mi vida - murmuró, observando asombrado.
- ¿Tu vida en una película? Esto no tiene sentido - comentó Jungkook, tratando de entender lo inexplicable.
De repente, la puerta se abrió sin previo aviso. Jimin y Jungkook intercambiaron miradas perplejas antes de decidir aventurarse fuera de la habitación.
- ¿Dónde estamos? - preguntó Park, mirando a su alrededor.
- Ni idea, pero parece que estamos dentro de las escenas de tu vida - respondió Jungkook.
Caminaron por pasillos que representaban momentos de la vida de Jimin, desde su infancia hasta situaciones más recientes.
- Esto es surrealista, Jungkook. ¿Crees que podamos regresar a casa?.
- No tengo ni idea - respondió.
Continuaron explorando el extraño mundo cinematográfico, sin saber qué les deparaba el siguiente acto de esta insólita historia. Atreviéndose a abrir una puerta llegaron a un parque con abundante nieve y un carrusel abandonado.
- Creo que recuerdo esté lugar- señaló el carrusel que estaba funcionando-. Solía venir con mi hermano, antes de que se fuera.
Sin esperar a Jungkook se acercó a la gran atracción, subiéndose.
- ¿Por qué te subes?- gritó desde la entrada de la puerta-. No es seguro.
- Porque en éste lugar ya estuve, tengo buenos recuerdos.
- Aún así no es seguro - tenía miedo-. Tengo que estar soñando, es muy loco para ser real- se dijo así mismo.
- Ven, sube - animó Jimin -. Tal vez sea un sueño, no te pasará nada.
Claro en los sueños no le podría pasar algo grave.
- Está bien, ya voy - con mucha seguridad se subió quedando al frente del chico.
Pasaron unos cuantos minutos en completo silencio, escuchando sólo la canción del carrusel. Ninguno se animaba a decir alguna palabra.
- Puede que tú seas un personaje en mi sueño, en un sueño tan real - se atrevió a hablar Jimin-. ¿Quién eres?.
- Soy Jeon Jungkook, ya te lo había dicho.
- Sí, lo sé- carraspeo-. Me refiero a, ¿Quién eres más allá de tú nombre?.
- Soy un chico que trabaja para lograr su sueño, ser un gran productor de películas.
- ¡Wow!, eso es genial.- halago-. ¿Y más allá de un chico trabajador?.
- Pues... Siempre he estado trabajando para ser independiente...
- ¿No tienes algún hobbit o pasatiempo favorito?.
- No tengo tiempo para eso.
- Entonces, ¿No te gusta hacer más cosas que no sea trabajar?.
- Yo no dije eso.
- ¿Entonces que haces? - preguntó curioso Jimin.
- Veo películas.
- ¿Solo películas?
Jungkook reflexionó un momento antes de continuar.
- Solía hacer más cosas, pero me enfoqué tanto en mi carrera que olvidé algunas pasiones. Supongo que perdí el equilibrio.
Jimin asintió, comprendiendo la lucha entre perseguir los sueños y mantener la conexión con uno mismo.
- A veces, olvidamos disfrutar de la vida mientras perseguimos nuestras metas. No siempre se trata del destino, sino también del viaje. ¿Nunca deseaste volver a esos momentos más sencillos?
Jungkook se sumió en sus pensamientos por un instante, mirando el carrusel girar.
- Tal vez... Tal vez sí. Pero la vida me llevó por otro camino.
De repente, el carrusel se detuvo, y una sensación de inquietud llenó el aire. Jungkook y Jimin intercambiaron miradas preocupadas.
- ¿Qué está pasando? - preguntó Jimin.
- No lo sé, pero algo no está bien - respondió Jungkook.
La atmósfera cambió abruptamente, y el parque con nieve se desvaneció como si fuera humo.
- Jungkook- le habló Jimin.
Al voltear ya no se encontraba.
Y de la nada... Había despertado.
Despreocupado durante el resto de la madrugada, Jungkook no se imaginaba la sorpresa que le deparaba.
Lo que aconteció podría haber sido un simple sueño, o quizás algo más. Un sueño que no se limitaría a una sola noche, sino que podría repetirse en varias ocasiones.
Este enigma onírico podría ser una oportunidad para conectar con alguien real o incluso una advertencia sobre lo que le depara el futuro.
El destino, con su intrincada red, tiene formas peculiares de unir dos almas, y en esta ocasión, parecía manifestarse a través de los sueños, tejiendo un hilo de misterio y posibilidades que despertarían la curiosidad de Jungkook.
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